sábado, 23 de diciembre de 2017

Crítica: Dementia 13 (2017)


Remake dirigido por Richard LeMay, cuyo guión fue co-escrito por Dan DeFilippo y Justin Smith. Se estrenó de manera limitada en cines el pasado 8 de octubre dentro de los Estados Unidos, aunque días después hizo lo propio en VOD y a inicios de diciembre salió en DVD.

Sinopsis:

Un vengativo fantasma, un misterioso asesino y una familia millonaria de la que todos sus miembros guardan oscuros secretos convergen durante una noche de auténtico terror dentro de una recluida mansión en el lago.



Comentarios generales:

La verdad recuerdo muy poco de la película de 1963, la vi hace muchísimo tiempo y pocas cosas se me quedaron marcadas en la memoria más allá de que se trataba de una de las primeras películas de Francis Ford Coppola. Es por eso que cuando anunciaron un remake mi reacción fue más de sorpresa que otra cosa porque realmente no creía que hubiera necesidad alguna para hacerlo debido a que no existía precisamente una base de fans pidiéndolo; al final la original es un trabajo más del montón y esta versión de Dementia 13 sigue exactamente los mismos pasos.

Esto en gran medida se debe a que la historia sigue siendo bastante incomprensible y eso hace que cualquier cosa que quiera presentar LeMay tenga muchas complicaciones ante el hecho de no saber exactamente qué es lo que se pretende construir. Ya que durante el primer acto la película va mutando de manera constante conforme se van introduciendo a los personajes por medio de una serie de situaciones que te venden una cosa pero inmediatamente ponen sobre la mesa otra para tenerte con muchas dudas dentro de lo que, en teoría, es una disputa familiar con demasiado drama por “algo” que ocurrió en el pasado.

Una fórmula claramente para despistar, pero que en la práctica resulta contraproducente porque provoca que la película se vuelva aburrida al no poder establecer un ritmo concreto por andar cambiando de temática una y otra vez; además de que eso mismo impide que se puedan concentrar esfuerzos para poder crear una atmósfera que empate con lo que estás viendo. Simplemente el tema sobrenatural no genera suspenso y lo referente al slasher carece de impacto, todo se queda a medias esperando a que una serie de decisiones improvisadas puedan seguir añadiendo sorpresa a algo que se estanca por completo y se desarrolla de manera automática sin nada que destaque más allá de un buen uso visual de la locación.

En la parte final por lo menos se logran estabilizar las acciones para seguir una línea fija y así destapar de manera decente todo el misterio. Uno que no resulta tan impactante si se le pone la debida atención a un momento en específico mostrado previamente, pero que al menos le da un cierre un poco más intenso y justifica el aspecto sobrenatural que, hasta este punto, era lo más débil de todo.

Las actuaciones son bastante exageradas, incluso diría telenovelescas, lo cual provoca que uno no pueda involucrarse con su situación sin llegar a sacar alguna carcajada o pensar que lo que está viendo resulta ridículo. La producción tiene sus puntos fuertes: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte es acertada y el score resulta agradable; sin embargo, los efectos y la labor de maquillaje dejan mucho que desear.

Opinión final: Dementia 13 es bastante mediocre. Una película con poco sentido que pasará sin pena ni gloria.

Ojometro:
**
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De mi parte les deseo una feliz navidad sea como sea que les guste festejarla. 

martes, 19 de diciembre de 2017

Crítica: Don't Hang Up (2017)


Película dirigida por los debutantes Damien Macé y Alexis Wajsbrot, cuyo guión fue escrito por Joe Johnson. Se estrenó en VOD y de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de año, pero a México apenas llegó a cines este pasado fin de semana.

Sinopsis:

Una noche de bromas telefónicas se convierte en una pesadilla para un par de adolescentes cuando un extraño pone su propio juego en su contra… con fatales consecuencias.



Comentarios generales:

Probablemente Don't Hang Up haya sido una de las primeras películas a estrenarse en 2017 de las que vi su trailer y mis planes eran poder checarla mucho más temprano durante el año, pero al enterarme que iba a estrenarse en mi país decidí esperar. Lo que nunca me imagine es que decidirían sacarla en las últimas semanas del año junto al que era posiblemente el estreno mainstream más importante de todos, limitando de golpe sus pocas expectativas para lograr exposición y convirtiéndola así en una película de la que pocos van a saber de su existencia.

