martes, 15 de noviembre de 2022

Crítica: Deadstream (2022)

Película dirigida por Joseph Winter y Vanessa Winter (V/H/S/99), quienes además comparten créditos como co-escritores del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 octubre, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Shawn (Joseph Winter) es un youtuber en desgracia que trata de recuperar a sus seguidores transmitiendo en vivo dentro de una casa embrujada en la que pasará la noche. Aunque cuando hace enojar a un espíritu vengativo su triunfal regreso se convertirá en una batalla en tiempo real por sobrevivir.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde la relevancia de los youtubers/influencers es cada vez mayor y por lo consiguiente las opiniones sobre estos son diversas, al grado de que para muchas personas resultan totalmente insoportables. Por ello es que no es extraño que con el pasar del tiempo cada vez existan más propuestas con esta temática debido a que suelen atraer miradas por la animadversión natural que provoca y sin duda hasta este momento Deadstream es la que mejor ha sabido explotarla.

Y es que antes que nada hay que mencionar que lo que nos ofrecen los Winter es una comedia de terror cuyo humor puede ser complicado de digerir durante los primeros minutos porque el personaje de Shawn, por diseño, tiene como principal propósito resultarte insoportable gracias a su comportamiento muy a lo “Jackass” y su miedo exagerado a absolutamente todo. Lo cual ciertamente requiere de un gusto muy específico de comedia, aunque poco a poco las cosas dejan de sustentarse en su comportamiento para ir integrando un humor que recae en distintos gags que lo vuelven más humano, ya sea mediante el uso cinta adhesiva para absolutamente todo, sus respuestas a los comentarios hechos por sus fans en el chat o de un soundtrack que él mismo grabó para generar un ambiente tétrico.

Todo bajo una historia que en cuanto al aspecto paranormal es sencilla y solo requiere de la aparición de otro personaje para funcionar, algo que podría parecer aburrido pero en realidad no lo es debido a que el desarrollo como tal resulta muy dinámico ante el uso inteligente de diversas cámaras que ayudan a que el ritmo sea tremendamente ágil por el constante cambio de tomas que se pueden ver. Unas que además son utilizadas no solo como un recurso distractor, sino que en realidad son fundamentales para que nuestro protagonista pueda enfrentar al espíritu gracias a que le dan cierta ventaja para saber lo que ocurre en la casa en tiempo real.

Esto mientras recibe una ayuda externa por parte del chat que le añade contexto a las situaciones que vive, sobre todo porque el tema de maldición ciertamente es más oscuro de lo que esperas y eso ayuda a que conforme avancen los minutos el nivel de intensidad se vaya elevando. Dejando varios momentos muy bien logrados que hacen del sufrimiento de Shawn uno entretenido de ver, pero a la misma vez te genera la empatía suficiente como para querer saber si va a salir con vida del problema en el que se metió.

Llegando así a una parte final que tiene bastante fuerza por medio de algunas escenas que involucran sangre y ciertos elementos grotescos. Aunque realmente lo más importante es el hecho de que jamás se toma en serio y por ende el desenlace resulta tan satisfactorio como absurdo.

Sobre las actuaciones realmente es una película de un solo actor y Joseph Winter hace un trabajo bastante bueno debido a que logra darle vida a un personaje que puede llegar a ser increíblemente odioso, pero al mismo tiempo te puede sacar varias carcajadas. Además de que sabe plasmar de manera impecable la personalidad y vicios que solemos ver en muchos youtubers frente a la cámara.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de muy buena factura para tratarse de un found footage con tan poco presupuesto: el trabajo de fotografía es de gran calidad y parte fundamental para que esto funcione, la edición dinámica, la dirección de arte cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje tiene un toque serie b que puede no ser del agrado de todos.

Opinión final: Deadstream me gustó. Película divertida y ágil que sin duda es una de las grandes sorpresas del año.

Ojometro:
****

viernes, 11 de noviembre de 2022

Crítica: Speak No Evil (2022)

Producción danesa dirigida por Christian Tafdrup, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Mads Tafdrup. Se estrenó en cines dentro de Dinamarca durante el mes de marzo, mientras que hizo lo propio en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de septiembre.

Sinopsis:

Una familia danesa visita a una familia holandesa que conocieron durante las vacaciones. Aunque lo que se supone que sería un fin de semana idílico pronto se convertirá en una serie de eventos desagradables con los cuales es difícil mantener la buena educación.


Comentarios generales:

Cuando una película empieza a hacer ruido en festivales con críticos que normalmente desdeñan el cine de terror ya sabes más o menos qué esperar debido a que en los últimos años se ha generado cierta tendencia que no es difícil de descifrar. Una que no es que sea buena o mala, sino que simplemente funciona de manera distinta dependiendo de los gustos de cada persona y creo que Speak No Evil es uno de esos casos en los que difícilmente se podrá dejar satisfecho a todo mundo.

