viernes, 30 de junio de 2023

Crítica: Unseen (2023)

Película dirigida por Yoko Okumura, cuyo guión fue co-escrito por Salvatore Cardoni y Brian Rawlins. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de mayo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando Sam (Jolene Purdy) recibe una llamada de una mujer casi ciega de nombre Emily (Midori Francis) que se encuentra huyendo de su ex novio en el bosque, ella tendrá que ser sus ojos por medio de una videollamada para lograr que pueda sobrevivir.


Comentarios generales:

Si Unseen hubiera salido hace un par de años atrás probablemente su concepto resultaría muy novedoso, sin embargo, en 2022 vimos que “See for Me” manejó uno similar y por lo consiguiente dicha novedad se quedó sin el peso que debería. Algo que la dejaba en una posición compleja considerando que esa era su carta más fuerte de presentación y lo que la diferenciaba del resto de películas este año, aunque al final esa perdida no le ha afectado en lo más mínimo para que sea bastante disfrutable.

Y es que lo traído por Okumura no huye al momento de tomarse libertades para hacer que esta historia funcione considerando que su premisa, si bien es factible, también necesita un poco de creatividad extra para que no te aburra a los 10 minutos de haber iniciado y es en base a eso con lo que se va construyendo una experiencia caótica desde su inicio. Manteniendo la información más básica posible para que la comunicación entre Sam y Emily refleje mucha espontaneidad durante un primer acto que establece un ritmo ágil sin demasiados contratiempos al ir intercalando momentos que muestren el peligro bajo el que se encuentra una y la extravagancia que rodea a la otra.

Una combinación que funciona bastante bien dado a que la dinámica que se imprime hace que en todo momento esté ocurriendo algo y existan pocos tiempos muertos, logrando así que la tensión este a tope durante la mayor parte del metraje. Sobre todo durante un segundo acto en el que también se integran ciertos toques de comedia por medio de un personaje secundario que se encuentra en conflicto con Sam y lleva a extremos absurdos ciertas situaciones que terminan funcionando para generar mayor apremio desde ambos lados de la llamada y con ello exponer la idea de que siempre van a existir factores externos que pueden arruinarlo todo en cualquier momento, sin importar que tan bien coordinadas se encuentren ambas protagonistas.

Gracias a esto se llega a la parte final con una sensación de peligro elevada y el caos en pantalla se incrementa de una manera que no te esperas, lo cual puede resultar un tanto absurdo por cómo se da, pero no afecta realmente el desenlace. Siendo este uno muy estándar que no arriesga demasiado y se va con el librito para poder cerrar las cosas de manera adecuada.

De las actuaciones hay que mencionar que nos encontramos ante un elenco reducido, siendo evidentemente Midori Francis y Jolen Purdy quienes más destacan al mostrar una buena química a pesar de que nunca están juntas en el mismo lugar. Aunque también hay que darle su mención especial a Missi Pyle (Carol) con su rol secundario de clienta psicópata que te saca alguna que otra carcajada por su comportamiento.

En cuanto a producción se nota que no hubo tanto presupuesto, pero tiene buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Unseen me gustó. Película efectiva que no trata de hacer más de lo que debe para lograr entretenerte.

Ojometro:
****

martes, 27 de junio de 2023

Crítica: Tin & Tina (2023)

Producción española escrita y dirigida por Rubin Stein. Se estrenó en cines dentro de España a finales de marzo, mientras que en el resto del mundo lo hizo directamente en Netflix el pasado 26 de mayo.

Sinopsis:

Después de sufrir un aborto, Lola (Milena Smit) y su esposo Adolfo (Jaime Lorente) adoptan a un par de hermanos de nombre Tin y Tina que cuentan con una educación ultra católica que hace que interpreten todo lo que dice la Biblia de manera literal. 


Comentarios generales:

El que Netflix siga apostando por proyectos de terror dentro de su medianía generalizada no es algo que me moleste, pero claramente cada nueva película o serie que sacan te genera más dudas que la anterior y mucha gente ya no les compra tan fácil sus propuestas. Dejándolas en una situación un tanto complicada que provoca que muchas de estas pasen sin pena ni gloria, algunas de manera injusta y otras de manera más merecida, tal como es el caso de Tin & Tina.

