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lunes, 29 de julio de 2024

Crítica: The Forbidden Play (2023)

Película dirigida por Hideo Nakata (Ringu, Sadako), cuyo guión fue co-escrito por Karma Shimizu y Noriaki Sugihara. Se estrenó en cines dentro de Japón a finales de 2023, mientras que en México hizo lo propio el pasado 18 de julio.

Sinopsis:

Después de que una esposa y madre amorosa de nombre Miyuki (Uika First Summer) muere de forma trágica, su pequeño hijo trata de revivirla con un conjuro de resurrección. Pero lo que en teoría es un inocente deseo pronto despertará a un monstruo vengativo cuya atención parece estar en la joven Hiroko Kurasawa (Kanna Hashimoto).


Comentarios generales:

Cuando las leyendas sacan un nuevo trabajo considero casi como una obligación el tener que verlo, ya que al final de cuentas estamos hablando de personajes que construyeron el camino para lo que es el cine de terror en la actualidad. Sin embargo, a pesar de la idolatría que uno pudiera llegar a tener, también hay que aceptar que varios de estos personajes con el pasar de los años se han ido quedando rezagados con su visión y The Forbidden Play es uno de esos claros ejemplos.

Y es que lo traído por Hideo Nakata desde un inicio se siente como algo que debió de haber salido hace 20 o 25 años atrás cuando el terror japonés estaba viviendo su mayor auge dado a que la historia nos recordará a algunas otras que ya hemos visto, pero con una falta de creatividad en cuestiones básicas que termina afectando el producto general. Sobre todo durante un primer acto que se siente demasiado apresurado ante la falta de profundización en ciertos detalles importantes y por unos saltos de tiempo que solo ocasionan que las cosas no puedan avanzar con mayor fluidez dado a que se muestran dudas con respecto a qué personajes darles importancia.

Por si esto no fuera suficiente, también se tiene que lidiar con elementos un tanto excéntricos que proporcionan un humor involuntario que desentona por completo con el tono más oscuro que se quiere manejar; aunque también es cierto que para el segundo acto ya existe una línea más clara sobre hacía donde van las cosas.

Algo que no es tan positivo como parece debido a que es aquí cuando se quiere desarrollar el principal misterio de una forma exprés y por lo consiguiente cada nuevo detalle que se revela resulta más incoherente que el anterior, además de que los intentos por tratar de generar tensión no son muy efectivos y realmente para la parte final lo único a lo que se aspira es que la rareza de la amenaza sea suficiente como para olvidar todo lo anterior.

Objetivo que tampoco se logra, pero al menos son en estos minutos finales donde se puede encontrar lo más “entretenido” gracias al pobre trabajo de efectos y porque todo es demasiado absurdo. Dejándonos así ante un desenlace que, a pesar de que si cuenta con un poco más de intensidad, lo cierto es que es vacío y sin consecuencias importantes.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que por algunos momentos Kanna Hashimoto tiene ciertos destellos considerando que su personaje es el menos plano de todos, pero en general lo que vemos es mediocre. Aunque definitivamente la del niño es la que simple y sencillamente no querrán recordar por lo mala que es.

Sobre la producción tenemos una factura muy estándar del cine japonés de antaño: el trabajo de fotografía es efectivo, la dirección de arte básica, el score no está mal, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son muy buenos y la labor de maquillaje resulta genérica.

Opinión final: The Forbidden Play es decepcionante. Película del montón que se quedó con ideas del pasado.

Ojometro:
**

martes, 5 de septiembre de 2023

Crítica: ZOM 100: A Bucket List of the Dead (2023)

Adaptación del manga del mismo nombre, la cual está dirigida por Yusuke Ishida y escrita por Tatsuro Mishima. Se estrenó a nivel mundial el pasado 3 de agosto por medio de Netflix.

Sinopsis:

Akira Tendo (Eiji Akaso) es un joven empleado de oficina que es explotado por su jefe, trabaja horas extra y no tiene vida propia. Aunque un día descubre que para volverse a sentir vivo lo único que necesitaba era que iniciara un… ¿apocalipsis zombie?


