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viernes, 29 de marzo de 2024

Crítica: Vermines (2023)

Producción francesa dirigida por Sébastien Vanicek, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Florent Bernard. Se estrenó en cines dentro de Francia a finales de diciembre del año pasado, mientras que hizo lo propio en México el 21 de marzo; recaudando hasta la fecha $2.03 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Kaleb (Théo Christine) es un apasionado de los animales exóticos y un día adquiere una peculiar araña venenosa que se le termina escapando. Iniciando con ello una verdadera pesadilla para él y todos los vecinos dentro del edificio en el que vive.


Comentarios generales:

Las arañas pertenecen al grupo de animales que históricamente siempre han estado ligados al cine de terror y películas como “Tarantula”, “Arachnophobia” o la divertidísima “Eight Legged Freaks” se encargaron de posicionarlas manera interesante ante los ojos de los fans en distintas épocas. Sin embargo, con el pasar del tiempo han ido quedando un poco olvidadas y los contados intentos por darles nuevamente algo de relevancia no han sido tan efectivos, pero probablemente Vermines pueda cambiar eso.

Y es que lo traído por Vanicek es de esos trabajos que tienen perfectamente claro cuál es su propósito y las fortalezas con las que cuenta para poder alcanzarlo, incluso si durante el primer acto no es tan evidente. Más que nada porque está completamente destinado a presentar a un grupo de personajes bastante ruidosos con los que es complicado poder involucrarse de inicio, pero que definen perfectamente el ambiente que se vive en ese edificio y la compleja dinámica en la que están involucrados que hace del lugar el escenario ideal para la evolución de una amenaza que parece ser un tanto ridícula.

Obvio con lo anterior el ritmo no resulta ser el más atractivo porque las acciones tardan un poco en explotar, aunque una vez que se empieza a mostrar lo peligrosas que son las arañas este cambia de golpe y no vuelve a retroceder en lo que resta del metraje.

Sobre todo porque el director tiene la capacidad para mantenerte siempre expectante al momento de utilizar a las criaturas de diversas formas, ya sea bajo circunstancias que cualquiera de nosotros ha podido experimentar cuando nos aparecen de la nada en nuestros hogares o por medio de situaciones mucho más exageradas cuyo propósito es añadir el shock necesario con el que se logra generar una sensación de peligro elevada y además un tono mucho más oscuro del que pudieras esperar al estar complementado con un poco de crítica sobre cómo las autoridades están dispuestas a sacrificar a los más indefensos en la sociedad para evitar una catástrofe mayor.

Llevándonos así por varios momentos muy bien logrados que cumplen totalmente con el propósito de ir mostrando la evolución de las arañas y la propia relación de los personajes bajo unas buenas dosis de acción. Las cuales llegan a su punto más alto justo con una parte final en la que se suelta todo el despliegue de efectos para lograr un desenlace muy efectivo en el que se juega con la idea de que los propios humanos son igual de peligrosos e impredecibles que los arácnidos.

Sobre las actuaciones hay que decir que son correctas en general, siendo tal vez el propio Théo Christine el más flojo de todos porque realmente tiene complicaciones al momento de mostrar un mayor rango emocional cuando es necesario. Mientras que en producción tenemos cosas para destacar: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son bastante buenos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Vermines me gustó. Una grata sorpresa no apta para aracnofóbicos que sabe perfectamente qué es lo que quiere.

Ojometro:
****

martes, 8 de octubre de 2019

Crítica: Itsy Bitsy (2019)


Primer largometraje del director Micah Gallo, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jason Alvino y Bryan Dick. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto y su salida en formato físico se dio el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

Una madre y sus dos hijos se mudan a su nuevo hogar donde esperan encontrar estabilidad y empezar una nueva vida después de una tragedia. Lamentablemente para ellos pronto este nuevo capítulo se convertirá en una pesadilla  cuando una antigua entidad en forma de araña empiece a acecharlos.



