viernes, 7 de marzo de 2014

Crítica: Grand Piano (2014)


Producción española dirigida por Eugenio Mira y escrita por Damien Chazelle. Apenas se estrenará este 7 de marzo de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos, pero desde mediados de febrero está disponible en VOD y diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Tom Selznick (Elijah Wood) es un aclamado pianista que está dispuesto a hacer su regreso a los escenarios después haber sufrido un ataque de pánico cinco años atrás. Los nervios no lo dejan en paz, pero para su mala suerte eso no será lo peor de la velada cuando se dé cuenta que un desconocido lo tiene en la mira y si toca tan solo una nota mal este acabará con su vida en pleno concierto.



Comentarios generales:

En tiempos donde la palabra “realista” suele dominar dentro de los motivos por los cuales muchas personas consideran buena o mala una película, la verdad resulta gratificante ver de vez en cuando una historia imposible que solo puede existir en el cine y justificar, aunque sea un poco, su existencia dentro de una época en donde la creatividad es escasa.

Lo que Mira y Chazelle nos traen con Grand Piano es un thriller a la vieja escuela en todo el sentido de la palabra, contándonos algo que en la vida real resultaría imposible que se diera, pero con una fluidez que prácticamente no permite al espectador pensar mucho en esas cuestiones para mejor concentrarse en cada pequeño detalle u dialogo que pudiera resultar determinante en el desarrollo de las cosas. No por nada muchos la están catalogando como un trabajo con cierto aire de Hitchcock (guardando las reservas, claro), ya que aquí la tensión se va generando no por el uso de ruidos, impacto visual o trucos fáciles, sino por medio de los propios acontecimientos en pantalla entre los personajes. Un sello inequívoco del suspenso de antaño.

En cuanto al ritmo es estupenda. Dura apenas una hora con veinte minutos, pero no es que necesitara de más tiempo para contar lo que quería contar; todo está muy bien estructurado, nunca se siente apresurada y le da el espacio suficiente a cada situación para que funcione. Aunque dentro de sus desventajas pudiera estar el hecho de que realmente no tiene mucha violencia o sangre, aspectos que pudieran extrañar aquellos a los que no les resulte muy atractivo ver a un tipo durante más de una hora sentado tocando el piano.

El final es adecuado y emocionante; sin embargo, debo de decir que si hay un ligero resbalón en la cuestión del tiempo puede que sea aquí. Personalmente no tuve muchos problemas considerando que la dinámica entre el protagonista y el antagonista se da durante todo el concierto, pero su encuentro final pudo ser un poco más memorable con unos cinco minutos más.

En las actuaciones nuevamente Elijah Wood sorprende; tal vez no llegue a los niveles que alcanzo con Maniac, pero su interpretación es bastante convincente a pesar de que se ve limitado en lo que puede hacer. En producción también tiene una nota muy alta: el trabajo de fotografía es muy sutil y la dirección de arte totalmente adecuada; aunque es indudable que el sonido y, sobre todo, el score se llevan los reflectores ya que ambos aspectos engrandecen algunas cosas que bien pudieran resultar irrelevantes.

Opinión final: Grand Piano es en verdad recomendable. Es una película que abarca diferentes tipos de público, pero creo que los fans del género quedaran complacidos.

Ojometro:
*****

jueves, 6 de marzo de 2014

Crítica: Gingerclown 3D (2014)


Producción húngara (aunque hablada en ingles) que significa el primer largometraje del director Balázs Hatvani. Se estrenó en algún punto del 2013 en su país de origen, pero fue apenas el pasado 14 de enero cuando salió a la venta en DVD y BR en el Reino Unido.

Sinopsis:

En 1983 unos estudiantes de preparatoria ingresan a un parque de diversiones abandonado del cual se dicen muchas cosas, pero ninguna se le comprara a la realidad. Ya que este es un lugar dirigido por un aterrador payaso (Tim Curry) y su séquito de peculiares monstruos.  



Comentarios generales:

Definitivamente este es un trabajo peculiar dado a que se trata de una producción de un país poco conocido por hacer cine de terror, dirigido por un director ya veterano que apenas hace su debut y cuya historia se realiza en Los Ángeles, pero con puro actor británico. Vamos… creo que una combinación más extraña que esta no se puede encontrar.

Con Gingerclown 3D lo que nos trae Hatvani es algo exageradamente simple, ya que con excepción de los primeros 10 minutos esta película sigue una fórmula lineal que nunca cambia: un par de chicos caminando por el oscuro lugar que escuchan ruidos extraños, investigan, ven un monstruo y corren. Lo cual para muchos puede resultar exageradamente aburrido, pero yo particularmente no lo sentí tan pesado gracias a que me recordó por momentos a muchas películas de los 80s e inicios de los 90s (especialmente para TV) cuya fórmula era la misma para tratar de exponer lo menos posible las limitaciones del guión con algo mucho más elaborado.

Sin embargo, su problema es indudablemente que nunca parece decidir de manera clara qué camino quiere tomar; por momentos luce como si se fuera por el lado del terror, pero inmediatamente cambia de tono y se va mas por la comedia, lo cual genera una dinámica un tanto extraña que te deja esperando por algo que nunca llega y cierta sensación de vacío debido a que quienes busquen sangre no la encontraran realmente, mientras que los que busquen grandes risas tal vez tampoco las encuentren.

Y es que hay que decirlo, la peculiaridad de todo esto está en el humor de los monstruos: estos son sumamente bizarros (el primero que aparece es una tetera que habla), pero sus interacciones no son precisamente para el gusto de todo el mundo y pudieran parecer muy bobas.

