domingo, 22 de octubre de 2017

Crítica: A Dark Song (2017)


Película escrita y dirigida por Liam Gavin, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines y VOD dentro del Reino Unido e Irlanda durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 5 de septiembre.

Sinopsis:

Sophia (Catherine Walker) es una madre en duelo totalmente desesperada que contrata los servicios de un dañado experto en lo oculto para poder realizar un peligroso y extenuante ritual que le permita cumplir su más grande deseo: ver a su hijo muerto una vez más.



Comentarios generales:

A simple vista Dark Song no parece ser nada especial, a lo mucho una película más sobre demonios que encuentra una manera peculiar para presentarlos. La sinopsis y el trailer te la venden así, pero una vez que te vas adentrando en esta lo que te encuentras es algo totalmente distinto, algo con un nivel de profundidad inesperado y cuyo desarrollo es atípico para esta clase de trabajos; convirtiéndola así en una película un tanto única, la cual definitivamente no es para todo el mundo debido a que su propósito no solo es retar la paciencia de su protagonista, sino también la del espectador.

Y es que en lugar de irse por el lado simple de buscar espectacularidad en base a un ritual llamativo, lo que hace Gavin es más bien regalarnos un muy detallado camino hacia la oscuridad por parte de dos personajes cuyos problemas son más graves de lo que parecen. Construyendo así una historia que en verdad se desarrolla de manera muy lenta, la cual durante todo el primer acto se centra más que nada en lo complejo que es realizar el ritual y los sacrificios que el personaje de Sophia tiene que hacer para lograr algo que tal vez si o tal vez no funcione; esto mientras siempre se tiene la sensación de que puede ser solo una farsa por parte de Joseph (el ocultista) debido a que los primeros pasos parecen únicamente estar diseñados para satisfacer sus deseos más perversos.

Una situación que con el pasar de los minutos va convirtiendo la dinámica entre ambos personajes en una muy interesante gracias a que, mientras con uno empezamos a saber más de sus problemas por medio de diferentes comportamientos, del otro siempre nos van soltando solo migajas con respecto a sus verdaderas motivaciones para embarcarse en esta experiencia. Siendo esto lo que en general hace entretenido el visionado a pesar del ritmo tan cansino que se maneja; sin embargo, el resto de lo que ocurre no es tan interesante.

Cada paso del ritual se repite una y otra vez sin aportar algo significativo al avance de la historia, simplemente están ahí para hacer más marcado el desgaste físico y mental de nuestra protagonista. Lo cual no estaría mal si por lo menos llevaran a ciertos momentos donde el pago por la espera fuera satisfactorio, pero esto nunca se da. Dejándote así con una sensación de vacío muy grande ante los ínfimos intentos por generar algo de terror por medio de este tedioso proceso.

Por si esto no fuera suficiente, la parte final es sin duda la más polémica. Ya que deciden que se mantenga en la misma sintonía que todo lo previo, en lugar de optar por temas más oscuros; apostando más por las rarezas y simbolismos que por una conclusión convincente.  

En cuanto a las actuaciones solo puedo decir que Catherine Walker y Steve Oram están excelentes, realmente si no fuera por ellos la película sería algo mucho peor. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no es tan elaborada, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje es muy limitado.

Opinión final: A Dark Song es interesante, pero tediosa como pocas. Aunque sin duda se trata de una película que va a generar mucha división de opiniones.

Ojometro:
***

jueves, 19 de octubre de 2017

Crítica: Flatliners (2017)


Película dirigida por Niels Arden Oplev, cuyo guión fue escrito por Ben Ripley. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 29 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio durante el fin de semana pasado; recaudando hasta la fecha $24.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cinco estudiantes de medicina, obsesionados con lo que ocurre después de la muerte, se embarcan en un peligroso experimento que involucra parar su corazón por unos minutos. Al inicio los resultados son sorprendentes, pero con el pasar de los días se darán cuenta que jugar con la muerte puede traer aterradoras consecuencias.



Comentarios generales:

Cuando se supo que pretendían hacer una nueva Flatliners creo que la primera reacción de una amplia mayoría de fans fue de sorpresa, ya que de la lista de películas existentes para realizar un remake sin duda es una que difícilmente hubiera figurado. Vamos… nadie la pidió y, para colmo, la constante renuencia por parte de Sony para aclarar sobre si se trataba de una nueva versión o de una secuela solo generó más dudas sobre los propósitos de su existencia. La cual terminó siendo totalmente injustificada.