Esto porque lo presentado por Tafdrup se maneja más como un drama que como una película de terror la mayor parte del tiempo; de hecho, a lo mucho se podría calificar como un thriller ligero debido a que realmente es una historia que sustenta mucho de su propuesta en lo mundano y un ritmo lento. Lo cual hace que la experiencia como tal sea complicada de digerir ante el poco material intenso que existe para desarrollar este extraño encuentro entre desconocidos, sobre todo durante un primer acto que de emociones no tiene nada, pero al menos establece cierta sensación de rareza que permeará por el resto del metraje.

Aspecto que resulta importante porque lo que sostiene la segunda mitad es precisamente eso, el no saber exactamente bien cuál es el verdadero peligro detrás a pesar de que se puede palpar que hay algo extraño. Lo cual provoca una atmósfera tensa y hace que ciertas situaciones entre las familias sean lo suficientemente incomodas como para establecer el conflicto, aunque también es el inicio de una serie de decisiones absurdas que terminan chocando con la manera en la que la pareja danesa ha sido construida durante todo el desarrollo con respecto a su desconfianza y por lo consiguiente dichas decisiones te terminan fastidiando rumbo a un último acto que cambia por completo las cosas.

Y es que no miento al decir que los últimos 20/25 minutos son básicamente lo que decidirá si te gusta o no esta película debido a que no solo el nivel de tensión se eleva de manera exponencial, sino que además el peligro que había estado rondando por fin se esclarece de la manera más perturbadora posible. Dejando un desenlace que no te termina quitando el mal sabor de boca ante el comportamiento de la pareja central, pero definitivamente golpea fuerte considerando que su objetivo es dejar al espectador en shock y eso sin duda lo consigue.

En lo que se refiere a las actuaciones, en general el elenco está bien y solo Morten Burian (Bjorn) se puede decir que destaca un poco más a pesar de que su personaje queda parado como un total idiota en la parte final. Mientras que en producción es de una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no resalta, el score es sólido, el trabajo de sonido limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

Opinión Final: Speak No Evil es aceptable. Película con todos los ingredientes para satisfacer a la crítica, pero no tanto al espectador común.

Ojometro:
*** 

martes, 8 de noviembre de 2022

Crítica: Pearl (2022)

Precuela dirigida por Ti West (The Innkeepers, X), quien ahora comparte créditos como co-escritor del guión junto a la protagonista Mia Goth. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre y en VOD lo hizo el pasado 25 octubre.

Sinopsis:

Atrapada en la aislada granja de su familia, Pearl (Mia Goth) tiene que lidiar con su padre enfermo y su estricta madre. Eso mientras su deseo de tener una vida glamorosa como la de las películas hará que sus ambiciones, tentaciones y represiones choquen para convertirla en el monstruo que asesinó a varios inocentes en 1979.


Comentarios generales:

No es muy común que un estudio le dé luz verde a un director para realizar tres películas, mucho menos si son de terror y de alguien cuyo estilo es tan poco amigable con el espectador como lo es el de Ti West. Así que el que A24 haya apostado por esta trilogía es de por si algo único que se debe de valorar más allá de los gustos personales y ciertamente Pearl es una película que, a pesar de no ser tan sólida como su predecesora, sin duda aporta lo que debe para este particular proyecto.

Y es que lo que nos trae Ti West en esta ocasión es un tanto arriesgado si tomamos en cuenta que se aleja de la naturaleza slasher de “X” (sin olvidarla por completo) y centra toda su atención en la construcción de un solo personaje sin importar que la historia como tal se pueda sentir un tanto vacía en cuestiones de profundización. Sobre todo durante un primer acto que es bastante pesado en su desarrollo y plantea ciertas cuestiones que evidentemente tienen un impacto directo en la personalidad de Pearl, pero que no van más allá de situaciones cuya principal meta es hacerte saber que la relación con sus padres se encuentra al límite o, de una manera muy superficial, que su esposo se encuentra combatiendo en la primera guerra mundial.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando se empieza a exponer su fragilidad mental, aunque nunca de una manera acelerada debido a que solo se van ofreciendo ciertas dosis de su locura cada determinado momento mientras se empieza a establecer un tono más oscuro que magnifique la maldad que esconde. La cual obviamente en determinado punto termina explotando y por medio de esta se ofrecen los que son los minutos con más fuerza al exponer un poco el elemento slasher que tenían guardado para darle así cierto nivel de impacto a las acciones rumbo a la parte final.

