Mostrando entradas con la etiqueta Cine Serie B. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cine Serie B. Mostrar todas las entradas

martes, 3 de diciembre de 2024

Crítica: Street Trash (2024)

Remake dirigido por Ryan Kruger, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a James C. Williamson. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de noviembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de indigentes rebeldes deben de pelear para sobrevivir cuando descubren un macabro plan del gobierno para exterminar a cada indigente de la ciudad.


Comentarios generales:

Los remakes son algo inevitable dentro de la industria del cine y lo seguirán siendo por muchos años más, así que ya no soy tan negativo ante estos como ocurría hace 15 o 20 años atrás. Sin embargo, incluso para hacer uno creo que se debe de tener cierta conciencia del interés que puede llegar a generar y por eso siempre me parece extraño que se elijan películas de culto de los 80s que para muchas personas son totalmente desconocidas, simplemente es un riesgo muy grande; en especial si cambias cosas del material original como ocurre con Street Trash.

Y es que si bien lo traído por Kruger es un remake que también funciona vagamente como secuela, lo cierto es que toda la sátira política/social desaparece casi por completo y el humor negro se ve suplantado por una comedia barata que pareciera haber sido escrita por adolescentes. Teniendo como base a un grupo de indigentes extravagantes que durante los primeros minutos más o menos logran que dicho humor tan pobre sea digerible dado a que las peculiaridades y la evidente locura de cada uno de ellos hacen que lo malo parezca algo intencional, pero con el pasar de los minutos queda claro que no es así.

Provocando con esto que poco a poco las cosas vayan cayendo en una dinámica bastante fastidiosa en la que la única salvación son las escenas de muertes, las cuales ciertamente son atractivas a nivel visual gracias a los efectos prácticos. Lo malo es que estas se dan de manera esporádica y ninguna tiene un peso significativo en la historia sino hasta mucho más tarde, generando que lo que ocurre en pantalla resulte insípido ante la carencia de un conflicto constante que pueda ir incrementando las tensiones entre ambos bandos y con ello se pueda construir algo mucho más épico durante la parte final.

Una que sin duda es lo más entretenido del filme debido a que es aquí donde por fin se deciden a que sea el caos lo que dicte el rumbo de las acciones y eso lleva a algunos de los momentos más efectivos en cuanto a la violencia se refiere. Aunque también es cierto que la falta de sustancia previa hace que el desenlace no tenga demasiada importancia y al final te quedes con una fuerte sensación de indiferencia.  

Sobre las actuaciones diría que funcionan hasta cierto punto tomando en cuenta el humor absurdo con el que tienen que trabajar y la química del grupo como tal no está tan mal. Mientras que en producción se nota que es de un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es básica, el score es un tanto genérico, el trabajo de sonido es limpio, los efectos prácticos están muy bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Street Trash es mediocre. Remake con un humor poco efectivo que difícilmente llegará a ser algo más que una simple curiosidad.

Ojometro:
**

viernes, 28 de junio de 2024

Crítica: A Most Atrocious Thing (2024)

Película escrita y dirigida por Christian Hurley y Ben Oliphint, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Dylan DeVol. Se estrenó en formato digital dentro de los Estados Unidos durante el mes abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 7 de mayo.

Sinopsis:

Ben (Ben Oliphint), Dylan (Dylan DeVol) y un grupo de amigos realizan un viaje de graduación a una cabaña remota en donde piensan beber, cazar y beber un poco más. Sin embargo, cuando consumen carne de ciervo contaminada, varios de ellos se empiezan a transformar en zombies demoniacos que solo quieren destruir al grupo.


Comentarios generales:

Por lo regular es fácil el poder identificar con solo el trailer cuando una película no se toma tan en serio y por lo consiguiente uno como espectador sabe establecer sus expectativas en base a eso, siendo este el caso con A Most Atrocious Thing. Un trabajo que en el papel suponía algo hilarante para pasar un buen rato, pero que se queda demasiado corto en dicho propósito.

Esto porque lo traído por Hurley y Oliphint es una comedia de terror serie b que no sabe cómo medir el nivel de absurdez que muestra en pantalla y eso provoca que una historia demasiado simple como esta no pueda tener la suficiente sustancia para darle un rumbo interesante, dejándola solo como una curiosidad que por obra de la casualidad tiene que ver con zombies.

Ante esto los primeros 35 minutos son bastante olvidables, llenos de un humor bobo y con avances muy tímidos en el desarrollo; siendo la aparición de una marioneta de ciervo lo único que resalta. Aunque una vez pasado ese periodo de tiempo las cosas mejoran ligeramente conforme el tema zombie va adquiriendo relevancia al construir algunas situaciones entretenidas que por lo menos saben combinar el humor con la sangre, no al grado de ofrecer un festival gore como se podría haber imaginado, pero si para solventar un poco la falta de emociones previas en base a elementos básicos que funcionan de forma correcta a pesar de las claras limitaciones.

Llevándonos así a una parte final que no cambia demasiado la tónica y que en cuanto a intensidad deja mucho que desear al nunca soltar el freno de mano cuando se trata de presentar violencia. Optando mejor por un desenlace que pretende tener cierta emotividad sin los mejores resultados y que queda como algo sin importancia.

De las actuaciones hay que decir que son caricaturescas y en su mayoría se sienten muy amateur. Mientras que en producción es claro el limitado presupuesto con el que se contó, pero no es algo que afecte de gran forma: el trabajo de fotografía es efectivo, la dirección de arte es discreta, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: A Most Atrocious Thing es mediocre. Comedia de terror con alguno que otro momento gracioso y nada más.

Ojometro:
** 

miércoles, 24 de marzo de 2021

Crítica: Slaxx (2021)

Película dirigida por Elza Kephart (Graveyard Alive), quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Patricia Gomez. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de marzo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando un par de jeans poseídos empiezan a matar al staff de una tienda de ropa la responsabilidad recaerá en la nueva empleada de nombre Libby (Romane Denis) para tratar de terminar con la masacre.


Comentarios generales:

Una de las ventajas que tiene el género de terror es que brinda la oportunidad de poder salirse de lo convencional y ofrecer las propuestas más extrañas que uno se pudiera imaginar. Lo raro es algo habitual y mucha de su historia se construyó así; sin embargo, si alguien me hubiera dicho hace unos meses atrás que iba a disfrutar una película que gira alrededor de un par de jean asesinos probablemente lo hubiera tachado de loco.

Y es que lo que nos presenta Kephart en verdad es entretenido a pesar del alto nivel de ridiculez que maneja la historia, la cual es bastante simple, pero en el fondo contiene cierta crítica hacía una problemática actual que al inicio ni te imaginas que pudiera tener.

Manejando un tono primordialmente cómico y estableciendo desde muy tempano que tanto la exageración como los estereotipos serán el sustento principal de las acciones bajo una estructura que es básicamente la de un slasher. Donde el desarrollo de los personajes realmente no es algo tan importante (salvo por un par de excepciones) y el principal atractivo es ver como la mayoría de los empleados de la tienda van cayendo uno por uno ante el peculiar asesino.

