lunes, 28 de agosto de 2017

Crítica: The Ice Cream Truck (2017)


Película escrita y dirigida por Megan Freels Johnston (Rebound). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de agosto, pero todavía no hay información sobre cuándo llegará a otros mercados o su fecha de salida en formato físico.

Sinopsis:

Debido al nuevo trabajo de su esposo, Mary (Deanna Russo) se ve forzada a mudarse a los suburbios y pasar un tiempo sola en su nueva casa antes de que su familia este con ella. Ya estando ahí los recuerdos de su juventud empiezan a invadirla gracias al ambiente, aunque hay algo que le parece extraño: un misterioso camión de helados cuyo dueño le genera malas sensaciones.



Comentarios generales:

Al ver el titulo muy probablemente a la mayoría se le vino a la mente aquella película de mediados de los 90s llamada “Ice Cream Man”, no tanto porque sea una obra maestra, sino porque realmente es la única referencia que existe con respecto a los vendedores de helados asesinos. Así que esta situación, aunado a que toda la publicidad de la película se centró en venderla como un slasher, hacían suponer que estábamos ante algo similar o por lo menos una película de terror; sin embargo, al final lo que te terminas encontrando con The Ice Cream Truck es una crisis de identidad enorme que te deja con una sensación de no saber exactamente qué fue lo que acabas de ver.

Esto porque lo que nos presenta Johnson quiere ser una sátira sobre la vida en los suburbios y un drama psicológico que, por mera casualidad, cuenta con un asesino que de cierta forma le añade limitadísimos elementos de slasher. Originando con ello una película que básicamente cuenta con dos tramas ocurriendo de manera simultánea pero que nunca se compenetran correctamente y, de hecho, solo una tiene importancia como la es la de Mary; quien al menos durante los primeros 35 minutos es el punto central de todo esto al verse expuesta a un ambiente que nunca pensó que volvería a vivir, mientras que de muy de vez en cuando aparece el asesino matando jóvenes sin gran trasfondo.

Lo cual es el gran problema con esta película, ya que el vendedor de helados solo tiene apariciones contadas y además son bastante distanciadas una de la otra para hacerlo casi obsoleto en el desarrollo de las acciones; además de que resulta muy plano al nunca detallar sus motivos o la lógica detrás de la selección de sus víctimas. Provocando así que sea aburrida y que realmente por un gran periodo de tiempo ni parezca una de terror al carecer de elementos básicos característicos, ya que en realidad la meta nunca es generar suspenso o algo similar, sino más bien centrarse en exceso en los deseos reprimidos de nuestra protagonista.  

El final sin duda es lo más polémico y probablemente el principal factor para que te guste o no el producto en general. No pienso decir mucho, pero me pareció un recurso bastante barato que para colmo solo vuelve mucho más confusos los propósitos de todo lo que acabas de ver.

Las actuaciones están bien, Russo hace un trabajo aceptable; sin embargo, quien resalta es Emil Johnsen como el vendedor de helados con esa personalidad tan extraña que plasma en los limitados minutos que aparece en pantalla. La producción es de buena factura: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte es simple, el score tiene un aire setentero/ochentero genial, el trabajo de sonido es sólido y todo lo referente a efectos/maquillaje es realmente muy limitado.

Opinión final: The Ice Cream Truck es decepcionante. Una película muy aburrida que cuenta con pocos elementos para satisfacer a los fans del género.

Ojometro:
**

jueves, 24 de agosto de 2017

Crítica: Blood Hunters (2017)


Película dirigida por Tricia Lee (Silent Retreat), cuyo guión fue escrito por Corey Brown. Se estrenó directamente en VOD, DVD y Blu-ray dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de julio.

Sinopsis:

Ellie Barnes (Lara Gilchrist) se despierta embarazada en algo que parece ser un hospital y en donde todo el personal está muerto. Desconcertada y asustada planea escapar de ahí lo antes posible, pero pronto descubrirá eso no será nada sencillo.



Comentarios generales:

Hay que aceptar que el nombre de Blood Hunters es uno de los menos originales que existen, es por demás genérico y da a entender una sola cosa si es que no tienes conocimiento previo sobre lo que trata. Lo cual fue mi caso, ya que cuando me llegó esta película me mentalice casi de inmediato sobre qué sería de vampiros y gracias a ello no esperaba grandes cosas, pero al final lo que me encontré fue algo diferente que al menos trata de ser original a pesar de las limitaciones con las que cuenta.

