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martes, 18 de julio de 2023

Crítica: Bird Box: Barcelona (2023)

Spin-off dirigido por Álex y David Pastor, quienes además son los responsables del guión. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 14 de julio.

Sinopsis:

Después de que el mundo se vio plagado por una misteriosa fuerza que manipula las emociones de las personas para que estas se suiciden, Sebastián (Mario Casas) y su hija empiezan una travesía para sobrevivir dentro de la ciudad de Barcelona.


Comentarios generales:

No cabe duda que, cuando salió en 2018, Bird Box fue todo un fenómeno de marketing que se vio beneficiado por el hecho de que en aquella época Netflix todavía gozaba de una buena reputación entre el público a nivel general; sin embargo, cuando uno la veía se topaba con un producto mediocre en el que lo más llamativo era su enorme similitud con “The Happening”. Por ello es que este spin-off no parecía ser tan buena idea porque se veía complicado que pudiera corregir todo lo que no pudo hacer bien la historia base y esos es, en efecto, lo que ocurre con Bird Box: Barcelona.

Ya que lo traído por los hermanos Pastor es más de lo mismo al presentarnos una historia que jamás trata de esclarecer las cosas con respecto a la amenaza e inmediatamente propone algo que cambia por completo la perspectiva sobre el personaje de Sebastián, convirtiéndolo prácticamente en un villano cuyas motivaciones no son difíciles de entender, más si resultan un tanto huecas dado al poco contexto que existe sobre lo que está acabando con la humanidad. Provocando así que desde temprano uno no sienta demasiado interés por él y su drama personal, el cual está pensado para ser la fuerza dominante detrás de sus encuentros con otros sobrevivientes, pero que ante la falta de sorpresa vuelve aburrido el visionado rápidamente.

Ante esto la entrada al segundo acto no tiene muchas cosas llamativas, aunque probablemente lo mejor de la película lo vemos aquí debido a que se atreven a construir algunas escenas que logran proporcionar tensión por medio de muertes y la desconfianza que el comportamiento de nuestro protagonista empieza a provocar entre los demás personajes. Algo que lamentablemente no se logra mantener por mucho tiempo gracias al problema fundamental de no saber cómo explicar lo que es la amenaza y tratarlo de maquillar con un culto que sabes que está ahí, más no representa nada fundamental en el desarrollo dada su raquítica presencia en pantalla salvo por un par de flashbacks.

Situación que hace que la parte final difícilmente tenga un gran impacto, a pesar de que se deja de lado el sigilo para dar paso a la acción. Teniendo así un desenlace que por lo menos trata de cambiar un poco la dinámica previa y hacer que Sebastián tenga su momento de redención, sin que esto signifique que logren buenos resultados; en especial porque con el cierre dejan más dudas que certezas.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, Mario Casas está correcto como todo el elenco y nada más. Mientras que en producción se nota que hubo un presupuesto de consideración: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Bird Box: Barcelona es decepcionante. Película con básicamente los mismos problemas que la original.

Ojometro:
**

viernes, 4 de enero de 2019

Crítica: Bird Box (2018)


Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Susanne Bier y cuyo guión fue escrito por Eric Heisserer. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 21 de diciembre.

Sinopsis:

Cinco años después de que una presencia siniestra llevara a la mayoría de la sociedad al suicidio, una madre y sus dos pequeños hijos hacen un intento desesperado para llegar a un refugio. Aunque esto no será nada sencillo debido a que la amenaza no puede ser vista y tendrán que realizar su travesía a ciegas.



Comentarios generales:

Creo que es difícil no estar de acuerdo en que Netflix tuvo un 2018 impresionante en cuanto a su oferta de terror se refiere, ya que el servicio de streaming estuvo lanzando contenido casi todo el año que abarcó bastantes subgéneros. Realmente con lo que habían sacado en octubre/noviembre era más que suficiente para cerrar el año, pero todavía tenían a Bird Box en espera y, aunque su fecha de salida no fue precisamente la más conveniente, no podía ignorarla. Mucho más porque sin duda es un trabajo controversial.

Y es que además de tener que pasar por las inevitables comparaciones con “A Quiet Place”, lo que nos trae Bier también tiene que lidiar con aquellas a “The Happening” gracias a lo idéntica que resulta su premisa. Una que sin duda es atractiva y sirve para contar una historia que la directora aborda, al menos de inicio, como si se tratará de una de zombies durante los eventos del pasado y que va alternando con el viaje del presente para brindar así una dinámica agradable que con el paso de los minutos logra captar tu interés gracias al misterio que hay detrás de la amenaza; además de que cuenta con algunos momentos de impacto que elevan el nivel de intensidad de manera adecuada.

Realmente durante los primeros treinta minutos las cosas fluyen sin problemas, pero pasando este periodo de tiempo todo empeora y se vuelve prácticamente imposible que se rectifique el rumbo, no solo porque lo que ocurre en pantalla se empieza a sentir repetitivo, sino porque lo que rodea a las criaturas que provocan los suicidios nunca parece tener una explicación lógica y la información brindada solo son migajas a las que les tienes que ir encontrando cierto sentido. Obligando así a que los conflictos se centren más entre los sobrevivientes y, sobre todo, a añadir una amenaza externa que se siente muy forzada e incluso tiene menos sentido que la principal (¿Por qué a los locos no les afecta?).

A esto hay que agregarle la poca efectividad al tratar de generar momentos de tensión, los cuales son importantes considerando que la película pone siempre en escenarios poco ventajosos a los personajes pero que, salvo por un par de estos, realmente nunca existen situaciones en las que el espectador verdaderamente sienta preocupación por lo que ocurre.

La parte final tampoco es la mejor; de hecho, diría que empeora las cosas. Y no es tanto porque nunca se muestre a la amenaza, eso creo que termina quedando en segundo plano cuando en lugar de esclarecer varios puntos importantes solo van aumentando las dudas y te dejan con muchísimas preguntas sin responder al apostar por un desenlace abierto a interpretación.

En cuanto a las actuaciones es donde sin duda tiene sus puntos más fuertes, con una Sandra Bullock (Malorie) que carga sin demasiados problemas con el peso de la película y con un John Malkovich (Douglas) que tiene una participación que roba cámara. La producción también es buena: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score está ok, el trabajo de sonido es bueno y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Bird Box es bastante decepcionante. Película con potencial que nunca logra su cometido.

Ojometro:
**