lunes, 23 de febrero de 2015

Crítica: Digging Up the Marrow (2015)


Película escrita y dirigida por Adam Green (Hatchet). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados unidos, además de VOD y plataformas digitales, este pasado 20 de febrero; mientras que su salida en DVD se espera para el próximo 24 de marzo.

Sinopsis:

Cuando Adam Green recibe un paquete de un fan quien asegura poder demostrar que en realidad los monstruos si existen, el director y su equipo deciden visitarlo para poder hacer un documental. Al inicio solo hay escepticismo, pero con el paso de los días se verán involucrados en una fantástica, pero a la vez aterradora experiencia buscando entre las sombras.



Comentarios generales:

Los trabajos de Adam Green son todo menos irrelevantes gracias a que se ha vuelto alguien dentro de la industria con un sello muy particular; con quien sabes que invariablemente verás algo poco común. Y sin duda Digging Up the Marrow sigue esa línea al ser su trabajo más extraño, el cual incluso resulta muy complicado (por no decir imposible) encasillar dentro de un solo subgénero.

En esta ocasión lo que nos trae el director es una extraña mezcla de falso documental, fantasía, comedia, terror y found footage con una premisa que raya en lo absurdo, pero que es tratada con tanta naturalidad al inicio que básicamente te atrapa en un par de minutos; dejándote insertada en la cabeza la pregunta ¿En verdad existen los monstruos?. Esto resulta importante porque una vez que muestran que todo será manejado como un documental con el propio Green en pantalla necesitas tener pleno convencimiento de que, a pesar de que es una historia ficticia, si cuenta con cierto aire de realidad y, sobre todo, con un aspecto serio en determinadas situaciones; algo que logran generar por medio de las entrevistas con el personaje de Dekker.

Realmente se toman su tiempo para la construcción, no tiene un ritmo pesado ni nada por el estilo pero esperar treinta minutos hasta que aparece el primer monstruo es un tanto fastidioso y las cosas no mejoran del todo después de eso; sobre todo porque el tono cómico se acrecienta para el segundo acto. De pronto ves mucho relleno, pero es perfectamente disimulado al introducir muchas interrogantes con respecto a Dekker que te hacen volver a tener interés debido a que ahora no solo se trata de poder ver a las peculiares criaturas, sino también poder resolver todos los misterios que lo rodean. Igualmente, es la parte en donde el found footage toma relevancia, aunque no de un modo completamente invasivo que haga incomodo ver con claridad las cosas.

La parte final es muy buena dado a que es por mucho donde se enfocan más en el terror y a la creación de una atmósfera tétrica; además que la aparición de los monstruos de manera plena genera escenas visualmente escalofriantes (aunque la mejor lamentablemente la arruinaron al incluirla en el tráiler) que te dejan con la sensación de que si hubieran seguido esta dirección desde un poco más temprano la película sería mucho mejor. También dejan preguntas sin responder y eso le quita algunos puntos considerando que parte de lo atractivo es querer saber qué esconde Dekker, no solo deducirlo.

En las actuaciones Green ofrece una versión exagerada de sí mismo, pero Ray Wise es mención aparte porque él ejerce como contrapeso ante el humor facilón que por momentos se da y esto crea un balance perfecto en muchas situaciones. La producción también es bastante destacada: está perfectamente bien iluminada en cada una de las diversas locaciones que presenta (que son como 7 u 8), la dirección de arte se beneficia mucho de lo ya establecido, el score está ok, está bien editada y el trabajo de sonido cumple a pesar de ciertos puntos flacos. Sin embargo, será la caracterización de los monstruos lo que más llame la atención por lo bien hechas que están; algunas tienen cierto toque old school, pero son sumamente originales.

Opinión final: Digging Up the Marrow vale bastante la pena. Pudo ser un poco mejor, pero realmente no hay nada que se le parezca.

Ojometro:
****

viernes, 20 de febrero de 2015

Crítica: Atrocity (2015)


Debut tras la cámara del director Jeff S. Chimenti, quien además escribió el guión. Se estrenó directamente en DVD este mismo 20 de febrero dentro de los Estados Unidos, aunque no existe información sobre si saldrá de manera digital o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Una noche junto con su grupo de amigos, Zach decide irrumpir en la casa de su novia para grabar como esta le es infiel y subir el vídeo en internet como parte de su venganza. Sin embargo, ya estando ahí una serie de inesperados sucesos complican las cosas; ocasionando una horrible masacre que siete años después será discutida nuevamente por aquellos que realizaron la investigación.



