domingo, 14 de mayo de 2017

Crítica: Alien: Covenant (2017)


Película dirigida por Ridley Scott, cuyo guión fue co-escrito por John Logan y Dante Harper. Se estrenó en México y varios otros países durante este fin de semana, mientras que en los Estados Unidos hará lo correspondiente el 19 de mayo.

Sinopsis:

La tripulación de la nave Covenant se encuentra en una misión para llegar a un remoto planeta en la parte más lejana de la galaxia, pero en su camino descubren otro que parece ser un auténtico paraíso y deciden visitarlo sin saber que se trata de uno muy peligroso que guarda una amenaza que va más allá de su imaginación.



Comentarios generales:

Después de lo divisiva que resultó ser Prometheus parecía que el plan de expandir el universo de Alien estaba destinado a fracasar, pero cuando Ridley Scott empezó a revelar detalles sobre la continuación y sobre como planeaba enfocarse mucho más en los orígenes del Xenomorph las expectativas volvieron a elevarse. Es por ello que Covenant rápidamente se convirtió en una de las películas más esperadas del 2017, ya que los fans recuperaron la esperanza de ver por fin algo que pudiera hacerle justicia a una franquicia muy querida y en términos generales creo que dichos deseos se verán cumplidos, aunque no sin ciertos cuestionamientos.

Y es que, si bien técnicamente es una precuela de Alien, también es una secuela de Prometheus, lo cual de manera inevitable involucra todo el contexto que fue tan polémico hace unos años y que Scott lo utiliza como base durante el primer acto. Uno que es muy similar en desarrollo al centrarse en la coexistencia de la ciencia y la fe, así como por la búsqueda de nuevos lugares para habitar, pero sin presentarnos a una tripulación particularmente interesante; no tanto por la falta de nombres (que los hay), sino porque en realidad nunca se toma el tiempo necesario para definir de manera adecuada sus personalidades y opta por mejor centrarse solo en tres que, con excepción del personaje de Fassbender, no logran sentirse como individuos lo suficientemente fuertes para sostener lo que está por venir.

Digamos que el primer acto no es aburrido, pero tampoco nada del otro mundo, ya que esta historia empieza a tomar forma justo cuando se le da más relevancia a los origines del Xenomorph por ahí entrada la media hora de metraje. Primero porque desde el lado visual lo que vemos es algo en verdad impresionante y, segundo, porque la manera en la que se nos muestra su nacimiento nos regala algunas de las escenas más sangrientas de la película; siendo así el comienzo de situaciones dinámicas e intensas que definen perfectamente el peligro que corre la tripulación incluso con formas no tan desarrolladas.

Un aspecto que se ve magnificado cuando se da la conexión más importante con Prometheus, ya que a pesar de brindar un escenario más seguro nunca se pierde la sensación de peligro constante y eso ayuda a generar los únicos momentos de terror genuino. Aunque, igualmente, es en esta parte donde para muchos la película pudiera resultar tediosa considerando que la explicación y los motivos que están detrás de los origines de la criaturas se sienten un tanto sobre elaborados, quitándole así cierto misterio que siempre han tenido.

Los últimos veinte minutos si se sienten completamente como de una película de Alien hecha y derecha. Ya que las acciones se trasladan dentro de la nave para empezar a utilizar trucos y situaciones características de los trabajos de los 70s/80s; con una escena un tanto fuera de lugar, pero en términos generales se logra un cierre con bastante fuerza sustentándose principalmente en la acción para dejar así el camino libre a una ya confirmada secuela.

De las actuaciones definitivamente la estrella es Michael Fassbender con su doble personaje, ya que es el único que resalta dentro de una tripulación que realmente nunca logra generarte gran interés. La producción es lo que uno espera con tal presupuesto: el trabajo de fotografía es espectacular, la dirección de arte está bien cuidada, el score es genial, tiene un gran trabajo de sonido, la labor de maquillaje es sólida y los efectos son de primer nivel, combinando de manera acertada el CGI con prácticos.

Opinión final: Alien: Covenant me pareció buena a secas. Tiene cosas que funcionan y otras que no, pero si son fans de Alien la van a disfrutar (salvo que hayan detestado Prometheus).

Ojometro:
****

miércoles, 10 de mayo de 2017

Crítica: The Devil's Candy (2017)


Película escrita y dirigida por Sean Byrne (The Loved Ones). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de marzo, aunque todavía no hay información sobre una posible salida en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Un pintor en apuros financieros es poseído por fuerzas satánicas cuando se muda junto a su pequeña familia a una casa localizada en el Texas rural y cuyo pasado está ligado a un individuo que pondrá en peligro sus vidas.