Comentarios generales:

Las películas sobre arácnidos gigantes no son algo nuevo, de hecho, es una fórmula bastante antigua que por alguna u otra razón se ha ido quedando en el olvido con el pasar de las décadas. Así que cuando escuché sobre Itsy Bitsy mi curiosidad se disparó, más que nada porque ya tenía bastante de no ver una película con estas criaturas; aunque para mi sorpresa es algo muy distinto a lo que imaginaba.

Y es que lo que nos ofrece Gallo, en lugar de irse más por el lado de lo cómico como suele ser habitual con esta clase de trabajos, toma un camino de mayor seriedad para construir una historia en la que se le da prioridad al suspenso y a la presentación de un drama familiar que por varios momentos te hace olvidar que esto se trata sobre una enorme araña. Sobre todo durante un primer acto en el que se mantiene como un elemento secundario entre las sombras mientras aprendemos un poco más de esta madre (Kara) que tiene una cantidad importante de problemas personales con los cuales se añade contexto, pero también se provoca que el avance sea lento en las acciones y de pronto el visionado se empiece a volver pesado desde muy temprano.

Un contratiempo del que logra reponerse con el pasar de los minutos al ir incrementando el suspenso y la intensidad del drama familiar sin que este resulte tan apabullante al combinarlo con apariciones más constantes de la araña. La cual ayuda a construir situaciones que, si bien son algo genéricas, empiezan a brindar la sensación de peligro que debería provocar algo como esto al jugar constantemente con la seguridad del personaje más indefenso de todos.

Llevando así a una parte final que está entretenida porque tiene algo más de violencia y acción, aunque no creo que cumpla del todo con su propósito. Ya que en teoría lo que ocurre está planeado para hacer que el personaje de la madre resulte más empático, sin embargo, muchas de las cosas que debería de hacer ella terminan siendo realizadas por el hijo y eso no la deja en una posición tan distinta con respecto al inicio; de hecho, solo hacen que el desenlace se sienta un tanto acelerado e incluso plano.

Las actuaciones cumplen, nada es precisamente sobresaliente pero todos hacen una buena labor con unos personajes que tampoco exigían demasiado. La producción también es correcta: tiene un trabajo de fotografía sólido, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son tan elaborados y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Itsy Bitsy está pasable. Película cuya existencia no hará ruido, pero que por lo menos trata de hacer algo diferente.

Ojometro:
***

martes, 19 de febrero de 2019

Crítica: Dead Ant (2019)


Película escrita y dirigida por Ron Carlson. Se estrenó el pasado 24 de enero directamente en VOD dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico ya está confirmada para el próximo 5 de marzo.

Sinopsis:

Sonic Grave es una banda de glam metal conocida por un hit de 1989, pero ahora planean realizar su triunfal regreso presentándose en el festival de Coachella. Lo malo es que su viaje en búsqueda de inspiración por medio del peyote pronto resultará en una feroz batalla contra hormigas asesinas gigantes.



Comentarios generales:

Cuando uno termina de leer la sinopsis de Dead Ant sabe inmediatamente qué tipo de película le espera, ya que decir que su premisa es absurda sería quedarme corto. Por eso mismo es un trabajo que no es tan sencillo de analizar porque dada su propia naturaleza esto pasa a un segundo término considerando que su meta no es cumplir con los estándares artísticos convencionales, sino más bien tratar de entretener por medio de las ideas más tontas que se puedan imaginar y en ese sentido puede llegar a ser o no efectiva dependiendo de cómo cada persona pueda asumir este humor.

En mi caso la verdad es que lo presentado por Carlson no me terminó por convencer, obvio entiendo el propósito que hay detrás y todo eso, pero simplemente en ningún momento me pareció que lo ocurrido en pantalla lograra su objetivo. Y es que, más allá de las excentricidades y la burla al glam metal, realmente no hay demasiado en esta historia que resulte lo suficientemente entretenido como para hacer de la primera mitad digerible ante la simpleza de las acciones y el avance un tanto lento que tiene para llegar a lo que es supuestamente el punto central de todo esto, ósea… las hormigas gigantes.