Una que ciertamente es un tanto distinta a lo que se podría esperar, ya que en lugar de irse por el camino extremo lleno de violencia mejor se opta por tomar uno más meticuloso que vaya mostrando el quiebre mental de Pearl para ir acumulando tensión hasta que finalmente ceda ante la locura. Algo que sin duda termina brindando un cierre que, si bien es potente, también deja cierta sensación de que le faltó darle más relevancia a determinados temas; especialmente al del esposo, quien en la primera película fue un personaje muy importante.

De las actuaciones realmente todo recae en Mia Goth al tratarse de un elenco muy reducido y probablemente sea la mejor actuación de su carrera. Ya que nos presenta a un personaje con el que maneja una falsa inocencia de forma impecable y poco a poco lo va transformando en un monstruo completamente trastornado cuya locura es tan sutil como explosiva cuando se necesitan tener los momentos de impacto necesarios.

En lo que respecta a la producción realmente no cambia mucho a lo que vimos en “X”: el trabajo  de fotografía es sólido, la dirección de arte por momentos no parece concordar con el periodo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Pearl es aceptable. Sin duda un ligero paso para atrás con respecto a lo visto anteriormente, pero funciona como precuela.

Ojometro:
***

viernes, 4 de noviembre de 2022

Crítica: The Munsters (2022)

Película escrita y dirigida por Rob Zombie (The Devil’s Rejects, Halloween). Se estrenó en Netflix dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de septiembre y ese mismo día también salió tanto en formato físico como digital.

Sinopsis:

Herman Munster (Jeff Daniel Phillips) y Lily (Sheri Moon Zombie) inician su relación para el desagrado de El Conde (Daniel Roebuck), lo cual desencadenará una serie de eventos que los llevarán a mudarse de la comodidad de Transilvania a los suburbios estadounidenses.


Comentarios generales:

Ya se sabe que todo lo que haga Rob Zombie va a generar un ruido enorme debido a que ningún director divide tanto a los fans con su estilo y visión como lo hace él, pero el hecho de que por primera vez se embarcara en un proyecto de corte familiar sin duda generaba gran curiosidad. Mucho más al estar relacionado con una franquicia tan querida como The Munsters, cuyas esperanzas de volver al mainstream se sustentaban en esta película y tristemente creo que después de esto puede caer en el olvido por varios años más.

Y es que resulta evidente que Rob Zombie no sabe hacer comedia y se siente fuera de su elemento natural al ofrecernos una historia que probablemente en cuanto al concepto no está tan mal si tomamos en cuenta que se trata de una precuela de la serie, pero ya al momento de plasmar sus ideas ante la cámara los resultados están lejos de ser los mejores.

Lo cual es una pena porque en realidad durante el primer acto lo que vemos es entretenido y mucho de esto se debe a que el humor como tal está bien dosificado por medio de una serie de personajes secundarios que le aportan mucha vida a este mundo sin que lleguen a resultar fastidiosos, siendo especialmente Dr. Wolfgang y Floop los que logran llamar más la atención. Además de que el diseño colorido de los impecables sets logra que desde el lado visual se tengan muchos detalles a los cuales ponerles atención.

Hasta ahí todo camina de manera relativamente correcta, sin embargo, es justo cuando aparece Herman Munster que la película empieza su espiral descendente y no tanto porque la actuación sea mala, sino porque las situaciones que se construyen alrededor de él no tienen gracia y su química con Lily es prácticamente inexistente. Algo que conforme nos adentramos en el segundo acto empeora debido a que la libertad creativa del propio Zombie empieza a ser un factor cada vez más negativo debido a que el desarrollo brinca de un lado a otro sin rumbo fijo y, cuando por fin parece que hay un evento especifico que dictará el rumbo las acciones, mejor se decide ir por otro lado y lo termina dejando tirado para pasar rápidamente a la parte final.

Una que está más conectada a lo que todos conocemos de la serie, pero que se siente acelerada y muy ajena a todo lo demás. Con solo dos o tres momentos graciosos que no son suficientes como para contrarrestar un desenlace que te deja con una sensación de vacío importante ante lo random que resulta.    

En cuanto a las actuaciones hay que decir que en el caso de Jeff Daniel Phillips como Herman Munster y Daniel Roebuck como El Conde tenemos trabajos que no están mal, ambos cumplen bien con sus roles pero se ven sumamente afectados por el guión tan pobre; sin embargo, el caso de Sheri Moon Zombie si es insalvable. Aunque también vale la pena destacar a Richard Brake (Dr. Wolfgang) y Jorge García (Floop), quienes tienen una gran química y su dupla es por mucho la que proporciona los momentos más divertidos.

Sobre la producción sin duda es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es lo mejor de la película, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es bastante buena.

Opinión final: The Munsters es mediocre. Una de las grandes decepciones del año que puede enterrar a la franquicia por un buen rato.

Ojometro:
**