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martes, 27 de febrero de 2024

Crítica: Gods of the Deep (2024)

Película escrita y dirigida por Charlie Steeds (Escape from Cannibal Farm, Freeze). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una importante misión submarina llega a una abertura encontrada en el fondo del océano, donde encontrarán una civilización perdida en la que sin desearlo despiertan a una raza de seres de otro mundo.


Comentarios generales:

Hacer terror debajo del océano o terror cósmico es algo que casi siempre requiere un poco más de presupuesto para que lo que quieras contar resulte lo más convincente posible, obvio no es una regla inquebrantable, pero por lo regular es así. Por ello es que Gods of the Deep no era una propuesta que me llamara mucho la atención porque era claro desde que veías el trailer que ese requisito no lo cumplía y lamentablemente tampoco se sabe como compensarlo para que no afecte de manera importante.

Ya que lo traído por Steeds claramente tiene ciertas ambiciones que desde muy temprano uno se puede dar cuenta que no las va a poder alcanzar, sin embargo, también se mantiene la curiosidad por saber cómo va a tratar de solucionarlo. Logrando con esto unos primeros 25 minutos en los que pasan poco o nada no resulten tan pesados y por lo menos tengan la sustancia necesaria para exponer de manera simple a un grupo de personajes con los que se puede intuir rápidamente que tipo de rol tendrán en esta historia y añadir cierto toque de excentricidad en algunos de estos que encaje con el “desastre” que está por venir.

Lo cual afortunadamente no tarda demasiado en llegar, pero honestamente cuando se empiezan a desarrollar los primeros peligros es complicado tomarlos con seriedad y solo te terminas riendo porque varios de los momentos más importantes parecieran que son de una serie de televisión producida en los 70s, especialmente cuando se trata de exponer a la criatura de las profundidades (literalmente es una persona con un disfraz). Ante esto se pierde cualquier clase de impacto que se pudiera dar y poco a poco las cosas van yéndose hacia un camino muy predecible por medio de un conflicto central aburridísimo que se apega a todos los convencionalismos conocidos para tratar de sacar esto adelante.

Dejándonos así ante una parte final que a la que se llega sin demasiado impulso, aunque hay que decir que durante estos minutos es donde se dan los momentos de mayor intensidad. Teniendo como consecuencia que el desenlace por lo menos sea lo más entretenido, a pesar de que mucho de lo que ocurre tiene poco sentido.

Las actuaciones honestamente no son tan malas, la mayoría cumple con lo que tiene para trabajar, solo que tampoco te vas a acordar de alguna de las interpretaciones en un par de horas. Mientras que en producción se nota que el presupuesto fue ínfimo: el trabajo de fotografía no es nada del otro mundo, la dirección de arte es muy básica, el score repetitivo, el trabajo de sonido está bien, los efectos parecen de serie de TV de los 70s y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Gods of the Deep es mediocre. Película que hace lo que puede con lo que tiene, pero sin los mejores resultados.

Ojometro:
**

viernes, 8 de diciembre de 2023

Crítica: Suitable Flesh (2023)

Película basada en The Thing on the Doorstep de H. P. Lovecraft, la cual está dirigida por Joe Lynch (Wrong Turn 2, Mayhem) y escrita por Dennis Paoli. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La psiquiatra Elizabeth Derby (Heather Graham) se obsesiona sexualmente con uno de sus jóvenes pacientes, quien muestra una doble personalidad que al parecer se encuentra ligada a una antigua maldición.


Comentarios generales:

Para tratarse de una película basada en un trabajo de Lovecraft, la verdad es que Suitable Flesh pasó por debajo del radar durante la época de Halloween y en general ha logrado hacer poco ruido incluso entre los fans más recalcitrantes del amo del terror cósmico. Algo que sin duda es raro y por ello mis expectativas no eran muy altas, sobre todo porque también ya sabía qué esperar dado a que todos los proyectos en los que está involucrada Heather Graham son similares para aprovechar su sex appeal y este no ha sido la excepción.

