jueves, 31 de julio de 2014

Crítica: Oculus (2014)


Película dirigida por Mike Flanagan (Absentia), quien además es co-escritor del guión junto con Jeff Howard. Se estrenó en cines dentro de varios países el pasado mes de abril, recaudando hasta la fecha $40.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Su salida en DVD y BR está planeada para el próximo 5 de agosto.

Sinopsis:

Diez años atrás una tragedia dejo huérfanos a Kaylie (Karen Gillan) y Tim (Brenton Thwaites), siendo este ultimo culpado por lo ocurrido. Ya en la actualidad, al cumplir 20 años es dejado en libertad, teniendo como propósito rehacer su vida; sin embargo, su hermana tiene otros planes para demostrar que la muerte de sus padres no fue su culpa, sino de una fuerza sobrenatural.



Comentarios generales:

Al saber que estaba inspirada en un cortometraje (Oculus: Chapter 3 - The Man with the Plan) me dio cierta confianza desde un inicio considerando que muchos buenos trabajos que han salido en los últimos años han seguido ese mismo camino. Lo que no esperaba era ver una historia contada de la manera como se hace aquí.

Oculus en un inicio luce como una película más de eventos sobrenaturales, pero al transcurrir unos 15 minutos de breve introducción de los personajes principales lo que hace Flanagan es empezar a alternar las líneas de tiempo entre la actualidad y el pasado para ir desarrollando los eventos de una manera bastante original con el propósito de ofrecerte un panorama mucho más completo de las vivencias de ambos sin recurrir a flashbacks de poca duración que puedan cortar la fluidez. Esto es lo que le da toda una nueva dinámica, ya que evidentemente termina convirtiéndola en algo más como un drama psicológico donde el espectador tiene que estar atento para poder captar cada detalle; aunque igualmente este método puede confundir a muchos y para tratar de evitarlo el propio director se encarga de realizarlo de una manera pausada, que te permita acostumbrarte para que cuando llegue el tercer acto entiendas a la perfección como funciona.

Evidentemente al hacer esto la construcción se vuelve mucho más lenta y pesada, pero nunca lo encontré como un gran problema considerando que cada situación tiene sentido y ambas historias son bastante bien llevadas; aunado a que se logra crear una atmósfera particularmente aterradora utilizando los juegos mentales de los hermanos que no permiten identificar que es verdad y que no, así como con el hecho de que mantienen al ente detrás de todo esto oculto la mayor parte del tiempo. Aunque tampoco significa que no existan momentos sangrientos; si los hay, pero al no representar parte fundamental del trabajo son expuestos en pequeñas dosis que resultan sumamente efectivas en el apartado visual al crear impacto suficiente como para poder incomodar o hacer pegar alguno que otro brinco a más de uno.

El final es satisfactorio. Ya para este momento te encuentras totalmente adaptado a la dinámica implementada por Flanagan y el ritmo es sumamente fluido, generando así la fuerza suficiente en los eventos determinantes (principalmente en el pasado).

En el lado de las actuaciones está bastante bien, aunque quienes se llevan las palmas son Gillan y Annalise Basso; ambas logran un trabajo muy destacado con el personaje de Kaylie tanto de niña como de adulta, convirtiéndola así en el personaje más potente de toda la película. La producción es bastante sólida: buen trabajo de fotografía, la dirección de arte no es nada del otro mundo, tiene un buen score y un estupendo trabajo de sonido. Aunque lo que más me agradó fue ver que limitaron lo más que pudieron el CGI para darle prioridad a los efectos prácticos, lo cual es de agradecer en esta clase de historias.

Opinión final: Oculus es una buena película. Puede resultar un tanto confusa y pesada para algunos, pero vale bastante la pena.

Ojometro:
****

martes, 29 de julio de 2014

Crítica: Killer Legends (2014)



Documental escrito y dirigido por Joshua Zeman (Cropsey). Tuvo algún tipo de exhibición dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, pero su salida en DVD se dio apenas el pasado 1 de julio; aunque no hay información sobre su llegada a otros mercados.

Sinopsis:

Los documentalistas Joshua Zeman y Rachel Mills emprenden un viaje a lo largo de los Estados Unidos para investigar algunos crímenes verdaderos que han inspirado varias leyendas urbanas a lo largo de los años. Entre estas se encuentran: The Candyman, The Killer Clown, The Baby-Sitter and the Man Upstairs y The Hookman.



Comentarios generales:

La idea base de Killer Legends es en verdad interesante y resulta sorprendente que no existan muchos trabajos con un acercamiento similar considerando que hay una infinidad de leyendas urbanas no solo dentro de los Estados Unidos, sino a lo largo de todo el mundo. Por ello es un trabajo que se siente fresco dado a los pocos documentales de su tipo y que además sigue una línea mucho más acorde a lo que es una antología gracias a que a cada leyenda se le dedican aproximadamente 20 minutos.