Comentarios generales:

A pesar de que he escuchado sobre el manga, la verdad es que no lo he leído y por ello mi conocimiento sobre esta adaptación es muy limitado, así que evidentemente no puedo saber si es fiel o no al material base. Aunque lo que si podía saber con tan solo ver el trailer es que ZOM 100: A Bucket List of the Dead no iba a ser una experiencia común y en definitiva causaría opiniones divididas gracias a su manera de lidiar con la temática zombie, lo cual fue lo que pasó.

Y es que lo traído por Ishida es una historia de zombies muy ligera en la que estos tienen poca relevancia y en la que el nivel de tolerancia hacía la personalidad extravagante de nuestro protagonista resultará fundamental para poder disfrutarla o de plano detestarla, sobre todo durante un primer acto en donde él es el principal punto de diferenciación dentro de este mundo apocalíptico que no tiene nada distinto a otros tantos que ya hemos visto. Donde su actitud positiva e ingenua es el medio para ir construyendo momentos cómicos que en ocasiones funcionan y en otras no tanto, provocando así que exista cierto tedio desde muy temprano dado a que pasada la novedad de la lista no parece que las cosas vayan hacia ningún lado.

Algo que va cambiando poco a poco una vez que Akira empieza a interactuar con otros personajes de manera continua, no solo porque con ello se integra de manera más relevante a los zombies en ciertas escenas de acción, sino también porque Kencho y Shizuka hacen que su actitud se vuelva más digerible sin que se altere demasiado el tono ligero que vemos desde el inicio. Logrando con esto que sus metas vayan evolucionando y se vuelvan más significativas a pesar de su simplicidad, aunque esto conlleva a que una vez más entremos a terrenos demasiado pasivos en los que ocurren pocas emociones y, peor aún, se sienta que el tiempo de duración es más largo de lo que debería.

Ante esto los últimos 35 minutos quedan en una posición compleja y más cuando se muestra que se retomará la problemática inicial de Akira; sin embargo, a pesar de todo logran sacarlos adelante. En parte porque el ritmo se vuelve ágil, pero principalmente por la presentación de una de las criaturas zombie más ridículas que recuerde y que entre lo absurdo de su propia naturaleza termina añadiéndole un toque de acción importante al desenlace para que por lo menos no te deje totalmente indiferente.

Las actuaciones son algo complicado de analizar porque están pensadas para imitar lo que sería una adaptación en anime, exagerando el comportamiento de los personajes al extremo y subiendo el tono de voz de manera importante. Objetivo que logran, pero la verdad es que Eiji Akaso puede llegar a desesperarte muy rápido y, salvo por una excepción (Mai Shiraishi como Shizuka), el resto del elenco es similar en ese sentido.

Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es sólido, los efectos no están nada mal y la labor de maquillaje es de muy buen nivel.

Opinión final: ZOM 100: A Bucket List of the Dead está ok. Comedia de zombies extravagante que causará división, pero no está de más checarla.

Ojometro:
***

viernes, 1 de septiembre de 2023

Crítica: Resident Evil: Death Island (2023)

Película dirigida por Eiichiro Hasumi (Re/Member) y escrita por Makoto Fukami. Se estrenó en cines dentro de algunos mercados como Japón y México a inicios de julio, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el 25 de julio.

Sinopsis:

Un brote del Virus-T en San Francisco lleva a investigar la Isla de Alcatraz, donde los mejores agentes de la BSAA y la DSO tendrán que lidiar con una nueva amenaza que ha tomado el lugar.


Comentarios generales:

Para este punto creo que todo mundo va a concordar en que, cuando se trata de proyectos en cine, la franquicia de Resident Evil no es precisamente la más confiable y después de tanto tiempo pareciera que simplemente nunca van a encontrar la fórmula correcta para trasladar lo que se ve en el videojuego a la pantalla grande. Sin embargo, cuando hablamos de su universo animado las cosas no parecen ir tan mal y Resident Evil: Death Island deja en claro que cada vez se encuentra más cerca de ofrecer esa experiencia definitiva que tanto esperan sus fans.  

Y es que de entrada lo presentado por Hasumi junta a Chris Redfield, Jill Valentine, Leon S. Kennedy, Claire Redfield y Rebecca Chambers en un intento por complacer a todo mundo con los que son los personajes más populares, lo cual le agrega un interés inmediato a una historia simple que limita la aparición de los zombies clásicos durante la primera media hora y que compensa muchas cosas la mayor parte del tiempo integrando alguna que otra de escena de acción para no caer en la monotonía.