Antes que nada hay que aclarar que se trata de un remake, uno con el cual Oplev y Ripley solo introducen ciertos elementos de la original para brindar un toque de familiaridad mientras pretenden realizar algo mucho más elaborado con la historia por medio de un grupo totalmente nuevo de personajes. Lo cual convierte a todo el primer acto en uno no tan atractivo, ya que en verdad se toman su tiempo para introducir y explicar de manera más o menos detallada la dinámica que existe entre ellos para que así el espectador pueda involucrarse de lleno con su situación; sin embargo, esto difícilmente se da gracias a que lo que nos muestran no tiene nada interesante detrás y lo único que terminas sintiendo es que se trata de un grupo de estudiantes bastante estúpidos sin un propósito claro.

Es hasta pasados los 50 minutos cuando se propicia un ligero cambio en el ritmo debido a que la película se empieza a enfocar más en el terror, aunque lo hace de una manera muy tibia, sin arriesgarse demasiado y sustentando principalmente este aspecto en las secuencias visualmente llamativas de cuando están muertos. Desencadenando con esto una serie de sucesos diseñados para generar shock o ciertos sustos, pero que fallan de manera importante en dicho propósito; afectando así al evento más importante de todos, uno que debería de representar un cambio radical por su impacto pero que se queda como en algo hasta cierto punto anecdótico.

La parte final es desangelada. Tratan desesperadamente de añadir tensión sin grandes resultados y el uso excesivo de sustos fáciles provoca un desgaste casi instantáneo; además de que la conclusión termina dejando más dudas que respuestas y, sobre todo, una sensación de vacío importante por lo plana que resulta.

Considerando lo pobre del guión es difícil culpar a los actores, hacen lo que pueden con lo que tienen; aunque sin duda Ellen Page y Diego Luna terminan resaltando un poco más (Kiefer Sutherland solo sale como 5 minutos a los mucho). La producción al menos es de buena factura: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte cumple, el score tiene algunas cosas buenas, el trabajo de sonido está bien cuidado y los efectos en general son sólidos.

Opinión final: Flatliners es bastante mala. Uno más que se une a la larga lista de remakes totalmente innecesarios.

Ojometro:
**

lunes, 16 de octubre de 2017

Crítica: The Babysitter (2017)


Película dirigida por McG, cuyo guión fue escrito por Brian Duffield. Se estrenó exclusivamente por Netflix a nivel mundial el pasado 13 de octubre, pero todavía no hay información sobre si eventualmente saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cole (Judah Lewis) se encuentra totalmente enamorado de su niñera Bee (Samara Weaving). Ella es súper sexy y genial, todo lo opuesto a él, pero durante la única noche donde decide no irse a dormir temprano presenciará algo que le mostrará su verdadera personalidad y hará que tenga que superar todos sus miedos para mantenerse con vida.



Comentarios generales:

Ciertamente no era muy alentador el saber que una película del director de “Charlie's Angels”, la cual además contaba con la presencia de Bella Thorne, era una de las mayores apuestas de Netflix para la temporada de Halloween. Sin embargo, al considerar que el historial exclusivo de este servicio con el género de terror es bastante positivo mis temores disminuyeron y cuando salió el trailer básicamente desaparecieron debido a que era claro que The Babysitter podría ser algo divertido y así lo fue.

Esto porque lo que nos trae McG es una comedia con una personalidad como pocas, totalmente exagerada pero siempre con el balance adecuado para hacer disfrutable su transición de una historia en apariencia sobre cultos a una que básicamente se vuelve un slasher combinado con “Home Alone”. Siendo fundamental el adecuado desarrollo de la relación entre nuestros dos personajes centrales, quienes durante prácticamente todo el primer acto son los que se encargan de establecer el tono que manejará la película y el tipo de humor que veremos; brindando así cierto toque inocente a las cosas para que, una vez que llegue el momento de explotar el gore, el contraste sea evidente.

Y es que cuando se revelan los verdaderos propósitos de Bee se entra en un territorio extravagante en el que las diferentes personalidades conjuntadas brindan escenas muy divertidas; en donde no solo los diálogos son importantes, sino también la manera en la que se usa todo el tema de la violencia. La cual sirve no solo para crear momentos de impacto visual con las muertes, sino que además es el medio perfecto para ir mostrando cómo el personaje de Cole va superando cada uno de sus miedos de las maneras más raras y aterradoras posibles bajo un ritmo por momentos caótico, pero con determinadas pausas para hacer énfasis en ciertos puntos específicos.

