viernes, 4 de julio de 2014

Crítica: Deep in the Darkness (2014)


Película del director Colin Theys (Dead Souls), la cual es una adaptación de la novela del 2004 con el mismo nombre escrita por Michael Laimo. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el pasado mes de abril y también salió para VOD. 

Sinopsis:

Esperando encontrar paz y tranquilidad para su familia, el doctor Michael Cayle (Sean Patrick Thomas) acepta un trabajo como médico privado en el pequeño pueblo de Ashborough. El cambio cultural para su familia no es sencillo, pero él cree que podrán sobrellevarlo a pesar de los extraños miembros de la comunidad; sin embargo, lo que no sabe es que algunas leyendas locales son más reales de lo que cree.



Comentarios generales:

Yo no he leído la novela, así que no tengo idea sobre si la película es fiel o no, pero en general la sentí como una mezcla poco efectiva entre The Wicker Man y Rosemary’s Baby a la que le falta ser mucho más convincente en lo que nos quiere contar.

Es muy obvio que en Deep in the Darkness lo que quiso hacer Theys fue mantenerse lo más cercano posible al libro para no molestar a los fans, ya que todo el tiempo se siente una dirección extremadamente rígida, donde las libertades son mínimas y se apega a una línea del tiempo que puede resultar un poco extraña para algunos considerando el total secretismo que se maneja durante los primeros 30/40 minutos. Situación que personalmente no me molesto; de hecho, creo que como manejan el tiempo es bastante bueno (si ningún tipo anuncio para que el espectador sepa cuanto ha transcurrido y así se compruebe su grado de atención), pero eso mismo convierte esta parte en una bastante aburrida: llena de misterio si, pero sin ningún tipo de momentos que construyan algo que en verdad desees ver cómo termina.

Una vez pasado este lapso las cosas mejoran, aunque igualmente es el inicio de muchos huecos y preguntas sin responder dentro de la historia. Si esto no te importa seguramente disfrutaras la fluidez que mantiene, así como la violencia decente que se muestra, pero si no puedes borrarte todas las dudas de la cabeza se convertirá en un sinsentido bastante grande al que le cuesta demasiado trabajo poderte involucrar en todo el sufrimiento por el que pasa la familia principal e incluso sentirás una completa indiferencia por como manejan la situación. Vamos… incluso la aparición de las criaturas se siente totalmente carente de impacto dentro de la propia trama ante lo poco que se te revela de estas.

El final está bien en cuanto a la venganza manejada, pero la sensación de sorpresa que se supone tendría que causar la revelación definitiva nunca llega.

En las actuaciones realmente el único que resalta es Sean Patrick Thomas, quien en general logra un término medio entre el padre amoroso y el padre ingenuo que funciona durante toda la película. La producción no está nada mal: tiene una buena fotografía y la ambientación de pueblito ajeno al mundo es decente; aunque en la parte de la sangre/maquillaje quedan a deber considerando que poco se puede apreciar de las criaturas y la mayoría de las muertes se producen fuera de cámara.

Opinión final: Deep in the Darkness es aceptable, pero realmente no creo que sea un must see. Si leíste la novela puede que te agrade; de lo contrario, te resultará indiferente.

Ojometro:
***

martes, 1 de julio de 2014

Crítica: Eat Your Heart Out (2008)

Película dirigida por James Tucker y escrita por Joshua Nelson. Salió directamente en DVD en el año 2008 (en Estados Unidos bajo el nombre de Skinned Alive) y en la actualidad se la puede encontrar disponible en algunas plataformas digitales.

Sinopsis:

En la ciudad de Nueva York varios hombres han muerto de manera violenta, víctimas de una prostituta que literalmente se los come vivos. Por otra parte esta Jeffrey (Jack Dillon), un perdedor cuya vida apesta y que solo quiere encontrar una mujer que le de cariño; un día sus caminos se cruzan, generando así una relación como ninguna otra.


Comentarios generales:

El mejor cine independiente dentro de este género por lo general es aquel que trata de salirse de los estándares establecidos explotando al máximo sus recursos y ciertamente Eat Your Heart Out, aunque se queda corta en su propósito general, es un exponente bastante honroso de esto considerando que para la época en la que salió todavía no se daba el auge indie que existe ahora.