Comentarios generales:

Mis expectativas con Atrocity eran exageradamente bajas después de que vi el tráiler debido a que mostraba muchos elementos de los cuales no soy precisamente fan, además había que añadirle que la mayoría de los trabajos previos de la distribuidora estaban lejos de ser decentes. Realmente todo estaba en su contra y aunque el producto en general es mediocre, por ahí existen algunas ideas interesantes que te hacen pensar que con un poco más de experiencia tras la cámara hubiéramos visto algo mucho mejor.

Y es que es claro que Chimenti tenía una idea clara sobre lo que quería contar, pero no sabía del todo cómo presentárnosla debido a que esto no se maneja como un documental de investigación desde un inicio; de hecho, la película presenta una de las introducciones más largas que recuerde. Lo cual es un problema porque esto inicia con cierta dinámica ajena a lo que supuestamente pretenden vender y uno como espectador piensa que estará viendo una típica found footage más con adolescentes estúpidos donde realmente no pasa nada durante los primeros 25/30 minutos (que es cierto); sin embargo, lo peor se da cuando finalmente se animan a apretar el gatillo y no porque lo ocurrido sea aburrido, sino porque da paso al terrible error de empezar básicamente desde cero al, ahora sí, presentar el inicio de la investigación.

Todo el primer acto de la película termina siendo inservible: el ritmo establecido y la tónica se pierden por completo para darle paso a… otro tipo de ritmo y tónica. Es como si empezaras a ver un trabajo totalmente distinto, lento, enfocado más que nada en el misterio pero que nunca logra recuperar el rumbo; especialmente cuando le dedican diez minutos a un interrogatorio poco interesante que al final de cuentas no aporta mucho. Se tardan demasiado en darle sentido a las cosas, situación que afecta al momento diseñado para crear gran impacto (la masacre); el cual, si bien es por mucho lo mejor, no es suficiente para salvar las cosas.  

La parte final es un tanto agridulce. Por un lado el giro presentado es interesante a pesar de su sobre elaboración; aunque, por otra parte, la revelación definitiva me pareció muy difícil de creer porque resulta imposible pensar que cualquier persona en sus cinco sentidos no pueda identificar a un tipo así (sobre todo el detective).

Las actuaciones son bastante malas, casi todos son actores novatos y eso se nota en pantalla. La producción tampoco tiene mucho que destacar gracias al formato: la iluminación es algo pobre, no presenta gran cosa en sus locaciones/sets, el score no resalta y el trabajo de maquillaje solo se limita a heridas superficiales poco elaboradas, así como a un bigote muy deprimente en una caracterización de adulto.

Opinión final: No catalogaría a Atrocity como un total desperdicio, pero tampoco presenta nada relevante como para recomendarla.

Ojometro:
**

miércoles, 18 de febrero de 2015

Crítica: Valley of the Witch (2014)


Producción británica escrita y dirigida por Andrew Jones (The Amityville Asylum). Se estrenó directamente en DVD a finales del 2014 en todo el Reino Unido, mientras que en los Estados Unidos empezó a estar disponible desde el pasado 13 de enero.

Sinopsis:

La recién divorciada Kristen Matthews (Rachel Howells) se muda de Londres a Blaengwrach, una pequeña villa de Gales en donde planea tener un nuevo comienzo en su vida. Todo parece marchar bien, hasta que una serie de inexplicables suicidios da inicio y ella empieza a tener pesadillas que de alguna u otra forma están conectados con antiguos espíritus malignos que finalmente despertaron de su largo sueño.



Comentarios generales:

Siempre he mencionado que las películas sobre brujas parecen estar condenadas porque estas difícilmente se salen de una línea establecida que ha perdurado por décadas (o porque son utilizadas para cosas mucho más ligeras enfocadas a un público más joven), por ello Valley of the Witch era un trabajo indiferente para mí y al final creo que es lo que terminará siendo para todos ustedes.

Lo que nos trae Jones es una historia realmente aburrida en donde ocurre muy poco durante al menos 40 minutos y en la cual tu paciencia se ve puesta al límite; en serio, es como si la película fuera totalmente nula, sin avances que te hagan sentir un poco de intriga con respecto a los “aterradores” secretos del pueblo. Simplemente estas ahí esperando a que pase algo y cuando finalmente se da son migajas por medio de visiones/sueños poco convincentes, así como por una investigación de los suicidios que más que provocar interés por saber un poco más de lo que ocurre detrás de las muertes, solo te causa indiferencia a pesar de que esta debería de jugar un papel vital para conectar todo.

