viernes, 24 de febrero de 2023

Crítica: Re/Member (2022)

Película japonesa dirigida por Eiichiro Hasumi y escrita por Harumi Doki, la cual es una adaptación del manga del mismo nombre escrito por Welzard. Se estrenó en cines durante el mes de octubre de 2022 en Japón, mientras que en el resto del mundo salió directamente en Netflix este pasado 14 de febrero.

Sinopsis:

Un grupo de estudiantes se encuentran atrapados en un bucle de tiempo con un violento fantasma y la única forma de escapar de su despiadado destino es encontrar todas las partes del cuerpo de su anterior víctima en las instalaciones de su escuela.


Comentarios generales:

El manga de Re/Member (Karada Sagashi) me llamó la atención hace algunos años cuando empezó a ser publicado, sin embargo, con el pasar del tiempo le perdí la pista y por lo consiguiente nunca supe cómo terminó. Por ello es que cuando se anunció esta adaptación me alegré aún sabiendo el historial poco confiable de los live-action japoneses debido a que era una manera más rápida de conocer el resultado y la verdad es que, con excepción de algo muy especifico, me he llevado una grata impresión.

Y aunque obviamente no puedo saber si es 100% fiel o no al material original, lo cierto es que lo traído por Hasumi logra su cometido principal que es entretener. Esto por medio de una historia que sigue una estructura básica con respecto a los bucles de tiempo y que, tras una breve introducción de los personajes, va directo al grano sin ningún tipo de reservas para establecer unas reglas simples y sobre todo un nivel de violencia elevado que haga sentir al fantasma en cuestión como uno muy intimidante y sumamente peligroso a pesar de que la estructura del filme le va quitando algo de eso con el pasar de los minutos gracias a la naturaleza repetitiva del problema.

Una repetitividad que afortunadamente no provoca que los acontecimientos dentro la escuela resulten aburridos y por ende el ritmo sea muy agradable durante los primeros 40/45 minutos de metraje, aunque una vez pasado este punto se presenta algo que sin duda puede cambiar por completo las sensaciones de lo que estás viendo.

Y es que de pronto el tono súper oscuro que estaba predominando empieza a ser intercalado con uno extremadamente ligero para resaltar la relación entre los estudiantes y esto hace que el segundo acto sea muy extraño debido a que esta combinación de tonos nunca se siente orgánica. Lo cual hace que el desarrollo pierda fluidez ante unas situaciones adolescentes exageradas que le quitan reflectores al problema central, pero que tampoco son algo que afecte de sobremanera como para decir que arruina por completo el visionado.

Sobre todo porque la última media hora es muy buena y no solo por el regreso del tono oscuro inicial, sino también porque se toca un tema con los estudiantes que particularmente a esa edad es relevante y le añade una capa extra de complejidad a su objetivo. Dejándonos ante un desenlace con mucha acción, sangre y muertes que además logra tener un cierre digamos un tanto gris que encaja bien con lo sucedido.

Las actuaciones son el estándar de lo que solemos ver en esta clase de películas con estudiantes y no hay mucho que resaltar. Mientras que en lo referente a producción nos encontramos algo discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score no está mal, el trabajo de sonido es bueno, los efectos en general están bien hechos y la labor de maquillaje es correcta.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Re/Member me gustó. Sólida adaptación con unos cambios de tono peculiares, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****

martes, 21 de febrero de 2023

Crítica: The Offering (2023)

Película dirigida por Oliver Park (A Night of Horror: Nightmare Radio) y escrita por Hank Hoffman. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 18 de abril.  

Sinopsis:

Una familia que se encuentra luchando con la pérdida de un ser querido se encuentra de repente a merced de un antiguo demonio que trata de destruirlos desde adentro.


Comentarios generales:

Las películas que involucran al judaísmo no es que se estén volviendo más populares, pero de vez en cuando sale alguna que otra que te recuerda que están ahí y por lo regular cuentan con cierta frescura debido a que todavía no han sido tan explotadas como aquellas que involucran otras religiones. Por ello es que siempre me generan cierta curiosidad y las veo con un poco más de interés, incluso si su propuesta es una tan genérica como la de The Offering.