Comentarios generales:

El cine de terror y el heavy metal cuentan con un vínculo especial desde hace bastante tiempo: ambos tuvieron su pico de popularidad en los 80s, su decadencia en los 90s, han sido objetos de críticas por parte de grupos conservadores y en general siguen vivos a pesar de que mucha gente los da por muertos desde hace años. Así que cuando una película utiliza dicho género musical como algo relevante siempre va a llamar la atención y The Devil's Candy no fue la excepción, aunque en este caso nos encontramos ante algo que utiliza dicha combinación de manera un tanto distinta a lo acostumbrado. 

Ya que lo que nos presenta Byrne es una historia que, si bien maneja ciertos temas satánicos, estos únicamente sirven como complementos para algo que se sustenta mucho más en el aspecto humano al mostrar una familia poco convencional y a un asesino que manda un claro mensaje de que no se necesita recurrir a cuestiones paranormales cuando el verdadero peligro esta allá afuera con personas mentalmente inestables. Regalándonos así un primer acto que por algunos momentos pareciera ser un clon más de Amityville, pero que poco a poco va adquiriendo su propio sello distintivo en base al heavy metal y a la manera en cómo este representa a la perfección a unos personajes cuya dinámica resulta agradable de ver mientras se van insertando discretamente un par amenazas que, al menos en este punto, lucen igual de peligrosas. 

Todo bajo un ritmo agradable que nunca sufre grandes cambios y cuando los llega a tener estos son sutilmente camuflados por medio de una banda sonora vibrante que prepara de manera adecuada el camino para que el conflicto central funcione. Uno que recae por completo en el personaje de Ray y sobre cómo este pone de cabeza el mundo de la familia, brindándole así un tono mucho más oscuro a las acciones cuando se empiezan a revelar sus verdaderas intenciones; las cuales eliminan por completo la posible empatía que se pudiera llegar a tener considerando que el tipo en realidad no quiere ser malo, pero de todos modos está dispuesto a hacer lo que sea para librarse de lo que lo aqueja.

Un aspecto que a mi entender funciona de gran forma, pero que para algunos pudiera resultar confuso dado a que con esto básicamente se pasa a un segundo plano la otra amenaza que en cierta forma era la puerta para todo el tema satánico.

La parte final es bastante intensa. En verdad te agobia lo que le puede llegar a pasar a esta familia gracias a que se nos presenta una situación con un nivel de violencia más elevado; sin embargo, el hecho de que se eligiera un final feliz y tenga algunos aspectos técnicos poco afortunados (fuego creado con CGI) no permiten que el cierre se sienta con la fuerza que esta historia requería.

En el tema de las actuaciones está bien, Ethan Embry (Jesse) hace un trabajo muy distinto al acostumbrado, Kiara Glasco (Zooey) está correcta y Prutt Taylor Vince (Ray) como el villano resulta muy intimidante. La producción cumple: tiene un trabajo de fotografía correcto, la dirección de arte es discreta, la banda sonora es muy buena, el trabajo de sonido es sólido y los efectos son muy simples, salvo por el tema del fuego en CGI que no es precisamente algo para enorgullecerse.

Opinión final: The Devil's Candy me gustó. Un trabajo bien hecho que no creo que se vuelva un clásico, pero si puede hacerse de varios fans.

Ojometro:
****

domingo, 7 de mayo de 2017

Crítica: Eloise (2017)


Primer largometraje del director Robert Legato, cuyo guión fue escrito por Christopher Borrelli. Salió en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero, mientras que su salida en DVD se dio a finales de marzo.

Sinopsis:

Cuatro amigos se adentran en un antiguo hospital psiquiátrico abandonado con el propósito de encontrar un certificado de defunción, el cual le ayudará a uno de ellos para conseguir una importante herencia. Lo malo es que estando ahí dentro no solo conocerán la aterradora historia del lugar, sino también la verdad sobre sus trágicos pasados.



Comentarios generales:

Para muchos es un tema menor, pero lo cierto es que la elección de un titulo apropiado para una película puede definir el futuro de esta gracias a que en muchas ocasiones es la única información con la que se cuenta antes de verla. En el caso de Eloise dicha elección claramente no fue la mejor, esto porque el titulo te hace suponer algo totalmente distinto y nunca te pasa por la mente que en realidad ese es el nombre de un antiguo hospital, provocando así un conflicto con lo que uno piensa que va a ver y lo que en realidad te están presentando en pantalla.

Lo cual ciertamente es algo contraproducente, pero en este caso tampoco creo que sea el principal factor para que lo que nos regala Legato nunca termine por convencer; en especial cuando las bases de esta historia son tan endebles. Ya que básicamente todo se sustenta en la incógnita que existe detrás de este hospital psiquiátrico de tan peculiar nombre, pero la verdad es que nunca logran exponer muchas cosas para que el espectador tenga un interés genuino sobre dicho lugar y eso ocasiona que todo el primer acto resulte demasiado aburrido de ver, incluso con el desesperado intento por querer introducir cierto aspecto cómico por medio de un personaje demasiado exagerado y poco creíble.

