lunes, 30 de marzo de 2015

Crítica: The Slashening (2015)


Película escrita y dirigida por Brandon Bassham, la cual significa su primer largometraje y debut dentro del género. Se estrenó el pasado mes de febrero en VOD dentro de los Estados Unidos, pero no parece que vaya a tener otro tipo de distribución.

Sinopsis:

Lucy, Eva, Ashley, Beth y Margot son seis amigas que planean tener la mejor pijamada de sus vidas. Lamentablemente lo único que tendrán es una noche que pondrá a prueba su amistad al salir a la luz traiciones y engaños… todo mientras un sádico asesino ronda por el lugar.



Comentarios generales:

Justo cuando por el minuto 15 o 20 te encuentras frente a un grupo de chicas discutiendo sobre que cada vagina tiene un sabor diferente sabes que estás condenado. De manera casi inmediata tú cerebro se prepara para tratar que los próximos sesenta minutos resulten lo más agradables que se pueda mientras ves algo que a todas luces será atroz.

La verdad el encontrarle algo positivo a The Slashening es una tarea complicada debido a que esto no solo entra en la clasificación de proyectos cuasi escolares, sino que además el hecho de que maneje un humor tan increíblemente estúpido de manera deliberada como uno de sus puntos fuertes hace peor las cosas. Diría que un 95% de la película depende de que tan bien tomen los chistes y si, como fue en mi caso, no le encuentras gracia alguna esto será un suplicio; realmente todas las situaciones presentadas te hacen sentir cierta pena por los actores gracias a lo absurdas que resultan.

Pasando a la parte del terror, bueno… no tiene mucho. Cuenta con varias muertes, aunque la mitad son de repartidores de pizza asesinados de la misma manera y el resto (salvo un par de excepciones con los únicos toques cómicos efectivos) son demasiado genéricas. Ni que decir de la construcción de tensión o misterio, eso es inexistente; es más, la identidad del asesino la deduces muy fácil en unos cuantos minutos para quitarle así la única duda razonable que esto pudiera tener y de paso hacer irrelevante el final.

Las actuaciones son bastante malas, se trata de actores en sus treintas tratando de hacerse pasar por adolescentes y eso provoca que se vean mucho más ridículos haciendo dichas tonterías. La producción es muy pobre en general, lo cual es normal considerando el ínfimo presupuesto con el que se contó; aunque los efectos prácticos y trabajo de maquillaje que presentan son aceptables.

Opinión final: The Slashening es pésima, no hay mucho más que decir.

Ojometro:
*

jueves, 26 de marzo de 2015

Crítica: A Girl Walks Home Alone at Night (2015)


Producción estadounidense hablada completamente en persa que significa el primer largometraje para la directora Ana Lily Amirpour, quien además es la guionista. Obtuvo notoriedad en el Festival de Sundance del 2014, pero no fue sino hasta este pasado 20 de marzo que se estrenó vía VOD; además tiene planeada su salida en formato físico durante el mes de abril.

Sinopsis:

Una historia de amor entre dos almas torturadas en el pueblo iraní llamado BAD CITY… un lugar que huele a muerte y soledad; donde un solitario vampiro se aprovecha de los habitantes más depravados para saciar su sed de sangre.



Comentarios generales:

“Un nuevo clásico del género de vampiros”, “Lo mejor que le ha pasado a los vampiros desde Let the Right One In”, “Una obra maestra”. Estas son solo algunas de las opiniones que leí desde que se exhibió en Sundance, así que mis expectativas se encontraban por las nubes y las peculiaridades que la envuelven (dirigida por una mujer, dónde se lleva a cabo, el idioma) solo hacían que aumentaran; vamos… esperaba algo en verdad espectacular, pero después de una hora y media no lo pude encontrar.

A Girl Walks Home Alone at Night es un trabajo que inmediatamente te deja claro que es poco común y que no existe algo similar por ningún lado debido a que Amirpour juega de manera muy inteligente con el aspecto visual al utilizar ciertas técnicas con la cámara para hacerte sentir que no solo estás viendo una película, sino también un secuencia de imágenes estáticas que, gracias al uso del blanco y negro, resultan absorbentes. Algo que sin duda ayuda a darle un toque único porque es en base a esto que se logran construir casi en su totalidad los contados momentos de terror genuino para respaldar lo que en esencia es una historia de “amor” muy simple; en la cual todo se desarrolla de manera lenta, centrándose principalmente en lo raro y deprimente que rodea a Bad City.