Masacre que sin duda cumple su propósito debido a que proporciona una cantidad considerable de sangre y, sobre todo, un nivel de originalidad elevado cuando se trata de aprovechar las características de los jeans para realizar las muertes. Las cuales además no están tan separadas una de la otra y eso brinda un ritmo ágil que ayuda a que el visionado se sienta ligero; en especial durante un segundo acto en el que se empieza a notar el estancamiento en las acciones ante las propias limitaciones que conlleva tener una amenaza y escenario como estos.

Algo que también afecta un poco a la parte final, aunque aquí se tiene la capacidad de darle la vuelta a dicha problemática por medio de situaciones que vuelven a elevar el nivel de ridiculez y porque se le da juego a la crítica antes mencionada, la cual es sutil pero contundente. Además de que no representa un obstáculo para dejar un cierre hasta cierto punto oscuro que ejemplifica totalmente el mensaje.

Las actuaciones no están mal, manejan un tono exagerado y casi caricaturesco que encaja perfectamente con lo que ocurre en pantalla sin que se vuelva algo molesto. En cuanto a la producción tenemos algo discreto que está bien hecho: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es buena, el score es aceptable, el trabajo de sonido es limpio y los efectos son simples pero efectivos.  

Opinión final: Slaxx está divertida. Película con una premisa por demás absurda que, contra todo pronóstico, termina funcionando.

Ojometro:
***

martes, 12 de enero de 2021

Crítica: Shadow in the Cloud (2021)

Película dirigida por Roseanne Liang, quien además se encargó de re-escribir el guión original de Max Landis. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Crítica:

Maude Garrett (Chloë Grace Moretz) es una piloto de la Segunda Guerra Mundial con documentos ultra secretos que aborda un bombardero en el que no es bienvenida por su tripulación y además se ve invadido por un malvado gremlin.


Comentarios generales:

Cuando se tiene que re-escribir un guión gracias a polémicas externas por lo regular el panorama no es el más alentador debido a que la idea original puede ser cambiada por completo en la búsqueda por distanciarse lo más que se pueda de aquella persona con la cual ya no se quiere estar vinculada. Es una situación poco agradable sin duda y que en el caso de Shadow in the Cloud parecía que le iba a afectar enormemente; sin embargo, al final logró salir mejor librada de lo que esperaba.

Y lo hace por medio de un enfoque casi de cine serie B en el que absolutamente todo se vale debido a que esta es una de las películas más cambiantes que haya visto últimamente. Donde parece que Liang fue plasmando sus ideas sin pensar demasiado sobre si estas encajaban del todo para una historia que en un punto simplemente espera que el espectador se entretenga con las locuras que presenta, aunque para llegar a eso primero hay pasar por un periodo en el que dicho enfoque no resulta tan evidente.

Esto porque los primeros 40/45 minutos se puede decir que se desarrollan de una manera más seria bajo el objetivo de hacer lucir a nuestra protagonista en un escenario cuasi claustrofóbico que obliga a Moretz a tener que cargar las acciones ella sola. Poniéndola no solo frente a un gremlin del cual se sabe poco o nada, sino además haciéndola participe dentro de ambiente misógino sumamente hostil con el que tiene que generar tensión interactuando únicamente con las voces de todos los actores secundarios, lo cual logra de manera efectiva.

Hasta ahí realmente las cosas son normales, pero una vez que se cruza la barrera de los 50 minutos la locura da inicio. Ya que de golpe algo que se había contenido en un escenario muy pequeño se transforma en acción frenética en la que vemos pasar situaciones que rayan en lo inverosímil (el ejemplo más claro es la escena con Moretz fuera del avión) y aún así resultan lo suficientemente entretenidas como para que te dejes llevar por la dinámica sin que te pongas a cuestionar cada detalle mientras Garrett se establece como la soldado definitiva.

Algo que se solidifica mucho más en una parte final en la que no bajan en lo absoluto el ritmo o las secuencias de acción y ella puede hacer literalmente de todo para salir bien librada. Cerrando con un enfrentamiento en el que no se te responde absolutamente nada con respecto al Gremlin pero funciona para los propósitos más elementales del filme.

En el tema de las actuaciones todo recae en la espalada de Chloë Grace Moretz, quien en realidad hace una buena labor para el tipo de personaje que le toca interpretar y el mensaje que se trata de mandar. En cuanto a producción, es de factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Shadow in the Cloud está pasable. Película absurda y totalmente palomera que van a disfrutar si la ven bajo esa mentalidad.

Ojometro:
***

viernes, 10 de enero de 2020

Crítica: Killer Sofa (2019)


Producción neozelandesa que significa el primer largometraje para el director Bernie Rao, quien además es el escritor del guión. Se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de octubre.

Sinopsis:

Un sillón reclinable asesino se obsesiona con una chica y empieza a cometer crímenes por pasión.



Comentarios generales:

Existen películas con las que no sabes que esperar y su visionado es un volado, pero hay otras que se encargan desde el primer instante en hacerte saber cuál es su apuesta y en el caso de Killer Sofa creo que no era nada difícil darse cuenta de esto. Ya que cuando se trata de un SOFÁ ASESINO claro que estamos ante un trabajo al que no hay que tomar demasiado en serio, aunque para mi sorpresa no todo lo presentado se maneja con el nivel de ridiculez que esperaba.

Y con esto no quiero decir que lo que nos trae Benie Rao no sea ridículo, porque si lo es; sin embargo, desde el primer acto establece que la historia como tal se va a manejar más como un tipo de thriller serio y no tanto como cine serie b, lo cual genera un conflicto evidente a la hora de presentar ciertas situaciones. Ya que no solo se tiene a un sofá asesino rondando por ahí, sino que además se incluyen elementos fantasiosos que involucran brujería y visiones que nunca pueden ser expuestas de manera exagerada por tratar de contener lo más que se pueda ese lado absurdo.

Un lado absurdo que para el bien de la película empieza a ser liberado con el pasar de los minutos y ya en el segundo acto se expone sin demasiados problemas, brindándole así una identidad de la que había carecido. Algo que además se logra con muchos momentos que en realidad parecen no estar diseñados con la intención de hacerte reír pero que lo logran de todas maneras debido a que, cuando se entra en la etapa donde el sofá tiene más exposición y empieza a matar, las cosas simplemente obtienen un tono mucho más ligero.

Llegando así a una parte final en donde pasa de todo, principalmente para mal. Por ahí incluyen una sorpresa que si resulta efectiva, aunque el resto de lo que ocurre solo enreda demasiado una premisa simple y en general te deja con la sensación de que lo presentado durante la hora previa no tuvo mucha relevancia.

Las actuaciones por lo menos no lucen como algo totalmente amateur, pero tampoco cuentan  con demasiada brillantez como para considerarlas más allá de algo apenas decente. La producción es adecuada para el presupuesto: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte cumple, el score está ok, el trabajo de sonido no es precisamente el mejor, la labor de maquillaje es simple y los efectos tienen una calidad dispar dependiendo del tipo que sean.

Opinión final: Killer Sofa es mediocre. Una de esas cosas absurdas que solo el género de terror es capaz de ofrecer y que algunos seguramente le encontrarán cierto encanto. 