Situación que no es perjudicial dado a que todo se va desarrollando a un ritmo agradable y de una manera bastante bien estructurada para llevar a los populares protagonistas a Alcatraz durante el primer acto y posteriormente ir revelando lo que hay verdaderamente detrás del nuevo brote. Esto último siendo lo que aporta cierto nivel de originalidad por medio de un villano cuyas motivaciones son diferentes a las que estamos acostumbrados, aunque estas en realidad carecen de lógica y por lo consiguiente hacen que el segundo acto se pierda en acciones un tanto confusas con las que no se logra construir nada particularmente memorable.

Dejando que sea la parte final la que se encargue de eso al estar totalmente cargada de acción por medio de una amenaza que cumple en el apartado de espectacularidad para que nuestros héroes puedan lucir plenamente. Ofreciendo así un desenlace lleno de disparos y colaboraciones geniales con las que se logra establecer el vinculo cercano que existe entre ellos, a pesar de que es la primera ocasión que los vemos a todos juntos en pantalla dentro de este universo.

En el aspecto técnico la película es bastante buena al tener una animación con un nivel de detalle alto en los personajes, los escenarios y sobre todo en escenas caóticas que exigen mucho trabajo por la cantidad de cosas que ocurren al mismo tiempo. Igualmente, el trabajo de sonido es de gran calidad al proporcionar buenas mezclas para distintos tipos de ambientes y claridad en los diálogos; sin embargo, también hay que decir que el score apenas es perceptible durante todo el metraje.

Opinión final: Resident Evil: Death Island está ok. Película muy básica, pero sin duda el mejor trabajo animado de la franquicia hasta el momento.

Ojometro:
***

viernes, 24 de febrero de 2023

Crítica: Re/Member (2022)

Película japonesa dirigida por Eiichiro Hasumi y escrita por Harumi Doki, la cual es una adaptación del manga del mismo nombre escrito por Welzard. Se estrenó en cines durante el mes de octubre de 2022 en Japón, mientras que en el resto del mundo salió directamente en Netflix este pasado 14 de febrero.

Sinopsis:

Un grupo de estudiantes se encuentran atrapados en un bucle de tiempo con un violento fantasma y la única forma de escapar de su despiadado destino es encontrar todas las partes del cuerpo de su anterior víctima en las instalaciones de su escuela.


Comentarios generales:

El manga de Re/Member (Karada Sagashi) me llamó la atención hace algunos años cuando empezó a ser publicado, sin embargo, con el pasar del tiempo le perdí la pista y por lo consiguiente nunca supe cómo terminó. Por ello es que cuando se anunció esta adaptación me alegré aún sabiendo el historial poco confiable de los live-action japoneses debido a que era una manera más rápida de conocer el resultado y la verdad es que, con excepción de algo muy especifico, me he llevado una grata impresión.

Y aunque obviamente no puedo saber si es 100% fiel o no al material original, lo cierto es que lo traído por Hasumi logra su cometido principal que es entretener. Esto por medio de una historia que sigue una estructura básica con respecto a los bucles de tiempo y que, tras una breve introducción de los personajes, va directo al grano sin ningún tipo de reservas para establecer unas reglas simples y sobre todo un nivel de violencia elevado que haga sentir al fantasma en cuestión como uno muy intimidante y sumamente peligroso a pesar de que la estructura del filme le va quitando algo de eso con el pasar de los minutos gracias a la naturaleza repetitiva del problema.

Una repetitividad que afortunadamente no provoca que los acontecimientos dentro la escuela resulten aburridos y por ende el ritmo sea muy agradable durante los primeros 40/45 minutos de metraje, aunque una vez pasado este punto se presenta algo que sin duda puede cambiar por completo las sensaciones de lo que estás viendo.

Y es que de pronto el tono súper oscuro que estaba predominando empieza a ser intercalado con uno extremadamente ligero para resaltar la relación entre los estudiantes y esto hace que el segundo acto sea muy extraño debido a que esta combinación de tonos nunca se siente orgánica. Lo cual hace que el desarrollo pierda fluidez ante unas situaciones adolescentes exageradas que le quitan reflectores al problema central, pero que tampoco son algo que afecte de sobremanera como para decir que arruina por completo el visionado.