Ya que lo traído por Park es una historia de demonios con la que el espectador seguramente va poder adelantarse a la mayoría de los sucesos sin demasiados contratiempos, pero a pesar de dicha predictibilidad en ningún momento se siente un gran desinterés por lo que estás viendo debido a que, entre las buenas actuaciones y ciertos apartados técnicos, se logran solventar muchas cosas. Sobre todo durante un primer acto en el que el tema familiar es importante para ir construyendo los conflictos y por ende lo sobrenatural queda un tanto de lado, obligando así que se trate de explotar de mayor manera la atmósfera generada por el trabajo de fotografía y la dirección de arte.

Lo cual evidentemente no evita que el ritmo se sienta algo lento, aunque en realidad las cosas avanzan de manera estable y con el pasar de los minutos los recursos habituales como los jump scares o los sueños empiezan a darle forma al “misterio” detrás del demonio. Uno que tiene un trasfondo bastante tétrico, sin embargo, este nunca se logra explotar de la mejor manera posible al optar por situaciones que recurren a lo mismo una y otra vez, fallando así en tratar de generar la tensión necesaria que ayude a magnificar tanto su peligrosidad como la tragedia que este provoca para conseguir su objetivo.

Afortunadamente la parte final logra sacudirse dichos problemas y sin duda es lo mejor de la película al ofrecer un nivel de intensidad elevado que, ahora sí, hace que el demonio se sienta como un peligro importante. Proporcionando los momentos con más violencia y dinamismo para dejarnos un desenlace totalmente acorde al tono oscuro que se manejó durante los minutos previos.

Sobre las actuaciones creo que es donde encontramos su mayor fortaleza porque el casting es muy sólido en líneas generales. Nick Blood (Arthur), Emily Wiseman (Claire) y Allan Corduner (Saul) tienen muy buena química como familia que quiere reconectarse, mientras que Paul Kaye (Heimish) aporta el toque extravagante sin caer en lo caricaturesco.

En producción también tenemos una factura interesante: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es de primer nivel, el score sólido, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos cumplen y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Offering está ok. Película estándar sobre demonios para ver cuando no tengan otra cosas más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 17 de febrero de 2023

Crítica: Sick (2023)

Película dirigida por John Hyams (Alone), cuyo guión fue co-escrito por Kevin Williamson y Katelyn Crabb. Se estrenó el pasado 13 de enero por medio de Peacock, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Durante la pandemia por COVID-19, Parker (Gideon Adlon) y su mejor amiga Miri (Bethlehem Million) deciden hacer cuarentena en la casa del lago que pertenece a su familia donde estarán completamente solas… o eso es lo que creen.


Comentarios generales:

La pandemia provocada por el COVID-19 fue un suceso que nos marcó a absolutamente todos y, a pesar de que poco a poco se ha ido dejando atrás, varias de sus consecuencias todavía siguen estando presentes de alguna u otra forma en la vida diaria. Por ello no resulta extraño que empecemos a ver películas que se ubiquen durante este tumultuoso periodo y si alguien como Kevin Williamson (guionista de “Scream”) lo utiliza para un slasher por supuesto que me va a generar interés, al final de cuentas esa es su especialidad y con Sick lo deja en claro.

Ya que lo traído por Hyams es un slasher con toda la esencia de aquellos que proliferaron a finales de los 90s, al grado de que su introducción hará recordar a la de Scream por varias similitudes que tiene para establecer rápidamente la peligrosidad del asesino. Una decisión inteligente si tomamos en cuenta que esos dinámicos diez minutos iniciales son seguidos de una media hora en la que realmente no pasa mucho y lo más llamativo es la exposición de situaciones con las que el espectador pueda sentir cierta familiaridad en lo que se refiere a la seriedad con la que cada persona vivió esos primeros meses caóticos de la pandemia.

Lo cual no suena nada atractivo y ciertamente no lo es; sin embargo, dichos treinta minutos tampoco son tan aburridos como para arruinar el visionado e incluso cuentan con algunas secuencias que ayudan a ir generando la sensación de peligro necesaria para cuando inicie el caos.

Uno que llega de la mejor manera posible y prácticamente en automático cambia por completo las cosas al entrar a una serie de peleas o persecuciones muy bien realizadas que imprimen un ritmo agil y muchísima intensidad sin que el conteo de muertos sea para nada alto. Y lo mejor de esto es que dicho frenetismo lo mantienen durante todo el segundo acto, logrando así que la tensión alcance niveles importantes y por lo consiguiente el riesgo para las protagonistas sea muy palpable a pesar de que se utilizan muchos de los clichés habituales en los slasher que ya nos sabemos de memoria.