Las cuales integran cierto factor sorpresa a la trama una vez que empiezan a ser más relevantes, proporcionando así cierta profundidad a las razones por las cuales son de ese tamaño. Un detalle que podrá parecer menor pero que en cierta medida ayuda a que lo ocurrido durante la segunda mitad tengan un poco más de lógica y vuelva ligeramente más compleja la situación para los personajes. Aunque también da material para algunos momentos de humor pobre que se sienten muy forzados.

Ya para la parte final el nivel de ridiculez es demasiado alto, pero debo de decir que esta es por lo menos divertida. El hecho de que el objetivo principal de la banda se cumpla y al mismo tiempo esto sea la solución para vencer a las hormigas de algún modo funciona, dejando así un desenlace que provocará alguna que otra carcajada.  

Las actuaciones están ok, en el tono ridículo que se espera y no van más allá de eso. La producción es de corte muy similar a lo que vemos en las películas de The Asylum: el trabajo de fotografía es apenas aceptable, la dirección de arte es básica, el score genérico, el trabajo de sonido irregular, la labor de maquillaje decente y los efectos en verdad terribles, dignos de una cinemática de videojuego de PC a inicios de los 90s.

Opinión final: Dead Ant es ridícula a más no poder. Película para no tomar en serio y que ya dependerá de cada quien si gusta o no.

Ojometro:
**

viernes, 24 de agosto de 2018

Crítica: Boar (2018)


Película dirigida por Chris Sun (Charlie's Farm), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Kirsty Dallas. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de junio, mientras que su salida en DVD y Blu-ray se dio el pasado 15 de agosto.

Sinopsis:

En la violenta, pero a la vez hermosa Australia vive una bestia, un animal de tamaño gigantesco con una sed de sangre y destrucción. No le importa nadie, defiende su territorio con brutalidad y mata a cualquiera que se ponga en su camino con una crueldad como nunca antes se había visto.



Comentarios generales:

Películas que involucren algún tipo de animal salvaje son muy comunes dentro del género de terror, llevan existiendo desde hace décadas y por lo general son consideradas de las más “fáciles” de realizar. Por eso mismo es que durante años vimos producciones hechas al vapor dedicadas principalmente a la TV que les hicieron mucho daño ante la percepción pública y no fue sino hasta hace poco tiempo que se empezó a querer revertir eso; sin duda una labor difícil y que llevará tiempo de lograr, pero al menos con trabajos como Boar se va por el camino adecuado.

Y no me malinterpreten, con esto no quiero decir que se trate de una maravilla porque está demasiado lejos de serlo, sin embargo, lo que nos ofrece Sun es una película que sabe desde un inicio lo que te quiere contar al presentar una historia simple en la que nunca se ofrecen grandes detalles con respecto a los orígenes de la criatura. Solo la presentan matando para establecer la tónica y añadir impacto inmediato mientras se trata de darle un poco de relevancia a unos personajes sumamente huecos en una fórmula que, si bien funciona, también provoca que el primer acto sea aburrido. 

Lo bueno es que para cuando se alcanza la media hora esto se olvida debido se le da rienda suelta a la bestia para que mate y eso hace que la dinámica se incremente de golpe. Ofreciendo así una serie de muertes llamativas que añaden sangre y shock muy valiosos para que se pueda considerar como una amenaza creíble a un cerdo gigante; en especial porque a partir de este punto dejan de esconderlo en la oscuridad para exhibirlo de manera más clara y así brindar cierta dimensión con respecto al peligro que representa.

Evidentemente lo que ocurre es muy básico y el camino a la parte final no presenta demasiada novedad, pero si resulta entretenida. Más que nada porque cuenta con una “pelea” única y nunca  escatiman en la violencia para llegar a una conclusión bastante estándar.