Es hasta llegados los 35 minutos cuando las cosas se ponen interesantes, en gran medida porque el interior del hospital finalmente logra generar una atmósfera agradable y con eso inmediatamente una sensación de misterio que, si bien resulta muy pequeña, ayuda a que por fin esto se sienta como una película de terror. Además de que es a partir de aquí cuando el ritmo se incrementa y con ello podemos presenciar algunas escenas un poco más intensas diseñadas para entender de mejor manera el pasado del hospital; sin embargo, esto no sirve de nada gracias a que llega un punto en el que todo lo que estás viendo no tiene mucho sentido entre los saltos de tiempo utilizados que nunca son debidamente justificados.

La parte final es por mucho lo mejor. Tampoco es que sea una maravilla, pero al menos es donde se encuentra algo más de creatividad y ciertos aspectos emocionales (ligados al pasado de los protagonistas) que se complementan de manera aceptable; aunque eso no evita que la historia siga siendo inverosímil y que te deje más dudas que respuestas.

De las actuaciones no puedo decir que son malas realmente, por ahí existe solo una muy exagerada pero el resto hace lo mínimo aceptable considerando que tampoco tenían mucho con que trabajar. La producción es donde claramente está su fuerte: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es bastante buena, el score resulta agradable, cuenta con un trabajo de sonido bueno y  toda la labor de efectos es relativamente simple.

Opinión final: Eloise no vale la pena. Un thriller psicológico bastante aburrido que rellenará la programación de diversos canales de TV en unos cuantos meses.

Ojometro:
**

miércoles, 3 de mayo de 2017

Crítica: Savageland (2017)


Película dirigida por Phil Guidry, Simon Herbert y David Whelan, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión. Salió directamente en VOD el pasado 24 de febrero dentro de los Estados Unidos, pero no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Algo terrible ha ocurrido en un pueblo localizado en la frontera de Arizona con México llamado Sangre de Cristo, ya que sus 57 habitantes han desaparecido y solo quedan rastros de sangre. El mayor sospechoso es un inmigrante ilegal en el que toda la evidencia recae; sin embargo, una serie de fotografías que él mismo tomó durante esa trágica noche cuentan una historia totalmente diferente a la de las autoridades.



Comentarios generales:

Cuando vi el primer trailer de esta película no supe cómo reaccionar debido a que actualmente el tema de la inmigración ilegal es uno delicado por ciertos factores que seguramente ya todo el mundo conoce y en primera instancia parecía que esto solo se trataba de mero oportunismo sin sentido. Afortunadamente no podía estar más equivocado, ya que si bien dicho tema forma parte esencial, lo cierto es que Savageland lo utiliza para regalarnos algo bastante original que resulta mucho más dinámico e interesante de lo que se pudiera llegar a pensar considerando su formato.

Ya que este es un falso documental cuya idea base se centra en hacer una declaración política con respecto al tema de la inmigración desde el punto de vista de ambas partes, pero los directores también lo aprovechan para ir creando una historia por demás atractiva que en todo momento deja claro que no se trata solo de la demonización de uno u otro bando. Esto porque una vez que se establece el caso a analizar y el actuar completamente inadecuado por parte de las autoridades la película toma un rumbo que no esperas con la revelación de unas fotos que dictarán por completo no solo el ritmo restante, sino también la aparición de ciertos elementos ligados al género de terror que no parecía que fuera a tener.

Convirtiéndola así esencialmente en una película de zombies (o algo parecido a los zombies) que no se cuenta para nada de la manera tradicional y que demanda una buena dosis de paciencia por parte del espectador para ir entendiendo este suceso que, si no fuera por el principal sospechoso, sería imposible de comprender.

Siendo esto mismo en donde radica su principal fortaleza, ya que esa contra exposición de la investigación policíaca totalmente amañada por temas raciales con la historia contada por las propias fotografías logran de algún modo brindarle una dinámica por demás disfrutable a lo que estás viendo. La cual ciertamente carece de momentos de impacto o de sustos, pero no por ello deja de ser desgarrador de ver considerando que es uno mismo quien saca sus conclusiones ante las pruebas gráficas que conforme pasan los minutos se vuelven más intensas.

La parte final cumple su objetivo al darle un cierre al aspecto de la investigación, pero con todas las interrogantes abiertas con respecto a lo que verdaderamente ocurrió en dicho pueblo; dejando la idea de que es algo mucho más grande de lo que se imagina. Aunque creo que el vídeo mostrado al último es algo que está de más y pudieron habérselo ahorrado.

Las actuaciones son tal y como se necesita en los falsos documentales, ósea… convincentes y sin ninguna que resalte sobre el resto debido a que la idea es que todo luzca lo más realista posible. La producción es discreta, pero cumple: tiene un buen trabajo de fotografía, está muy bien editada, la labor de sonido es sólida y la música es un buen complemento.

Opinión final: Savageland me gustó. Definitivamente no es para todos, pero es una propuesta fresca que merece por lo menos un visionado. 

Ojometro:
****