martes, 6 de junio de 2017

Crítica: 7 Witches (2017)


Película dirigida por Brady Hall, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ed Dougherty. Salió directamente en VOD el pasado 9 de mayo dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Dos mujeres están a punto de contraer matrimonio y para ello deciden realizar su boda en las grises playas del Noroeste de Washington, donde estarán presentes sus familias: los Boyles y los Sklar. La primera es una familia completamente disfuncional y la segunda una familia extraña que ha vivido en el área desde que esta fue fundada, cuyos secretos guardan una historia particularmente sangrienta.



Comentarios generales:

Después de la maravillosa “The Witch” era evidente que la fórmula para realizar películas sobre brujas iba a cambiar de manera importante al ver el éxito que esta tuvo, en especial porque se trata de un subgénero un tanto olvidado que tenía años implorando por algo nuevo. Simplemente era cuestión de tiempo para que empezáramos a ver trabajos que dejaran de lado el aspecto fantasioso y 7 Witches es de las primeras en seguir dicho camino, aunque sin dominarlo plenamente.

Ya que lo que nos trae Hall es algo que se cocina a fuego lento, en donde los elementos característicos de todo lo referente a la brujería son expuestos de manera tímida en un inicio para darle prioridad a una dinámica familiar que en todo momento te vende un conjunto de peculiares personalidades destinadas a chocar constantemente y que no necesitan de elementos grotescos para generar cierta incomodidad. Una que se incrementa cuando hace acto de presencia la otra familia y con ello los marcados choques culturales, los cuales se ven complementados por la generación de una atmósfera bastante oscura, incluso diría deprimente, que poco a poco va convirtiéndose en parte fundamental para hacer que todos los misterios que hay detrás vayan saliendo a la luz de manera discreta.

Una situación que sin duda no será del agrado de muchos, ya que esto conlleva a que la película se desarrolle bajo un ritmo pausado y sin grandes sobresaltos; en especial durante un segundo acto en el que el director hace evidente que los Boyles se encuentran en grave peligro, pero sin revelar los detalles de manera contundente. Dando pie así a una serie de extraños eventos que forman parte de un ritual complejo que finalmente empieza a integrar elementos que uno espera ver en historias que involucran brujas y que, una vez más, vuelven a generar incomodidad entre los personajes para encaminarlos a un evento trágico que sin duda es de los momentos con más impacto.

Lamentablemente todo lo anterior se ve afectado por una parte final que se siente como de otra película. No digo que esta sea mala en sí, pero después de lo que se manejo previamente el que las cosas se tornen mucho más dinámicas por medio de disparos y persecuciones elimina de golpe el aspecto aterrador de lo que hay detrás; además de que provocan que los propósitos generales del ritual no queden del todo claros.

Las actuaciones son aceptables, nada del otro mundo y sin ninguna que resalte de manera importante, pero en conjunto logran buenas dinámicas en las escenas entre las familias. La producción es discreta, aunque bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score es agradable, cuenta con un trabajo de sonido sólido, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje es bastante básica.

Opinión final: 7 Witches está ok. Una producción pequeña que hace muchas cosas bien, pero que no sabe como terminar de contar las cosas.

Ojometro:
***

sábado, 3 de junio de 2017

Crítica: The Secrets of Emily Blair (2017)


Primer largometraje del director Joseph P. Genier, cuyo guión fue escrito por Patricia Harrington. La película salió directamente en Netflix el pasado 9 de mayo, pero no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Desesperado por salvar a su prometida Emily (Ellen Hollman) de un demonio que ha tomado posesión de su cuerpo, William (Will Kemp) recurre a su sacerdote de toda la vida para que lo ayude.



Comentarios generales:

No diría que vivimos en una época en donde las películas sobre exorcismos están de moda porque ciertamente estas nunca han dejado de estar presentes, pero desde un tiempo a la fecha ha sido evidente que la mayoría de estas siguen un patrón muy similar que difícilmente presenta cambios radicales. Lo cual no creo que sea precisamente malo, pero gracias a esto se ha vuelto complicado que esta clase trabajos me generen emoción ante lo predecibles que resultan y con The Secrets of Emily Blair eso no cambio demasiado.