La parte final cumple en términos generales. El conflicto entre Cole y Bee se desarrolla de gran forma, explotando su relación y manteniendo en todo momento la esencia mostrada en los actos previos con un toque ligeramente más oscuro; aunque si me hubiera gustado que profundizaran un poco más sobre el pasado de ella.

En el tema de las actuaciones todos están muy bien; obvio Lewis y Weaving son los que tienen mayor exposición, logrando una gran química en pantalla, pero el resto de los secundarios (si, incluida Thorne) hacen un trabajo bastante bueno. La producción también cumple: tiene un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte está ok, el score es agradable, el trabajo de sonido cumple, los efectos en su mayoría son prácticos bien hechos y la labor de maquillaje es limitada.

Opinión final: The Babysitter es muy divertida. Una de las mejores comedias de terror del año.

Ojometro:
****

sábado, 14 de octubre de 2017

Crítica: Nails (2017)


Debut tras la cámara del director Dennis Bartok, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Tom Abrams. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido e Irlanda durante el mes de junio, mientras que su salida en VOD en diversos mercados se dará entre octubre y noviembre.

Sinopsis:

Después de quedar paralitica por un terrible accidente, Dana (Shauna Macdonald) lucha para mantener a salvo su vida y la de su familia cuando descubre que una aterradora presencia habita dentro del hospital donde se encuentra.



Comentarios generales:

Pocas cosas me generan tanta curiosidad como el hecho de poder ver nuevos monstruos u asesinos, al final de cuentas el género de terror siempre se ha sustentado de manera importante en estos y es difícil ignorarlos. Es por eso que Nails captó mi interés de inmediato cuando empezaron a salir los pósters y demás arte promocional porque parecía que el monstruo en cuestión sería algo especial, tal vez el detonante para una nueva franquicia; sin embargo, eso tristemente no fue así.

Y no es porque el personaje de Nails en si no sea atractivo, al contrario, creo que lo mejor que hacen los guionistas es establecer un origen y su respectiva mitología de manera adecuada como para que cuente con una longevidad aceptable. Lo malo es que todo eso termina resultando un tanto irrelevante gracias a la manera en la que se cuenta esta historia, ya que al tener una protagonista que no puede caminar la cantidad de situaciones que se pueden explotar se ve limitada y, al menos durante el primer acto, todo se tiene que centrar exclusivamente en generar una sensación muy fuerte de vulnerabilidad para que así los primeros sustos fáciles implementados tengan un poco más de fuerza ante la clara desventaja que existe entre ambas partes.

Una situación que puede resultar efectiva durante unos cuantos minutos, pero que la pierde de manera rápida y eso provoca que la película entre en un desarrollo lento; donde para empeorar las cosas deciden implementar un sistema de cámaras de vigilancia que solo están ahí para explotar más adelante una subtrama familiar que a nadie le interesa. Aunado a esto, las acciones siguen un patrón repetitivo para tratar de exponer el aparente deterioro psicológico de Dana mientras se pretenden añadir ciertas dudas sobre si la leyenda es verdad o no; aunque lo que ocurre durante este lapso se siente hueco debido a que la construcción previa es demasiado superficial y no aporta demasiado contenido que ayude a la elaboración del misterio.

La parte final es algo extraña, ya que por grandes lapsos parece como si estuvieras viendo una copia/plagio de “A Nightmare on Elm Street”. En varios momentos Nails realiza cosas que hacen clara referencia a Freddy Krueger para sostener unos minutos finales que supuestamente deben de lograr un impacto considerable, pero que fallan en su objetivo por el simple detalle de que la mayoría de las muertes son fuera de cámara.

En las actuaciones todo recae en Shauna Macdonald y, aunque hace un esfuerzo aplaudible, las limitantes de su personaje y la trama en si hacen que su papel sea un tanto plano. La producción es discreta: tiene un trabajo de fotografía aceptable, la dirección de arte es muy simple, el score me pareció agradable, el trabajo de sonido sin complicaciones y todo lo relacionado a efectos/maquillaje es limitado.  

Opinión final: Nails fue una gran decepción. Una película genérica que desaprovecha su elemento más atractivo y de la cual se olvidarán en cuestión de días.

Ojometro:
**