martes, 6 de octubre de 2015

Crítica: Final Girl (2015)


Película dirigida por el debutante Tyler Shields, cuyo guión fue escrito por Adam Prince basándose en una historia creada por Stephen Scarlata, Alejandro Seri y Johnny Silver. Se estrenó el pasado 14 de agosto dentro de los Estados Unidos de manera limitada en cines y VOD, mientras que su salida en formato físico se dio este 6 de octubre.

Sinopsis:

Verónica (Abigail Breslin) es una pequeña niña huérfana que queda a cargo de un hombre llamado William (Wes Bentley), quien tiene como objetivo convertirla en el arma definitiva. Doce años después escogen a un grupo de chicos que han estado matando jóvenes rubias por diversión, a los cuales Verónica tendrá que eliminar como parte final de su entrenamiento. 



Comentarios generales:

Existen películas que uno sabe casi de manera inmediata que generarán división entre los fans mientras las estás viendo y aunque los motivos pueden variar, la mayoría suele tener un denominador común: más envoltura que contenido. Lo cual sin duda es el caso con Final Girl debido a que se trata de un trabajo que está diseñado de una forma específica para ocultar diversas carencias con el guión y que en gran medida ese termina siendo su principal atractivo.

Desde el inicio Shields deja en claro que el aspecto visual jugará un papel fundamental y de hecho sorprende al espectador ofreciendo detalles que uno esperaría ver por lo menos hasta el segundo acto sobre el modus operandi de los asesinos o de la misión final de Verónica, provocando así que básicamente la primera media hora sea una constante serie de flashbacks que revelan una relación extravagante entre los dos personajes principales. Algo que termina siendo un problema a largo plazo porque el saber desde muy temprano lo que ocurrirá provoca que la construcción de suspenso sea prácticamente imposible y hace que el espectador este más ansioso por llegar al momento del enfrentamiento que otra cosa; volviendo así casi todos los detalles secundarios irrelevantes.

Para nuestra fortuna el ritmo no es cansino, todo fluye con de manera agradable a pesar de que muchas cosas no parecen tener sentido al nunca profundizar sobre cuestiones vitales de la historia como los motivos de William para escoger a ese grupo de chicos en especifico o por qué estos cazan únicamente jóvenes rubias (entre otras cosas). Ante esta falta de contenido lo que deciden es centrar todo en el comportamiento de los asesinos previo a la cacería, complementándolo con un aspecto visual que se encarga de crear una atmósfera cuyo mayor logro no solo es hacer que lo que ocurra en pantalla luzca increíble, sino también poder servir como el conducto ideal para añadirle un poco de tensión necesaria a algo tan predecible.

Los últimos 20 minutos son lo mejor de la película. La verdad el enfrentamiento final no es tan violento o sangriento como lo esperaba, incluso tiene pocos elementos de terror convincentes; sin embargo, si logra generar algunas escenas de pelea con la suficiente fuerza como para suplir dichos elementos y ofrecer un desenlace satisfactorio a pesar de las pocas respuestas brindadas.

Las actuaciones no están nada mal si consideramos la poca sustancia que tienen los personajes; con una Abigail Breslin que combina encanto con rudeza de manera perfecta para creerle por completo su papel de arma definitiva. La producción es donde más resalta: el trabajo de fotografía es espectacular de inicio a fin (sobre todo la parte nocturna en el bosque), la dirección de arte está bien cuidada, tiene un buen score, un gran trabajo de sonido y efectos que no son nada del otro mundo.

Opinión final: Final Girl está ok, pero definitivamente tiene puntos en contra que harán que más de uno la deteste.

Ojometro:
***