viernes, 25 de julio de 2025

Crítica: The Bayou (2025)

Película dirigida por Taneli Mustonen y Brad Watson, cuyo guión fue co-escrito por Ashley Holberry y Gavin Cosmo Mehrtens. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero, mientras que en México hizo lo propio el pasado 10 de julio.

Sinopsis:

Las vacaciones se vuelven un desastre cuando el avión en el que viajaban Kyle (Athena Strate) y sus amigos termina estrellándose en los pantanos de Luisiana, donde una amenaza mucho más aterradora se encuentra acechando entre las sombras.


Comentarios generales:

Tras una breve ola de popularidad hace unos años atrás, la verdad es que las películas sobre cocodrilos han vuelto a ser esas producciones pensadas simplemente para rellenar huecos en el calendario de estrenos u horarios en TV. Así que realmente cualquier propuesta de este tipo me suele ser indiferente dado a que tampoco existen demasiadas opciones para contar algo nuevo, tal como lo demuestra The Bayou.

Ya que Mustonen y Watson realmente solo se encargan de sobrellevar esta historia de la manera más genérica posible ante lo poco relevante que presenta al tratar de darle mayor peso al duelo de Kyle y su compleja relación con sus amigos para que así no se tenga que exponer de manera tan rápida a los cocodrilos. Lo cual se puede considerar una decisión inteligente dadas las limitantes del presupuesto, pero la realidad es que desde el primer acto lo que vemos es muy aburrido y lo único rescatable son los instantes en los que los reptiles aparecen brevemente para matar dado a que por lo menos cambian ligeramente la dinámica de todo esto.

Una que básicamente consiste de ir del punto A al punto B con algunas discusiones absurdas de por medio que tratan de añadir cierta tensión entre el grupo de sobrevivientes para así generar dudas con respecto a su compromiso de salir con vida de ahí, aunque esto jamás se vuelve tan relevante como se pensaría debido a que poco a poco se termina perdiendo entre una serie de situaciones que caen en lo repetitivo y le quitan impacto a unos ataques que siempre están diseñados para desarrollarse de la manera más rápida posible con el objetivo de que los efectos visuales no se vean tan comprometidos y, en cierta medida, que también logren sacudir el ritmo cansino sin los mejores resultados.

Ante esto la parte final tiene que tratar de rescatar algo que realmente es insalvable, pero por lo menos durante estos minutos es cuando se logran generar algunos de los mejores momentos de la película. Brindándole así cierto impacto a un desenlace que, al contar con un nivel de violencia ligeramente mayor, consigue que la amenaza se sienta como algo significativo y no deje sensaciones de que solo estuvo de relleno.

En lo que respecta a las actuaciones no hay mucho que decir, no son terribles, pero tampoco hay alguna con la que uno pueda estar totalmente satisfecho. Mientras que en producción se puede notar el bajo presupuesto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score genérico, el trabajo de sonido está bien, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje es discreta.   

Opinión final: The Bayou es mediocre. Película sin rumbo que solo les hará perder valiosos minutos de su tiempo.

Ojometro:
**

martes, 22 de julio de 2025

Crítica: I Know What You Did Last Summer (2025)

Película dirigida por Jennifer Kaytin Robinson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Sam Lansky. Se estrenó en cines dentro de México y los Estados Unidos los pasados 16 y 17 de julio; recaudando hasta la fecha $24.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. 

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Southport, un grupo de amigos son aterrorizados por un brutal asesino que sabe de un horrible accidente del pasado. Trayendo recuerdos de la terrible masacre que azotó a dicha comunidad en 1997.


Comentarios generales:

Tras el fracaso de la serie de 2021 parecía que “I Know What You Did Last Summer” había agotado todas sus opciones para poderse mantener en la memoria colectiva, así que cuando se anunció esta cuarta entrega la reacción general fue más que nada de sorpresa debido a que no se trata de una franquicia por la que los fans estuvieran precisamente clamando por una nueva secuela. Poniéndola así en una situación extraña en la que no se sabía qué esperar y creo que eso mismo se trasladó a lo más profundo de este proyecto.