Tucker desde el primer minuto establece que su principal propósito no es asustar al espectador, sino llevarlo por un camino en donde sea la propia historia de amor entre los dos personajes principales la que se lleve toda la atención, aderezándola con algunos momentos extremos de gore bien implementados. Una situación que puede generarle muchos problemas con varios fans sin duda, pero que en términos generales es bien manejada dado a que el director no solo juega con la idea de que Pandora pudiera ser o no real, sino que además genera cierto misterio a su alrededor para crear un interés genuino en lo que respecta a los motivos que hay detrás de su gusto por la carne.

El problema llega cuando al momento de revelar esta cuestión no se explica de manera efectiva, te dejan con muchas dudas. ¿Es un zombie o un demonio?.

Por lo mostrado parece ser que es lo primero y aún así no estoy completamente seguro. De ser así, las libertades que se toman son muchísimas; al grado de que rompen varias reglas básicas de los zombies que nuevamente pueden ser un factor en su contra ante un espectador que no esté lo suficientemente satisfecho con una historia que conforme pasan los minutos va perdiendo fuerza e incluso se torna muy repetitiva. Además de que la historia alterna presentada se siente más de relleno y termina teniendo muy poca relevancia.

El final lo sentí muy acelerado. No está mal, pero definitivamente hubiera preferido un poco más de explicaciones antes de llegar al último encuentro.

Sobre las actuaciones debo de decir que Dillon no me convenció del todo, por momentos lo sentí muy exagerado y rayando casi en lo caricaturesco; mientras que Melissa Bacelar en general está bien. La producción es limitada, lo mejor es el trabajo de maquillaje que proporciona escenas con muchísima sangre y un impacto gráfico importante con realmente poco.

Opinión final: Eat Your Heart Out es un filme independiente interesante. Realmente no da terror, pero su historia vale la pena.

Ojometro:
***

sábado, 28 de junio de 2014

Crítica: Blood Lake: Attack of the Killer Lampreys (2014)


Película del director James Cullen Bressack (Hate Crime, 13/13/13), la cual es una producción de The Asylum. Se estrenó directamente en TV para el canal Animal Planet (si, leyeron bien) dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de mayo como parte de su “Monster Week”; aunque no sé si llegará a la señal para Latinoamérica.

Sinopsis:

Después de acabar con la población de peces, miles de lampreas hambrientas empiezan a atacar a los ciudadanos de un pequeño pueblo cuyo lago se ha vuelto su nuevo hogar. Mientras la comunidad corre por sus vidas, las autoridades tendrán que evitar que estos animales lleguen a otros lugares y su amenaza se expanda a lo largo del país.



Comentarios generales:

¿Tiburones? Ya. ¿Cocodrilos? Ya. ¿Pirañas? Ya. ¿Calamares gigantes? Ya. Bueno… ¿Entonces que nos queda por explotar? ¡LAMPREAS ASESINAS! *Aplausos y gritos*

Esa me imagino fue la manera en la que se decidió realizar una película sobre estas peculiares criaturas, ya que nunca en mi vida me hubiera imaginado el ver algo como lo que nos trae Bressack; incluso dentro de toda esta nueva ola de churros para TV que han estado saliendo en los últimos años.

Evidentemente la originalidad no es su fuerte, de hecho, su estructura es básicamente una combinación de Piranha 3D con cualquier otra película del canal Syfy en donde animales asesinos aterran a las personas; sin embargo, a diferencia de la mayoría de estas, aquí pareciera que se quieren tomar las cosas demasiado en serio y al final eso termina quitándole parte del encanto de serie b que pudiera llegar a tener al presentar situaciones cuyo aporte es mínimo para el desarrollo de la ya de por si limitada trama (especialmente aquellas que involucran al hijo). En general nunca logra presentar esa gran escena que te atrape y las lampreas no son especímenes lo suficientemente interesantes como para poder sustentar mucho tiempo en pantalla utilizándolas.

