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viernes, 20 de noviembre de 2020

Crítica: The Dark and the Wicked (2020)

Película escrita y dirigida por Bryan Bertino (The Strangers, The Monster). Se estrenó directamente en VOD el pasado 8 de noviembre dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de diciembre.

Sinopsis:

En una aislada granja dentro de un área rural, un hombre está muriendo lentamente. Ante tal situación toda su familia se reúne para llorarle, aunque poco a poco una aterradora oscuridad rodeará la casa y algo maligno se empezará a manifestar frente a cada uno de ellos.


Comentarios generales:

Durante los últimos cuatro años ha sido muy evidente la explosión de cierto tipo de películas cuyas temáticas oscuras y depresivas han dado mucho de que hablar, posicionándose como algunas de las más alabadas dentro del género. Así que no resulta extraño que cada vez más directores se aventuren a experimentar con esta clase de propuestas debido a que les ofrecen una oportunidad de oro para que sus carreras se revitalicen u obtengan impulso, lo cual sin duda The Dark and the Wicked puede representar para el suyo.

Y es que Bertino nos trae un filme que bajo estos conceptos se adapta perfectamente a lo que a él le gusta, ósea… un ritmo lento y brindar pocas respuestas. 

Algo que puede ser un repelente para muchos, pero que en realidad funciona de manera idal en una historia que desde el primer minuto se sustenta en la desolación y en base a eso construye un distanciamiento familiar que, en lugar de irse sanando, solo empeora gracias a que los miembros básicamente son desconocidos el uno para el otro; especialmente los hijos, que lo único que comparten es el remordimiento por haber abandonado a sus padres.

Todo bajo una atmósfera en verdad oscura que poco a poco se va adueñando de las acciones bajo un ritmo lento, incluso cansino; con el que el director construye sucesos que pueden pasar de la total calma al shock inmediato en cuestión de segundos y con ello ir estableciendo la peligrosidad de lo que los está asechando, mientras se te brindan algunas muy sutiles pistas de lo que podría ser. Ya sea por medio de sueños, alucinaciones o interacciones raras con determinados personajes que en su conjunto van generando una tensión enorme y que dejan en claro que no importa lo que hagan, o si son creyentes, simplemente nada salvará a esta familia de la maldad que ha decidido afectarlos.

Lo cual lleva a una parte final que se encuentra completamente invadida por la sensación de desesperanza y al mismo tiempo contiene muchísima fuerza visual. Ya que es aquí donde el nivel de intensidad se eleva de manera importante, con escenas de impacto muy bien realizadas que magnifican el alcance de la amenaza y llevan a un cierre que deja cosas abiertas a la interpretación, pero que encaja a la perfección con el tono que se vio durante noventa minutos.

En cuanto a las actuaciones nos encontramos buenos trabajos, con Marin Ireland (Louise) siendo la que más resalta y con el siempre efectivo Xander Berkeley (Sacerdote) dejando su marca con una breve, pero inquietante participación. La producción tiene varias cosas para destacar: el trabajo de fotografía es excelente, la dirección de arte muy simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Dark and the Wicked es una buena película. De lo mejor de 2020, aunque su ritmo y falta de respuestas concretas puede no ser del agrado de muchos.

Ojometro:
****

lunes, 14 de noviembre de 2016

Crítica: The Monster (2016)


Película escrita y dirigida por Bryan Bertino (The Strangers, Mockingbird). Se estrenó vía DirecTV dentro de los Estados Unidos durante el mes de octubre, mientras que salió en VOD y de manera limitada en cines el pasado 11 de noviembre. Su llegada a otros mercados probablemente se de hasta 2017.

Sinopsis:

Kathy (Zoe Kazan) y su pequeña hija Lizzy (Ella Ballentine) se verán obligadas a confrontar a un aterrador monstruo cuando sufren un accidente en una carretera solitaria.



Comentarios generales:

Uno siempre anda buscando cosas nuevas o, por lo menos, cosas que se atrevan a variar un poco las fórmulas convencionales dentro del género. Sin embargo, también se nos suele olvidar que en ocasiones ir con algo convencional puede brindarnos una experiencia agradable y sorprendernos con pequeños detalles que no esperas, lo cual fue el caso con The Monster: una de las sorpresas del año y la confirmación de que su director es realmente bueno para sacar lo mejor de conceptos ya muy vistos.

Esto porque Bertino no solo utiliza al monstruo de manera literal, sino que también se encarga de utilizar dicho concepto para representar una alegoría a las adicciones, convirtiendo así una historia simple en algo mucho más serio de lo que parece. Sobre todo durante un primer acto donde las cosas se centran de manera importante en la inestable relación que existe entre madre e hija, quienes no se soportan gracias a la turbulenta vida de Kathy; esto mientras que de manera muy sutil se va introduciendo la amenaza externa por medio de la generación de una atrapante atmósfera que te pinta un panorama sumamente desalentador para nuestras protagonistas.