De las actuaciones no hay mucho que decir, por el tipo de película estas no tienen demasiado peso y las que más resaltan son las que se sustentan en ciertos estereotipos exagerados. La producción no está nada mal: el trabajo de fotografía es sólido, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje está ok y los efectos en general están bastante bien hechos (tanto los prácticos como los que involucran CGI).

Opinión final: Boar es aceptable. Película sin grandes pretensiones en la que uno sabe qué va a ver.

Ojometro:
***

sábado, 23 de julio de 2016

Crítica: The Shallows (2016)


Película dirigida por Jaume Collet-Serra (Orphan), cuyo guión fue escrito por Anthony Jaswinski. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 24 de junio y aquí en México hizo lo propio este pasado 15 de julio; recaudando hasta la fecha $60 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando Nancy (Blake Lively) se encuentra surfeando en una playa aislada en México, ella por error entra al territorio de un gran tiburón blanco. Acorralada en una roca y a solo 200 yardas de la costa, ahora tendrá que recurrir a todo su ingenio, improvisación y fortaleza para salir con vida de ahí.



Comentarios generales:

Hay películas que están hechas para que el espectador simplemente se siente cómodamente con sus palomitas en mano y se desconecte por completo viendo algo diseñado para no pensar demasiado, es una fórmula muy utilizada con los blockbusters veraniegos y el género de terror tampoco está exento. Es por ello que cuando vi el primer tráiler de The Shallows me mentalicé con la idea de que lo que iba a recibir era eso, una película palomera; siendo este un enfoque bajo el cual resulta una propuesta efectiva.

Es cierto que lo que nos regala Collet-Serra es un trabajo cuya trama es bastante limitada y gran parte de su atractivo recae en ver a una escultural Blake Lively en bikini, pero durante el primer acto se las arregla para brindar la suficiente información sobre la protagonista para justificar muchas de sus decisiones/acciones más adelante. Todo bajo un escenario que juega dos roles: uno como lugar paradisíaco que quisieras visitar, pero también uno cuyo aislamiento genera de manera inconsciente ese temor de saber que puede ser tu tumba sin que nadie lo sepa. Situación que el director explota de buena manera una vez que el tiburón hace de presencia y establece el desolador panorama para Nancy.

Uno con el que juega de manera inteligente, mostrando que en realidad su salvación está relativamente cerca, pero gracias a su condición y a las ventajas naturales del tiburón es básicamente un sueño imposible salir con vida de ahí. Algo que funciona muy bien durante unos 40 minutos, pero que se empieza a volver un poco tedioso con el pasar del tiempo debido a que las propias limitaciones de este escenario no los deja hacer demasiado, recurriendo así a cosas poco entretenidas que provocan un ritmo lento y evitan que el tiburón sea mejor utilizado. Lo cual es una pena porque en las escenas donde muestra toda su ferocidad la intensidad de la película sube de golpe (aunque hay una muerte fuera de cámara que molesta un poco porque pudo ser mejor aprovechada). 

La parte final cuenta con las situaciones más exageradas posibles, pero ninguna de estas te resulta un verdadero fastidio gracias a que están bien hechas y la hacen muy entretenida. Ofreciendo las mayores dosis de acción y, aunque raye en lo ridículo, una buena conclusión para este peculiar enfrentamiento.

De la actuación de Lively puedo decir que es correcta para lo que es, todas las facetas por las que pasa su personaje están bien logradas. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, el score me agrado, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están bien hechos (el CGI con el tiburón es sólido) y la cuestión del maquillaje es efectivo para lo que es utilizado.

Opinión final: The Shallows no es una maravilla, pero me entretuvo bastante. Película para pasar el rato.