Sobre todo porque la última media hora es muy buena y no solo por el regreso del tono oscuro inicial, sino también porque se toca un tema con los estudiantes que particularmente a esa edad es relevante y le añade una capa extra de complejidad a su objetivo. Dejándonos ante un desenlace con mucha acción, sangre y muertes que además logra tener un cierre digamos un tanto gris que encaja bien con lo sucedido.

Las actuaciones son el estándar de lo que solemos ver en esta clase de películas con estudiantes y no hay mucho que resaltar. Mientras que en lo referente a producción nos encontramos algo discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score no está mal, el trabajo de sonido es bueno, los efectos en general están bien hechos y la labor de maquillaje es correcta.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Re/Member me gustó. Sólida adaptación con unos cambios de tono peculiares, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****

viernes, 4 de septiembre de 2020

Ju-On: Origins (Primera temporada)


El pasado 3 de julio Netflix estrenó una de sus series con mayor perfil en lo referente al género de terror para 2020, Ju-On: Origins. Un proyecto del que se tenía conocimiento desde hace al menos un año pero del que realmente se conocía poco sobre lo que iba a tratar, lo cual lo hacía sumamente atractivo para millones de fans debido a que significaba una bocanada de aire fresco para la icónica franquicia japonesa y le aseguraba nueva vida. Aunque los resultados finales no sé si vayan a ser del agrado de todo el mundo.

En cuanto a ratings, al tratarse de Netflix sabemos que no hay información al respecto y de momento el servicio no ha revelado si habrá o no una segunda temporada. Aunque considerando el poco ruido que generó la serie y, su aparente ausencia en la sección de lo más visto en varios países, el panorama no luce como el más alentador.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Desligarse de Kayako... por ahora


La verdad no sé si esto se pueda mantener si se llega a dar una segunda temporada debido a la popularidad que tiene Kayako, pero el hecho de que la serie optará por dejarla fuera para poder centrarse totalmente en la casa y los asesinatos ocurridos en su interior fue una decisión por demás valiente. Ya que esto ayudó a explorar cuestiones que poco se han tocado en las películas y, de paso, brindó la oportunidad de enfocarse en los aspectos más oscuros del ser humano.


Ririka como Kiyomi Kawai


El personaje de Kiyomi es por mucho el más completo dentro de la serie y mucha de su efectividad se debe al gran trabajo que realiza Ririka. Cuya travesía de adolescente problemática a fugitiva atrapada en una relación abusiva sin duda brinda algunos de los momentos más crudos, no tanto desde el lado visual, sino más bien desde el lado humano ya que dejan en manifiesto cómo ciertas decisiones pueden afectar nuestra vida para siempre.


Alto nivel de violencia



A diferencia de las películas que se sustentan en elementos clásicos para generar terror, aquí lo que tenemos es más un despliegue de violencia de alto impacto que funciona de manera impecable la mayoría del tiempo. Algo fundamental considerando ciertos temas que se tocan y que gracias a esto se les brinda una crudeza necesaria que logra que varios momentos se te queden grabados en la cabeza.


Episodio 4


Ningún otro episodio ejemplifica de mejor manera lo que es Ju-On: Origins como este.  Locura y brutalidad pura que dejan en manifiesto los peligros que enfrentan todos aquellos que se ven ligados de una u otra manera a la aterradora casa.

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LO NEGATIVO


Narrativa un tanto confusa


No me atrevería a decir que la historia es complicada de entender, pero definitivamente la manera en la que te la cuentan hace que se vuelva confusa. Ya que a partir del tercer episodio se empiezan a incluir saltos de tiempo y más subtramas que en un punto simplemente generan demasiadas preguntas que no logran responder, dejándote con la sensación de que la experiencia está incompleta.


Exceso de personajes


Como complemento de lo mencionado arriba, también se introducen demasiados personajes. De los cuales solo un par de los protagonistas cuentan con un tipo de resolución de su historia, mientras que el resto, salvo que su propósito sea morir, se quedan con situaciones inconclusas, participaciones esporádicas o terminan desapareciendo de manera abrupta sin ningún tipo de explicación.