Lo cual la verdad en un inicio no lo pareciera porque Lee y Brown apuestan mejor por una introducción bastante estándar, planteando un escenario ya visto anteriormente para explotar el tema de la soledad dentro de una instalación desconocida y de ahí poco a poco ir revelando misterios conforme se vayan presentando en pantalla a los personajes. Lo cual ciertamente hace que el primer acto sea lento y no tan interesante, sobre todo porque el tema del embarazo de Ellie no es utilizado de manera adecuada para ir generando dudas cuando en teoría tendría que ser el punto central de todo esto; optando mejor por simplemente utilizar una dinámica de huir de la amenaza a toda costa sin construir nada de suspenso y añadir alguno que otro toque de humor muy ligero.

Ya en el segundo acto las cosas se ponen más entretenidas: primero porque el tema del embarazo ahora si juega un rol importante en las acciones y, segundo, porque se revela algo muchísimo más complejo con respecto al origen de las criaturas y a la propia condición de los protagonistas. Algo que sin duda es exagerado, pero que de algún modo termina generando el interés suficiente para ver cómo se desarrolla una situación que pasa de ser un peligro reducido a algo potencialmente devastador para la humanidad; integrando un poco más de sangre e incluso cierto conflicto con la religión que sirve como herramienta para no hacer tan predecible lo que está por venir.  

La parte final la encontré decepcionante. Aquí es donde el ser una producción pequeña le termina pasando factura debido a que esa potencial amenaza a gran escala nunca se siente como tal y la intensidad que debería de tener considerando las acciones de los personajes es de muy bajo nivel, provocando con eso que el desenlace no sea nada potente y termine siendo más bien un tanto cursi.

Las actuaciones son aceptables, realmente nadie resalta y la mayoría solo hace lo necesario para sacar adelante sus roles. La producción es discreta: el trabajo de fotografía deja algo que desear, la dirección de arte cumple, el score es adecuado, el trabajo de sonido está ok, los efectos en general son muy básicos y la labor de maquillaje es bastante buena para lo que es.  

Opinión final: Blood Hunters está ok. Su idea es bastante loca pero muchas limitantes evitan que explote por completo, aunque puede agradarle a varios.  

Ojometro:
***

lunes, 21 de agosto de 2017

Crítica: Annabelle: Creation (2017)


Precuela dirigida por David F. Sandberg (Lights Out), cuyo guión fue escrito nuevamente por Gary Dauberman. Se estrenó en cines dentro de los Estados el pasado 10 de agosto, mientras que en México y varios países de Latinoamérica hizo lo propio durante este fin de semana. Recaudando hasta la fecha $160 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Doce años después de la trágica muerte de su pequeña hija, los Muller aceptan recibir en su enorme casa a una monja y a seis niñas huérfanas para que tengan un hogar. Lo malo es que con su llegada también despertarán a un demonio que utiliza a una aterradora muñeca como su medio para manifestarse.



Comentarios generales:

Annabelle no es precisamente mala, pero a muchos nos dejo con la sensación de que pudo haber sido algo mucho mejor y que además no encajaba del todo con el universo de The Conjuring. Aunque, por otra parte, su éxito comercial garantizaba al menos una entrega más y con ello las esperanzas de ver que corrigieran el camino, lo cual parecía muy probable que lograran cuando se reveló que esta sería una precuela que se centraría en los origines y afortunadamente eso se volvió realidad, ya que Annabelle: Creation es superior en prácticamente todos los sentidos a la primera entrega.

Y en gran medida esto se debe a que Sandberg nos regala una película que no pretende encontrar el hilo negro y se centra completamente en contar una historia sin grandes complicaciones que, antes que nada, encaje con el universo cinematográfico al que pertenece y le dé prioridad a los personajes sobre los sustos fáciles. Esto porque al menos durante los primeros 25/30 minutos se centra completamente en la dinámica entre los Muller y las niñas para poder entender mucho mejor a ambas partes desde el lado emocional e incluso físico, aunque sin dejar de lado en ningún momento ese contraste de luz/oscuridad proporcionado principalmente por la atmósfera que se construye dentro de una casa que de manera progresiva se va convirtiendo en el primer medio para ir manifestando la maldad que hay ahí.

Evidentemente esto tiene como resultado que el ritmo sea uno mucho más pausado, ya que el desarrollo en general toma tiempo, pero una vez que se empieza a darle rienda suelta a todo el tema del demonio las cosas fluyen de manera perfecta. Esto gracias a que el director muestra una gran habilidad para ir introduciendo poco a poco sustos fáciles por medio de elementos sonoros o visuales cuyo principal propósito es el hacer sentir completamente indefensa a una de las niñas (Janice) y con ello manifestar el verdadero peligro con el que están lidiando; además de ir generando interés por diversos detalles que en algún punto quieres ver cómo se unen para darle sentido precisamente al origen del mal.

