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martes, 9 de octubre de 2018

Crítica: Sleep No More (2018)


Película dirigida por Phillip Guzman (Dead Awake) y escrita por Jason Murphy. Salió directamente en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos durante el pasado 2 de octubre.

Sinopsis:

En la década de los 80s un grupo de graduados lleva a cabo un estudio sobre el comportamiento ante la privación del sueño, pero algo resulta terriblemente mal con el sujeto de prueba. Ante esto y el cierre de su departamento de investigación, el equipo sigue con su estudio; nada más que ahora ellos serán los sujetos de prueba.



Comentarios generales:

La verdad cuando supe de Sleep No More mi reacción fue de total indiferencia, esta no lucía como algo especial y además con el paso de los años he aprendido que, salvo que involucren a un tal Freddy Krueger, las películas sobre la falta de sueño no son tan interesantes. Sin embargo, el ver el nombre de Jeffrey Reddick ahí metido me generó curiosidad, al final de cuentas es el creador de una franquicia como la de Final Destination y el año pasado ya había jugado con este tema en “Dead Awake”, así que tal vez podría encontrarme con alguna sorpresa; aunque al final eso no sucedió.

Y no es tanto porque los que nos presente Guzman sea una aberración, más bien se debe a que esta es una historia sin demasiada sustancia que cae rápidamente en lo genérico mientras trata de encontrar una identidad propia dentro de lo que es básicamente una mezcla de “A Nightmare on Elm Street” y “Flatliners”. Presentando un inicio poco convincente en el que después de establecer que hay algún tipo de peligro nunca se logran crear los momentos necesarios para ir incrementando esa sensación de intriga en el espectador, a quien optan por ponerle frente a una serie discusiones, pruebas medicas o escenas con un ligero toque cómico que no llevan a nada, mientras se trata de recordar que todo esto se desarrolla en la década de los 80s por medio de canciones de aquella época.

Realmente es hasta como por los 40 minutos que se da algo relevante, que es la aparición de la amenaza. Una que no es nada del otro mundo pero que por lo menos brinda más material para trabajar situaciones que permitan construir un peligro palpable y que ayude a empezar a exponer los síntomas provocados por la falta de sueño, los cuales hasta este punto habían quedado como meros datos anecdóticos sin peso alguno.

Los últimos 20 minutos son probablemente lo más entretenido. Primero porque es por mucho la parte con el ritmo más dinámico, pero también porque es aquí donde el nivel de locura y fatiga de los personajes logra ser lo suficientemente convincente para hacer de la amenaza algo interesante. Además de que ayuda a que el desenlace no sea tan simple.

Las actuaciones diría que están aceptables, por momentos rayan en lo caricaturesco algunas de estas, pero la mayoría de los actores son capaces de reflejar una locura creíble. La producción cumple: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es adecuada, el score no presenta nada extraordinario, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje es decente y los efectos vía CGI lucen de pobre calidad.

Opinión final: Sleep No More es bastante aburrida. No diría que es un desastre o que está dentro de lo peor del año, simplemente es una película más.

Ojometro:
**

viernes, 23 de junio de 2017

Crítica: Dead Awake (2017)


Película dirigida por Phillip Guzman y escrita por Jeffrey Reddick. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD a inicios de mayo dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Una joven tendrá que salvarse a sí misma y a sus amigos de un antiguo mal que ataca a sus víctimas por medio del fenómeno de la vida real conocido como la parálisis del sueño.



Comentarios generales:

La parálisis del sueño es un tema que ha adquirido más notoriedad en años recientes y considerando su propia naturaleza era claro que tarde o temprano sería utilizado dentro del cine de terror. Probablemente todavía falte un tiempo para que se vuelva algo mucho más recurrente y eso significa que apenas estamos viendo los trabajos que van a cimentar la fórmula para este tipo de historias, pero también serán aquellos que inevitablemente tendrán que lidiar con algunas comparaciones con cierto clásico de los 80s que estableció mucho con respecto a los sueños dentro del género; algo que en el caso de Dead Awake sin duda va a ocurrir.