Y es que lo traído por Lynch es una historia que se sustenta de manera importante en lo erótico y desde muy temprano te lo deja en claro, lo cual genera cierto morbo que con el pasar de los minutos se vuelve un arma de doble filo debido a que realmente nunca pretende ser tan desafiante como te hace pensar. Estableciendo una relación entre Elizabeth y Asa que lleva a momentos intensos con los que se expone el cambio de cuerpos por medio de encuentros un tanto acelerados, pero que sirven en su propósito para darle cierta claridad al nivel de peligro que representa lo que sea que los ocasiona.

Ante esto la violencia en pantalla se incrementa de manera importante conforme se va entrando al segundo acto y también se juega un poco más con el tema sexual para seguir explotando a nuestra protagonista, a pesar de que las escenas no son tan intensas como para solidificar la lujuria con la que opera la amenaza. Provocando así que las cosas vayan cayendo en un bache y sea obvio el pobre avance en el desarrollo; en especial cuando toca elaborar un poco más sobre lo que hay detrás de la maldición.

Simplemente no saben redondear dicho asunto y eso ocasiona que el ritmo tenga algunos problemas hacía una parte final que, afortunadamente, logra recomponer el rumbo. Principalmente porque vuelve a recurrir al shock de manera efectiva, pero también porque dentro de su predictibilidad hace lo suficiente como para que se pueda tener cierto caos que trate de disimular lo que parece totalmente inevitable.  

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Heather Graham y Judah Lewis (Asa) no lo hacen mal, tienen buena química y logran que la dinámica de cambio de cuerpos funcione. Mientras que la aparición de Barbara Crampton (Dr. Daniella Upton) tiene más peso que su cameos glorificados habituales.

Y en lo que se refiere a la producción tenemos cosas competentes: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido está bien cuidado, la labor de maquillaje es discreta y los efectos son un volado debido a que cuando son prácticos funcionan, aunque aquellos que recurren al CGI no son los mejores.

Opinión final: Suitable Flesh está aceptable. Película con buenos momentos para pasar el rato un día que no tengan nada que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 30 de septiembre de 2022

Crítica: Glorious (2022)

Película dirigida por Rebekah McKendry (Psycho Granny), cuyo guión fue co-escrito por Joshua Hull y David Ian McKendry. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de agosto, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de un rompimiento, Wes (Ryan Kwanten) termina en una remota área de descanso. Lugar en donde se encontrará encerrado en un baño junto a una misteriosa voz (J.K. Simmons) que le pedirá tener una extraña conversación mientras se devela una situación que está más allá de la comprensión humana.


Comentarios generales:

Cuando ves el nombre de un actor triple A como J.K. Simmons ligado a una película lo primero que se te viene a la mente es que se debe de tratar de una producción de una escala considerable debido a que no suele ser común que actores de este calibre se involucren en el género de terror así como así. Sin embargo, Glorious se encuentra muy lejos de ser eso y su premisa auguraba un trabajo más dirigido hacia la serie B, pero al final lo que nos encontramos fue una demostración sobre cómo una buena idea y mucha creatividad tras la cámara pueden ser la diferencia para ofrecer algo de calidad que convenza hasta a los actores más improbables.

Ya que lo traído por McKendry es una de las gratas sorpresas del año debido a que aprovecha todos sus recursos para lograr que una historia por demás simple y por momentos absurda no te aburra en ningún instante. Lo cual es algo muy valioso considerando que en realidad se trata de una extensa platica entre un actor y una voz (Simmons nunca aparece en pantalla) dentro de una locación que por sí misma representa una limitante importante, pero que desde el primer acto te atrapa debido a que dicha interacción hace que en todo momento el ritmo resulte bastante ágil y las dosis de humor que se manejan en ningún momento se siente que acaparen en exceso la inverosímil problemática en la que está metido nuestro protagonista.

