Mostrando entradas con la etiqueta Cary Murnion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cary Murnion. Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de agosto de 2020

Crítica: Becky (2020)


Película dirigida por Jonathan Milott y Cary Murnion (Cooties), cuyo guión fue escrito por la tripleta conformada por Nick Morris, Ruckus Skye y Lane Skye. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 5 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

El fin de semana de Becky (Lulu Wilson) con su padre en la casa del lago se convierte en un auténtico infierno cuando un grupo de convictos en fuga les realizan una inesperada visita.



Comentarios generales:

El año pasado vimos a Dannis Quaid salirse de su zona de confort para adentrase en el género de terror y este año tocó el turno de Kevin James, un actor que incluso generaba más sorpresa considerando que toda su trayectoria se ha centrado en la comedia. Por eso mismo es que Becky resaltaba por encima del resto de las películas en esta época carente de estrenos de peso, él era el mayor punto de venta; sin embargo, al final su presencia se puede decir que resultó meramente anecdótica.

Y es que lo que nos regalan Milott y Murnion se podría describir como la “Home Alone” del cine de terror, donde realmente todo lo importante recae en su joven protagonista y lo demás termina siendo secundario.

Esto por medio de una historia de invasión que es bastante simple en su estructura y cuyo inicio no es precisamente emocionante debido a que más que nada se centra en el escape de los presos y, sobre todo, en lo frágil que es emocionalmente hablando el personaje de Becky. Quien inclusive durante el primer acto queda parada como alguien un tanto desagradable en medio de una dinámica familiar muy frágil que te brinda el suficiente contexto para entender los motivos detrás de su comportamiento.

Lo realmente destacable inicia pasando los 30 minutos de metraje, ya que es cuando el conflicto adquiere unos tintes mucho más violentos y se le da más juego a los convictos; en especial al personaje de Dominick. Cuyas motivaciones realmente son vagas y terminan generando un problema a largo plazo, pero que para propósitos de impacto visual llevan las cosas a terrenos sumamente convenientes debido a que aquí no se guarda nada en lo que respecta a la sensibilidad del espectador, haciendo poco a poco que Becky se vaya convirtiendo en una maquina asesina con la cual disfrutas ver cómo resuelve de manera perturbadoramente creativa un problema en el que tiene una desventaja evidente.

Todo bajo un ritmo dinámico que se traslada hasta una parte final que encontré bastante disfrutable gracias a la intensidad con la que se maneja y porque no escatiman en nada para generar impacto. Aunque definitivamente si te quedas con cierta sensación de vació con respecto a un detalle en especifico (la llave) debido a que básicamente es por esto que se desencadena todo y no responden la pregunta fundamental que conlleva.

En cuanto a las actuaciones, quien se lleva todos los reflectores es Lulu Wilson. Tal vez no con el personaje más complejo que existe, pero si al que logra sacarle el máximo provecho por medio de un comportamiento violento (incluso sádico por momentos) con el cual puedes llegar a sentir mucha empatía y que de alguna forma logra que no cuestiones tanto la credibilidad de sus enfrentamientos físicos con tipos mucho más grandes que ella.

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, cuenta con un score adecuado, el trabajo de sonido no tiene fallos, la labor de maquillaje resulta efectiva y los efectos están muy bien hechos para añadir un nivel de shock que resulta fundamental en el filme.

Opinión final: Becky me gustó. Película simple, pero muy violenta que te deja claro que Lulu Wilson puede llegar a ser alguien importante dentro del género los próximos años.

Ojometro:
****

jueves, 8 de octubre de 2015

Crítica: Cooties (2015)


Película dirigida por la dupla Jonathan Milott / Cary Murnion, cuyo guión fue escrito por Leigh Whannell y Ian Brennan. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado 18 de septiembre dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico ya fue confirmada para el próximo 1 de diciembre.

Sinopsis:

Cuando un virus de cafetería convierte en zombies a los niños de una escuela primaria, un grupo de peculiares maestros deben de unir fuerzas para escapar de la masacre. Entre ellos se encuentra el sustituto (Elijah Wood), cuya única meta era terminar de la mejor manera su primer día, pero ahora tendrá que sobrevivir tanto a los niños como a sus colegas en lo que se podría describir como el peor lunes de sus vidas.



Comentarios generales:

Originalmente planeada para salir en algún punto del 2014, esta era una de las películas que más esperaba desde hace meses pero por cuestiones meramente ligadas al estudio (mandaron a filmar un nuevo final) su salida fue retrasada en diversas ocasiones y poco a poco empezaba a caer en la irrelevancia. Aunado a esto, también tenía que lidiar con el hecho de que incluso dentro del género de terror el basar proyectos con niños suele ser complicado debido a que no son muchos los que se atreven a exponerlos en condiciones violentas; sin embargo, a pesar de estos obstáculos, Cooties se las arregla para brindar una agradable experiencia.

La verdad es que la historia no es nada del otro mundo, sigue un patrón muy básico visto en cualquier cantidad de trabajos en donde un virus se esparce de determinada manera, aunque en esta ocasión la diferencia es que los afectados son únicamente los niños y eso plantea un escenario completamente diferente. Algo que los directores dejan en claro desde muy temprano con la presentación de un extravagante grupo de profesores que, contrario a lo habitual, ahora son los que representan los clásicos estereotipos abundantes en el cine de terror para establecer así otro conflicto que tendrá cierta relevancia más adelante; además de que es la forma ideal para darle humor al sangriento inicio de la catástrofe por como manejan la situación cada uno de ellos. 

Un humor que casi todo el tiempo se encuentra entre el límite de ser hilarante (hay un referencia a The Lord of the Rings genial) o increíblemente estúpido, pero que es manejado de manera inteligente para añadirle algo más a un concepto que se torna repetitivo al tener a los personajes escapando de los zombies del punto A al punto B sin grandes cambios. Una situación que tampoco es que afecte demasiado gracias al ritmo tan fluido que se le imprimen a las cosas; todo ocurre a gran velocidad, no existe mucho tiempo para relajarse y los únicos momentos en donde se baja ligeramente dicho ritmo son para darle más desarrollo al breve triangulo amoroso.

Aunque esto no significa que la película no cuente con su buena dosis de sangre, violencia y momentos tensos porque claro que cuenta con todo esto. Tal vez no de manera tan explícita pero dichos elementos son bien implementados para que ciertos eventos importantes resulten efectivos; sobre todo durante el segundo acto que se desarrolla por la noche y brinda un escenario ideal para imprimirle un look mucho más siniestro.

La parte final es muy divertida. Aquí se desata la locura y es donde claramente ya había la suficiente confianza para mostrar cosas arriesgadas con respecto a los niños zombie, lo cual ayuda a expandir una historia que parecía limitada solo a un escenario meramente local; abriendo así el panorama para una potencial secuela. 

El casting está muy bien elegido, Wood es la estrella pero se trata más de un conjunto de actuaciones que se complementan para hacer funcionar personajes que en su mayoría rayan en lo caricaturesco. La producción es sólida: el trabajo de fotografía brinda un aspecto muy colorido que va acorde a la historia, la dirección de arte no es nada espectacular, el score tiene cierto toque al de shows de TV noventeros, cuenta con buenos efectos y el trabajo de maquillaje es de buen nivel.

* Cuenta con una escena post-créditos.

Opinión final: Cooties es bastante divertida. No ofrece nada realmente nuevo o innovador, pero sin duda les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****