Ojometro:
***

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Crítica: Stung (2015)


Co-producción alemana/estadounidense escrita por Adam Aresti y dirigida por Benni Diez, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el pasado 3 de julio, aunque aún no se sabe cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Julia (Jessica Cook), quien recién acaba de hacerse cargo del negocio de cátering de su padre, se dirige a su primer evento junto a su socio Paul (Matt O’Leary). Dicho evento es una fiesta organizada por una anciana en su mansión en el campo, donde todo marcha según lo planeado como cada año... hasta que un enjambre de avispas sale a la superficie y empieza a desatar un caos sin igual.



Comentarios generales:

Las películas sobre insectos por lo general son sinónimo de exageración, así ha sido desde los 40s/50s y no parece que eso vaya a cambiar nunca, lo cual se escucha como algo malo pero en realidad creo que termina dándoles cierta identidad que otros sub-géneros no tienen o lo han perdido a través de los años. Por ello con Stung ya sabía que esperar y para mi agrado me encontré con ese trabajo tipo serie B lleno de animatronics que imaginaba.

Desde le primera escena en donde vemos a una avispa persiguiendo a una abeja es muy evidente cual será el tono general de la película y ciertamente Diez no se complica la existencia para seguir ese camino debido a que los primeros 15/20 minutos no te dicen mucho; de hecho, lo que predomina es un humor simple para introducir a todos los personajes mientras el espectador es quien asume más o menos lo que está por ocurrir. Algo que podría parecer un problema, pero en realidad no lo es y en gran parte se debe a que una vez que hace acto de presencia el enjambre todo se vuelve un caos entretenido que deja poco tiempo para estar pensando sobre la coherencia de lo que está ocurriendo en pantalla; centrándose más en un espectáculo visual lleno de sangre, líquidos viscosos y muertes que no son tan gráficas como me hubiera gustado.

Realmente carece de grandes momentos de terror pero su ritmo frenético y situaciones absurdas complementan ese aspecto; igualmente no tiene gran ciencia en cuanto a la propia historia detrás de la mutación de las avispas, solo tocan por breves instantes ese tema sin que tenga mucha relevancia en los sucesos posteriores. Una decisión que termina afectando parte del segundo acto debido a que lo vuelve sumamente repetitivo, con secuencias casi idénticas que lo único que las diferencia es el numero de humanos que siguen con vida.

El final es acción pura. Básicamente se trata de un escape extendido del nido de avispas que en un punto presenta un suceso bastante bizarro que ponía en riesgo de volver mucho más absurda a la ya de por si frágil premisa, pero afortunadamente el director no se centra demasiado en este y sigue con su línea de darle relevancia solo a los insectos. Incluso se deja abierta la posibilidad de una secuela.

Las actuaciones están ok, realmente no puedo decir que alguien destaque por encima del resto y en gran medida es porque casi todos son utilizados como personajes de relleno; además de que la historia no es tan profunda como para ofrecer grandes cosas con los únicos dos que si importan.

La producción es sólida a pesar de su corto presupuesto: el trabajo de fotografía captura una variedad de colores agradable, la dirección de arte es simple pero efectiva y el maquillaje, si bien no es tan determinante como hubiera esperado, presenta buenas cosas. Sin embargo, lo llamativo de todo esto son los efectos: es una combinación de CGI con animatronics muy bien balanceada (con mucha sangre y sustancias pegajosas de por medio) que le agradará a los amantes de lo retro.

Opinión final: Stung es entretenimiento ligero sin muchas pretensiones. Buena opción para pasar el rato.

Ojometro:
***

martes, 24 de marzo de 2015

Crítica: Backcountry (2015)


Película escrita y dirigida por Adam MacDonald, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó el pasado 20 de marzo de manera limitada en cines, iTunes y VOD dentro de los Estados Unidos; aunque no existe información sobre si saldrá en otros mercados.

Sinopsis:

Jenn (Missy Peregrym) y Alex (Jeff Roop) son una joven pareja de la ciudad que va a acampar durante algunos días en el bosque. Estando ahí las cosas no saldrán como lo habían planeado y pronto se encontrarán, sin saberlo, perdidos en el territorio de un animal nada amigable.