Ya que lo traído por Jennifer Kaytin Robinson no es que me haya parecido tan malo, pero entre que quiere replicar a la película del 97 y al mismo tiempo poder construir su propia identidad termina por dejar a medias todo lo que propone. Provocando unos primeros 35 minutos aburridos en los que, salvo por el accidente, realmente no tienen nada destacado y fallan en establecer de manera sólida a un grupo de amigos cuyas personalidades se sienten demasiado anticuadas y no generan gran interés con respecto a las brutales consecuencias que sus actos traerán más adelante.

Aunado a lo anterior, también es obvio que la directora no tenía muchas intenciones de darle demasiado tiempo en pantalla a Julie y Ray, dejando su presencia colgando de un hilo muy fino para solo explotarlos en momentos puntuales cuando la falta de conexiones con el material original empiece a ser muy marcado.

Situación que solo genera cuestionamientos con respecto al propósito de esta secuela, aunque para nuestra buena suerte una vez que el asesino empieza a tener mayor presencia las cosas se vuelven un poco más entretenidas dado a que las persecuciones y muertes en términos generales están bien logradas. Brindándole así a la segunda de la mitad de la película un ritmo mucho más ágil y una sensación de riesgo importante debido a que se logra mantener la duda con respecto a su identidad y por lo consiguiente no existe ningún momento de relativa tranquilidad porque la tensión es elevada en ese sentido.

Lo cual desafortunadamente no se traslada del todo a una parte final que se alarga un poco más de lo que debería, no tanto como para que se arruine o sea un desastre, pero si para quitarle fuerza a una revelación que para este punto ya no es tan sorpresiva. Además de que la manera en la que se integran a los personajes originales durante el desenlace resulta demasiado forzada y eso solo incrementa las sensaciones de que realmente nunca hubo intenciones de explotarlos más allá del tema de la nostalgia.

Sobre las actuaciones tenemos a una Chase Sui Wonders (Ava) que jamás la terminas por comprar como la final girl; de hecho, Madelyn Cline (Danica) termina robándole reflectores con un personaje muy bobo. Mientras que la presencia de Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. es mucho menor de lo que se esperaba y eso es algo decepcionante.

Y en lo que se refiere a la producción, sin duda es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es competente, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: I Know What You Did Last Summer está pasable. Secuela con crisis de identidad para perder el tiempo un día que no tengan otra cosa que hacer.

Ojometro:
***

miércoles, 16 de julio de 2025

Crítica: Livestream (2025)

Película escrita y dirigida por Victor Soares. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de influencers se instalan en una supuesta casa embrujada para poder filmar contenido en vivo para su audiencia. Sin embargo, estando ahí pronto se darán cuenta que los sustos son más reales de lo que anticipaban y con cada nueva revelación su lucha por sobrevivir la noche se vuelve más intensa.


Comentarios generales:

La semana pasada escribía sobre que incluso el found footage ha tenido que ir evolucionando de a poco para no volverse obsoleto, eso forma parte de la naturaleza misma del cine, aunque es evidente que su margen de maniobra puede que no sea tan amplio como ocurre con otros subgéneros. Por ello es que no es de extrañar que ahora muchos recurran al streaming como punto base de sus proyectos debido a que es lo que predomina en la actualidad; sin embargo, tal como lo demuestra Livestream, este tiene sus propias desventajas.

Ya que si bien lo traído por Soares logra de manera impecable venderte la idea de que se trata de una transmisión en vivo sin cortes gracias a un muy buen trabajo de fotografía, lo cierto es que le cuesta mucho el poder construir una historia que mantenga al espectador interesado más allá del aspecto técnico. Apostando a que un conjunto de personajes con personalidades extravagantes puedan ocultar la carencia de ideas para desarrollar las acciones de una manera más o menos ágil.

Y es que una vez que se termina la novedad inicial y el “chat en vivo” deja de importarte, la verdad es que no pasa mucho y uno se puede dar cuenta rápidamente hacia dónde va esto. Lo cual convierte la experiencia en una demasiado aburrida con la que no solo tienes que aguantar dramas absurdos repetitivos, sino que el comportamiento infantil de este grupo de amigos jamás logra generarte empatía hacía ellos y ante eso, cuando inicia el caos, realmente no sientes ningún tipo interés por saber si podrán salir con vida; ni siquiera cuando se toma una decisión arriesgada que al menos añade cierto shock rumbo a la parte final.

