lunes, 19 de octubre de 2015

Crítica: Last Shift (2015)


Película dirigida por Anthony DiBlasi (Cassadaga), quien además es co-escritor del guión junto a Scott Poiley. Se estrenó dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de octubre en DVD, Blu-ray, plataformas digitales y VOD; aunque todavía no hay información sobre si tendrá distribución internacional.

Sinopsis:

La novata oficial de policía Jessica Loren (Juliana Harkavy) ha sido asignada para cuidar la vieja estación mientras espera la llegada de un equipo especial que se encargará de recoger evidencia tóxica que se encuentra en la bodega. Lo que no sabe es que ahí se suicidó junto a dos de sus seguidoras el líder de un culto y desde entonces ese lugar ha estado rodeado de sucesos extraños que pronto descubrirá.



Comentarios generales:

Al tener tantos años viendo cine de terror uno se vuelve prácticamente inmune a los sustos porque aprendes a identificar de manera inmediata los trucos o fórmulas utilizadas para lograr ese propósito, algo que sin duda suele cambiar la experiencia al ver las películas en comparación con aquellos que no son fans. Por eso mismo siempre es gratificante cuando algún trabajo me llega a poner nervioso o me genera alguna sensación similar, sobre todo cuando para eso utilizan elementos tan básicos como en de Last Shift.

Lo que nos trae DiBlasi es una historia cuyo punto central gira en torno a los problemas de la oficial para olvidar la muerte de su padre, dando a entender como a ciertas personas les resulta más difícil el periodo de transición después de la pérdida de un ser querido; sin embargo, en lugar de generar mucho drama por dicha tragedia y sustentar todo el primer acto en una dinámica lenta con un ritmo pesado, lo que hace el director es utilizarla simplemente para ir atando ciertos cabos sueltos más adelante. Esto da la oportunidad para construir una atmósfera especial desde un inicio, dejando en claro poco a poco que dentro de la estación pasa algo extraño por medio de algunos sustos fáciles, sonidos, situaciones un tanto grotescas y especialmente una llamada que sirve como la vía perfecta para develar el tema del culto.

Básicamente se trata de ir jugando psicológicamente con el personaje de Jessica, pero también con el espectador al no ofrecer muchas pistas claras sobre lo que en realidad ocurre, dejándote siempre con una duda razonable y en cierta manera con la guardia baja para que cada momento en el que se utilizan elementos de shock estos resulten efectivos a pesar de no durar demasiado.

Esta es una película en donde todo el tiempo logran mantenerte tenso, no importa la situación, siempre sabes que puede ocurrir algo incluso en las que son aparentemente simples; algo que se debe principalmente al gran sentido del timing que muestra DiBlasi y a su dosificación a la hora de presentar escenas sangrientas/violentas, ya que al no atascar la pantalla cada cinco minutos con estas le brinda más fuerza a las que existen (que son varias) y de paso evita que la historia caiga en los terrenos de un simple gorefest sin pies ni cabeza.  

La parte final es muy intensa al ser donde toda la cuestión satánica ligada al culto es explotada y se empieza a quebrar en todos los sentidos a la protagonista de manera muy inteligente; además de que se logran crear algunas escenas visualmente potentes que, combinadas con un ritmo mucho más frenético, ayudan a que el desenlace sorpresivo se desarrolle de manera perfecta.   

En las actuaciones realmente solo es Harkavy y no lo hace mal, pero sin duda merecen su mención todos los secundarios que hacen acto de presencia; sobre todo aquellos ligados al culto porque en verdad logran en pocos minutos un impacto muy fuerte. La producción es de una nota alta a pesar de su aparente sencillez: tiene un muy buen trabajo de fotografía, la dirección de arte es simple, el sonido es excelente y toda la cuestión de efectos/maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Last Shift es altamente recomendable. Uno de los mejores trabajos del año que demuestra como lo básico puede seguir funcionando cuando se hacen las cosas bien.

Ojometro:
*****