martes, 17 de marzo de 2015

Crítica: Dead Still (2014)


Película escrita y dirigida por Philip Adrian Booth (Death Tunnel), quien hace su regreso a los largometrajes. Se estrenó en el canal Syfy durante octubre del año pasado como parte del especial “31 Days of Halloween” y desde entonces ha salido en formato digital.

Sinopsis:

Tras la muerte de su famoso bisabuelo, el fotógrafo de bodas Brandon Davis (Ben Browder) hereda una antigua cámara que le pertenecía y con la cual se dedicaba a fotografiar a los muertos durante la época victoriana. Emocionado la utiliza de manera inmediata, pero pronto todos aquellos a los que ha fotografiado empiezan a sufrir de horribles y bizarras muertes que están conectadas con el oscuro pasado de su fallecido familiar.



Comentarios generales:

En los meses recientes el canal Syfy ha adoptado una nueva postura en cuanto al contenido que presentan y eso se ha visto reflejado en las producciones de terror. Con esto no quiero decir que ahora todo lo que hacen son las joyas que el género buscaba, pero si se nota un poco más de esfuerzo por mostrar algo mucho más elaborado y Dead Still, aunque se queda a medias, es un buen ejemplo de esto.

Ya que Booth nos regala una historia cuyo punto central es uno muy básico (un objeto poseído) pero toma inspiración de un aspecto real antiguo como lo es fotografiar a los muertos para darle un toque en extremo tétrico a todo. Realmente durante los primeros 30/35 minutos no se complica la vida en lo absoluto al sustentar gran parte del encanto por medio de una atmósfera 100% aterradora para los niveles de TV y presentar una dinámica de muerte tras muerte cada cinco minutos que le añade un toque de gore poco esperado, pero a la vez muy bien logrado que complementa de buena manera todo el misterio que rodea a la cámara; generando de paso una sensación de que algo realmente importante puede desencadenarse.

Lamentablemente lo importante nunca llega y eso se debe a que de pronto la simpleza se pierde para darle paso a una serie de enredos que nunca son debidamente explicados o que, en su defecto, son tratados con pinzas. Lo que originalmente se trataba sobre un objeto poseído ahora pasa a ser una trillada historia de dos mundos cuyo ritmo es en exceso acelerado y repite lo mismo sin mucho chiste, provocando así que se torne bastante aburrida en el momento más trascendental de todos.

El final es poco satisfactorio. Lo alargan demasiado y todo el tiempo se siente carente de emoción; nunca logran que el conflicto se sienta nivelado como para generar la tensión necesaria que mínimo te haga dudar un poco.

Las actuaciones en general son aceptables, aunque Ray Wise destaca por encima del resto a pesar de que recibe muy poco tiempo en pantalla. La producción es sin duda su punto fuerte: está bien ambientada considerando ciertas limitantes que se ve que tuvieron con la dirección de arte; el trabajo de fotografía ayuda a generar un ambiente perfecto en determinados momentos; el sonido es bueno y la caracterización de los espíritus está bien lograda. Sin embargo, son los efectos prácticos los que resaltan dado a lo gráficos que son durante la primera mitad de la película.

Opinión final: Dead Still está ok. Realmente es una película digna de TV que no les dejará mucho, pero tampoco es un desperdicio.

Ojometro:
***