Una que jamás sabe aprovecharlo porque lleva el problema por el rumbo menos arriesgado de todos, quitándole así las pocas dosis de tensión que se habían logrado generar y poniéndonos frente a una serie de decisiones ridículas con las que solo se pierde el tiempo hasta que llega un cierre abrupto que bien podría llevar a una continuación si así lo decide el creador.  

Sobre las actuaciones hay que decir que pueden llegar a fastidiar, pero lo cierto es que en parte ese es el propósito al tener varios personajes obsesionados con la fama y en ese sentido cumplen. Mientras que en producción es evidente que hay una cosa que resalta por encima del resto: el trabajo de fotografía es muy interesante, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje realmente no presenta mucha complejidad.

Opinión final: Livestream es decepcionante. Found footage aburrido del que se olvidarán en un par de semanas.

Ojometro:
**

viernes, 11 de julio de 2025

Crítica: St. Patrick’s Day Massacre (2025)

Producción británica escrita y dirigida por Steve Lawson. Se estrenó directamente en DVD dentro del Reino Unido el pasado 10 de marzo.

Sinopsis:

Durante un viaje a Dublín para celebrar el Día de San Patricio, cuatro amigas acceden a pasar la noche en una taberna abandonada. Donde serán acechadas por un asesino “no muerto” en búsqueda de venganza por una tragedia que ocurrió varios siglos atrás.


Comentarios generales:

El Día de San Patricio es una de las festividades menos explotadas dentro del cine de terror y eso sin duda es sorpresivo si consideramos que se trata de un género que suele agarrarse de cualquier cosa para plasmar sus ideas. Por ello cuando sale alguna película sobre esta festividad me suele generar mucha curiosidad el poder verla; simplemente es una rareza que no se puede dejar pasar, pero St. Patrick’s Day Massacre hizo rápidamente que recordara el porqué son tan escasas esta clase de propuestas.

Y es que lo traído por Lawson realmente no pretende explotar la festividad en sí y solo la utiliza como excusa para establecer vagamente su historia en Dublín, siendo lo verdaderamente importante todo el tema que hay detrás del asesino. Lo cual en realidad no se escucha tan mal porque en un inicio se mandan señales sobre un posible slasher básico; sin embargo, en lugar de eso nos topamos con algo que durante prácticamente 50 minutos no hace absolutamente nada con dicho asesino y nos obliga a tener que ver a un grupo de amigas teniendo conversaciones banales que solo existen para consumir minutos.  

Convirtiendo esto en una experiencia frustrante en la que no ocurre nada relevante la mayor parte del tiempo y que, cuando por fin se atreven a hacer algo con el “no muerto”, lo único que provocan son más decepciones debido a que la manera de presentar las muertes carece de imaginación y además deciden mantenerlo fuera de cámara al utilizar una vista en primera persona mientras acecha a sus víctimas. Quitándole así cualquier clase de impacto que pudiera llegar a añadir y, sobre todo, la importancia que supuestamente tiene dado a que su involucramiento se siente demasiado ajeno a lo que estás viendo en pantalla.

Situación que termina perjudicando a una parte final en la que sin duda tenemos los mejores momentos de la película gracias a que se incrementa ligeramente la violencia y POR FIN se expone plenamente al asesino. Llevando a cierta comedia involuntaria (la escena con la pistola principalmente) que, dentro de lo absurdo que resulta, por lo menos hace que el desenlace se sienta distinto a todo lo visto previamente.

En lo que se refiere a las actuaciones hay que decir que no están tan mal para el tipo de película que es, la mayoría del elenco está aceptable y hacen lo que pueden con lo que les dan para trabajar. Mientras que en producción todo es muy limitado: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte es simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido cumple, los efectos no son de la mejor calidad y la labor de maquillaje es aceptable.  

Opinión final: St. Patrick’s Day Massacre es mala. Una película con ciertas ambiciones que no sabe como materializarlas. 

Ojometro:
**