Además no ayuda en nada el hecho de que sea en extremo repetitiva. Si tiene mucha sangre, y si, hay algunas escenas que valen la pena por lo exageradas que resultan, pero ciertamente una vez que se llega a los 30/35 minutos ves pasar exactamente lo mismo una y otra vez hasta el punto de que realmente lo único que cambia es el escenario o el miembro de la familia que tiene que ser rescatado, provocando no solo el aburrimiento del espectador, sino que además la aleja muchísimo del planteamiento original.

Incluso el final es un tanto estúpido porque parece insignificante para la titánica amenaza que supuestamente representan las lampreas.

Las actuaciones son planas y prácticamente todos se sienten muy forzados, salvo Christopher Lloyd en su papel de alcalde. La producción es lo que se pudiera llegar a esperar de una película de The Asylum: trabajo de fotografía decente y mucho CGI, aunque lo que hacen con las lampreas para volverlas aterradoras es aceptable considerando las limitantes que tenían con este animal.

Opinión final: Attack of the Killer Lampreys es absurda como pocas cosas, aunque si son fans de este tipo de películas difícilmente les aburrirá.

Ojometro:
*

jueves, 26 de junio de 2014

Crítica: Lord of Tears (2014)


Producción británica dirigida por Lawrie Brewster y escrita por Sarah Daly. Su presencia más fuerte se ha dado en festivales, pero desde hace algunos meses está disponible una edición de colección tanto en DVD como en Blu-ray que pueden conseguir aquí.

Sinopsis:

James Findlay (Euan Douglas) es un maestro que sufre de constantes pesadillas que involucran a un extraño ente. Convencido de que de alguna forman se encuentran ligadas con un incidente del pasado, este decide regresar a la casa donde paso su niñez en las montañas escocesas; lugar en donde su curiosidad hará que tenga que pelear para sobrevivir las brutales consecuencias.



Comentarios generales:

En fechas recientes el cine de terror británico ha manifestado un resurgimiento notorio y en gran parte por el camino experimental que varios directores han decidido tomar con sus filmes. Una tendencia que ha convertido a este en un cine divisivo, que genera muchas clases de comentarios por parte de los fans; situación que no creo que cambie mucho con Lord of Tears.

En lo que es su segundo largometraje, la dupla Brewster-Daly nos trae un trabajo cuyo propósito inicial es envolverte en una atmósfera poco usual y golpearte con un arrollador estilo visual que indudablemente harán que tu interés se dispare como ocurre con pocas cosas; logrando de manera más que efectiva la generación de un suspenso con algunos pequeños elementos que se encargarán de ir estableciendo gran parte del tono de la película. Sin embargo, un aspecto que sin duda jugará en su contra con varios espectadores es el tiempo que se toma Brewster para desarrollar la historia y en gran parte se debe a que implementa un ritmo exageradamente lento/pausado durante la primera hora; donde se le da mucho énfasis a las visiones del personaje principal como una vía de escape a la monotonía e incluso por algunos lapsos se torna un tanto aburrida.

Aunque una vez llegada la mitad y cuando hace su acto de aparición The Owlman las cosas cambian de manera radical, convirtiendo la monotonía en una locura llena de dinámica que es complementada con algunas imágenes bastante perturbadoras. Y es que a pesar de que la revelación que dispara todo esto no es tan difícil de descifrar, si termina cambiando las cosas de manera positiva; dándole un aire de cine de terror mucho más claro, subiéndole el grado de intensidad y finalmente brindándole sentido a las visiones que predominaron al inicio. Sin decir que se muestra una estructura mucho más digerible para el espectador en general.   

El final está bien. Básicamente te lo revelan en la primera hora y si no te dormiste en ese lapso lo vas a ver venir.

De las actuaciones debo de decir que Douglas no me convenció nunca, lo sentí demasiado exagerado todo el tiempo (sus gritos resultan insoportables); aunque por otra parte Alexandra Hulme está bastante bien en las dos facetas que presenta su personaje. La producción es sólida: el trabajo de fotografía es muy bueno y algo clave para la atmósfera que se construye, el score está bien y la caracterización de The Owlman, si bien es simple, cumple a la perfección con su cometido de dejártelo grabado en la memoria.

Opinión final: Lord of Tears está ok. No es precisamente mi tipo de película predilecta, pero vale la pena checarla (además de que la edición de colección es un gran producto).

Ojometro:
***