Lo malo es que dicho desarrollo llega a un punto en donde te desesperas porque no pasa mucho, las cosas no avanzan y esto se acentúa con la poca relevancia que tienen el resto de los personajes secundarios (así como la integración de algunas escenas que no encajan); básicamente es una ciudad fantasma sin nada interesante más allá de su sanguinaria vigilante.

Ella es la que realiza todas las conexiones dentro de la historia y la naturaleza misma de su relación con Arash termina por desencadenar muchas preguntas sobre su extraño comportamiento debido a que a todas luces hay afecto por un humano cuyas acciones no son muy diferentes a las de aquellos que ha matado, pero por alguna razón con él se comporta de manera distinta.

El final te deja con la sensación de vacío. No esperaba acción o sangre considerando todo lo previo, pero si una conclusión más interesante que no solo se limitara a tratar con pinzas el extraño enamoramiento entre ambos protagonistas.

Las actuaciones están bien, Sheila Vand y Arash Marandi cargan con todo el peso de la película; siendo ella la que ofrece varios de los momentos más aterradores a base de expresiones. La producción no es llamativa, tiene efectos mínimos y en general la ambientación se puede apreciar muy poco; sin embargo, si tiene dos cosas que resaltan bastante: su fotografía y su score.

Lo primero ayuda a imprimir un aire de los años 30s dada su simpleza, mientras que lo segundo es una combinación de sonidos interesante que contrastan de buena manera con la eterna soledad presentada. 

Opinión final: A Girl Walks Home Alone at Night es una película complicada de valorar y definitivamente no es para todos. Hubo cosas que me gustaron pero el producto general simplemente no me convenció.

Ojometro:
***

martes, 24 de marzo de 2015

Crítica: Backcountry (2015)


Película escrita y dirigida por Adam MacDonald, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó el pasado 20 de marzo de manera limitada en cines, iTunes y VOD dentro de los Estados Unidos; aunque no existe información sobre si saldrá en otros mercados.

Sinopsis:

Jenn (Missy Peregrym) y Alex (Jeff Roop) son una joven pareja de la ciudad que va a acampar durante algunos días en el bosque. Estando ahí las cosas no saldrán como lo habían planeado y pronto se encontrarán, sin saberlo, perdidos en el territorio de un animal nada amigable.



Comentarios generales:

A veces es complicado saber que tanta relevancia tendrá el terror dentro de una película simplemente con ver el tráiler o leer la sinopsis; a ti te la venden como una del género y no te queda más que checarla para comprobarlo. En el caso de Backcountry esto fue lo que ocurrió después de algunos meses de estar leyendo reportes conflictivos y aunque claramente no cumple con varios de los estándares para clasificarla completamente como de terror, la verdad no esta tan alejada de otros trabajos que tratan sobre Pie Grande o cualquier cosa similar.

Desde los primeros minutos MacDonald te deja claro que su enfoque será generar una historia en donde pueda involucrarte por completo con los dos personajes principales y en base a eso construir una serie de eventos que reflejen cotidianidad, pero a la vez que algo no está bien desde un inicio. Lo cual evidentemente genera algunos problemas gracias a que esto amerita implementar un ritmo pausado durante gran parte de la película; causando así un primer acto poco llamativo, donde realmente no pasa mucho y que depende en exceso de una escena con el único otro personaje cuyo principal propósito es causar dudas (¿Acaso es un sádico asesino? ¿Se le tiene que creer lo que dice? ¿Los está siguiendo?), así como tensión entre la pareja para ir preparando el camino a otro tipo de conflictos que vendrán más adelante.

Algo que de entrada es efectivo porque una vez pasado este encuentro las cosas obtienen un aire de misterio mucho más marcado y la relación sufre un cambio perceptible que ayuda a generar dudas con respecto al peligro que los asecha. Sin embargo, esto lamentablemente dura muy poco debido a que unos cuantos minutos después te revelan cual es la verdadera amenaza, no juegan con esta y de ahí en adelante todo resulta demasiado predecible; no aburrido, pero si le hacen falta más emociones considerando la cantidad de drama personal que se incluye. Es como si tuvieran la intención de llevar las cosas a otro nivel sin gran idea y siempre terminan regresando al escenario pasivo conocido para no desbalancear la historia.

La parte final es sin duda lo mejor. La escena del ataque es agobiante y extremadamente gráfica, la cual te provoca una clase de terror diferente e inicia la verdadera esencia de la película: el instinto de supervivencia.