Ojometro:
**

viernes, 6 de julio de 2018

Crítica: Shhhh! (2018)


Película escrita y dirigida por Jason Rutherford, la cual significa su ópera prima. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de abril, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

A Harris (James Henderson) y su madre les gusta ir a ver películas, pero siempre parece que los idiotas los persiguen en el cine para hacerles imposible disfrutarlas. Aunque pronto dichos idiotas empezarán a ser asesinados por un misterioso individuo mientras Harris confronta no solo su propio pasado, sino también su salud mental.



Comentarios generales:

Todo el mundo debe de empezar de algún modo y en una industria como la del cine eso es probablemente de las cosas más complicadas, ya que incluso con las facilidades tecnológicas de la actualidad el filmar una película es un verdadero reto por todo lo que involucra. Por eso cuando me topo con algún trabajo que significa un debut le suelo dar una oportunidad, es un riesgo calculado que estoy dispuesto a tomar porque básicamente es la única manera en la que vería estos trabajos con los que las probabilidades de encontrar buenas cosas son bajas y demasiado altas para toparme con bodrios como Shhhh!.

Y es que en verdad esta es una de esas películas que cuesta trabajo entender cómo diablos alguien le dio el visto bueno para distribuirla porque apenas se puede considerar por encima de un trabajo escolar. Donde Rutherford se escuda detrás del cine serie b para presentar mucha basura dentro de algo que en esencia se podría decir que es un slasher, pero que también quiere manejarse de manera muy superficial como thriller para darle un poco más de desarrollo a una historia en la que resulta complicado identificar exactamente cuál es su atractivo.

Ya que los asesinatos, si bien son llamativos (uno incluso raya en lo grotesco), solo representan un complemento circunstancial para generar dudas con respecto al personaje de Harry y así poder brindar la pequeña dosis de misterio que encaje con la parte detectivesca. Lo cual en teoría no se escucha tan mal, pero en la práctica resulta una aberración porque no solo se trata de un personaje que te genera poco interés o empatía, sino que además los eventos que giran alrededor de este son muy estúpidos al estar llenos de diálogos dignos de conversaciones adolescentes y por la poca fluidez que existe entre escenas.

De lo poco positivo que puedo decir es que al menos logran mantener bien escondidas las sorpresas para la parte final. Una que es igual de absurda que el resto de la película, pero al menos todas las piezas encajan de manera decente y te hacen pensar un poco en detalles que te las indicaban durante el resto del metraje.  

Las actuaciones son espantosas, claramente la mayoría de los actores son amateurs y todo luce increíblemente acartonado o caricaturesco. La producción es lo que uno se espera de un filme como estos: el trabajo de fotografía es pobre, el score es genérico, el trabajo de sonido es un desastre total, los efectos son prácticos pasables y la labor de maquillaje luce de atracción de feria.

Opinión final: Shhhh! es horrible. Evítenla a toda costa.

Ojometro:
*

jueves, 24 de mayo de 2018

Crítica: Party Bus to Hell (2018)


Película dirigida por Rolfe Kanefsky (Nightmare Man), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Michael y Sonny Mahal. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando un autobús plagado de sexys jóvenes adultos se descompone en medio del desierto una masacre da inicio al ser víctimas de un culto satánico. Los sobrevivientes son pocos y se encierran en el vehículo, pero pronto se darán cuenta que uno de ellos no es lo que aparenta.



Comentarios generales:

Después de ver el trailer no era muy complicado saber qué era lo que me esperaba con Party Bus to Hell, así que mis expectativas se encontraban en los niveles más bajos posibles. En realidad lo que me generaba más curiosidad era saber las razones por las cuales actrices de cierto renombre habían aceptado aparecer en un trabajo como este, lo cual sin duda tuvo que ser un buen cheque debido que se trata más que nada de un capricho de alguien cuyo valor es prácticamente inexistente.

Y es que lo que nos trae Kanefsky es cine serie b del peor que puede haber, ese que es malo no tanto por sus limitantes de presupuesto, sino por el simple hecho de que su historia no genera el más mínimo grado de interés; incluso para los parámetros existentes dentro de esta clase de películas. Ya que en esencia es softporn con humor muy estúpido en el que la única meta es llegar a la escena de sexo lo más rápido posible mientras se presentan personajes extravagantes con disfraces de cualquier tipo y a Tara Reid corriendo por el desierto sin tener gran influencia en la trama.

En eso consiste todo lo que verán, no hay sustancia y la poca elaboración que existe es demasiado básica al girar en torno a aspectos satánicos vistos miles de veces, los cuales se terminan perdiendo ante la prisa por querer ofrecer más sexo y desnudos. Todo para llegar a un final sin gran chiste, aunque sí con un poco más de violencia que hacen de esta parte al menos algo entretenida.  

Las actuaciones son lo que uno se imagina: exageradas e incluso rayando en lo caricaturesco por los diálogos que se manejan. La producción es de presupuesto exageradamente limitado: el trabajo de fotografía es malo, el score es pasable, el trabajo de sonido tiene fallos, los efectos en su mayoría son de un CGI de pésima calidad y la labor de maquillaje es probablemente lo mejor.

Opinión final: Party Bus to Hell es espantosa. Uno de esos fallidos intentos de cine serie b que solo les hará perder su tiempo.

Ojometro:
*

domingo, 10 de septiembre de 2017

Crítica: Peelers (2017)


Película dirigida por Sevé Schelenz (Skew) y escrita por Lisa DeVita (quien también tiene una breve participación en pantalla). Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos y Canadá a mediados de julio

Sinopsis:

Blue Jean (Wren Walker) es la dueña de un table dance dentro de un pequeño pueblo que en su noche de clausura tendrá que defender a sus strippers y su propia vida cuando varios de sus clientes se ven afectados por una extraña sustancia que los convierte en seres violentos que lo único que desean es matar.



Comentarios generales:

Debo de aceptar que cuando vi el trailer de Peelers esta me pareció atractiva porque su premisa en si lucia muy absurda y tenia potencial para ser cine serie b entretenido. Al final de cuentas el utilizar un table dance como escenario para realizar cualquier historia es por demás exótico y eso casi de inmediato te indicaba que no debías de tomar tan en serio lo que iba a ocurrir en la película; sin embargo, en este caso ni esa advertencia pudo salvarla de que fuera bastante olvidable.

Esto porque lo que nos regalan Schelenz y DeVita es algo que todo el tiempo sufre de una falta de convicción muy marcada sobre cómo quiere mostrar a sus personajes centrales, ósea… las strippers. A quienes durante gran parte del primer acto las muestran como mujeres fuertes, capaces de valerse por ellas mismas y sin dejarse intimidar por el ambiente de esta clase ambientes, pero también las ponen realizar acciones muy ridículas e incluso algo grotescas que eliminan prácticamente de golpe toda la construcción previa y con eso generan un conflicto muy evidente con respecto a la dirección a donde quieren llevar la historia; la cual, al menos durante los primeros 20/25 minutos, solo sabes que involucra infectados por la escena inicial.