La verdad debo de reconocer que por lo menos Harrington y Genier le ponen velocidad a las cosas para que en cuestión de minutos se dé la posesión, lo cual da un margen de maniobra amplio para poder realizar lo que les plazca con el personaje de Emily justificando todo bajo la excusa de que no es ella quien realiza todas esas cosas. Un aspecto que logra ofrecer un par de momentos interesantes pero que con el pasar de los minutos va perdiendo fuerza principalmente por la manera en la que el resto de los personajes reaccionan ante dicho comportamiento, provocando así que desde muy temprano la película caiga en un ritmo no muy agradable que te hace sentir que todo avanza muy lento.

Ya entrado el segundo acto la historia adquiere una estructura mucho más clásica cuando se refiere a posesiones, sin embargo, las escenas diseñadas para proporcionar los niveles de impacto necesarios en ocasiones resultan algo cómicas (principalmente por culpa de los efectos) y además el hecho de que nunca se expliquen de manera adecuada los motivos por los cuales el demonio eligió a Emily provoca un vacío importante. Uno que resulta mucho más evidente cuando el sacerdote presentado resulta incompetente y decide buscar ayuda, algo que luce como una simple excusa para añadir con calzador un pequeño conflicto que, al igual que básicamente todo lo que ocurre aquí, no recibe demasiada profundización en cuanto a los problemas del pasado entre ambos personajes y solo integra a alguien más en la dinámica para generarte más preguntas (¿Por qué diablos el demonio conocía al otro sacerdote?).

La parte final tampoco tiene mucho para destacar. El exorcismo es totalmente anti climático, carece de fuerza y al final de cuentas no se responden las preguntas que el espectador lleva teniendo en su cabeza por más de una hora. Incluso dejan la posibilidad abierta para una secuela bajo algo que no tiene gran sentido precisamente por la nula explicación previa.

De las actuaciones no hay mucho que destacar, la única que hace algo un poco más llamativo es Ellen Hollman con su doble personalidad pero tampoco es algo tan espectacular como para elevar el nivel de la película por sí sola. La producción cumple, salvo por un detalle: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho, el score es discreto, el trabajo de sonido es bueno y la labor de maquillaje sólida; sin embargo, toda la cuestión de efectos deja mucho que desear.

Opinión final: The Secrets of Emily Blair es bastante olvidable. Una película genérica sobre exorcismos que pasará sin pena ni gloria.

Ojometro:
**

miércoles, 31 de mayo de 2017

Crítica: Swamp Freak (2017)


Película escrita y dirigida por David DeCoteau (Puppet Master III: Toulon's Revenge). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de abril, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Seis estudiantes universitarios se adentran en los pantanos para buscar a su profesora que lleva perdida después de que esta iniciara la búsqueda del mítico y mortal monstruo conocido como Swamp Freak.



Comentarios generales:

Si te dedicas a ver cientos de películas del género de terror año tras año llegas a desarrollar un nivel de tolerancia bastante elevado que te hace soportar ver cosas que cualquier otra persona no habituada difícilmente podría. Trabajos que para muchos serian una porquería para uno pueden resultar no tan malos porque has visto algo mucho peor; sin embargo, de vez en cuando te puedes encontrar con ciertas cosas que van más allá de tu tolerancia, esas que después de terminadas no les encuentras ni un solo propósito para que existan y ese fue precisamente el caso con Swamp Freak.

La verdad no esperaba gran cosa porque era evidente que se trataba de una copia de Swamp Thing, pero nunca pensé que vería algo tan terrible como esto; mucho menos cuando su director es alguien con una larga trayectoria dentro del género que te hacía suponer que verías un trabajo con cierto control de calidad. Algo que aquí simplemente no existe, ya que se trata de una película que no tiene pies ni cabeza, la cual cuenta con una introducción de 15 minutos que prácticamente te muestra cómo será el resto de lo que está por venir y, para colmo, nunca logra explicar de manera coherente todo el tema de la leyenda en la que se sustenta.

Y es que no miento, si por algo es complicado escribir sobre este filme es porque básicamente se trata de una repetición durante 70 minutos de las siguientes acciones:

1.- Un chico entra al bosque y habla por su celular
2.- Chico misterioso lo ve y despierta a Swamp Freak
3.- Se da una persecución
4.- Swamp Freak camina muy lentamente, lo alcanza y lo mata de un golpe
5.- Swamp Freak regresa al pantano

Eso es todo, la única variante que existe es que tal vez de fondo se escuchen algunas grabaciones de la profesora, pero de ahí en fuera nada cambia. De hecho, lo que más resalta es la cantidad ridícula de tomas a la vegetación que se dan para poder alargar un poco más el tiempo de metraje y así pasar de los 60 minutos de duración.