Comentarios generales:

A veces es complicado saber que tanta relevancia tendrá el terror dentro de una película simplemente con ver el tráiler o leer la sinopsis; a ti te la venden como una del género y no te queda más que checarla para comprobarlo. En el caso de Backcountry esto fue lo que ocurrió después de algunos meses de estar leyendo reportes conflictivos y aunque claramente no cumple con varios de los estándares para clasificarla completamente como de terror, la verdad no esta tan alejada de otros trabajos que tratan sobre Pie Grande o cualquier cosa similar.

Desde los primeros minutos MacDonald te deja claro que su enfoque será generar una historia en donde pueda involucrarte por completo con los dos personajes principales y en base a eso construir una serie de eventos que reflejen cotidianidad, pero a la vez que algo no está bien desde un inicio. Lo cual evidentemente genera algunos problemas gracias a que esto amerita implementar un ritmo pausado durante gran parte de la película; causando así un primer acto poco llamativo, donde realmente no pasa mucho y que depende en exceso de una escena con el único otro personaje cuyo principal propósito es causar dudas (¿Acaso es un sádico asesino? ¿Se le tiene que creer lo que dice? ¿Los está siguiendo?), así como tensión entre la pareja para ir preparando el camino a otro tipo de conflictos que vendrán más adelante.

Algo que de entrada es efectivo porque una vez pasado este encuentro las cosas obtienen un aire de misterio mucho más marcado y la relación sufre un cambio perceptible que ayuda a generar dudas con respecto al peligro que los asecha. Sin embargo, esto lamentablemente dura muy poco debido a que unos cuantos minutos después te revelan cual es la verdadera amenaza, no juegan con esta y de ahí en adelante todo resulta demasiado predecible; no aburrido, pero si le hacen falta más emociones considerando la cantidad de drama personal que se incluye. Es como si tuvieran la intención de llevar las cosas a otro nivel sin gran idea y siempre terminan regresando al escenario pasivo conocido para no desbalancear la historia.

La parte final es sin duda lo mejor. La escena del ataque es agobiante y extremadamente gráfica, la cual te provoca una clase de terror diferente e inicia la verdadera esencia de la película: el instinto de supervivencia.

Las actuaciones están bien; Peregrym y Roop tienen buena química, mientras que la breve aparición de Eric Balfour es acertada (salvo su triste intento de acento). La producción no es nada del otro mundo pero en general la factura es sólida: el trabajo de fotografía se beneficia mucho del paisaje, el sonido es limpio, los efectos se limitan a una cabeza de oso que se ve un tanto falsa y el trabajo de maquillaje, aunque discreto, logra su labor de shock justo cuando es necesario.

Opinión final: Backcountry es una película más sobre supervivencia que de terror. Está bien, pero no está planeada para los fans del género.

Ojometro:
***

miércoles, 11 de marzo de 2015

Crítica: Beaster Day: Here Comes Peter Cottonhell (2015)


Película escrita y dirigida por los Snygg Brothers. Se estrenó el pasado 13 de enero dentro de los Estados Unidos por medio de diversas plataformas digitales, pero luce imposible que salga en formato físico o que llegue a otros mercados.

Sinopsis:

Un gigantesco conejo de pascua sediento de sangre empieza a matar sin misericordia a los habitantes de un pueblo, esto mientras el alcalde se hace de la vista gorda en vísperas del festival anual. Todo parece perdido mientras los ataques se incrementan; siendo la última esperanza del pueblo una actriz wannabe y un loco cazador de perros.



Comentarios generales:

Al momento de leer la sinopsis sabía que tenía que alejarme lo antes posible de esto, pero simplemente no pude. Tal vez haya sido por lo ridículo o tal vez porque esperaba algo parecido a las películas de Syfy; sin embargo, esto fue muchísimo peor de lo que imaginaba, ya que poco (en serio… MUY POCO) se le compara a Beaster Day: Here Comes Peter Cottonhell en cuanto a atrocidades dentro del género en la época reciente.