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Opinión final: La primera temporada de Ju-On: Origins no me desagradó, aunque definitivamente hay mucho margen para mejorar.

Su elección de dejar fuera a Kayako fue acertada y conocer a profundidad la historia de la casa es muy interesante, pero querer incluir tanto material y personajes en solo seis episodios de 30 minutos hace que muchas cosas se queden en el aire. Además de que lo confusa que se vuelve la historia en ciertos lapsos hace que la experiencia no termine por ser tan convincente. 

martes, 25 de febrero de 2020

Crítica: Sadako (2019)


Película dirigida por Hideo Nakata (Ring), cuyo guión fue escrito por Noriaki Sugihara. Se estrenó en cines dentro de Japón durante mayo del 2019, pero aquí en México apenas llegó a las salas de cine el pasado 21 de febrero. Su salida en formato físico se dio durante el mes de octubre para los mercados en Asía.

Sinopsis:

Una niña con amnesia llega al hospital donde trabaja Mayu (Elaiza Ikeda) y nadie sabe exactamente a qué se debe su pérdida de memoria, aunque la policía se encuentra interesada en ella. Por otra parte, el hermano mayor de Mayu inicia su carrera como Youtuber y decide investigar un lugar donde ha ocurrido una tragedia, aunque al hacer eso despertará la maldición de Sadako.



Comentarios generales:

La franquicia de Ring en su versión japonesa es una de las más extrañas dentro del género al tener dos líneas de tiempo oficiales, una peculiaridad que le ha garantizado contar con una mayor longevidad de la que hubiéramos imaginado si tomamos en cuenta que la fórmula de la línea original se desgastó de manera muy rápida. Es por eso es que cuando se anunció que Sadako formaría parte de esta y no de la de “Spiral/Sadako 3D” llamó mucho la atención, pero lo cierto es que difícilmente esta entrega cambiará esa sensación de estancamiento que muchos tenemos.

Y es que de entrada lo que pone Nakata sobre la mesa se siente como una propuesta que llegó bastante tarde, ya que si bien el utilizar los videos por internet para expandir la maldición de Sadako resulta un paso natural, lo cierto es que este concepto lo hemos visto en muchas otras películas (incluida Rings hace tres años atrás) y no se siente como algo novedoso.

Por otra parte, también está el hecho de que pareciera que la historia no siempre estuvo pensada de esa forma debido a que, al menos durante el primer acto, todo gira en torno al personaje de la niña y por medio de esta es que se construyen las acciones de mayor peso para establecer la conexión que tiene con Sadako y con ello generar un misterio competente que supones será el que dicte el camino del visionado por medio de una investigación mucho más profunda que revelará secretos que expandan el lore que conocemos.

Algo que con el pasar de los minutos resulta evidente que no será así porque una vez que el tema del Youtuber entra en juego las cosas se vuelven genéricas y todo lo relacionado con la niña pasa a un plano secundario. Haciendo que poco a poco el ritmo se vaya sintiendo pesado al recurrir a los mismos recursos de hace 22 años que limitan el desarrollo de las acciones, sustentando los limitados momentos de impacto en sustos que lucen arcaicos y no aportan nada a la estética general del filme o a la propia trama. 

La parte final es la creo que logra capturar de mejor manera la esencia de la franquicia, principalmente porque es aquí donde si se refleja cierta sensación desesperación que de golpe agrega una necesaria dosis de tensión que había estado ausente. Además es la parte en la que se logra generar una atmósfera ligeramente más oscura para que la presencia de Sadako resulte más amenazante. 

En el tema de las actuaciones no tiene mucho que resaltar, si han visto cualquiera de las entregas anteriores básicamente ya saben que esperar aquí. También para la producción se puede decir lo mismo: el trabajo de fotografía es el estándar, la dirección de arte es discreta, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje no presenta nada más allá de lo habitual.

Opinión final: Sadako me pareció decepcionante. Definitivamente una película pensada solo para aquellos fans recalcitrantes de la franquicia.

Ojometro:
**

martes, 26 de febrero de 2019

Crítica: One Cut of the Dead (2018)


Película escrita y dirigida por Shinichiro Ueda, la cual significa su debut dentro del género. Se estrenó en cines dentro de Japón a mediados de 2018, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 28 de enero.