Y es que lo traído por Stein es otro de esos casos en los que una idea que funciona para un cortometraje no se puede trasladar de la mejor manera a un largometraje, a pesar de que hay elementos que podrían hacer suponer que es posible. Sobre todo durante un primer acto en el que la rareza de Tin y Tina es muy llamativa por la forma en la que interpretan la vida fuera del orfanato gracias a sus creencias religiosas, generando así una serie de sensaciones muy particulares que inmediatamente te ponen en alerta sobre sus acciones y con ello se inserta rápidamente la duda sobre si lo que hacen es producto de su ingenuidad o porque son malvados por naturaleza.

Construyendo en base a eso algunas escenas perturbadoras que dejan en claro la peligrosidad de estos hermanos, pero una vez que pasa ese efecto de shock inicial las cosas poco a poco van decayendo porque la manera de desarrollar la historia no es la más atractiva. Esperando a que lo mismo funcione en repetidas ocasiones para tratar de sostener un drama que gradualmente se empieza a sustentar en un conflicto marital con el que jamás se puede notar una fricción lo suficientemente convincente y que para empeorar las cosas termina viéndose opacado por otro acontecimiento importante cuya finalidad es, una vez más, regresar a la fórmula de la ambigüedad con respecto a las acciones de los niños.

Ante esto el filme se alarga de más (dura casi dos horas) y se vuelve aburrido, dejándonos así una parte final que tiene que ir cuesta arriba para tratar de cerrar de la mejor manera todo esto. Algo que intenta por medio de un plano secuencia que está bien hecho y proporciona cierta tensión, aunque en realidad no termina por darle al desenlace ese extra para poder redondear la experiencia y que esta resulte decente.

En lo que se refiere a las actuaciones quienes más destacan son los pequeños Anastasia Russo (Tina) y Carlos González Morollón (Tin), ellos son los que generan los momentos más perturbadores del filme con una “inocencia” que puede dejar helado a más de uno. Mientas que Smit y Lorente terminan resultando demasiado odiosos con unos personajes tan planos que nunca logran crear una dinámica lo suficientemente interesante con los extraños niños.

La producción no está mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es funcional, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje no es nada fuera de lo normal.

Opinión final: Tin & Tina es aburrida. Película con algunos detalles positivos cuya idea base no le permite demasiado.

Ojometro:
**

viernes, 23 de junio de 2023

Crítica: The Wrath of Becky (2023)

Secuela dirigida por Matt Angel y Suzanne Coote, quienes comparten créditos como co-escritores del guión junto a Nick Morris. Se estrenó en VOD el pasado 26 de mayo dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 8 de agosto.

Sinopsis:

Dos años después de haber escapado del violento ataque a su familia, Becky (Lulu Wilson) quiere reconstruir su vida. Sin embargo, cuando por cuestiones del destino un grupo llamado “Noble Men” entran a la casa donde vive y se llevan a su perro, esta tendrá que regresar a sus viejos hábitos para recuperarlo. 


Comentarios generales:

“Becky” de 2020 es una película a la que describí en su momento como la “Home Alone del cine de terror” debido a que realmente lo que importaba era ver a la protagonista haciéndole la vida imposible a los villanos. Todo bajo una propuesta simple que funcionaba y realmente no parecía que tuviera más tela de donde cortar; sin embargo, The Wrath of Becky demuestra que el tiempo de vida de cualquier proyecto cinematográfico en la actualidad se puede extender con tan solo unos ligeros cambios.

Y es que lo traído por Angel y Coote ahora lo describiría como la “John Wick del cine de terror”, no solo por la cuestión del perro, sino porque en realidad el concepto es incluso más simple que el de la entrega anterior y claramente tiene el propósito establecer al personaje de Becky como una antiheroína en toda la regla. Lo cual hace que la historia en si no sea tan relevante porque en general todo lo que ocurre es predecible y desde muy temprano uno se puede dar cuenta hacia dónde va el asunto, brindándole con esto un ritmo ágil al filme que encaja perfectamente con la idea de no profundizar demasiado en los eventos traumáticos que han marcado a nuestra protagonista, sino darle más importancia a lo que puede llegar a hacer después de andar reprimiendo sus instintos violentos durante un par de años.