Evidentemente conforme pasan los minutos el tema de la infección toma relevancia y esto hace que la sangre empiece a fluir, logrando así los momentos más divertidos por medio de elementos visuales impactantes proporcionados por varias muertes y un ritmo que llega a ser un tanto caótico por ciertos lapsos. Una fórmula efectiva sin duda, pero que para la mala suerte de todo el mundo se desgasta de manera muy rápida y provoca un marcado estancamiento; no solo porque nunca se te brindan grandes explicaciones sobre qué es la sustancia y por qué es tan difícil matar a los infectados, sino también porque el tema de las strippers fuertes básicamente queda en el olvido para darle paso a una dinámica mucho más genérica que, para colmo, obtiene tintes muy ridículos una vez que se revela cual es la solución para acabar con la amenaza.

La parte final tampoco es muy buena. Tiene algunos momentos pintorescos pero la explicación detrás de la infección es poco convincente y por la manera en la que se desarrollan las acciones llega un punto en donde realmente te termina importando poco si la mayoría de los personajes viven o mueren.

Las actuaciones no son desastrosas, pero tampoco nada para resaltar; realmente la mayoría saca con lo mínimo sus roles. La producción está ok: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte no tiene nada especial, el score es genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es probablemente lo más destacable sin ser espectacular.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Peelers es decepcionante. Película sobre infectados con algunos momentos decentes de la que se olvidarán en un par de semanas.

Ojometro:
**

domingo, 9 de octubre de 2016

Crítica: Phantasm: Ravager (2016)


Quinta entrega de la franquicia, dirigida por el debutante (dentro del género) David Hartman y cuyo guión co-escribió junto a Don Coscarelli. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de octubre, mientras que su salida en formato físico está planeada para noviembre/diciembre.

Sinopsis:

Después de varias décadas de estar enfrentando a The Tall Man y a su ejército de criaturas, Reggie (Reggie Banister) vivirá una última épica batalla multidimensional donde el futuro del planeta tierra se encuentra en juego.



Comentarios generales:

Hay franquicias cuyo estatus de legendarias se lo han ganado a base de múltiples secuelas para mantenerse en la mente del colectivo popular, pero existen unas cuantas que lo han conseguido en base a una legión de fieles fanáticos que no han dejado que caigan en el olvido y sin duda alguna Phantasm es la más importante de estas. 

En serio, si no fuera por los famosos Phans esta franquicia ya hubiera desaparecido hace mucho tiempo y Ravager es una película hecha exclusivamente para ellos en modo de agradecimiento, pero con pocas cosas que le puedan agradar a aquellos que en su vida han visto alguna de las entregas previas o no están familiarizados con la mitología que las conforman.

Esto porque Hartman y Coscarelli se apegan muchísimo a los elementos que han vuelto entrañable a Phantasm para muchos, ósea… una producción austera y, sobre todo, una historia enredada que no tiene mucho sentido. Lo cual en el primer acto no es tan notorio debido a que se liga con los hechos de la cuarta entrega para darle una última exhibición como badass a Reggie que funciona de manera perfecta gracias a que logra combinar acción y humor muy característicos utilizando a las esferas asesinas, todo con el principal propósito de hacerte sentir nuevamente familiarizado con este universo y establecer la sensación de peligro constante con la que nuestro protagonista ha tenido que vivir por tantos años. 

Lamentablemente a partir de los 30 minutos es cuando las cosas pierden rumbo, ya que las acciones empiezan a saltar entre la travesía apocalíptica de Reggie y la estancia de este en un asilo; un giro que no es exactamente algo complicado de entender y que probablemente se tuvo que hacer por las limitantes físicas con las que ya gozaba Angus Scrimm, pero que nunca termina por sentirse orgánico dentro de todo esto. No porque la poca coherencia me moleste, sino porque en cuestión de minutos se pretende que todo lo que se ha vivido sea parte de algo que hasta este punto no se había tratado y que limita muchísimo la presencia de The Tall Man; quien recibe un par de escenas para enmarcar, pero cuya historia queda inconclusa.

El final sin duda será muy polémico. El aspecto positivo es que brinda un cierre definitivo a Reggie, Mike, Jody y The Tall Man, pero por otra parte, es difícil ignorar que se dejan muchísimas preguntas sin respuesta para que sea el espectador quien saque sus propias conclusiones. Algo que probablemente no era lo que muchos esperaban, sobre todo con este escenario de realidades alternas que vuelve complicado definir cuál es la que en verdad importa.

Las actuaciones son lo mismo que uno lleva presenciando por todos estos años, pero ver las últimas escenas de Angus Scrimm es algo que a cualquier fan le va a sacar una lágrima. En cuanto a la producción creo que todo el mundo estará contento de ver que las cosas siguen igual: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score es épico como siempre, el trabajo de sonido es bueno y los efectos son una combinación de prácticos/CGI con ese sello de serie b  tan característico.

Opinión final: Ravager puede que no sea la conclusión perfecta, pero definitivamente dejará contentos a todos aquellos Phans que esperaron tantos años para verla.

Ojometro:
***

martes, 12 de julio de 2016

Crítica: Carnage Park (2016)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Darling, POD). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de julio, aunque aún no hay información disponible sobre su llegada a otros mercados o su salida en formato físico.

Sinopsis:

Es 1978 y un robo a un banco que salió terriblemente mal deja a Vivian (Ashley Bell) como la rehén de un par de criminales que huyen de la escena. Sin embargo, las cosas van de mal en peor cuando en su camino rumbo a México entran al terreno desértico de un dañado ex francotirador, quien los involucrará en un mortal juego del gato y el ratón.



Comentarios generales:

Debo de confesar que soy muy fan de toda película que se desarrolle en terrenos áridos e involucre algún tipo de inadaptado o inadaptados cuyo mayor propósito es aterrorizar a todo ser vivo que entre a sus territorios. Por ello Carnage Park era uno de los trabajos que más esperaba en el año, ya que desde el tráiler se podían notar sus influencias (The Texas Chainsaw Massacre, The Hills Have Eyes, Wolf Creek) y parecía que se uniría a esa lista de referencias obligadas en un futuro, pero al final se quedó a medio camino gracias a su falta contenido.

Y es que la película inicia verdaderamente bien con un escape que va mezclando el presente con los sucesos ocurridos en un no tan distante pasado para darte una idea general muy rápida de lo que desencadeno este desastre para Vivian. Todo por medio de una presentación muy bien cuidada que refleja al cine serie b de los 70s, pero que nunca pretende ser el punto central de tu atención y que solo sirve para complementar un primer acto lleno de tensión; donde el director con muy pocos elementos logra generar una sensación de peligro latente a base de diálogos que, en cuestión de minutos, cambian a una brutalidad gráfica para generar impacto inmediato mientras se entra a una dinámica completamente distinta rumbo al segundo acto.