Panorama que se vuelve mucho más agobiante mientras te van mostrando diversos flashbacks bastante crudos sobre la vida que han tenido y que solidifican de manera importante la desconfianza de Lizzy hacia su madre, a quien incluso en una situación de vida o muerte no puede ver como alguien de confianza y eso le agrega complejidad a esta tensa dinámica. Una que, si bien no se vuelve un baño de sangre extremo, si muestra un nivel violencia e impacto significativos conforme la criatura hace su aparición y que fluye de manera extremadamente ágil a pesar de que prácticamente todo se centra en un mismo lugar.  

La parte final es desgarradora y muy potente. No solo se cierra el círculo en el tema de que una madre hará absolutamente cualquier cosa por su hijo, sino que también se logra que el personaje de Lizzy tenga una necesaria evolución al vencer sus propios miedos para acabar de recuperar ese lazo especial con su madre e, indirectamente, terminar con su infancia.

Las actuaciones son para destacar, la verdad Kazan hace un estupendo trabajo como la madre alcohólica con la que el espectador tiene un carrusel de emociones y sentimientos durante 90 minutos; mientras que Ballentine te atrapa de manera inmediata, aunque por momentos puede llegar a ser un poco desesperante. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía es estupendo, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido funciona perfecto, los efectos están bien hechos y el trabajo maquillaje resulta efectivo.

Opinión final: The Monster es una buena película. Puede que no esté al nivel de otros grandes trabajos, pero sin duda se trata de los mejores de 2016.

Ojometro:
****

martes, 11 de noviembre de 2014

Crítica: Mockingbird (2014)


Película escrita y dirigida por Bryan Bertino (The Strangers), quien hace su regreso después de seis años de ausencia. Se estrenó a inicios de octubre dentro de los Estados Unidos por medio de diversas plataformas digitales y posteriormente el día 21 salió en formato físico, aunque no se sabe si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Una pareja, una estudiante y un perdedor reciben tres cámaras con la instrucción de filmar todo lo que ocurre mientras les llegan más reglas que deben de seguir. Al inicio todo es diversión, pero con el transcurso de la noche comprenderán que se encuentran dentro de un aterrador juego del cual no pueden escapar.



Comentarios generales:

The Strangers fue una película que me gustó mucho en su momento y el saber que su director volvería después de todos estos años me generaba cierta emoción, esto a pesar de que Mockingbird llevaba en la congeladora un par de años (situación que por lo general no es buena señal). La premisa en el papel lucia atractiva como para poder brindar algo interesante que evocara un poco a su exitoso debut del 2008, pero definitivamente en esta ocasión no encontró el rumbo.

Ya que Bertino nos trae un found footage poco inspirador donde pretende mezclar algunos conceptos ya vistos hasta el cansancio por medio de una dinámica que en todo momento se siente obsoleta y sin imaginación, llena de situaciones que no llevan a ningún lado dentro de una historia de por si limitada. Presentando una introducción exageradamente larga dentro de una película que a duras penas alcanza los 75 minutos, la cual durante un gran porcentaje del tiempo te limita a ver a cuatro personajes que por alguna razón aceptan filmar todo por medio de cámaras viejas (esto se desarrolla a mediados de los 90s) sin la necesidad de cuestionar absolutamente nada a pesar de que es algo extraño; simplemente te dan tours por sus casas o se dedican a tener conversaciones poco interesantes que vuelven muy difícil el poder involucrarse de lleno con lo que ocurre en pantalla.

Una vez pasada esta introducción las cosas suben de intensidad ligeramente, aunque el problema radica en su presentación: la premisa del juego en si es interesante, pero no saben cómo mostrártela. Hay dos historias que son prácticamente idénticas en cuanto a ritmo y tono, mientras que la tercera, la del perdedor, adopta una postura mucho más “cómica” que termina provocando un desbalance notorio al momento de querer generar tensión; básicamente actúa como un ancla que le quita fuerza a las pocas situaciones de verdadero suspenso que logran construir y la vuelve sumamente aburrida.

El único punto positivo que le encontré fue la justificación para que se estuviera filmando en todo momento, lo cual resulta tan simple como deshabilitar el botón de encendido.

El final es muy predecible a partir de que comprendes la conexión de los eventos y eso le quita interés, además de que la “sorprendente” revelación termina sintiéndose sin ningún tipo de impacto ante lo genérica que es.

De las actuaciones hay poco que decir debido a que casi no hay material para hacerlo y los actores en realidad se limitan a los gritos comunes en esta clase de trabajos. La producción tampoco tiene mucho para resaltar: el trabajo de iluminación me pareció deficiente, el sonido está bien cuidado para que todo se pueda entender claramente, tiene un score estándar y carece prácticamente en su totalidad de efectos o maquillaje complejo.

Opinión final: Mockingbird es bastante pobre. Es una película más que olvidarán después de una o dos horas de haberla visto.

Ojometro:
**