sábado, 17 de octubre de 2015

Crítica: Knock Knock (2015)


Película dirigida por Eli Roth, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Nicolás López y Guillermo Amoedo. Se estrenó en cines el pasado 11 de septiembre en México, mientras que en los Estados Unidos se dio de manera limitada y VOD durante el 5 de octubre.

Sinopsis:

Cuando un esposo y padre devoto se queda solo un fin de semana en su casa, dos extrañas y sensuales jóvenes tocan a su puerta en busca de ayuda. Al inicio todo luce como una simple casualidad, pero con el pasar de los minutos lo que solo era un buen gesto se convertirá en una noche de seducción que desencadenará un peligroso juego en donde salir con vida no parece ser una opción.



Comentarios generales:

A pesar de que su nombre se suele ver ligado año tras año con diferentes proyectos, el que Eli Roth dirija una película no es algo muy común y por ende estas suelen generar una expectativa importante. Sin embargo, en el caso de Knock Knock dicha expectativa no se dio, en gran parte porque The Green Inferno acaparó todo los reflectores, pero sin duda estamos ante el trabajo menos violento del director; así como el más elaborado que ha hecho hasta la fecha.

La verdad Roth se toma su tiempo para desarrollar su historia al presentar un primer acto poco impactante, donde el propósito no es generarle un shock inmediato al espectador, sino ir desenvolviendo poco a poco una relación entre los tres protagonistas que resulte tanto incomoda como erótica al mismo tiempo. Lo cual logra mediante diálogos absurdos sobre sexo, actitudes que no van con la edad del personaje de Evan y, sobre todo, dándole mucho tiempo en pantalla con poca ropa a los personajes de Genesis y Bel sin nunca caer en lo vulgar; creando así expectativa para la inevitable escena de sexo que significa un punto de quiebre en todo lo que está por venir.

Y es que aunque ya sepas lo que va a ocurrir gracias al trailer, el grado de locura presentado aquí está muy por encima del que esperas; con dos personajes femeninos que basan su tortura no mediante un daño físico extremo como en muchos otros trabajos, sino más bien por medio de juegos mentales cuya única meta es quebrar a su víctima y así lograr cada una de sus metas. Un aspecto que sin duda decepcionará a algunos gracias a que elimina casi en su totalidad la violencia característica del director, pero que a mi juicio termina siendo el modo perfecto para dejar que sean las dos actrices quienes carguen con todo el peso de la historia y establecer así un ritmo mucho más agradable utilizando sus peculiares métodos, los cuales además le brindan un poco más de diversidad a una dinámica que rápidamente se vuelve algo repetitiva.

El final es efectivo, aunque sin tanta fuerza como uno esperaría. Aquí es cuando se nota la falta de imaginación y ciertamente el conflicto es poco satisfactorio ante lo cargado que esta para uno de los bandos (Evan es inepto como pocos), evitando con esto una mayor tensión que sin duda era necesaria para el desenlace sorpresivo que presentan.

En cuanto a las actuaciones Keanu Reeves ofrece lo de siempre, ni siquiera los momentos en donde trata de imprimir un poco más de intensidad cambia mucho su postura; aunque por otra parte, tanto Lorenza Izzo como Ana de Armas están estupendas, reflejando un grado de locura realmente bueno sin caer en excesos. La producción no es nada ostentosa: el trabajo de fotografía es acertado, la dirección de arte dentro de la casa está bien cuidada, el score casi no lo notas y todo lo que tiene que ver con cuestiones de efectos o maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Knock Knock cumple con sus objetivos de sensualidad y locura, pero le falta más sustancia. Aún así es una opción aceptable para rentar un fin de semana.

Ojometro:
***