Uno en el que el juego del gato y el ratón se desarrolla (al menos en su primera etapa) de manera muy fluida y con un ritmo casi perfecto mientras la protagonista se va a adaptando a las circunstancias dentro de este escenario totalmente adverso que le brinda muy pocas herramientas para poder sobrevivir. Sin embargo, esto con el paso de los minutos se va perdiendo cuando la historia se torna repetitiva y las decisiones de Vivian empiezan a resultar un tanto incoherentes; especialmente después de un aparente giro que básicamente acaba con la premisa y ocasiona que las acciones regresen a un punto muerto al que tratan de darle interés por medio de un cameo, pero que no es suficiente para arreglar el daño.

La parte final es bastante decepcionante. Aquí se entra en un punto en el que es muy evidente que el director ya no sabía cómo rellenar los minutos que faltaban y básicamente se limita a regalarnos una persecución en la oscuridad que involucra muchos gritos fastidiosos, donde además nunca queda claro qué ocurre con el estado mental de nuestra protagonista y los motivos detrás de las acciones del francotirador; teniendo como resultado una la resolución totalmente hueca. 

Las actuaciones están ok: Bell hace un trabajo aceptable mientras no la ponen a gritar por cualquier cosa y Pat Healy como el francotirador se encuentra bastante limitado en diálogos, pero en cuanto a presencia cumple con su papel. La producción está bien: el trabajo de fotografía es bueno hasta antes del último acto, la dirección de arte es lo común para estas historias, el score no tiene mucho peso, tiene un buen trabajo de sonido, los efectos son sólidos y el trabajo de maquillaje realmente solo se pone a prueba por unos minutos donde cumple con creces durante la escena más gráfica de todas.

Opinión final: Carnage Park está aceptable, aunque pudo ser mucho mejor. Recomendable más que nada para ver bajo renta.

Ojometro:
***

martes, 14 de junio de 2016

Crítica: All Hell Breaks Loose (2016)


Película escrita por Jacy Morris y dirigida por Jeremy Garner, quien hace su debut tras la cámara. Salió directamente en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de marzo, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Cuando un grupo de violentos motociclistas atacan y secuestran a una novia en el día de su boda, ellos se involucran en una pelea que nunca se imaginaron. Ahora, armado y con alguna intervención divina, el maltratado novio tratará de salvarla antes de que sirva de sacrificio para Satanás… incluso si eso significa morir una y otra vez. 



Comentarios generales:

Nunca es mal momento para ver películas que no se toman en serio y cuyo principal propósito, por lo general, es que el espectador se pase un rato divertido sin que tenga que pensar demasiado. Es cine barato y se vale, pero bajo esa excusa muchas veces se suele pensar que todo es aceptable y que uno como espectador estará dispuesto a dejar pasar cualquier cosa simplemente porque su propósito es “divertir”, generando así algunos trabajos de una calidad ínfima como es el caso de All Hell Breaks Loose.

Lo que tenemos aquí es un trabajo que inicia de manera decente al presentar lo que uno espera de las películas de serie b con una masacre absurda que involucra “jóvenes”, aspectos satánicos y motociclistas excéntricos para así establecer el tono de la historia. Una que ciertamente es en exceso básica, pero que desde el primer acto se empieza a distorsionar gracias a que Garner nunca se digna a explicar de manera muy coherente lo que ocurre para centrarse más que nada en la violencia originada por dos bandas de motociclistas en su plagio de vírgenes y el extraño modo de rescate que el esposo de una de ellas pretende hacer con la ayuda de un personaje del que nunca sabes exactamente quién es.

Ya entrada la segunda mitad el ritmo se vuelve pesado, esto porque las acciones se tornan muy repetitivas al centrarse en un solo escenario mientras se trata de generar un conflicto totalmente cargado hacia un solo lado que nunca sientes que vaya hacia alguna dirección concreta o pueda construir gran tensión. El cual cuenta con ciertos toques cómicos y proporciona algunos momentos visuales medianamente llamativos, pero que solo sirve relleno ya que no profundiza en lo absoluto en puntos elementales de la trama y deja todo a la suerte esperando a que el espectador simplemente no ponga atención a dichos detalles por estar al pendiente de los elementos más notorios del cine serie b.

La parte final supongo que para algunos podría resultar como la más entretenida gracias a la violencia presentada y al humor integrado por medio de un cura, pero realmente no existe mucha diferencia con lo presentado en los dos primeros actos. Además no hacen el mas mínimo intento por explicar los verdaderos propósitos del sacrificio.

Las actuaciones son pésimas, la verdad no tengo idea si se trataba de actores profesionales o amateurs pero el nivel manejado por todos parece indicar lo último ante lo falsas que resultan. La producción es pobre: el trabajo de fotografía es malo, la dirección de arte descuidada, el score importa poco, el trabajo de sonido deja mucho que desear, los efectos están ok para lo que son y el maquillaje no resalta demasiado.

Opinión final: All Hell Breaks Loose es muy mala. Un pobre intento por recrear cine de serie b que seguro pronto veremos en Syfy.

Ojometro:
*

viernes, 15 de abril de 2016

Crítica: The Mildew from Planet Xonader (2016)


Película dirigida por la dupla Giulio De Santi / Neil Meschino, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Dave Fogerson y Tiziana Machella. Se estrenó de manera exclusiva en DVD dentro de los Estados Unidos el 30 de enero pasado y la pueden conseguir mediante su sitio web.

Sinopsis:

En 1984 los científicos de los laboratorios Bentan se encuentran celebrando la finalización de su nueva arma: un tipo de moho desconocido que es capaz de consumir cualquier tipo de vegetación. Sin embargo, cuando uno de sus inversionistas es infectado por accidente, las esporas del moho provocaran un caos en todo el lugar e iniciara así una carrera por sobrevivir.



Comentarios generales:

Con el cine serie B uno tiene que terminar siendo algo condescendiente debido a que el propósito de esta clase de películas es precisamente ser, en cierto modo, malas. Obvio esto no quiere decir que se les trate diferente, ya que para hacer este tipo de cine también se necesita talento y si algo nos han enseñado los últimos cinco o seis años en los que han abundado esta clase de proyectos es que no todos son capaces de recrear este estilo tan peculiar; aunque en el caso de The Mildew from Planet Xonader sus creadores demuestran que tienen una idea más o menos sólida sobre cómo hacerlo.

Ya que lo que nos traen De Santi y Meschino es una película que nunca oculta sus intenciones y que básicamente en los primeros dos minutos te enseña que su fuerte no será precisamente su historia, sino más bien el show visual proporcionado por una serie de efectos prácticos pensados para provocar cierto asco al espectador. Aquí no hay que esperar nada complejo y el primer acto es la muestra de ello; de hecho, es la parte más floja al ofrecer una explicación muy vaga sobre los peligros del moho y sustentarse en una serie de escenas que muestran mutaciones, líquidos de diferentes colores o descomposición de cuerpos con los que los personajes reaccionan de manera absurda a pesar de que la mayoría son científicos y supuestamente tendrían que ser los mejor capacitados para esta clase de situaciones.

Ya llegada la media hora las cosas toman forma y la película obtiene una dinámica mucho más ágil por medio de situaciones exageradas que van desde un tipo al que le quitan su espina dorsal, militares cuasi zombies o manos mutantes con ojos. Todo bajo la simple premisa de la supervivencia, pero mostrando incoherencias impresionantes para lograr esta meta al desarrollar un 90% de la historia dentro de un solo cuarto en donde claramente los personajes se encuentran en mayor peligro y a ninguno parece preocuparle.