Las actuaciones están bien; Peregrym y Roop tienen buena química, mientras que la breve aparición de Eric Balfour es acertada (salvo su triste intento de acento). La producción no es nada del otro mundo pero en general la factura es sólida: el trabajo de fotografía se beneficia mucho del paisaje, el sonido es limpio, los efectos se limitan a una cabeza de oso que se ve un tanto falsa y el trabajo de maquillaje, aunque discreto, logra su labor de shock justo cuando es necesario.

Opinión final: Backcountry es una película más sobre supervivencia que de terror. Está bien, pero no está planeada para los fans del género.

Ojometro:
***

sábado, 21 de marzo de 2015

Crítica: Clown (2015)


Película dirigida por Jon Watts, quien además es co-escritor del guión junto con Christopher D. Ford.  Salió directamente en DVD y plataformas digitales dentro del Reino Unido el pasado 2 de marzo, aunque aún no tiene fecha establecida para el continente americano.

Sinopsis:

Kent (Andy Powers) es un padre amoroso que encuentra un traje de payaso para utilizarlo en la fiesta de cumpleaños de su pequeño hijo.  Lo que no sabe es que no se trata de un traje común y pronto empezará a sufrir una transformación que forma parte de una antigua maldición que cae en todo aquel que lo utiliza.



Comentarios generales:

Supuestamente esta película iba a salir el año pasado, de hecho, era de las que más esperaba; sin embargo, por motivos que desconozco se retrasó y eso fue generando una gran expectativa a su alrededor (junto con el nombre de Eli Roth ligado como productor). El tráiler era llamativo, además de que históricamente los payasos son personajes que funcionan dentro del género con fórmulas simples; realmente todo estaba a su favor para hacer de Clown algo muy importante. ¿Lograron eso? No precisamente, aunque el resultado está lejos de ser malo.

Lo que la dupla Watts/Ford nos regala es una historia que en el papel luce muy simple, la cual rápidamente introduce algunos momentos chuscos con el personaje de Kent mientras este lidia con los problemas iniciales que le provocan el traje; dándole así un aire ligero a lo que ocurre y que te prepara de buena forma para lo que supones será un golpe directo cuando las cosas se pongan feas. Situación que lamentablemente no se da y que en realidad es el principal problema de la película debido a que el primer acto es utilizado para ir desarrollando poco a poco los misterios que hay detrás, provocando que todo transcurra de manera exageradamente lenta, sin sustos o momentos con un grado de intensidad siquiera decente; simplemente no ocurre demasiado más allá de los conflictos internos del personaje principal y una breve explicación de los ficticios orígenes de la fuerza maligna detrás que, si bien son interesantes, no juegan un papel fundamental en los primeros 40/45 minutos.

Es hasta que llega el segundo acto cuando en verdad esto se torna interesante debido a que finalmente deciden meter el acelerador y la transformación empieza a tomar forma como uno quería desde varios minutos atrás. Ciertamente no es algo tan espectacular o lo sangrienta que uno esperaría, pero está bien llevada; además que los detalles del pasado del traje son lo suficientemente perturbadores para brindar una buena dinámica entre una cosa y la otra. Generando así la preparación idónea para la mejor escena de todas: la del centro de juegos.

Realmente nunca imagine que un escenario así podría brindar una atmósfera tan interesante: sabes perfectamente bien cuál será el trágico destino de alguno de los niños, pero la construcción de los ataques tiene un grado de tensión tan potente que aún así te perturba. Lo único malo es que no son tan gráficos o violentos, la sangre se mantiene en lo mínimo cuando a mi juicio era necesaria por lo menos una muerte con estas características.

La parte final es destacada. Por fin se revela al payaso en su totalidad y la meticulosa historia detrás de este recibe la atención debida para generar un conflicto entretenido que combina cierta acción, una buena dosis de sangre y un cierre con el que por momentos parece jugarán un poco, pero que terminan haciéndolo totalmente crudo y sin sentimentalismos.

De las actuaciones puedo decir que en general son buenas; salvo la del hijo y el abuelo que te desesperan, todas las demás cumplen a la perfección su cometido. La producción es sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien pensada, tiene un buen score, cuenta con unos efectos decepcionantemente limitados y el trabajo de maquillaje en la transformación es de destacar.

Opinión final: Clown es un auténtico volado. Si no tienen problemas con el primer acto seguro les agradará, pero si ese no es el caso seguramente les dejará sentimientos encontrados.

Ojometro:
***