Es predecible, lo cual no siempre considero algo necesariamente malo, pero dado a que el ritmo implementado es muy lento esto termina convirtiéndose en un problema porque la película se vuelve pesadísima y cuando pretenden subir el nivel de intensidad resulta imposible poder involucrarte de lleno en las acciones. Además todo el tema sobre la revelación de los lazos familiares está muy mal hecho, solo lo quieren sustentar por medio de una breve búsqueda en internet (con una página hecha en Power Point) que no esclarece nada porque simplemente ya lo sabías desde varios minutos antes.

El final no esta tan mal para lo que es. Sin embargo, este carece de impacto considerando el tipo de eventos que nos muestran; además de que la presencia de los seres malignos resulta ridícula porque realmente no hacen nada.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, todos lucen increíblemente forzados en sus roles; solamente Lee Bane ofrece algo más natural. De la producción puedo decir que el trabajo de fotografía está ok en ciertos momentos y que los efectos utilizados son bastante lamentables; aunque por otra parte cuenta con un excelente score que es, por mucho, lo mejor de toda la película.

Opinión final: Valley of the Witch es completamente hueca y omitible. Solamente vale la pena escuchar su score.

Ojometro:
*

domingo, 15 de febrero de 2015

Crítica: Lemon Tree Passage (2015)


Primer largometraje del director David Campbell, quien además es co-escritor del guión junto a Erica Brien. Se estrenó de manera limitada en cines a inicios de mes en ciertos mercados de Asia, pero también está disponible en algunas plataformas digitales.

Sinopsis:

Una pareja de australianos introduce a tres viajeros estadounidenses a una vieja leyenda local en Lemon Tree Passage, donde supuestamente el fantasma de un motociclista advierte a jóvenes que van manejando a exceso de velocidad. Después de verlo con sus propios ojos deciden regresar al lugar, pero pronto todos se verán envueltos en las garras de una fuerza maligna que sobrepasa a la leyenda.



Comentarios generales:

El cine de terror australiano ha estado creciendo últimamente y por ello cada que sale algún nuevo trabajo suelo seguirlo con detenimiento. Sin embargo, en esta ocasión la premisa estaba (en parte) basada en un aparente vídeo de Youtube; generando así pocas expectativas de mí parte dado a que cuando suele ocurrir esto los resultados no son nada positivos y esta no fue la excepción.

En Lemon Tree Passage te queda claro que Campbell está haciendo su debut porque de manera inexplicable la película tiene dos comienzos: uno que hace referencia al vídeo y otro donde nos muestran una situación completamente ajena a lo que supuestamente cuenta la leyenda. Desde este punto te empieza a quedar claro que tal vez la historia no es lo que hubieras imaginado; de hecho, es claro que la premisa fue añadida con calzador, pero el director muestra habilidad suficiente para entrelazar ambas cosas al darle un poco de sustancia añadiendo cierto “humor”, así como posibles romances y algo de misterio por medio de visiones extrañas diseñadas de manera pobre.

Lo malo es que esto solo abarca unos 20 minutos y una vez que los personajes entran al bosque las cosas simplemente pierden sentido. De pronto estás viendo como estos desaparecen sin explicación lógica alguna; peor aún, las muertes parecen no tener justificación sólida para darse y esto provoca que se entre en un circulo repetitivo en donde la única manera en la que se pretende generar sustos es por medio del trabajo de sonido sin grandes resultados. Simplemente se trata de un thriller genérico, con un ritmo estable y cuya premisa supuestamente central se va quedando poco a poco en el olvido (se los juro, no influye en nada) para darle paso a una venganza que difícilmente llama tu atención porque no te proporcionan los suficientes elementos para ello.

La parte final es probablemente la más intensa ya que te quieren explicar todo en quince minutos de manera muy acelerada y, por ende, le dan rienda a una clase de violencia ligeramente más gráfica; provocando una serie de eventos que, si bien no son difíciles de deducir, terminan por tener poca relevancia en el producto general. Aunque en realidad no te proporcionan grandes respuestas (¿Cómo llegó Oscar al maletero? ¿Quién ató a Toby? ¿Por qué diablos los cuerpos de los muertos desaparecen? ¿Qué gana el espíritu eliminando a todos los que no tuvieron que ver en su muerte?).

Lo mejor, y por mucho, es la actuación de Jessica Tovey como Maya; especialmente en la última media hora que es cuando cambia por completo su dinámica y proporciona algunas de las escenas más potentes emocionalmente hablando. En producción está ok: el trabajo de fotografía es bastante sólido considerando que un 95% de la película se realiza de noche, el trabajo de sonido está bien pero quieren sustentar muchas cosas en este, el score no aporta mucho y todo lo que respecta a efectos/maquillaje es ínfimo como para destacar.

Opinión final: Lemon Tree Passage es una película del montón. No se perderán de nada si no la ven.

Ojometro:
**