El problema es que el lapso de tiempo entre el detonante de su furia y su revancha es muy largo, provocando con esto que las cosas se vuelvan un tanto aburridas durante el segundo acto porque los villanos no son muy interesantes y se plantea una situación con una clara agenda política que, al menos durante ese momento, se siente fuera de lugar. Aunque afortunadamente una vez que inicia la violencia se recompone el camino y lo que ocurre en pantalla no decepciona debido a que existen escenas con un buen impacto visual para dejar en claro lo peligrosa que es Becky y a la misma vez también muestran que todavía no es alguien infalible para tratar de equilibrar ligeramente la balanza en la parte final.

Una que trata de generar un mayor nivel de tensión al ponerla en una situación de riesgo que en parte funciona, pero el hecho de que los villanos sean tan poco interesantes termina por hacer que estos minutos no sean los más emocionantes. Dejando con esto un desenlace en el que ocurre lo esperado y, sobre todo, se presenta algo destinado a expandir la franquicia probablemente fuera del género de terror.

Sobre las actuaciones, nuevamente este es el show de Lulu Wilson y la chica vuelve a cumplir con este rol sin demasiados problemas para que el personaje de Becky siga creciendo en el gusto del público. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es muy elaborada, el score cumple, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es discreta. 

Opinión final: The Wrath of Becky está entretenida. Secuela de poca duración para pasar el rato y ver violencia.  

Ojometro:
***

martes, 20 de junio de 2023

Crítica: Pollen (2023)

Película escrita y dirigida por D.W. Medoff. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que uno de sus colegas abusara de ella, Hera (Ava Rose Kinard) empieza a vivir una pesadilla en su trabajo soñado mientras trata de asimilar la situación. Y para empeorar las cosas un misterioso monstruo en forma de árbol la empieza a atormentar en todos lados.


Comentarios generales:

Una vez más nos topamos con Gravitas Ventures y creo que todos saben que eso por lo regular significan malas noticias por su cuestionable historial desde hace ya varios años atrás. Sin embargo, en el caso de Pollen genuinamente parecía que traían una propuesta interesante que se atrevía a hablar de un tema que nunca debe ignorarse y eso le daba cierta relevancia dentro del mundillo del cine independiente, aunque al final se ha quedado muy corta de lo que verdaderamente podría haber logrado.

Y es que si bien lo traído por Medoff no es terrible si lo comparamos con otras películas de la distribuidora, lo cierto es que su crítica sobre el acoso/abuso laboral hacia las mujeres no es suficiente como para hacer que trascienda y mucho de eso se debe a que le cuesta trabajo el poder encontrar un balance adecuado al integrar los elementos de terror sobrenaturales sin que estos se sientan un tanto fuera de lugar. Sobre todo porque la historia en general es simple y no exige darle demasiadas vueltas al asunto; en especial cuando el primer acto está centrado en el sufrimiento de nuestra protagonista tras su experiencia y cómo esta le afecta en absolutamente todos los aspectos en su vida de forma intempestiva.

Lo cual te da las bases para empezar a ver un comportamiento extraño de su parte y por lo consiguiente la presencia del hombre árbol en pantalla, pero una vez que esto se da las cosas simplemente avanzan dando saltos de un lado a otro sin profundizar demasiado en las situaciones presentadas. Posicionando a Hera como alguien mentalmente inestable cuyas acciones complican el poder estar en sintonía con ella y gracias a eso todas las injusticias que tiene que enfrentar terminan por no tener la fuerza que deberían, además de que todo lo relacionado al monstruo se vuelve demasiado ambiguo en el afán por querer darle una doble interpretación a todas las escenas que se construyen a su alrededor.

Provocando con esto que el visionado se vaya haciendo pesado ante el poco avance convincente que existe, al grado de que para cuando se llega a la parte final ya es prácticamente imposible rescatarlo. Esto a pesar de que es en esta parte donde existe el mayor nivel de intensidad y locura, pero al sentirse todo tan hueco realmente da igual lo que ocurra y más con un cierre que se deja abierto a la interpretación. 

Sobre las actuaciones en realidad todo recae en Ava Rose Kinard y esta simplemente no da el ancho para el papel debido a que en los momentos de mayor drama no te hace sentir tanta empatía por ella, mientras que en los de locura llega a ser incluso algo caricaturesca. Y en lo que se refiere a la producción las cosas no están mal considerando su presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es genérico, el trabajo de sonido es limpio, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es de buena calidad. 

Opinión final: Pollen es decepcionante. Película con temática relevante que simplemente jamás logra ser explotada de la mejor manera.

Ojometro:
**