Sinopsis:

Mientras se encuentran filmando una película de zombies en una instalación abandonada de la segunda guerra mundial, un director y su equipo vivirán un auténtico infierno cuando sea vean atacados por zombies de verdad.



Comentarios generales:

* Contiene spoilers importantes

Es casi algo automático que cuando una película empieza a hacer ruido en los festivales por todo el mundo mi interés se dispare debido a que el hecho de que algo genere las mismas reacciones en países con intereses, idiosincrasias y contextos tan distintos suele ser señal de algo potencialmente especial; mucho más cuando la plática gira en torno a una película de zombies japonesa. Eso ponía las expectativas para One Cut of the Dead muy altas y debo de decir que por un momento me llegó a parecer que todo era exageración pura, pero una vez terminado el visionado fue inevitable sentir que acababa de ver una de las cosas más originales de los últimos años.

Esto porque lo que nos trae Ueda es un trabajo cuyo diseño es muy interesante, con unos primeros 35 minutos que seguramente sorprenderán a más de uno debido a que se nos presenta, literalmente, una historia de zombies de bajo presupuesto que no tiene nada de malo pero que difícilmente califica como algo especial. Mostrándonos un plano secuencia con situaciones que por varios momentos te hacen cuestionar la calidad del filme (sobre todo su dirección), ya que existen tomas extrañas, decisiones incomprensibles por parte de los personajes o simplemente momentos que no tienen sentido en la búsqueda de fluidez para las acciones.

Sin duda un material de “pobre calidad” que de pronto llega a un intempestivo final y te sorprende con créditos en pantalla. Sin embargo, justo cuando terminan dichos créditos te sorprendes aún más al darte cuenta que, en realidad, One Cut of the Dead apenas está iniciando.

Y es que para el segundo acto se nos revela que lo que vimos es un show en directo para televisión, aunque en un inicio puede llegar a ser un tanto confuso considerando que esto se va dando a conocer poco a poco mientras se nos muestran los pormenores en la pre-producción bajo un ritmo acelerado. Momentos que resultan importantes porque es aquí cuando el tono cómico empieza a tener una relevancia que inmediatamente hace que los primeros 35 minutos adquieran otro significado y, sobre todo, ahora si tengan sentido las situaciones raras.

Lo cual se solidifica con una parte final fantástica donde se nos muestra la recreación de lo visto al inicio, pero desde la perspectiva de los realizadores. Ofreciendo así un cierre increíblemente dinámico y muy divertido en el que no solo vemos como estas personas tienen que luchar contra cualquier cantidad de eventualidades para lograr su cometido, sino que además representa digamos un tipo de homenaje a todos aquellos individuos detrás de cámara que le dan vida a estas historias ficticias y suelen quedar en el olvido.

Las actuaciones son exageradas, incluso caricaturescas, pero esa es la idea detrás y en ese sentido funcionan a la perfección. La producción es austera, pero nuevamente esa es la idea: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es de tres pesos, el score es pintoresco, el trabajo de sonido está ok, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje básica.

Opinión final: One Cut of the Dead es genial. Una película bastante divertida y original que lleva el tema del metacine a otro nivel.

Ojometro:
*****

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Crítica: Temple (2017)


Co-producción japonesa/estadounidense que significa el debut tras la cámara de Michael Barrett y cuyo guión fue escrito por Simon Barrett. Se estrenó el pasado 1 de septiembre directamente en VOD dentro de los Estados Unidos, pero no existe información sobre si llegará a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Tres turistas estadounidenses se adentran en los bosques de Japón para encontrar un antiguo templo. Lo que no saben es que dicho lugar es vigilado por espíritus que harán todo para convertir su viaje en una auténtica pesadilla.  



Comentarios generales:

Uno sabe que con el género de terror siempre se está a merced de películas de todo tipo, pero con  altas probabilidades de encontrarse con cosas realmente espantosas que en algún punto harán que te cuestiones por qué te gusta sufrir de esa manera. Suele ocurrir por lo menos unas cuatro o cinco veces por año, es algo inevitable, y precisamente con Temple se dio esa situación; no solo porque no tiene nada que destacar, sino porque además es uno de los trabajos con menos sentido que he visto últimamente. 