Un aspecto que es importantísimo al tratarse de una precuela y que a mi parecer logran redondear de gran manera, arreglando muchas cuestiones que la primera entrega dejó completamente en el aire. Obviamente añadiendo ciertas cosas que pueden lucir algo improvisadas, pero que no afectan de manera significativa el producto general.

La parte final es bastante buena. Con mucha intensidad, algo de sangre y elementos de impacto que vuelven muy completo el conflicto con las niñas al explotar los temores que estas fueron desarrollando en los actos previos; teniendo como plus el hecho de que se une con el inicio de Annabelle para, una vez más, responder dudas.

En cuanto a las actuaciones la verdad fue una sorpresa ver a Lulu Wilson (Linda) y Talitha Bateman (Janice) cargar con el peso de la película sin muchos problemas, ambas tienen muy buena química y hacen que uno genuinamente se preocupe por ellas desde el inicio, Mientras que el resto del elenco tampoco está nada mal en su labor de complemento, aunque me sorprendió que Miranda Otto tuviera un rol tan limitado.

La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno y vital para la efectividad del filme, la dirección de arte cumple, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido es de primer nivel, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva en las partes donde se necesita.

*Cuenta con una escena post-créditos 

Opinión final: Annabelle: Creation me gustó. Se trata de una buena secuela que supera por mucho a su predecesora.

Ojometro:
*****

viernes, 18 de agosto de 2017

Crítica: WTF! (2017)


Primer largometraje del director Peter Herro, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Christopher y Lawrence Centanni. Se estrenó el pasado 1 de agosto dentro de los Estados Unidos en DVD, VOD y formato digital.

Sinopsis:

Hace tres años Rachel (Callie Ott) apenas sobrevivió a una brutal masacre en donde todos sus amigos fueron asesinados y ha tratado de reorganizar su vida desde entonces. Sin embargo, para su mala suerte, su nuevo grupo de amigos pretende pasar las vacaciones de primavera en una cabaña en medio del bosque y con ello la trágica experiencia podría volver a repetirse.



Comentarios generales:

Los slasher son un volado siempre, no importa si se trata de producciones grandes o pequeñas, ya que la naturaleza misma de este subgénero los vuelve propensos a ser ridiculizados de muchas maneras y por eso mismo suelen ser amados u odiados por igual. Además con estos parece estar todo escrito, son muy pocos los que suelen sorprender y en años recientes los que más trascienden son aquellos que homenajean a los de los 80s; sin embargo, WTF! generaba ciertas sensaciones distintas, unas que hacían suponer que podía lograr algo relevante, pero al final se ha quedado solo en un intento barato más.

Y es que realmente no tienen que pasar muchos minutos para darte cuenta de lo que te espera, ya que salvo por una breve introducción que añade algo de contexto a la historia, el primer acto de la película básicamente consiste en ver el comportamiento más inmaduro posible para dejar en claro que este grupo de amigos son adolescentes en toda la regla. Utilizando además todos los estereotipos del librito que vuelven complicado el entender si el propósito de Herro y los Centanni eran de hacer esto una comedia o no, debido a que llega un punto en donde el deseo sexual de estos personajes adquiere unos tintes caricaturescos que, más allá de generar gracia, solo se vuelve molesto ante lo sobreexplotado que está.  

Aunque el hecho de que el humor sea uno bastante malo no es el principal problema, sino que alargan dicho aspecto más de lo que se necesitaba; al grado de que nunca se profundiza demasiado con respecto a la experiencia previa de Rachel (con todos los problemas psicológicos que evidentemente tiene) o se hace algún tipo de intento por generar un poco de suspenso para así poder ir estableciendo la atmósfera adecuada de la masacre que está por venir. Una que llega hasta los 45 minutos y que realmente no podría ser menos divertida de ver debido a que el ritmo utilizado para desarrollarla no es el más fluido y eso vuelve que unas muertes de por si genéricas nunca logren provocar una dinámica lo suficientemente sólida que te haga querer saber quién está detrás de todo lo ocurrido.

La parte final es la que en gran medida hace que esto no sea un desastre mayúsculo y no tanto porque los niveles de violencia o impacto mejoren, sino porque le añaden un giro con el que al menos pretenden no irse por lo convencional.

Las actuaciones son muy pobres, rayan en lo caricaturesco hasta en los momentos más apremiantes y lo único que te generan es querer ver morir a todo el mundo lo más rápido posible. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía cumple la mayoría del tiempo, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es discreto, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están ok y la labor de maquillaje no tiene grandes cosas que resaltar.

Opinión final: WTF! es un slasher más. No es de lo peor que he visto pero carece de muchas cosas como para poder recomendarla.

Ojometro:
**