Aunque realmente lo que hace de la experiencia tan disfrutable es la creatividad que muestra la directora y el director de fotografía para lograr que lo que vemos no se sienta repetitivo. Esto porque con el pasar de los minutos empieza a existir el riesgo de que la novedad ya no sea suficiente para mantener el interés del espectador y por lo cual tienen que recurrir a maneras creativas de exponer los acontecimientos por medio de la colocación de la cámara en distintos ángulos, brindándole así un dinamismo muy agradable a un desarrollo que poco a poco empieza a obtener tintes un tanto oscuros y algo sangrientos mientras se adentra a los terrenos del terror cósmico.

Dejándonos así con una parte final que en apariencia será predecible, pero te termina sorprendiendo de una manera que no lo esperas por medio de un desenlace que contiene un nivel de intensidad adecuado y juega con el tema de la justicia de forma impecable.

En cuanto a las actuaciones todo recae en Ryan Kwanten, quien tiene que interactuar con la voz de J.K. Simmons para sostener la película y termina logrando un muy buen trabajo que abarca desde lo cómico hasta lo extremo dramático. Mientras que en producción se nota que es de un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje está bien hecho.

Opinión final: Glorious me gustó. Película sencilla que termina explotando todos sus recursos para ser una de las sorpresas de 2022. 

Ojometro:
****

martes, 14 de junio de 2022

Crítica: Offseason (2022)

Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Darling, Carnage Park). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 14 de junio.

Sinopsis:

Después de recibir una misteriosa carta, Marie Aldrich (Jocelin Donahue) viaja a una isla con un pueblo aislado para quedar pronto atrapada en una pesadilla.  


Comentarios generales:

Son tantas las películas que salen en el año que resulta complicado estar al pendiente de absolutamente todas y por eso en ocasiones algunas suelen pasarme desapercibidas hasta que me topo con ellas por distintas circunstancias, siendo precisamente ese el caso con Offseason. Un trabajo de un director del que ya he escrito varias veces en el blog, pero del que no tenía conocimiento y que probablemente me hubiera entusiasmado, para posteriormente haberme dejado una sensación agridulce.

Y es que lo traído por Keating tiene una vibra muy marcada a Lovecraft/Silent Hill, pero la manera en la que pretende contarnos su historia no es precisamente la más atractiva. Ya que durante los primeros 30 minutos queda claro que esta será una experiencia que se sustentará de manera importante en la atmósfera, principalmente utilizando mucha neblina para hacer que lo que ocurre en el pueblo genere suspenso sin que se necesiten interacciones al por mayor; sin embargo, esto también termina haciendo que las acciones se tornen un tanto pesadas de manera rápida.

Más que nada porque una vez que se agota la novedad para el segundo acto la dinámica entra en un circulo repetitivo que tiene momentos que funcionan muy bien y otros que no, sustentados principalmente en la desesperación de Marie por saber exactamente qué es lo que ocurre. Lo cual añade cierta tensión y un aire de soledad convincente, aunque lamentablemente el hecho de que exista tan poco con que trabajar la historia termina perjudicándola al dejar muchos huecos en blanco durante el desarrollo, provocando con esto una sensación de vacío constante que no deja avanzar las cosas con fluidez o, en determinados casos, con lógica.

Algo que sin duda hace que el camino hacia la parte final sea tumultuoso, pero de cierta manera esta es lo mejor de la película. Principalmente porque la desesperación de nuestra protagonista es muy marcada y en general hay mayor caos que en todo lo previo, dejando así un desenlace que contesta algunas preguntas y trata de darle sentido a lo que puede.

De las actuaciones realmente Jocelin Donahue está bien a pesar de que por varios momentos su personaje puede llegar a fastidiar por las decisiones que toma, mientras que Richard Brake (cuidador del puente) realiza una breve aparición que termina destacando. En producción tenemos una factura cuidada a pesar de ser un proyecto pequeño: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Offseason está ok. Película con altibajos que aún así logra ofrecer cosas interesantes para checarla.