El final es completamente genérico y poco gratificante, ya que uno lleva esperando ver al payaso de manera completa durante más de una hora y cuando por fin sale no hacen nada memorable con él.

En actuaciones la mayoría de los actores presentes simplemente están ahí sin ofrecer la gran cosa y sufriendo enormidades en tratar de ocultar su acento, mientras que los nombres conocidos nunca aparecen en pantalla porque solo se limitan a prestar sus voces; las cuales en ocasiones ni se escuchan como las de ellos (ejem! Tim Curry ejem!). En producción es donde si resalta, especialmente en la dirección de arte con todo lo que respecta al parque de diversiones y en los animatronics utilizados para los monstruos que, si bien son algo arcaicos, encajan perfectamente con el estilo visual de la película.

Opinión final: Gingerclown 3D es en cierto modo un homenaje a varios trabajos, pero nunca termina por convencerte.

Ojometro:
**

martes, 4 de marzo de 2014

Crítica: The Hospital (2014)


Película dirigida por la dupla conformada por Tommy Golden y Daniel Emery Taylor (este último también es uno de los guionistas). Salió directamente en DVD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, pero apenas el pasado 1 de marzo en VOD y diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Una joven estudiante decide ir al hospital St. Leopold's para hacer una investigación escolar respecto a todas las leyendas que rodean dicho lugar, pero es secuestrada por un tipo de nombre Stanley. Días después un grupo de investigadores paranormales llegan al lugar y Stanley será una de las tantas sorpresas que les esperan. 



Comentarios generales:

Tenía pensado escribir la crítica como generalmente lo haría con cualquier película, pero después de meditarlo durante unos minutos he decidido que no vale la pena desperdiciar mi tiempo.

Ya que The Hospital tiene absolutamente TODO mal, al grado de que sería inútil detallar por segmentos cada cosa que me haya disgustado; mucho más cuando es un trabajo que a los cinco minutos varios se darán cuenta que es un asco y muy probablemente la dejarán de ver.

En serio. Yo entiendo que hay entusiastas que hacen cine por amor a pesar de tener un presupuesto prácticamente nulo, pero este trabajo parece más que nada una manera de reflejar deseos ocultos de los guionistas ya que no le encontré nada de interesante o que justificara mostrar múltiples escenas de violaciones, necrofilia e incluso una clase de pintura con esperma. De hecho, me sorprende que alguien haya dado luz verde para su distribución.

En fin… NO LA VEAN.

Opinión final: Decir que es una mierda sería poco. The Hospital es simplemente un insulto a los fans y al género.

Ojometro: Cero estrellas 

domingo, 2 de marzo de 2014

Crítica: Dead of the Nite (2014)


Primer largometraje y por ende debut dentro del género del director S. J. Evans. La película salió a la venta en DVD, VOD y plataformas digitales en los Estados Unidos el pasado 7 de enero, mientras que ya se ha informado que estará llegando a otros mercados con el pasar de los meses.

Sinopsis:

Cuando un grupo de famosos cazadores de fantasmas en la red es masacrado en una mansión que se presume tiene una gran cantidad de actividad paranormal, las autoridades tendrán que descubrir que fue lo que verdaderamente pasó. Para ello cuentan con los vídeos recuperados de la escena del crimen y mientras los ven descubrirán algo aterrador.



Comentarios generales:

En el 2013 tuvimos Evidence, la cual personalmente disfrute mucho por la forma en la que combinaba el found footage con el estilo clásico y si hay una película con la que Dead of the Nite puede compararse es precisamente esa, aunque no con los mismos resultados.

Lo que Evans en realidad nos trae es una historia poco inspiradora que pretende darle un nuevo giro a la cada vez más desgastada fórmula de mansiones con actividad paranormal al incluir a un asesino en toda la ecuación; una idea que podrá escucharse cool de inicio, pero que conforme pasan los minutos se confirma que no lo es tanto. Y es que ambas cosas simplemente no congenian, no se siente nada natural el mezclarlas y te termina resultando muy estúpido primero el estar viendo una sesión con tabla Ouija para luego darte cuenta de que ese evento (como prácticamente todos los previos a la matanza) termina teniendo cero relevancia en la parte del asesino serial.

Otro problema que tiene es que, a diferencia de Evidence, aquí la integración de los dos formatos no se siente nada fluida: la mayoría del found footage está totalmente fuera de lugar hasta que empieza la cacería de los personajes. Situación que no permite una consistencia en los eventos; existen demasiadas escenas totalmente intrascendentes que no solo no generan siquiera un pequeñísimo desarrollo en los personajes, sino que además evitan que el propio espectador se sienta lo suficientemente integrado desde la perspectiva de primera persona y, por ende, el nivel de tensión se incremente.

La parte final no esta tan mal. La identidad del asesino no es sencilla de descifrar y su cacería, si bien no es nada del otro mundo, termina agregándole una dosis de acción y violencia más que necesaria a un trabajo que lo pedía a gritos.

En actuaciones el nombre que más resalta evidentemente es el de Tony Todd, quien tiene un rol muy limitado (5 minutos a lo mucho); de ahí en fuera todo lo demás difícilmente se les quedara grabado en la cabeza. En producción es sumamente limitada, al grado de que realmente lo único más o menos destacable son los pocos efectos de la parte final; aunque cuenta con una de las elaboraciones de sangre más tristes que recuerde.

Opinión final: Meh! Dead of the Nite solo les quitara una hora y media de su tiempo por lo tremendamente aburrida e intrascendente que resulta.

Ojometro:
**