La parte final es caótica. Simplemente debo de decirles que se deben de preparar para ver volar muchos órganos y cualquier cantidad de líquido en pantalla.

Las actuaciones son exageradas y la mayoría bastante malas, pero eso era de esperarse. En cuanto a la producción es complicado saber qué cosas fueron hechas mal a propósito: la fotografía es regular, la dirección de arte es exageradamente básica, el score esta decente y el trabajo de sonido resulta muy malo con los diálogos; sin embargo, los reflectores se los van a llevar el trabajo de maquillaje y, sobre todo, los efectos. Esto últimos casi en su totalidad prácticos que le dan el sello ochentero por excelencia a la película.

Opinión final: The Mildew from Planet Xonader es cine serie B en su máxima expresión. Si la toman así desde un inicio la van a disfrutar, pero si lo que buscan es algo más serio mejor ni la vean.

Ojometro:
***

domingo, 13 de marzo de 2016

Crítica: Zoombies (2016)


Película escrita por Scotty Mullen y dirigida por Glenn Miller (The Coed and the Zombie Stoner). Se estrenó directamente en DVD el pasado 1 de marzo dentro de los Estados Unidos, pero aún no hay información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Cuando un extraño virus se esparce de manera acelerada dentro de un safari y convierte a todos los animales en zombies, aquellos que han hecho todo para protegerlos ahora tratarán de contenerlos a como de lugar antes de que logren escapar e infecten a toda la ciudad. 



Comentarios generales:

Las películas de The Asylum tienen algo especial y obviamente no me refiero a su calidad, sino a cierto encanto del peor cine serie b que sabes podrás encontrar dentro de sus propuestas absurdas. Son un desafío constante para tu capacidad de asombro y es por ello que Zoombies era un trabajo que obtuvo mi interés, ya que con el simple hecho de ver jirafas zombies durante el tráiler me imaginaba algo muy malo que no me podía perder; aunque al final terminó siendo una experiencia mucho más digerible que en otras ocasiones.

Esto porque lo que nos presenta Miller no se anda con rodeos e inmediatamente va al grano, explicando brevemente los motivos de la infección por medio de una introducción sangrienta y sorpresivamente gráfica que establece el tono de la historia. Limitando lo más que se pueda la tediosa introducción de los personajes que en esta clase de películas importan poco o nada, lo cual termina siendo una buena decisión considerando que la mayoría son puros sacos de carne para la matanza y porque gracias a esto se le da paso a la acción desde muy temprano para que el ritmo sea uno bastante ágil.

Realmente todo se basa en esperar cuales animales terminarán siendo zombies y ver como atacan a los cuidadores (más ciertas referencias a Jurassic Park), algo que por unos cuantos minutos te divierte pero que pierde el encanto rápidamente por una simple razón: no hay suficiente sangre. Y es que contrario a otros trabajos del estudio en donde no tienen ningún problema con mostrar muertes espectaculares, aquí se guardan prácticamente todas; tal vez por temas de presupuesto o por las limitaciones con el CGI, pero lo cierto es que la mayoría se dan fuera de cámara, quitándole así sentido a una historia que se sustenta plenamente en este aspecto.

La parte final es pasable. Hay explosiones y secuencias de acción tolerables, pero se queda corto considerando que durante más de una hora se pasan vendiendo la idea de que algo espectacular va a ocurrir en el aviario y la verdad no se diferencia demasiado de los actos previos. De hecho, realmente no tiene mucho sentido debido a que nunca explican cómo diablos fue que se infectaron las aves considerando que estaban totalmente aisladas del resto de los animales.

Las actuaciones son muy planas como se espera con estas películas, pero hay una niñita que en verdad terminas odiando ante lo tremendamente fastidiosa que resulta su forzada presencia. La producción es limitada: la fotografía y la dirección de arte están ok, incluso tiene un trabajo de sonido decente; sin embargo, los efectos en esta ocasión son mucho peores de lo acostumbrado dado a que el CGI en verdad está muy mal implementado.

Opinión final: Zoombies difícilmente se puede catalogar como una película siquiera aceptable, pero al menos lo absurda de su premisa les sacará alguna que otra carcajada cuando la vean en TV.

Ojometro:
** 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Crítica: Stung (2015)


Co-producción alemana/estadounidense escrita por Adam Aresti y dirigida por Benni Diez, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el pasado 3 de julio, aunque aún no se sabe cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Julia (Jessica Cook), quien recién acaba de hacerse cargo del negocio de cátering de su padre, se dirige a su primer evento junto a su socio Paul (Matt O’Leary). Dicho evento es una fiesta organizada por una anciana en su mansión en el campo, donde todo marcha según lo planeado como cada año... hasta que un enjambre de avispas sale a la superficie y empieza a desatar un caos sin igual.



Comentarios generales:

Las películas sobre insectos por lo general son sinónimo de exageración, así ha sido desde los 40s/50s y no parece que eso vaya a cambiar nunca, lo cual se escucha como algo malo pero en realidad creo que termina dándoles cierta identidad que otros sub-géneros no tienen o lo han perdido a través de los años. Por ello con Stung ya sabía que esperar y para mi agrado me encontré con ese trabajo tipo serie B lleno de animatronics que imaginaba.

Desde le primera escena en donde vemos a una avispa persiguiendo a una abeja es muy evidente cual será el tono general de la película y ciertamente Diez no se complica la existencia para seguir ese camino debido a que los primeros 15/20 minutos no te dicen mucho; de hecho, lo que predomina es un humor simple para introducir a todos los personajes mientras el espectador es quien asume más o menos lo que está por ocurrir. Algo que podría parecer un problema, pero en realidad no lo es y en gran parte se debe a que una vez que hace acto de presencia el enjambre todo se vuelve un caos entretenido que deja poco tiempo para estar pensando sobre la coherencia de lo que está ocurriendo en pantalla; centrándose más en un espectáculo visual lleno de sangre, líquidos viscosos y muertes que no son tan gráficas como me hubiera gustado.

Realmente carece de grandes momentos de terror pero su ritmo frenético y situaciones absurdas complementan ese aspecto; igualmente no tiene gran ciencia en cuanto a la propia historia detrás de la mutación de las avispas, solo tocan por breves instantes ese tema sin que tenga mucha relevancia en los sucesos posteriores. Una decisión que termina afectando parte del segundo acto debido a que lo vuelve sumamente repetitivo, con secuencias casi idénticas que lo único que las diferencia es el numero de humanos que siguen con vida.

El final es acción pura. Básicamente se trata de un escape extendido del nido de avispas que en un punto presenta un suceso bastante bizarro que ponía en riesgo de volver mucho más absurda a la ya de por si frágil premisa, pero afortunadamente el director no se centra demasiado en este y sigue con su línea de darle relevancia solo a los insectos. Incluso se deja abierta la posibilidad de una secuela.