Algo que resulta un tanto injusto debido a que Macé y Wajsbrot nos traen un trabajo que para mi sorpresa es mucho más entretenido de lo que debería de ser, esto considerando que su punto central involucra todo el tema de la tecnología y las redes sociales que han visto una popularización importante en años recientes dentro del cine de terror. Elementos que por lo general dejan poco margen de maniobra pero que en este caso ambos directores saben aprovechar para ir contando una historia que, antes que nada, se sustenta en un par de actuaciones sólidas que rápidamente hacen que el espectador obtenga diversos sentimientos hacia unos personajes que rápidamente pueden pasar de ser unos muy desagradables a unos con los cuales pudieras llegar a sentir la empatía necesaria como para que te importe su aterradora experiencia.  

Una que tarda en arrancar debido a que las interacciones entre los protagonistas y el asesino mantienen un ritmo lento que provoca que la construcción del escenario mortal no llegue de golpe, estableciendo así una serie de reglas cuyo único propósito es poner en una situación totalmente desventajosa a estos jóvenes en donde siempre saldrán perdiendo de alguna u otra forma (a pesar de que sus opciones son relativamente “sencillas” de tomar). Situación que hace de la segunda mitad entretenida, la cual no está exenta de fallas o acciones a las que resulta complicado encontrarles credibilidad, pero que de cierta manera las dejas pasar gracias a la dinámica que se origina y porque con el transcurrir de los minutos las cosas adquieren un tono más oscuro y sangriento del que pensabas.

La parte final tiene un nivel de intensidad agradable. Sin embargo, los motivos detrás de las acciones del asesino pueden ser descifrados de manera bastante sencilla y eso elimina el factor sorpresa con el que debería de contar; además, el pequeño giro que le dan lo sentí innecesario.

En el tema de las actuaciones no tengo queja, tanto Gregg Sulkin (Sam) como Garrett Clayton (Brady) realizan un buen trabajo y en gran medida son ellos los que hacen de esto algo digerible al mostrar buena química en pantalla. La producción es muy discreta: el trabajo de fotografía cumple, el score es decente, el trabajo de sonido es limpio y los efectos son bastante sencillos.

Opinión final: Don't Hang Up es aceptable. Típica película para pasar el rato cuando esté disponible en algún servicio de streaming.

Ojometro:
***

viernes, 15 de diciembre de 2017

Crítica: Patient (2017)


Debut tras la cámara del director Jason Sheedy, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Brett Brooks. Salió directamente en DVD durante el mes de mayo dentro de los Estados Unidos, pero no parece que vaya a llegar a otros mercados en algún futuro.

Sinopsis:

Después de haber escapado de un culto suicida, una paciente parapléjica es atormentada por malvados espíritus que le lanzan una maldición que consiste en matar a todo a aquel que escuche su voz. ¿La única manera de deshacerse de esta? Ofrecerles el alma de su inocente sobrino en lugar de la suya. 



Comentarios generales:

Es muy común que haya películas que de la noche a la mañana desaparezcan del radar gracias a que sufren para encontrar distribución, es por eso que muchas se quedan en el limbo por años o simplemente en la memoria de quienes las pudieron llegar a ver en algún festival. Ese parecía ser el caso con Patient, una película que dio de que hablar en 2016 pero de la que no supe nada más hasta que hace unos días la encontré por mera casualidad y de lo cual me alegro, ya que a pesar de ser un trabajo pequeño tiene cosas interesantes que dejan ver que existe talento detrás.

Esto debido a que lo que nos presentan Sheedy y Brooks es una propuesta con riesgos que uno supondría no iba a ver en una producción como esta, no tanto por la temática, sino por cómo quieren desarrollarla. Ya que después de una introducción que no te dice mucho y deja abierta la puerta a muchas preguntas se decide dejar sin habla a la protagonista, lo cual, combinado con el hecho de que toda la historia se desarrolla dentro de una sola habitación, hace que rápidamente se tenga que mostrar bastante astucia para tratar de hacer de las acciones lo más interesantes posible.

Situación que logran manejar de manera acertada durante al menos unos 35/40 minutos al ir integrando poco a poco elementos ligados a la maldición que le añaden ese toque de oscuridad necesario y porque en general muestran buena creatividad para desarrollar cosas en un espacio tan limitado. Aunque lamentablemente esta efectividad va disminuyendo con el pasar de los minutos y en gran medida se debe a que no revelan demasiadas cosas sobre el culto, provocando así que la película se torne aburrida (incluso por momento sin sentido) ante el nulo desarrollo sobre este tema y empiece a dar vueltas sobre el mismo punto sin la habilidad de poder generar el impacto por algo que se supone fue muy traumático.

