Mostrando entradas con la etiqueta Ryan Kwanten. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ryan Kwanten. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de septiembre de 2022

Crítica: Glorious (2022)

Película dirigida por Rebekah McKendry (Psycho Granny), cuyo guión fue co-escrito por Joshua Hull y David Ian McKendry. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de agosto, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de un rompimiento, Wes (Ryan Kwanten) termina en una remota área de descanso. Lugar en donde se encontrará encerrado en un baño junto a una misteriosa voz (J.K. Simmons) que le pedirá tener una extraña conversación mientras se devela una situación que está más allá de la comprensión humana.


Comentarios generales:

Cuando ves el nombre de un actor triple A como J.K. Simmons ligado a una película lo primero que se te viene a la mente es que se debe de tratar de una producción de una escala considerable debido a que no suele ser común que actores de este calibre se involucren en el género de terror así como así. Sin embargo, Glorious se encuentra muy lejos de ser eso y su premisa auguraba un trabajo más dirigido hacia la serie B, pero al final lo que nos encontramos fue una demostración sobre cómo una buena idea y mucha creatividad tras la cámara pueden ser la diferencia para ofrecer algo de calidad que convenza hasta a los actores más improbables.

Ya que lo traído por McKendry es una de las gratas sorpresas del año debido a que aprovecha todos sus recursos para lograr que una historia por demás simple y por momentos absurda no te aburra en ningún instante. Lo cual es algo muy valioso considerando que en realidad se trata de una extensa platica entre un actor y una voz (Simmons nunca aparece en pantalla) dentro de una locación que por sí misma representa una limitante importante, pero que desde el primer acto te atrapa debido a que dicha interacción hace que en todo momento el ritmo resulte bastante ágil y las dosis de humor que se manejan en ningún momento se siente que acaparen en exceso la inverosímil problemática en la que está metido nuestro protagonista.

Aunque realmente lo que hace de la experiencia tan disfrutable es la creatividad que muestra la directora y el director de fotografía para lograr que lo que vemos no se sienta repetitivo. Esto porque con el pasar de los minutos empieza a existir el riesgo de que la novedad ya no sea suficiente para mantener el interés del espectador y por lo cual tienen que recurrir a maneras creativas de exponer los acontecimientos por medio de la colocación de la cámara en distintos ángulos, brindándole así un dinamismo muy agradable a un desarrollo que poco a poco empieza a obtener tintes un tanto oscuros y algo sangrientos mientras se adentra a los terrenos del terror cósmico.

Dejándonos así con una parte final que en apariencia será predecible, pero te termina sorprendiendo de una manera que no lo esperas por medio de un desenlace que contiene un nivel de intensidad adecuado y juega con el tema de la justicia de forma impecable.

En cuanto a las actuaciones todo recae en Ryan Kwanten, quien tiene que interactuar con la voz de J.K. Simmons para sostener la película y termina logrando un muy buen trabajo que abarca desde lo cómico hasta lo extremo dramático. Mientras que en producción se nota que es de un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje está bien hecho.

Opinión final: Glorious me gustó. Película sencilla que termina explotando todos sus recursos para ser una de las sorpresas de 2022. 

Ojometro:
****

jueves, 5 de febrero de 2015

Crítica: Dead Silence (2007)

Película dirigida por James Wan y escrita por Leigh Whannell, la cual significó su segunda colaboración después del gran éxito que tuvieron con Saw tres años antes. En 2007 fue un fracaso en taquilla al solo recaudar $22 millones de dólares a nivel mundial (en muchos países salió directamente en DVD), aunque con el paso de los años ha generado grandes ganancias debido a que es muy fácil de conseguir.

Sinopsis:

Jamie Ashen (Ryan Kwanten) regresa a su pueblo natal en busca de respuestas por el asesinato de su esposa cuando descubre que todo puede estar conectado con un misterioso muñeco que le perteneció a una famosa ventrílocua de nombre Mary Shaw.

Comentarios generales:

En estos últimos días no he tenido muchos deseos de ver películas gracias a unos ligeros problemas de salud, sin embargo, ayer me encontré esta por TV y me pareció una buena oportunidad para hacer una crítica considerando que no la veía desde que se estreno hace ocho años atrás. Realmente mi recuerdo era más que nada que se trataba de un trabajo muy flojo con el cual pensaba que Wan iba a hundir su carrera, pero evidentemente me equivoque.

Y es que analizar Dead Silence ya con más años encima resulta bastante interesante porque uno se puede dar cuenta sobre cómo esta marcó básicamente la línea que el director seguiría durante el resto de su carrera y sobre como el cambio abrupto que presentó con respecto a Saw en el tema de la brutalidad jugo un factor en su contra. Esto porque aquí lo que nos trae es una historia cuya premisa bien pudo caer en los terrenos de Childs Play, con pretensiones de crear un nuevo muñeco asesino, pero en lugar de eso se va más por el lado del thriller detectivesco en donde su principal sustento es la impresionante atmósfera generada para hacer sentir una sensación de peligro constante en cada rincón del pueblo de Ravens Fair; logrando así algunas escenas sumamente tétricas que, aunque no son excesivamente memorables, si terminan marcando el tono general de la historia.

Sus problemas más que nada se encuentran en la cuestión del ritmo y, sobre todo, en el interés mismo de la investigación. La verdad es que todo avanza muy lento una vez que se establecen los puntos centrales con respecto a Mary Shaw, volviendo así un tanto repetitivas las cosas mientras esperas a que finalmente decidan brindarle un rumbo concreto al misterio. Simplemente parece como si nunca supieran cuando empezar a integrar la parte paranormal en todo esto sin caer en lo ridículo y alargan lo más que se pueda este aspecto, quitándole así cierto interés.

El final claramente se vio afectado por el hecho de que se tenía pensado realizar una secuela que ya nunca vio la luz, pero en general creo que cumple con ese grado de sorpresa necesario para aquellos que la ven por primera vez.

Las actuaciones están ok, realmente no hay mucho, pero la química mostrada por Kwanten y Donnie Wahlberg genera algunos momentos entretenidos. La producción es sin duda su punto más fuerte: el trabajo de fotografía y dirección de arte son espectaculares, prácticamente son lo que le dan vida a la película; el score está muy bien elegido y los efectos son bastante sólidos en general.

Opinión final: Sin duda Dead Silence es el punto más flojo en la carrera de Wan, aunque aún así sigue estando por encima del promedio y resulta interesante ver cómo representó un punto de quiebre en su estilo.
 
Ojometro:
***