Ojometro:
***

lunes, 29 de marzo de 2021

Crítica: Sacrifice (2021)

Película dirigida por Andy Collier y Tor Mian, quienes además fueron los responsables de escribir el guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de la muerte de su madre, Isaac (Ludovic Hughes) y su esposa embarazada regresan a su lugar de nacimiento a una remota isla noruega para reclamar una inesperada herencia. Aunque estando ahí descubrirán oscuros secretos sobre el pasado de este y la comunidad de dicho lugar.


Comentarios generales:

El terror cósmico es algo que siempre me va interesar por la extravagancia que representa, pero es innegable que son pocas las personas que tienen la capacidad suficiente para trasladar al cine lo que lo hace atractivo en los libros. Por ello es que siempre tengo muchas reservas cuando se trata de trabajos que se identifican bajo dicha etiqueta, más que nada porque la mayoría suele dejarme un mal sabor de boca y lamentablemente Sacrifice no fue la excepción.

Ya que lo que nos presentan Collier y Mian, si bien se maneja bajo los estándares del terror cósmico, ciertamente no lo explotan como uno esperaría al centrarse más en un drama que gira en torno a los problemas maritales. Sustentando gran parte de las acciones en largos diálogos que desde el primer acto te empiezan a resultar cansados ante lo poco que añaden al misterio que rodea a los habitantes de la isla y que ocasionan que el ritmo sea muy lento desde temprano, obligando así a tener que recurrir a momentos de “terror” que por sí mismos son problemáticos.

Esto porque se valen de uno de los recursos más baratos que existen (los sueños) para realizarlos, algo que en si no me molesta, pero aquí lo sobreexplotan de una manera que resulta ridícula. Haciendo que realmente no tengan ningún tipo de peso en la historia y tampoco contengan nada destacable en lo que muestran, dejando así una falta de sustancia muy marcada con la que se tienen que sobrellevar varios minutos en donde no pasa gran cosa hasta que se llega a la parte final.

La cual es por mucho lo mejor de la película al tener un nivel de intensidad mayor y porque construyen un cierre sorpresivo que al menos te deja con cierta sensación de que algo valió la pena dentro de todo este aburrimiento.

Sobre las actuaciones puedo decir que Hughes y Sophie Stevens (Emma) como su esposa no están mal debido a que se complementan de buena forma a pesar de lo hueco del guión. Aunque la presencia de Barbara Crampton (Renate Nygard) resulta poco convincente gracias al acento tan malo que utiliza. 

En lo referente a la producción nos encontramos con algo de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje está bien hecho.

Opinión final: Sacrifice es decepcionante. Película aburrida a la que una buena parte final no la salva.

Ojometro:
**

martes, 18 de febrero de 2020

Crítica: Color Out of Space (2020)


Película dirigida por Richard Stanley (Hardware), quien además comparte créditos como co-escritor del guion junto a Scarlett Amaris. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 25 de febrero.

Sinopsis:

En la recluida granja de la familia Gardner cae un extraño meteorito que traerá apocalípticas consecuencias para todos sus miembros y, tal vez, para el mundo entero. 



Comentarios generales:

Cuando una película está basada en algo que escribió H.P. Lovecraft (en este caso un cuento) siempre va a llamar mi atención porque es un autor cuya obra es de las más complicadas de adaptar en cine gracias a que su horror cósmico necesita de cierta habilidad especial para que funcione en pantalla. Y en el caso de Color Out of Space realmente tenía mis dudas considerando que el director no es precisamente alguien con las mejores credenciales y porque la presencia de Nicolas Cage podía llevar esto hacía cualquier lado, pero el resultado no ha sido tan terrible como esperaba.

Aunque con esto no quiero decir que lo presentado por Stanley no haya estado al borde del desastre porque en realidad se la pasa coqueteando con eso gracias a que se trata de un proyecto que sacrifica muchas cosas con tal de que su atmósfera cuasi psicodélica sea el centro de atención y como consecuencia de eso la historia pasa a un segundo plano. Algo que se puede notar casi de inmediato durante la presentación de esta familia que cuenta con miembros cuyas personalidades son peculiares o algunos de ellos sufren problemas un poco más complejos (por la edad o por salud) pero en ningún punto se pretende profundizar al respecto y solamente se te van exponiendo situaciones que claramente están pensadas para consumir tiempo hasta que el meteorito cobre más relevancia.