Y es que si bien lo que nos traen Guzman no es una copia de Elm Street, ciertamente varios de sus conceptos básicos están muy inspirados en esta y para diferenciarse recurren a una mezcla fantástica/científica que ayuda mucho para brindarle una identidad propia. Sobre todo durante un primer acto en donde las acciones transcurren de manera bastante rápida al presentar desde la primera escena el problema central para que así el espectador pueda sentir empatía con el personaje de Beth, la cual se ve envuelta dentro de una situación que desde cualquier perspectiva la deja mal parada y que en cuestión de minutos la consume de manera importante para que así se pueda generar el momento de shock más relevante; uno que además cambia por completo la dinámica que suponías iba a seguir al darle ahora importancia al personaje de su gemela Kate.

Esto sin duda ayuda a que las cosas transcurran a un buen ritmo y se pueda tener espacio para elaborar un poco más todo el tema de la amenaza; sin embargo, una vez que se empiezan a revelar aspectos sobre esta, la película también empieza a parecerse más y más al clásico de Wes Craven. Temas como el jugar con los sueños de las victimas para manipularlos o despertarlas para evitarlo se hacen presentes, pero sin resultar en algo memorable porque las interacciones con el demonio casi siempre siguen un patrón similar.

Igualmente se utiliza el no dormir como principal mecanismo de defensa, aunque más que nada para añadir los momentos oportunos que puedan elevar un poco la sensación de peligro cuando se hace evidente que la historia solo se encuentra dando vueltas sin ningún tipo de dirección.

Una situación que hace que la parte final resulte muy poco interesante, no tanto por lo predecible, sino porque verdaderamente no exploran el tema de la parálisis y además esta fuerza maligna ancestral se queda como una simple copia barata de los fantasmas del cine japonés.

Sobre las actuaciones sin duda la que destaca es Jocelin Donahue (Beth/Kate), ya que darle vida a gemelas siempre exige algo más y la verdad es que logra a sacar adelante dicho reto. La producción no está mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score resulta un buen complemento, el trabajo de sonido está ok, los efectos son simples y la labor de maquillaje es efectiva con el único elemento que lo exige de manera importante.

Opinión final: Dead Awake es aceptable. Su idea daba para más, pero ciertamente puede ser una buena opción cuando ya no tengan otra cosa que ver.

Ojometro:
***

martes, 5 de julio de 2016

Crítica: Before I Wake (2016)


Película dirigida por Mike Flanagan (Oculus, Hush), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jeff Howard. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 22 de abril, aunque en Estados Unidos saldrá hasta el mes de septiembre.

Sinopsis:

Jessie (Kate Bosworth) y Mark (Thomas Jane) deciden adoptar al adorable Cody (Jacob Tremblay), quien de manera inexplicable presenta un gran rechazo a quedarse dormido. Al inicio ellos asumen que se debe a su problemático pasado, pero pronto descubrirán que, en realidad, los sueños de Cody se manifiestan en el mundo real cuando duerme… así como sus más oscuras pesadillas.



Comentarios generales:

En ocasiones es curioso ver como problemas externos pueden afectar la salida de una película y cambiar completamente el panorama de su estreno con el paso del tiempo, al grado de prácticamente condenarla al fracaso desde mucho antes que salga a la luz. Ese es el caso con Before I Wake, un trabajo que debió salir el año pasado y que básicamente quedó en el olvido gracias a complicaciones financieras del estudio que la distribuye; obligándola así a tener que distorsionar un poco su enfoque de venta en la búsqueda de una potencial audiencia combinada. 