Y no es porque se trate de una historia compleja que resulte complicada de exponer en pantalla, al contrario, creo que los Barrett no podrían haber elegido algo tan simple para hacer su debut, pero a todas luces se nota que no sabían exactamente lo que querían contar. Esto debido a que, si bien existen elementos que construyen de manera muy superficial una historia sobre fantasmas, gran parte de la película se centra más en un supuesto triangulo amoroso entre los turistas que no te lleva a ningún lado y que solo sirve para poder gastar tiempo mostrando situaciones por demás absurdas que están diseñadas con el único propósito de poder explotar lo más que se pueda el aspecto visual que de manera natural brinda Japón.

Una tónica que se mantiene durante gran parte del filme y que se incrementa una vez que se trasladan las acciones a la zona rural, donde el tema del templo empieza a tener más relevancia pero te genera nulo interés debido a que lo que ocurre es perfectamente descifrable. Aunque lo peor es que todo se realiza con una lentitud frustrante, extendiendo así un viaje agónico que carece por completo de suspenso o de cualquier tipo de construcción de una atmósfera que te haga sentir el peligro que supuestamente corren estos personajes.

La parte final es un desastre como pocos. Realmente pareciera como si los últimos 10/15 minutos solo fueran escenas random filmadas para usarlas en dado caso de no tener una idea clara del desenlace, ya que todas las historias de los personajes quedan inconclusas y no explican absolutamente nada; dejando así en el aire muchas preguntas para algo que de por si no tenía mucha sustancia.

Las actuaciones son genéricas, no tienen nada de especial y terminan importando poco. La producción es probablemente lo más aceptable: el trabajo de fotografía es lo mejor de la película, la dirección de arte está ok, el score no tiene nada destacado, el trabajo de sonido cumple, los efectos están bien y la labor de maquillaje es bastante sencilla.

Opinión final: Temple es espantosa. Un sinsentido absoluto que sin duda estará dentro de lo peor de 2017.

Ojometro:
*

lunes, 21 de noviembre de 2016

Crítica: Sadako vs. Kayako (2016)


Película dirigida por Koji Shiraishi (Noroi), cuyo guión fue co-escrito por Takashi Shimizu y Koji Suzuki. Se estrenó en cines dentro de Japón durante el mes de junio, recaudando un poco más de 8 millones de dólares en taquilla; mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 2 de diciembre.

Sinopsis:

Cuando un par de estudiantes son alcanzadas por la maldición de Sadako y otra entra a la casa Saeki para caer en la maldición de Kayako, un médium les propone enfrentar a ambos fantasmas para terminar con estos de una vez por todas.



Comentarios generales:

Creo que existen pocas cosas que emocionen más a los fans que el hecho de poder ver a dos iconos enfrentarse entre sí por medio de crossovers, sobre todo porque normalmente se suelen quedar en meras fantasías debido a lo difícil que resulta hacerlos realidad. Sin embargo, tal como aprendimos hace una década atrás con Freddy vs. Jason, estos son posibles, pero también resultan ser un auténtico dolor de cabeza porque se tiene que encontrar la idea y balance adecuados; algo que en esta ocasión resultaba más complicado al tratarse de dos personajes que no hablan y que hace de Sadako vs. Kayako una película con muchos problemas.

De entrada porque lo que nos trae Shiraishi se siente más que nada como una nueva entrega de Ring donde de vez en cuando se integran elementos de Ju-On para justificar el crossover y que durante el primer acto resulta más que evidente al centrarse casi en un 95% en la maldición de Sadako y básicamente convertirlo en una re-introducción a todo lo que la rodea para así desarrollar una historia simple. Lo cual no creo que sea precisamente malo, pero al ya saber todo lo que hay detrás las cosas se tornan bastante aburridas de manera muy rápida debido a que la atención se centra principalmente en las víctimas, dejando a Sadako como vil relleno. Uno que además no es tan interesante de ver.

Esto porque indudablemente es Kayako la que siempre ha resultado más impactante y en el poco tiempo que se muestran escenas realizadas dentro de la casa Saeki el cambio brusco en cuanto a los niveles de tensión y suspenso es notorio, aunque al ser tan esporádicas durante prácticamente toda la primera hora terminan teniendo poca relevancia. Especialmente durante un segundo acto en el que se integra a un médium para lidiar con el problema; uno que, en lugar de ayudar a mejorar el ritmo cansino, lo único que aporta es un lado cómico no intencional y una idea para enfrentar a los fantasmas que la verdad resulta bastante ridícula, por no decir sacada al vapor.