El cual sin duda cambia de manera importante la dinámica una vez que empieza a afectar el ambiente; sin embargo, lo hace por medio de cosas superficiales pensadas para generar cierta sensación de incomodidad auditiva o shock fácil mientras los personajes se van volviendo más inestables. Provocando con esto que el nivel de intensidad se incremente a pesar de que mucho de lo que vemos no tiene sentido o no brinda demasiadas explicaciones sobre lo que le está ocurriendo a la familia, simplemente las cosas pasan porque tienen que pasar; aunque lo raras y relativamente impactantes que resultan es lo que hace que en ningún punto el visionado se vuelva aburrido.

En especial durante una parte final en la que ya todo se vale y el despliegue de efectos se incrementa para presentar un auténtico show visual que trata de explotar al máximo la locura. Logrando así su objetivo de proporcionar un desenlace con bastante fuerza y caos que te deje lo suficientemente satisfecho como para no ponerte a pensar demasiado en el hecho de que muchas preguntas quedan sin respuesta.

En cuanto a las actuaciones realmente todo depende del nivel de tolerancia que tengas a la conocida sobreactuación de Nicolaes Cage porque él es quien se lleva gran parte de los reflectores y en esta ocasión creo que termina siendo un factor en contra para la película. Mientras que el resto del elenco hace lo que puede con lo poco que les dan.

La producción es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte sólida, cuenta con un buen score que se ve opacado por un trabajo de sonido un tanto fastidioso, los efectos a base de CGI están bien hechos y la labor de maquillaje es de gran factura.  

Opinión final: Color Out of Space está ok. Más que nada se trata de un experimento visual que gustará o no dependiendo de qué tan tolerantes son ante la falta de historia.

Ojometro:
***

martes, 7 de enero de 2020

Crítica: The Lighthouse (2019)


Película dirigida por Robert Eggers (The Witch), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Max Eggers. La película se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de octubre, mientras que en México hizo lo propio el pasado fin de semana. Su salida en formato físico está anunciada para este 7 de enero.

Sinopsis:

Dos cuidadores de un faro tratan de mantener su estabilidad mental mientras viven en una remota y misteriosa isla de Nueva Inglaterra durante los 1890s.



Comentarios generales:

Las expectativas para The Lighthouse eran enormes desde el momento en que fue anunciada, ya que cuando tienes detrás al director de The Witch y a un estudio como A24 con su racha de películas aclamadas evidentemente no puedes ser considerado un trabajo más. Sin duda algo que puede tomarse como un elogio pero a la misma vez significa una presión enorme debido a que las posibilidades de fracaso son mucho más altas si no se llega a cumplir cierto estándar de calidad, aunque afortunadamente aquí eso no es un problema.

Lo cual es hasta cierto punto sorprendente si consideramos que nuevamente Eggers se propone a retar al espectador presentándonos una historia de terror psicológico (con clara inspiración en Lovecraft) en donde no pretende seguir convencionalismos y, además, está filmada en blanco y negro.

Una combinación que podría resultar mortal pero que logra que funcione desde un inicio por medio de una dinámica entre dos personajes contrastantes con los cuales se va construyendo de manera sostenida una relación laboral áspera. En la que resulta más que obvio que existen muchos secretos detrás que son bien guardados o simplemente se muestra lo mínimo para empezar a jugar con lo que puede ser verdad y que no.