Esto porque lo que nos trae Flanagan es una historia que camina entre un thriller, una película de suspenso y una de terror, siendo las primeras dos opciones las que dominan, pero con la tercera básicamente ejerciendo como el punto central de la poca promoción. Lo cual puede resultar un tanto contraproducente debido a que el inicio es de todo, menos aterrador; con un propósito claro de establecer la tragedia que los personajes involucrados están viviendo y como se adaptan a una nueva vida que gira en torno a este niño peculiarmente extraño con una habilidad que no es explotada en este periodo para generar alguna clase de sustos.

Situación que cambia ligeramente con el transcurrir de los minutos cuando se revela que también sus pesadillas se manifiestan, ya que empiezan a presentar sustos fáciles dosificados un tanto predecibles que apenas y logran darle algo de fuerza a ciertas situaciones. Sin embargo, a pesar de esto sigue siendo claro que el propósito es utilizar la habilidad del niño para presentar una subtrama más compleja en donde te dan a entender que el personaje de Jessie está más interesada en los beneficios personales para superar su trauma que en el cuidado de su nuevo hijo y eso proporciona pequeños conflictos que añaden sustancia, pero que a la vez hacen que el ritmo de la película sea uno con altibajos.

La parte final no está nada mal. Es donde se puede notar la construcción de una atmósfera mucho más oscura gracias a las pesadillas de Cody, pero también es una parte en donde todas las piezas encajan de manera natural una por una; sin muchas teorías absurdas y manejando un mensaje claro sobre la imaginación de los niños. Aunque esto ciertamente provoca un desenlace un tanto anticlimático.

Las actuaciones son aceptables: Bosworth y Jane muestran buena química como padres amorosos con problemas aún por resolver, mientras que Tremblay sigue un tono muy similar al que se le ve en The Room. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte no tiene mayor complicación, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y los efectos son mayormente basados en un CGI de calidad aceptable.

Opinión final: Before I Wake no está mal, pero le hace falta más punch. Película ideal para ver en Netflix un fin de semana cualquiera.

Ojometro:
***

lunes, 15 de junio de 2015

Crítica: The Nightmare (2015)


Documental dirigido por Rodney Ascher (Room 237). Se estrenó el pasado 5 de junio de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está planeada para el próximo 4 de agosto.

Sinopsis:

Documental que relata por medio de las experiencias de 8 distintas personas la aterradora condición que asecha a miles alrededor del mundo: la parálisis del sueño.



Comentarios generales:

Ciertamente Room 237 no me desagradó pero era un documental con fallas muy marcadas que uno se las podía atribuir claramente a la inexperiencia del director con esta clase de trabajos, además de que la idea central no daba para mucho. En cambio, ahora con The Nightmare parecía que el tema le brindaba la oportunidad a Ascher para realizar algo más completo porque se adaptaba mucho mejor a los estándares del género, pero al final termina siendo solo un aburridísimo paso atrás en su filmografía.

Esto a pesar de que el inicio es prometedor gracias al buen manejo del ritmo y, sobre todo, a lo interesantes que resultan las historias de las personas entrevistadas sobre sus primeras experiencias con la parálisis. Algunos son más detallados que otros, pero en conjunto logran brindar un panorama general sobre lo aterrador que puede llegar a ser esto no solo por como lo cuentan, sino también por como son recreados sus relatos con un aire Argentesco en todo momento; algo que sin duda ayuda mucho a que el espectador se sienta en terrenos conocidos al mostrar extrañas figuras en la oscuridad, iluminación con mucho color rojo o voces macabras que no lo hagan cuestionarse sobre si esto en verdad podría formar parte del género.