En general está bien producido. Sin embargo, un punto en contra radica en el hecho de que Zeman y Mills por momentos abusan de su presencia en pantalla, tomando un protagonismo innecesario en las entrevistas o con ciertas acciones fuera de lugar; como si quisieran desviar la atención hacia ellos para quedar parados como grandes investigadores. Otro punto negativo radica en el hecho de que se nota a todas luces que las investigaciones para cada leyenda no recibieron el mismo trato.

Pasando a las historias:

The Hookman

Se trata de los famosos asesinatos que fueron cometidos durante la década de los 40s en Texarkana, Texas por el misterioso The Phantom Killer; mejor conocidos Moonlight Murders y que fueron la fuente de inspiración para la película The Town That Dreaded Sundown.

A mi juicio este es el mejor segmento de todos, ya que se nota que el trabajo de investigación realizado aquí fue mucho más extenso y el simple hecho de que sean casos que nunca se resolvieron ayuda a que el propósito general del documental quede bien plasmado. Aunque sin duda la parte más interesante es el saber cómo entre lo real y la propia película han hecho de esta leyenda urbana algo mucho más grande que estará ligado con el poblado de Texarkana para siempre e incluso como lo han adoptado de cierto modo en sus festividades anuales.

The Candyman

Se centra en el caso de envenenamiento con dulces en Halloween que le causo la muerte al pequeño Timothy Marc O’Bryan en 1974. Lo cual inicio una paranoia sobre los peligros que pueden vivir los niños dentro de la festividad.

Tal vez la historia más fuerte considerando el tema que toca, pero la que menos misterio presenta y la que indudablemente parece más de un programa policíaco de Discovery ID que otra cosa.

The Baby-Sitter and the Man Upstairs

Trata de la clásica historia de la niñera que es acosada por un misterioso hombre que hemos visto representada en bastantes películas.

Aquí es cuando se nota que el trabajo de investigación dejo de ser el mismo y que las complicaciones para encontrar una historia que encajara con la leyenda fueron bastantes. En general es un buen segmento, especialmente porque logran explicar la completa obsesión que existe dentro de los Estados Unidos por querer convertir algo común en algo que, salvo por un solitario caso, nunca ha sido de gran peligro.

The Killer Clown

El tema es claro: los payasos asesinos. Para ello se centran en una historia en Chicago que involucra a una serie de secuestradores vestidos de payasos que conducen una camioneta y tratan de convencer a los niños para que se suban en esta.

La verdad no sé cuál era el propósito de todo esto más allá de explicar la coulrofobia, ya que tratan desde Bozo el Payaso hasta John Wayne Gacy; sin dejar olvidado el caso del tipo que realizo un tiroteo disfrazado de The Joker hace unos años en el estreno de The Dark Knight Rises. Este segmento realmente no te lleva a ningún lado y del caso original explica poco o nada.

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Opinión final: Killer Legends es un documental aceptable, pero se queda corto en su propósito general dado a que no todas las historias son tratadas de la misma manera. 

Ojometro:
*** 

sábado, 26 de julio de 2014

Crítica: House of Dust (2014)


Película dirigida por A.D. Calvo (The Melancholy Fantastic) y escrita por la dupla Nevada Grey/ Alyssa Alexandria. Salió a la venta en DVD e iTunes el pasado 20 de mayo dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Unos estudiantes universitarios exploran un manicomio abandonado y cuando entran a lo que era el crematorio algunos de ellos rompen por accidente unos frascos con cenizas. Lo que no saben es que al aspirar un poco de estas serán poseídos por las almas de aquellos a quienes pertenecen; incluido un peligroso asesino serial de 1950.



Comentarios generales:

Cuando leí el aviso de “basado en hechos reales” esperaba lo peor, ya que esto usualmente suele ser clara señal para un found footage dentro de manicomios. Sin embargo, para mi sorpresa House of Dust no solo no estaba filmada bajo dicho formato, sino que incluso en los créditos finales tienen la decencia de aclararte que dichos hechos solo se basan en un insignificante hallazgo de 2005 en un hospital de Oregón.

Eso al final de cuentas fue lo más innovador, ya que sin temor a exagerar puedo decir que Calvo nos trae una película genérica por excelencia que difícilmente le causará algún tipo de reacción al espectador después de los primeros cinco minutos; la cual está llena de momentos tan monótonos que la vuelven pesada y que hacen pensar que realmente no se tenía mucha idea sobre cómo llevar esta historia más allá de 30 o 40 minutos.