Y es que aquí todo se sustenta en puras historias personales o leyendas, aspecto que hace que los intercambios de diálogos entre los personajes sean sumamente relevantes en todo momento y gracias a eso difícilmente te puedes distraer porque de los contrario puede que dejes pasar algún tipo de información vital. Haciendo con esto que el desarrollo en ningún punto se sienta lento a pesar de que por grandes lapsos no hay demasiada acción; simplemente todo fluye de manera natural y se complementa espectacularmente con un trabajo de fotografía impecable que ayuda a darle a las situaciones más raras un sello visual distintivo que en muchas ocasiones magnifica lo que son realmente.

La parte final es una locura y no lo digo como algo negativo. Ya para este punto los niveles de tensión son elevadísimos y lo que esto desencadena es un conflicto de gran intensidad con el que no solo se brinda la violencia que sabías sería inminente en algún punto, sino que también aclara cosas fundamentales. Aunque si deja algo para la interpretación en el desenlace.

En el tema de las actuaciones lo que tenemos aquí es fantástico, ya que el duelo de actuaciones entre Robert Pattinson y Willem Dafoe es algo digno de ver. La producción también es de buena nota: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable y lo relacionado con efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: The Lighthouse me gustó, es bastante buena. Terror psicológico en su estado más puro que definitivamente no es para todo el mundo.

Ojometro:
*****

viernes, 16 de agosto de 2019

Crítica: Starfish (2019)


Película escrita y dirigida por Al White, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 27 de mayo.

Sinopsis:

Aubrey (Virginia Gardner) es una chica que se encuentra en duelo por la muerte de su mejor amiga, la cual ocurre justo cuando el fin del mundo da inicio por la invasión de unas extrañas criaturas.



Comentarios generales:

Cuando empiezo a escuchar el término “lovecraftiano” ligado a alguna película automáticamente mis dudas se disparan, ya que H. P. Lovecraft es un monstruo aparte y su famoso horror cósmico no suele ser algo fácil de plasmar en pantalla. Simplemente la mayoría de las veces este tipo de trabajos significan grandes decepciones a pesar de que las ideas detrás sean buenas y Starfish creo que ejemplifica perfectamente este concepto.

Esto porque lo que presenta White es un trabajo muy personal en el que pretende guiarnos por un viaje sustentándose más en lo auditivo (él compuso el score) que en lo visual; sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. Ya que desde el inicio se pueden notar las complicaciones que tiene para ir armando una historia de gran interés con unos primeros 30/35 minutos en donde se le da mucho énfasis al duelo de Aubrey, pero en los que en realidad lo que ocurre en pantalla es poco o nada como para que te interese más a fondo la relación con su fallecida amiga. Ni que decir del inicio del fin del mundo.

A eso hay que agregarle que los elementos ligados al terror son muy pocos y solo aparecen de manera esporádica cuando entran en juego unos mixtapes con los que el director empieza a plasmar su idea de manera más concreta, lo cual le brinda cierta frescura a las acciones, aunque no por mucho tiempo. En especial porque la manera en la que se conecta cada cosa no se siente natural, no fluye como debería y por varios lapsos el espectador se encontrará ante escenarios que lo confundirán dado a que no se profundiza demasiado en cuestiones fundamentales para entender por qué nuestra protagonista hace lo que hace (o hizo en el pasado).

Es en la parte final donde los elementos lovecraftianos más o menos se puede decir que están presentes, incluso se hace uso del metacine, pero al existir tan poco desarrollo previo lo que ocurre en pantalla sigue sin tener sentido. Llevando así a un desenlace flojo, sin fuerza; que sigue apostando más por lo auditivo y que te termina dejando con una sensación de vacío importante.

En cuanto a las actuaciones realmente todo recae Virginia Gardner, quien hace lo necesario para sobrellevar la película sin quitar la misma expresión durante más de 90 minutos. La producción es donde tiene la mayoría de sus puntos fuertes: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está correcta, el score es genial, el trabajo de sonido no tiene fallos y los efectos presentan un CGI que no considero terrible pero no es el mejor.

Opinión final: Starfish es decepcionante. Película sin mucho sentido que probablemente gustará o no dependiendo de su humor cuando la vean.

Ojometro:
**