Lo malo es que llegados los 30 minutos este documental básicamente se queda vacío y el director en lugar de tratar de expandir las cosas lo único que hace es repetir lo mismo una y otra vez, provocando así que se torne en exceso aburrido. La dinámica entrevista/recreación no cambia en lo absoluto, de hecho, poco a poco es muy evidente que se empieza a centrar en dos o tres individuos cuyos casos parecen mucho más extremos para no hacer tan evidente la falta de variedad; lo cual está bien, pero por varios lapsos lucen demasiado actuados como para que creas todo lo que dicen. Lo único que se siente diferente es cuando empiezan a comparar los sueños con películas como A Nightmare on Elm Street, Insidious o Communion; ese ciertamente hubiera sido un camino interesante a seguir pero a lo mucho lo tratan durante cinco minutos para ser olvidado rápidamente.

También tiene la terrible falla de no presentar nada médico o científico que le pueda dar mayor sustento al tema de la parálisis del sueño. Entiendo que esto no es un documental del Discovery Channel, pero considerando de lo que trataba creo que era importante que se incluyera un poco más de información para que tuvieras suficientes elementos sobre la mesa y comprender de mejor manera lo que estabas viendo.

De la producción no me quejo, es sólida en general: la fotografía en las entrevistas y en los segmentos ficticios cumple el propósito de generar una atmósfera tétrica; se pueden escuchar los relatos claramente gracias al limpio trabajo de sonido y el score, una vez más, termina siendo de calle lo mejor.

Opinión final: The Nightmare es un documental mediocre. El tema en si no es malo, pero tiene muy poco contenido como para hacerlo algo digno de ver.

Ojometro:
**

viernes, 24 de abril de 2015

Crítica: Echoes (2015)


Primer largometraje del director Nils Timm, quien además escribió el guión. Salió directamente a la venta en formato físico y digital dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de abril, aunque no existe información sobre si llegará a otros mercados próximamente.

Sinopsis:

Anna (Kate French) es una joven escritora que sufre de aterradoras visiones mientras duerme, las cuales causan estragos en ella y no le permiten realizar bien su trabajo. Para ayudarla, su novio se la lleva a una bella casa en el desierto donde pretenden relajarse; aunque pronto las cosas no saldrán como lo habían planeado y las visiones regresan, pero ahora acompañadas por una extraña figura.



Comentarios generales:

En ocasiones el que una película sea predecible puede resultar mucho peor que el que sea mala por el simple hecho de que eso convierte demasiado tedioso el visionado y te sueles distraer. Por ello considero un reto importante el tratar de hacer algo predecible lo más disfrutable que se pueda para tenerte enganchado, lo cual no es para nada sencillo y con Echoes durante casi 90 minutos tienes un ejemplo perfecto de eso.

Realmente lo que nos trae Timm es un trabajo que desde la primera escena establece cierta sensación de amenaza por medio de los sueños, la cual logra mantener con el paso de los minutos sin tener que requerir de gran manera a los sustos fáciles; solamente sabes que hay algo mal, pero no estás lo suficientemente seguro sobre que se trata. Además los problemas de sueño ayudan a que lo que ocurra en pantalla te genere cierto interés, ya que al crear duda sobre el estado de la protagonista podrás  soportar de mucho mejor manera un primer acto en donde no pasa mucho y que hace cuestionarte si en verdad esto terminará siendo una película de terror.

Lo malo es que dicha intriga se acaba muy pronto, ya que de manera sorprendente en cuestión de minutos te ponen los elementos necesarios en bandeja de plata para que descifres en gran medida lo que va a ocurrir; evidentemente no lo hacen de manera clara, pero si uno capta rápidamente los puntos todo llegará en automático. Lo cual es un problema debido a que esto ocasiona no solo que la historia se vuelva genérica, sino que además resulte sumamente complicado para el director poder generar impacto con sucesos puntuales de importancia y, sobre todo, la tensión necesaria con el conflicto central. Simplemente esperas… y esperas… y esperas… a que pase algo, con una pausa excesiva, sin grandes resultados.

El final sin duda es lo mejor. Prácticamente todo lo que ya supones es revelado pero lo hacen bajo un ritmo mucho más fluido y muestran situaciones entretenidas que embonan a la perfección con lo previamente tratado; además nunca pretenden añadir nada que se sienta forzado para alargar las cosas.