Las actuaciones están ok, realmente no puedo decir que alguien destaque por encima del resto y en gran medida es porque casi todos son utilizados como personajes de relleno; además de que la historia no es tan profunda como para ofrecer grandes cosas con los únicos dos que si importan.

La producción es sólida a pesar de su corto presupuesto: el trabajo de fotografía captura una variedad de colores agradable, la dirección de arte es simple pero efectiva y el maquillaje, si bien no es tan determinante como hubiera esperado, presenta buenas cosas. Sin embargo, lo llamativo de todo esto son los efectos: es una combinación de CGI con animatronics muy bien balanceada (con mucha sangre y sustancias pegajosas de por medio) que le agradará a los amantes de lo retro.

Opinión final: Stung es entretenimiento ligero sin muchas pretensiones. Buena opción para pasar el rato.

Ojometro:
***

miércoles, 19 de agosto de 2015

Crítica: The Lake on Clinton Road (2015)


Película escrita y dirigida por el debutante DeShon Hardy. Se estrenó directamente en DVD el pasado 15 de julio dentro de los Estados Unidos y de momento no parece que vaya a salir en otros formatos o llegar a otros mercados.

Sinopsis:

Cuando seis amigos de Massachusetts terminan el semestre, estos deciden realizar un viaje por carretera hacia la costa de New Jersey para celebrar el cumpleaños de uno de ellos. Su destino es una casa, pero contrario a lo que pensaban, esta no se encuentra en la playa sino a la orilla de un lago en medio del bosque ubicado en Clinton Road; un lugar que ha estado embrujado por los pasados 50 años.



Comentarios generales:

No suelo hacerle el feo a ninguna película por más espantosa que pinte en el tráiler, de hecho, trabajos con cierto toque de serie B me suelen hacer pasar ratos por lo menos divertidos ante lo malos que resultan. Sin embargo, siempre existirá un puñado que por más que trate no les puedo encontrar algo destacable y hacen de mi experiencia una verdadera tortura ante lo deprimentes que resultan, siendo este el caso con The Lake on Clinton Road.

Como punto de partida se utilizan unos supuestos hechos reales que, en efecto, están ligados con Clinton Road, pero estos son tan insignificantes y con tan poco sustento que no proporcionan el contenido suficiente como para poder ofrecer una historia convincente. Ante esta tremenda limitante lo que decide hacer Hardy es utilizar relleno… mucho relleno, ya que el primer acto básicamente consiste en los seis amigos bebiendo cerveza mientras van por la carretera, bebiendo cerveza en el lago, bebiendo cerveza en la casa y demás acontecimientos absurdos que para cuando te das cuenta ya han consumido casi treinta minutos sin mostrar gran novedad de lo que nos pretender contar.

Lo peor es que para el segundo acto las cosas no cambian en lo absoluto, por ahí existe alguno que otro esfuerzo por tratar de darle un poco más de sustancia al tema de la posesión de la protagonista, pero al no tener nada previo construido esto resulta como algo más metido para ganar tiempo. No existe la generación de sustos de ningún tipo, nunca se logra crear una atmósfera acorde a un sitio embrujado y la presencia de espíritus se limita a un niño con apariciones esporádicas; lo cual, aunado a un ritmo muy lento, origina un aburrimiento demasiado fuerte.

El último acto es prácticamente un chiste. Se podría decir que es la parte donde existen más elementos de terror pero están tan mal desarrollados que ni lo parecen y en la mayoría de los casos se ven opacados por situaciones absurdas que les proceden (un tipo que se pone a hacer ejercicio justo después de la muerte de uno de sus amigos es un claro ejemplo); además no profundizan nada en lo que respecta a las leyendas de Clinton Road.

Las actuaciones rayan en lo amateur, aunque para ser sinceros el guión no ayudaba demasiado e incluso por varios lapsos se nota un alto grado de improvisación por parte de los actores. La producción es muy pobre: la iluminación es nefasta, la decoración de la casa es desangelada, el sonido increíblemente sucio y los efectos, siendo probablemente lo más decente de todo esto, son muy básicos.

* Cuenta con una escena post-créditos (la más larga e irrelevante de la historia)

Opinión final: The Lake on Clinton Road es exageradamente mala, sin duda una gran candidata a ser la peor película del año.

Ojometro:
*

domingo, 12 de julio de 2015

Crítica: Dude Bro Party Massacre III (2015)


Película dirigida por Tomm Jacobsen, Michael Rousselet y Jon Salmon, quienes además de actuar en esta también comparten créditos con otras seis personas como los creadores del guión. Se estrenó el pasado 7 de julio de manera digital en su sitio web e iTunes dentro de los Estados Unidos, aunque no se sabe si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de dos terribles masacres ocurridas en las fraternidades de la universidad de Chico, el solitario Brent Chirino (Alec Owen) tendrá que infiltrarse en una popular fraternidad para investigar el asesinato de su hermano gemelo a manos de un asesino serial conocido como “Motherface”.



Comentarios generales:

Tratar de recrear la esencia de los 80s es algo que se ha puesto de moda últimamente, sobre todo cuando se trata de los slashers. Sin duda es una fórmula que puede dar buenos resultados debido a que el público más joven está deseoso por poder experimentar un poco de aquella época y los más veteranos quieren revivir esos años con los que crecieron; sin embargo, no todo el mundo tiene la capacidad para utilizarla con éxito a pesar de su aparente sencillez y Dude Bro Party Massacre III es una muestra de eso.

Aquí los tres directores desde un inicio dan señales de tener cierta capacidad para poder recrear dicho periodo de manera eficaz, proporcionando un curioso background sobre el descubrimiento de la cinta y después estableciendo rápidamente lo ocurrido en las “primeras dos entregas” para darle rumbo a las cosas. Hasta ahí todo bien, pero lamentablemente no tardan demasiado tiempo en mostrar que en su afán por querer parodiar esta época son capaces de caer en excesos creativos difíciles de digerir, convirtiendo poco a poco la historia en una demasiado estúpida por medio de un humor que hoy en día ya no funciona y que se siente repetitivo en cuestión de minutos; provocando así que lo que en un inicio era un proyecto pintoresco ahora sea todo un desafío de completar.

Y es que su principal error es tardarse demasiado tiempo en entrar de manera contundente al territorio de los asesinatos (al fin de cuentas es un slasher), realmente durante un lapso prolongado no ocurre demasiado más allá de chistes sin mucha gracia y referencias homoeróticas, lo cual hace que se sienta algo pesada a pesar de que el ritmo en general es ágil. Es hasta casi la mitad del segundo acto cuando esto toma forma, donde verdaderamente se vuelve entretenida al presentar un contenido visual muy llamativo no solo por lo gráficas que resultan  las muertes, sino porque los efectos increíblemente simples que se utilizan le dan precisamente ese encanto ochentero que pretendían desde un inicio… aunque sea solo por unos minutos.

El final es muy absurdo, realmente aquí es cuando las cosas entran en un nivel de idiotez mucho mayor (un costal de naranjas ejemplifica perfectamente esto). Además de que para este punto uno ya se siente fastidiado por estar viendo los mismos chistes durante más de una hora, evidenciando así que la película es mucho más larga de lo que debería.

