jueves, 28 de enero de 2016

Crítica: Martyrs (2016)


Remake de la película francesa de 2008 dirigido por los hermanos Kevin y Michael Goetz, cuyo guión fue escrito por Mark L. Smith. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de enero, mientras que su salida en formato físico se dará a inicios del mes de febrero.

Sinopsis:

Una década después de haber escapado de una brutal tortura, Lucie (Troian Bellisario) sigue buscando revancha de sus captores y cuando finalmente los encuentra tratará de conseguir todas las respuestas que de niña nunca pudo; aunque esto ponga en jaque su amistad con Anna (Bailey Noble), la única persona en la que confía.



Comentarios generales:

Existen películas que simplemente no están diseñadas para funcionar a nivel mainstream y sin duda la obra original de Pascal Laugier se encuentra en dicha categoría. Por eso cuando se anunció esta nueva versión no pude evitar el tener muchísimas dudas al respecto, no solo porque estaba seguro en que disminuirían la violencia para hacerla mucho más digerible, sino también porque a diferencia de algunos otros remakes aquí no había gente involucrada que me hiciera pensar que en verdad se quería realizar un producto digno que estuviera a la altura de uno de los mejores trabajos de la década pasada. Algo que al final de cuentas fue lo que ocurrió, ya que Martyrs es un remake completamente innecesario.

Uno que durante al menos los primeros 30/35 minutos no se puede decir que sea malo gracias a que los hermanos Goetz aplican la fórmula de duplicar casi de manera intacta esta parte, por ahí le añaden unas cuantas cosas de su cosecha al inicio de la amistad entre Lucie y Anna durante su infancia, pero en líneas generales no se arriesgan demasiado. Obvio tampoco cuentan con ese factor sorpresa que significa la masacre inicial por obvias razones (salvo que no hayas visto la original), aunque se las arreglan para ofrecer buenos momentos de terror a pesar de que no pueden desplegar un nivel de violencia mucho mayor.

Hasta este punto se puede decir que todo es aceptable; sin embargo, una vez que se llega al segundo acto se entra a una espiral de malas decisiones con el guión que son muy difíciles de digerir. Empezando por el cambio de un personaje fundamental (Sam) que de manera inmediata provoca que elementos de gran impacto visual se desvanezcan por completo, dando paso a una historia digamos mucho más simple y en base a esto cambiar de manera muy notoria los caminos de ambas protagonistas.

Básicamente toda la brutalidad por el abuso físico no se da; si tratan de recrear un poco de esto, pero la mayoría de las torturas son fuera de cámara. Simplemente no cuenta con ese aire de desesperanza tan desgarrador con el cual tienes que lidiar de manera forzada para poder involucrarte de lleno con el sufrimiento que experimentan y eso le quita mucho sentido al visionado.

La parte final es tal vez lo más decepcionante. Ante los cambios era claro que no sería igual al original, pero el camino que toman es uno tan convencional y “correcto” que simplemente no te provoca ninguna clase de emoción; además de que todo el misterio que rodea al tema de lo que hay después de la muerte es arruinado por completo al ser básicamente revelado y no dejar que sea el propio espectador quien saque sus propias conclusiones.

Sobre las actuaciones no puedo decir que Bellisario y Noble estén mal, ambas hacen un trabajo adecuado con todo lo que les dan para trabajar y eso provoca que logren una química interesante. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es pulcro, la dirección de arte cumple, tiene un muy buen score (tal vez lo mejor de la película), los efectos son muy básicos y el trabajo de maquillaje se ve reducido al mínimo gracias a los cambios en la historia.

Opinión final: Martyrs es el claro ejemplo de un remake que nunca tuvo que existir. Si vieron la original en definitiva la van odiar; si no, puede que les guste un poco más.

Ojometro:
**