De las actuaciones la verdad es que French tiene sus altibajos, nunca logra que su personaje sea lo suficientemente agradable para sentir empatía por ella; del resto hay poco que decir. De la producción no hay nada que recriminar: tiene un trabajo de fotografía sólido, la dirección de arte por la casa vale mucho la pena, el score funciona y aunque el principal despliegue de efectos tiene algunos detalles que se pudieron corregir, no afectan demasiado.

Opinión final: Echoes es una película promedio. No tiene realmente nada malo, pero difícilmente destacará dentro de lo mejor de este 2015.

Ojometro:
***

jueves, 26 de junio de 2014

Crítica: Lord of Tears (2014)


Producción británica dirigida por Lawrie Brewster y escrita por Sarah Daly. Su presencia más fuerte se ha dado en festivales, pero desde hace algunos meses está disponible una edición de colección tanto en DVD como en Blu-ray que pueden conseguir aquí.

Sinopsis:

James Findlay (Euan Douglas) es un maestro que sufre de constantes pesadillas que involucran a un extraño ente. Convencido de que de alguna forman se encuentran ligadas con un incidente del pasado, este decide regresar a la casa donde paso su niñez en las montañas escocesas; lugar en donde su curiosidad hará que tenga que pelear para sobrevivir las brutales consecuencias.



Comentarios generales:

En fechas recientes el cine de terror británico ha manifestado un resurgimiento notorio y en gran parte por el camino experimental que varios directores han decidido tomar con sus filmes. Una tendencia que ha convertido a este en un cine divisivo, que genera muchas clases de comentarios por parte de los fans; situación que no creo que cambie mucho con Lord of Tears.

En lo que es su segundo largometraje, la dupla Brewster-Daly nos trae un trabajo cuyo propósito inicial es envolverte en una atmósfera poco usual y golpearte con un arrollador estilo visual que indudablemente harán que tu interés se dispare como ocurre con pocas cosas; logrando de manera más que efectiva la generación de un suspenso con algunos pequeños elementos que se encargarán de ir estableciendo gran parte del tono de la película. Sin embargo, un aspecto que sin duda jugará en su contra con varios espectadores es el tiempo que se toma Brewster para desarrollar la historia y en gran parte se debe a que implementa un ritmo exageradamente lento/pausado durante la primera hora; donde se le da mucho énfasis a las visiones del personaje principal como una vía de escape a la monotonía e incluso por algunos lapsos se torna un tanto aburrida.

Aunque una vez llegada la mitad y cuando hace su acto de aparición The Owlman las cosas cambian de manera radical, convirtiendo la monotonía en una locura llena de dinámica que es complementada con algunas imágenes bastante perturbadoras. Y es que a pesar de que la revelación que dispara todo esto no es tan difícil de descifrar, si termina cambiando las cosas de manera positiva; dándole un aire de cine de terror mucho más claro, subiéndole el grado de intensidad y finalmente brindándole sentido a las visiones que predominaron al inicio. Sin decir que se muestra una estructura mucho más digerible para el espectador en general.   

El final está bien. Básicamente te lo revelan en la primera hora y si no te dormiste en ese lapso lo vas a ver venir.

De las actuaciones debo de decir que Douglas no me convenció nunca, lo sentí demasiado exagerado todo el tiempo (sus gritos resultan insoportables); aunque por otra parte Alexandra Hulme está bastante bien en las dos facetas que presenta su personaje. La producción es sólida: el trabajo de fotografía es muy bueno y algo clave para la atmósfera que se construye, el score está bien y la caracterización de The Owlman, si bien es simple, cumple a la perfección con su cometido de dejártelo grabado en la memoria.

Opinión final: Lord of Tears está ok. No es precisamente mi tipo de película predilecta, pero vale la pena checarla (además de que la edición de colección es un gran producto).

Ojometro:
***