La verdad es que extenderme mucho con esta película seria escribir cosas huecas, ya que aunque es muy clara la intención de los Snygg Brothers de tirarle más al espíritu del cine de serie b y así lograr que el espectador encuentre el encanto gracias a su pobreza extrema, lo cierto es que hasta para eso debes de mostrar un poco más de talento. Aquí cualquier tipo de estructura brilla por su ausencia, básicamente la “historia” es así: un conejo gigante que se parece más a una rata se come a cualquier persona que encuentre en el bosque (principalmente mujeres de pechos grandes), mientras en el pueblo todos se comportan de manera muy estúpida.

Nunca existe la intención de profundizar sobre por qué el conejo es del tamaño que es, ni tampoco sobre por qué esta en ese pueblo en particular. En realidad se trata de casi 90 minutos de escena tras escena random, con un humor muy pobre, diálogos vacíos y en donde hasta el final se logra una continuidad más o menos mirable en base a los únicos dos personajes que tienen algo de importancia en todo esto.

Las actuaciones son lamentables; en especial todas aquellas que pretenden ser graciosas como el alcalde o el cazador de perros. La producción, híjole… ni cómo ayudarles: los efectos del conejo parecen hechos por un niño para una película casera, donde la criatura muestra unos movimientos limitadísimos. Tiene un pésimo trabajo de sonido, el CGI es espantoso y creo que el trabajo de maquillaje es lo único pasable.

Opinión final: Beaster Day es una de las peores cosas que verán en su vida, así de simple.

Ojometro:
*

sábado, 27 de julio de 2013

Crítica: Beneath (2013)


Película del director Larry Fessenden (The Last Winter). Se estrenó de manera limitada en cines el pasado 16 de julio en los Estados Unidos, además de que también salió para VOD.

Sinopsis:

Seis amigos recién graduados de la preparatoria deciden ir a celebrar durante un fin de semana antes de tomar caminos diferentes. Para ello planean un viaje en donde tienen que cruzar un lago, en el cual un pez enorme los ataca y los obliga a sacar sus verdaderas personalidades para poder salvarse.



Comentarios generales:

¿Estamos ante la Jaws versión lago? Ciertamente hay un pescadote con dientes muy afilados que ronda en el agua, pero Beneath es una cosa que difícilmente se podría comparar con el clásico de los 70s.

Fessenden nos trae una película que no solo no provoca el mas mínimo grado de terror (bueno… tal vez para quienes le tienen fobia a los peces), sino que además trata de engancharnos con unos conflictos adolescentes sumamente ridículos que lo único que logran es causarte una obsesión enorme por querer darle a FF a esto. Algo que es en cierta forma una pena, ya que el punto central de todo es vendernos la idea de como las generaciones actuales son totalmente egoístas y doble caras.

Otro aspecto que me pareció hilarante fue la forma en la que te quieren vender un entorno de desolación y desesperación brutal, lo cual hubiera funcionado si la historia se desarrollara en el mar, pero vamos, ES UN LAGO!!! El cual además parece ser kilométrico, ya que esto se desarrolla durante todo un día y por más que reman nunca llegan a la orilla.

Las actuaciones son bastante malas, totalmente exageradas y aún así carentes de intensidad. En producción no tiene mucho, el trabajo de fotografía es aceptable pero el punto en el que todo el mundo se va a fijar es en la criatura: la cual se ve más falsa que esos animatronics que uno encontraba en algunos museos hace algunos años y que claramente limitó bastante las escenas de muertes.  

Opinión final: Beneath es un desastre, algo que es sorpresivo considerando quien es el director. Es de esa clase de películas en las que si no le encuentras lo gracioso por lo mala que es vas a sufrir durante hora y media.

Ojometro:
*