La parte final sin duda es lo llamativo. Más que nada porque el cara a cara entre Sadako y Kayako se hace realidad, pero este termina careciendo de momentos memorables y en gran parte se debe a que, después del impacto inicial, poco o nada se puede hacer con estas debido a sus propias limitaciones.

Las actuaciones en general son pobres; por ahí existe alguno que otro trabajo decente, pero sin nada que resaltar. La producción no se diferencia mucho de cualquiera de las entregas previas de las dos franquicias: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no resalta, el score cumple, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos no presentan grandes novedades y el trabajo de maquillaje cumple con la labor adecuada de siempre con ambos fantasmas.

* Contiene una escena post-créditos bastante importante

Opinión final: Sadako vs. Kayako es una película que se debe de ver por el puro morbo, pero más allá de eso tiene pocas cosas que rescatar.

Ojometro:
** 

domingo, 9 de marzo de 2014

Crítica: Sadako 2 3D (2013)


Séptima entrega de la franquicia de The Ring, aunque esta significa apenas la segunda en la serie de Sadako y está dirigida nuevamente por Tsutomu Hanabusa. Se estrenó en Japón y en varios de los mercados más importantes de Asia en el 2013, mientras que en Estados Unidos llego en formato físico durante febrero.

Sinopsis:

Fuko (Miori Takimoto) es una chica que se está haciendo cargo de su sobrina Nagi (Kokoro Hirasawa), cuya madre murió cuando dio a luz y su padre la evita. Todo esto ha provocado que sea una niña muy solitaria, a la que además muchas tragedias la rodean y poco a poco empieza a despertar la sospecha de su tía sobre que algo verdaderamente malo ocurre con ella.



Comentarios generales:

He llegado a un punto en donde esta franquicia ya no me importa mucho que digamos debido a la poca originalidad que usualmente se tiene para seguir exprimiendo su popularidad y creo que para muchos Sadako 2 3D será la gota que derrame el vaso.

Ya que lo que nos trae Hanabusa en esta ocasión es tal vez el intento más pobre en todos los aspectos, mostrando no solo una escases de ideas brutal, sino además reciclando fórmulas que se han utilizado hasta el cansancio y cuyos efectos aterradores básicamente ya son nulos. Uno sabe perfectamente que va a pasar en cada susto, lo cual genera un aburrimiento total y una muy difícil tarea al momento de querer generar algo de tensión en momentos específicos.

Igualmente, al tratarse de una secuela uno pensaría que ver la primera parte es vital pero realmente no lo considero necesario porque explican de manera más o menos clara lo que paso; sin embargo, a pesar de esta pequeña ayuda nunca logran generar una conexión interesante entre los eventos y se limitan más que nada a ofrecer escenas de muertes totalmente genéricas, así como recuerdos confusos u alucinaciones de la protagonista que al final tienen una relevancia mínima. Incluso la idea más innovadora con todos los aparatos tecnológicos tampoco la explotan de buena manera: hay una escena en el metro que te muestra el potencial, pero nunca se preocupan por llevarla al límite y prefieren dejarla poco a poco en el olvido conforme pasan los minutos.

El giro que le dan al final es lo único que vale la pena, aunque no la salva. Llega muy tarde y no sé si tenga la suficiente dosis de acción como para poder satisfacer a los espectadores que para este punto seguramente ya se estarán cayendo de sueño.

En actuaciones realmente no tiene nada del otro mundo, aunque por momentos la niñita si puede llegar a ser un tanto aterradora. Mientras que en producción creo que es donde tiene sus mejores cosas: la fotografía es buena y la ambientación en general es sólida, pero los efectos dejan mucho que desear básicamente porque no ofrecen nada nuevo y demuestran lo poco que han avanzado desde la primera entrega.

Opinión final: Sadako 2 3D es más de lo mismo. No es pésima, pero creo que solo los verdaderos fans de toda esta franquicia la disfrutarán.

Ojometro:
**