Así llegamos a la parte final en donde las cosas se tranquilizan un poco con la revelación del motivo que hay detrás de la matanza. El cual tiene mucho sentido, pero la manera en la que lo presentan es un tanto absurdo y sobre elaborado; aunque igualmente cuenta con algunos momentos potentes que valen la pena.

De las actuaciones hay que decir Gideon Adlon hace bien su trabajo como una cuasi “final girl” y el resto del elenco es el complemento idóneo para ella. En cuanto a producción también vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, el score cumple, el trabajo de sonido está muy bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje no presenta nada particularmente llamativo.

Opinión final: Sick me entretuvo. Slasher efectivo con el que pasarán un buen rato.

Ojometro:
***

martes, 14 de febrero de 2023

Crítica: Knock at the Cabin (2023)

Película dirigida por M. Night Shyamalan (The Sixth Sense, The Visit), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Steve Desmond y Michael Sherman. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos el pasado 3 de febrero, recaudando hasta la fecha $36.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Mientras se encuentran de vacaciones, una niña y sus padres son tomados como rehenes por un grupo de extraños armados que les advierten que tendrán que tomar una difícil decisión para evitar el apocalipsis.


Comentarios generales:

Gracias a la serie de Servant hemos visto disminuir un poco la polémica que siempre rodea a M. Night Shyamalan y por lo mismo sus últimos trabajos no han estado bajo el escrutinio extremo que se acostumbra. Algo que sin duda hizo que Knock at the Cabin pasara un tanto desapercibida en el radar de muchas personas y por lo cual las expectativas sobre esta no eran tan grandes; de hecho, me atrevería a decir que eran las más bajas que recuerde para una película del polémico director y eso probablemente le termina beneficiando de cierta manera porque es su trabajo más “simple”.

Y es que en esta ocasión Shyamalan no se anda con rodeos y nos lleva a la problemática central en cuestión de minutos para que así el grupo de extraños resulte una amenaza peculiar con la que el espectador sienta que en todo momento puede ocurrir cualquier cosa y no solo en el final como es la costumbre con el director. Logrando con esto que una historia que se sustenta más en los diálogos que en la acción pueda ser extremadamente tensa desde el primer acto y con ello ir construyendo una dinámica en la que ambos bandos proporcionan razones de peso como para que nunca se esté totalmente seguro sobre si lo que ocurre en verdad está ligado con un evento apocalíptico o si solo se trata de un crimen de odio por parte de un grupo de locos religiosos.

Algo que por cuestiones obvias se va esclareciendo con el paso de los minutos, pero mientras la duda permanece lo que vemos en pantalla es interesante; en especial una vez que se eleva el nivel  de intensidad por medio de una primera muerte que inmediatamente cambia la atmósfera a una mucho más perturbadora. Sin embargo, conforme se obtiene más claridad rumbo a la mitad del filme las acciones se vuelven redundantes y por lo consiguiente el ritmo empieza a caer de manera importante, no tanto como para impedir que las escenas de impacto dejen de funcionar, pero si para que la experiencia ya no tenga esa tensión a tope que predominaba al inicio.

Provocando con esto que para la parte final nos quedemos frente una serie de sucesos un tanto aburridos cuyo principal propósito es ofrecer un mayor peso emocional ante las consecuencias de las decisiones de todos los involucrados, lo cual logran hasta cierto punto. Aunque en realidad siempre se te vende la idea de que algo más espectacular está por venir y por más que lo esperas esto nunca llega, dejando así un desenlace tanto coherente como frío.

Sobre las actuaciones diría que están bien, hay buena química en pantalla, aunque es Dave Bautista (Leonard) quien más destaca por medio de un personaje físicamente intimidante pero que transmite un temor enorme con todo lo que hace. Mientras que en producción vemos cosas pulidas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, cuenta con un score bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta efectivo.

Opinión final: Knock at the Cabin es aceptable. Película con cosas interesantes que simplemente no sabe cómo redondear su concepto. 

Ojometro:
***