Mención aparte merecen los pequeños comerciales integrados para darle credibilidad al concepto de que la película es una grabada de la TV. La mayoría son muy cortos, probablemente entre todos no se hagan ni cinco minutos, pero están entretenidos y en muchos casos el humor que manejan es más efectivo.

Las actuaciones son malas, lo cual es el propósito pero por varios lapsos se vuelve molesto el escuchar tantos gritos. El tema de la producción es un aspecto interesante porque evidentemente la idea era que se viera así, tipo cine serie B: la calidad de imagen estilo VHS si ayuda a darle la atmósfera característica de la época, está ambientada de manera decente, el trabajo de sonido es sólido (de hecho, mejor de lo que debería ser) y los efectos son prácticos en su mayoría; muy básicos, pero sirven para el contenido gráfico presentado.

Opinión final: Dude Bro Party Massacre III es una idea divertida mal ejecutada. Película para ver con las expectativas más bajas posibles o con el cerebro en blanco.

Ojometro:
**

miércoles, 11 de marzo de 2015

Crítica: Beaster Day: Here Comes Peter Cottonhell (2015)


Película escrita y dirigida por los Snygg Brothers. Se estrenó el pasado 13 de enero dentro de los Estados Unidos por medio de diversas plataformas digitales, pero luce imposible que salga en formato físico o que llegue a otros mercados.

Sinopsis:

Un gigantesco conejo de pascua sediento de sangre empieza a matar sin misericordia a los habitantes de un pueblo, esto mientras el alcalde se hace de la vista gorda en vísperas del festival anual. Todo parece perdido mientras los ataques se incrementan; siendo la última esperanza del pueblo una actriz wannabe y un loco cazador de perros.



Comentarios generales:

Al momento de leer la sinopsis sabía que tenía que alejarme lo antes posible de esto, pero simplemente no pude. Tal vez haya sido por lo ridículo o tal vez porque esperaba algo parecido a las películas de Syfy; sin embargo, esto fue muchísimo peor de lo que imaginaba, ya que poco (en serio… MUY POCO) se le compara a Beaster Day: Here Comes Peter Cottonhell en cuanto a atrocidades dentro del género en la época reciente.

La verdad es que extenderme mucho con esta película seria escribir cosas huecas, ya que aunque es muy clara la intención de los Snygg Brothers de tirarle más al espíritu del cine de serie b y así lograr que el espectador encuentre el encanto gracias a su pobreza extrema, lo cierto es que hasta para eso debes de mostrar un poco más de talento. Aquí cualquier tipo de estructura brilla por su ausencia, básicamente la “historia” es así: un conejo gigante que se parece más a una rata se come a cualquier persona que encuentre en el bosque (principalmente mujeres de pechos grandes), mientras en el pueblo todos se comportan de manera muy estúpida.

Nunca existe la intención de profundizar sobre por qué el conejo es del tamaño que es, ni tampoco sobre por qué esta en ese pueblo en particular. En realidad se trata de casi 90 minutos de escena tras escena random, con un humor muy pobre, diálogos vacíos y en donde hasta el final se logra una continuidad más o menos mirable en base a los únicos dos personajes que tienen algo de importancia en todo esto.

Las actuaciones son lamentables; en especial todas aquellas que pretenden ser graciosas como el alcalde o el cazador de perros. La producción, híjole… ni cómo ayudarles: los efectos del conejo parecen hechos por un niño para una película casera, donde la criatura muestra unos movimientos limitadísimos. Tiene un pésimo trabajo de sonido, el CGI es espantoso y creo que el trabajo de maquillaje es lo único pasable.

Opinión final: Beaster Day es una de las peores cosas que verán en su vida, así de simple.

Ojometro:
*

miércoles, 1 de octubre de 2014

Crítica: Shock Value (2014)


Película dirigida por Douglas Rath y escrita por Antony Bravo, quien además es el protagonista. Se estrenó dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de agosto de manera limitada en cines, iTunes y diversas plataformas digitales. Aún no hay información sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Miles Fowler (Zak Hudson) es un director de películas de terror serie b desesperado por obtener reconocimiento que una noche presencia un violento asesinato. Sin embargo, en lugar de reportarlo a la policía, lo que hace es chantajear al asesino (Bravo) para que este sea el protagonista de su nueva película.



Comentarios generales:

En ocasiones el combinar géneros es complicado, no solo por el desbalance que puede existir, sino porque hay algunos que simplemente no se llevan y mucho menos con el género de terror. En el caso de Shock Value tenemos un ejemplo perfecto de algo que pudo resultar increíblemente mal con esta clase combinaciones, mucho más tratándose de un trabajo independiente, pero al final el resultado es uno bastante sorprendente.

Lo que nos trae Rath es en esencia un filme de serie b que combina terror, un mínimo de slasher y humor negro para brindar una perspectiva muy peculiar precisamente sobre la filmación de las películas de serie b, así como lo que suele haber a su alrededor (festivales sin relevancia, mentiras, poco apoyo, etc.) por medio de una situación anormal. Todo bajo un tono de exageración brutal para ir construyendo poco a poco una historia atrapante, que juega constantemente con los personajes y la forma en la que uno los ve; utilizando como ancla a un tipo cuyas habilidades como director son muy limitadas pero hace hasta lo imposible para obtener fama, incluso si eso significa poner en riesgo la vida de sus pocos colaboradores o la suya.

Su fortaleza radica en convertir en situaciones cómicas algunas que en realidad no son presentadas como tal, sino que más bien son reflejo de una realidad dentro del medio de las cuales uno se empieza a reír de manera natural.

Tiene un muy buen ritmo, la edición hace un excelente trabajo para que no se sienta pesada durante los lapsos en donde el terror se ausenta y, sobre todo, tiene un manejo de los tiempos muy bien cuidado para darle su lugar a cada cosa; aunque durante el segundo acto se tambalea por breves momentos. Esto puede terminar siendo un poco decepcionante para algunos, ya que a pesar de contar con un asesino serial en realidad vemos muy pocas muertes durante gran parte del filme, pero esto es en favor del propio impacto para las que hay e ir incrementando el nivel de tensión conforme se acercan los minutos finales.

El desenlace presenta un giro muy bueno, no diría que impactante, pero si uno cuya construcción esta tan bien hecha que le brinda mucha fuerza y locura extrema. Esto a pesar de que puede ser un tanto predecible.

En las actuaciones la verdad es que todos están muy bien: Bravo logra combinar frialdad con cierto humor sin sentirse forzado, Hudson es odioso de manera natural, Michelle Campbell como Justine es el perfecto balance entre ambos y además Malcolm McDowell hace una memorable aparición especial. La producción es ciertamente discreta, muy acorde a la línea de serie b que maneja: el trabajo de fotografía está ok, tiene un buen sonido, un score sólido y un trabajo de efectos/maquillaje algo ridículo, pero que encajan a la perfección con las situaciones presentadas.

Opinión final: Shock Value es muy recomendable. Puede ser una contendiente a la mejor película de del 2014.

Ojometro:
*****