La parte final es la única que muestra algo distinto bajo el propósito de sorprender, pero para este punto ya poco de lo que ocurra te importa y dicho giro no provoca absolutamente nada. Además de que no tiene ningún sentido.

Las actuaciones son espantosas y no hay mucho que agregar. La producción raya en lo lamentable: el trabajo de fotografía es pobre, el score es probablemente lo único rescatable, el  trabajo de sonido deja mucho que desear, los efectos mínimos con los que cuenta son ridículos y la caracterización de Swamp Freak parece más un disfraz digno de proyecto escolar.

Opinión final: Swamp Freak es una atrocidad. Evítenla a toda costa.

Ojometro:
*

sábado, 27 de mayo de 2017

Crítica: Get Out (2017)


Debut tras la cámara del director Jordan Peele, quien además es el escritor del guión. La película se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado mes de febrero, mientras que a México llegó durante este fin de semana. Recaudando hasta la fecha $230.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Chris (Daniel Kaluuya) es un chico afroamericano a quien le llegó la hora de conocer a los padres de su novia blanca durante todo el fin de semana en su aislada casa dentro del bosque. Su mayor temor es el tema racial, pero a sus anfitriones eso no parece generarles problema; sin embargo, toda esa fachada amistosa pronto se convertirá en una auténtica pesadilla.



Comentarios generales:

Un director novato que se involucraba en un género ajeno al suyo y que, además, tocaba temas raciales en un ambiente como el que se vive actualmente parecía una combinación destinada a fracasar de la manera más miserable posible. De hecho, solo con su trailer era muy claro que Get Out podía ser un hit or miss gracias a que daba la sensación de que este revelaba demasiados detalles importantes de su trama, pero después de verla te queda claro que eso era solo una pequeña probada de algo mucho más loco de lo que te podías esperar.

Y es que en su debut Peele sorprende de manera agradable al contarnos una historia cargada de crítica social, pero a la vez mezclada con muchísimo misterio y ciertos toques de humor muy bien condensados que sirven como un escape oportuno dentro de este tema que para algunos podría resultar algo incomodo. Sobre todo dentro de un primer acto donde este aspecto es mayormente explotado para generarle no solo una sensación de incomodidad a nuestro protagonista, sino también para ir construyendo la particular atmósfera que se va a mantener por el resto de la película, ya que más allá de la fachada de familia feliz es claro que siempre existe un riesgo latente y el director se encarga de que todo el tiempo el personaje de Chris la experimente, pero sin saber exactamente cuál riesgo es ese considerando que simplemente se pueden tratar de personas racistas haciendo un pobre esfuerzo para ocultar su desagrado.

Hasta este punto realmente las cosas parecen seguir un camino muy descifrable, pero en ningún punto sientes que lo que estás viendo sea aburrido o pesado; de hecho, con cada detalle presentado la intriga por saber cuáles son los oscuros planes que hay detrás se incrementa. Mucho más porque cuando da inicio la reunión el nivel de extravagancia y rareza aumentan de manera muy marcada, convirtiendo así cada escena con Chris en una en donde literalmente piensas cualquier escenario adverso al ver como se encuentra rodeado de personas que lo tratan prácticamente como un animal exótico.

Simplemente es una tensión constante que es difícil de explicar, la cual además está en su mayoría sustentada por expresiones faciales potentes y comportamientos exóticos que, una vez revelado el secreto principal, encajan a la perfección con algo que sin duda es absurdo pero funciona para los propósitos de esta historia.
   
La parte final es por mucho la más violenta, no a niveles extremos, pero si con la suficiente sangre para crear un desenlace satisfactorio de ver por la dinámica que esto provoca. Toda la tensión previamente contenida aquí explota y eso hace que se sienta con bastante fuerza.

Las actuaciones en general son muy buenas, Daniel Kaluuya está estupendo, pero Allison Williams (Rose), Catherine Keener (Missy), Bradley Whitford (Dean) y Betty Gabriel (Georgina) también merecen elogios; además de que LilRel Howery (Rod) aportando la parte cómica está muy bien. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, cuenta con un muy buen score, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

Opinión final: Get Out es una propuesta fresca manejada de forma muy inteligente. Una seria contendiente para ser la mejor película del año.

Ojometro:
*****