Todo esto se debe en gran medida a que, salvo de manera muy ligera con el personaje de Emma, no hay mucha construcción detrás; nunca existe el mínimo esfuerzo por tratar de generar intriga al revelar algo de los acontecimientos previos que te hagan entender por qué diablos uno de estos espíritus atormenta a Emma (o si solo está totalmente loca), cuáles eran los motivos que hacían a los internos tan aterradores o por qué las cenizas pueden poseer a una persona.

Es como si nada importara realmente, lo cual es una pena considerando que la posesión por medio de las cenizas no sonaba nada mal; al menos era una manera ingeniosa de alejarse del resto de trabajos similares pero la transición de estudiantes inofensivos a locos con personalidades diferentes está muy mal diseñada como para poder mantener un interés genuino. Igualmente, la película carece de impacto, de momentos que se te queden en la memoria a largo plazo ya sea por su grado de suspenso o terror: prácticamente todas las muertes son fuera de cámara y la presencia del espíritu es bastante limitada.

El final es meh. Se siente muy precipitado y te deja con una clara sensación de vacío porque no te responde ninguna duda; de hecho, deja abierta la posibilidad de una secuela.

Las actuaciones en general no están mal, el hecho de que los actores fueran bastante jóvenes ayuda con el aire universitario pero les dan tan poco material como para que alguien sobresalga. En la cuestión de la producción no se le puede recriminar nada realmente: tiene un buen trabajo de fotografía, un score decente y lo poco que implementa de efectos/maquillaje cumple con su propósito.

Opinión final: House of Dust es decepcionante. No la consideraría pésima o de lo peor del año, sino más bien algo totalmente intrascendente.

Ojometro:
**

jueves, 24 de julio de 2014

Crítica: Seed 2: The New Breed (2014)


Secuela escrita y dirigida por Marcel Walz, pero cuyo productor principal es nada más y nada menos que nuestro amigo Uwe Boll. Salió directamente en DVD para Alemania este mes de julio; mientras que su llegada a los Estados Unidos bajo este formato, así como en VOD, está programada para el próximo mes de octubre.

Sinopsis:

Regresando de su despedida de soltera en Las Vegas, Christine (Natalie Scheetz) junto con sus amigas maneja a lo largo del gran y caluroso desierto de Nevada. Sin embargo, ellas no se encuentran solas en dicho lugar, ya que el asesino serial Max Seed está de regreso y ahora trae a toda su familia con él.



Comentarios generales:

La verdad me sorprendió bastante el enterarme que habría una secuela de Seed, uno de los trabajos más controvertidos de Uwe Boll no solo por ser malo, sino por el grado de violencia/morbo que manejaba. Simplemente no había forma de que se pudiera igualar esto último y por ello esta entrega tenía que ser diferente de algún modo, lo cual ocurrió.

The New Breed es un ente distinto a su predecesora debido a que Walz prefiere no solo ofrecer un slasher híper violento, sino que además trata de contar una historia mucho más compleja que no deje de lado la violencia o los momentos sádicos que pusieron en el mapa a Max Seed. Esto mediante la idea de ir revelando todos los acontecimientos de manera alterna, sin seguir una línea de tiempo fija que le permita al espectador sentirse cómodo con lo que está viendo y que así vaya descifrando desde antes lo que va a ocurrir; una idea que ciertamente no es mala, pero esta tan mal implementada ya que por momentos convierte a la historia en una muy difícil de seguir por el poco sentido que le da a las acciones de la familia asesina.

Simplemente le quita mucha fluidez; de pronto estás viendo una escena intensa llena de sangre y en lugar de continuar con esa línea para ir revelando más detalles lo que se hace es cambiar de manera abrupta a otra escena que en la línea de tiempo ocurrió antes e involucra una conversación aburrida entre las amigas. Así es la película como por 50 minutos, los avances se dan muy lento, el impacto de las muertes nunca llega a ser tan efectivo y además a eso hay que agregarle que realmente nunca te explican muy bien las creencias religiosas de la familia o los motivos por los cuales toman decisiones tan extrañas: es el típico caso en donde pasa mucho en pantalla, pero realmente te dicen poco todo el tiempo.

El final es lo mejorcito por un par de sorpresas que hay, pero al igual que todos los minutos previos se siente muy flojo; sin impacto.

Las actuaciones son bastante lamentables, nadie se salva. En la producción tiene sus puntos fuertes en el soundtrack y sin duda con los efectos/maquillaje que le añaden un nivel de brutalidad adecuado a la película; en especial a una escena de crucifixión.

Opinión final: Seed 2 evoca a absolutamente todos los atroces trabajos de Boll, aunque al menos se nota un poco más de idea en cuanto a la presentación general.

Ojometro:
*