La parte final cumple a secas. El problema de que no te explican demasiado es parcialmente resuelto y, aunque sigue faltando mucha profundización con respecto al culto, al menos logran brindarte los detalles suficientes para entender el panorama general y así construir un desenlace que contenga la cantidad de fuerza necesaria que vaya acorde a esta historia.

En cuanto a las actuaciones realmente es Anney Reese (Rachel) quien tiene la labor más difícil considerando las características de su personaje y creo que no lo hace mal, mientras que el resto del elenco sale bien librado. La producción es muy discreta: el trabajo de fotografía resulta correcto, la dirección de arte es genérica, el score está ok, la labor de sonido cumple, los efectos son extremadamente simples y la labor de maquillaje resulta muy básica.

Opinión final: Patient está ok. Es un trabajo pequeño al que la ambición lo supera, pero definitivamente merece que le den al menos una checada. 

Ojometro:
***

martes, 12 de diciembre de 2017

Análisis: Friday the 13th: The Game



Estudio: IllFonic
Publisher: Gun Media
Fecha de lanzamiento: 26 de mayo de 2017 (Digital), 13 de octubre de 2017 (Físico)
Plataformas: PlayStation 4, Xbox One, Steam, Microsoft Windows

Cada año me propongo escribir un poco más sobre videojuegos de terror pero casi siempre se me termina olvidando, no por la falta de opciones, sino porque en ocasiones no tengo el tiempo suficiente para probarlos o porque mi tiempo lo consume algunos otros que no tienen nada que ver con el género. Sin embargo, en este 2017 hubo un lanzamiento en particular que llamaba poderosamente mi atención y ese era Friday the 13th: The Game.

Un sueño hecho realidad para muchos de nosotros cuyo único recuerdo de la franquicia en este ámbito era un espantoso juego para NES de los 80s. Simplemente el hecho de poder controlar a Jason Voorhees para matar campistas es un gancho enorme que no podías dejar pasar, esto a pesar de que es un trabajo de un estudio bastante pequeño y por lo consiguiente cuenta con varias limitantes.

El juego fue lanzado en mayo de manera digital, pero debido a que no soy muy adepto a este formato mejor me esperé para comprar su versión física y para que resolvieran ciertos errores con los que al parecer salió. Una decisión que creo yo fue muy acertada, ya que esta versión cuenta con algunos bonus que no caen nada mal.

Aqui mi breve análisis: 


Gameplay

Friday the 13th: The Game se basa en un modo multijugador en línea de 7 vs. 1, donde un jugador tiene la oportunidad de controlar a Jason mientras el resto se tiene que “conformar” con alguno de los diferentes campistas dentro de diversos mapas (de momento cuatro). Esto tiene sus pros y sus contras; en especial porque claramente una de las opciones es mucho más divertida de realizar.



Si eres campista el trabajo en equipo es vital y por ello el tema de la comunicación con el resto de los jugadores se vuelve muy importante para lograr determinados objetivos y encontrar ciertos items que son necesarios para salir con vida de los mapas o para matar a nuestro querido asesino. Un aspecto que no me fastidio realmente, pero que se puede volver un tanto aburrido ante la repetitividad o la poca coordinación con el resto de las personas con las que estás jugando; aunque cuando logras conformar un buen equipo y cumplir de manera acertada los pasos necesarios el matar a Jason te deja buenas sensaciones.



Lo anterior es entretenido, pero la verdadera diversión y lo mejor del juego es cuando te toca utilizar a Jason Voorhees. Aunque para experimentarlo puede que tengas que esperar demasiado debido a que antes de cada partida se elige de manera aleatoria quien desempeñará dicho papel.

Uno con el cual gozarán como niñitos debido a que perseguir y matar de manera cruel a los campistas es algo sumamente gratificante, sobre todo porque puedes elegir varias versiones de Jason que cuentan con distintas fortalezas y debilidades basadas en la película en la que dicha versión apareció. Provocando así que cada partida sea distinta debido a que tienes que modificar la manera en que desarrollas la matanza.

Obvio todo esto necesitas desbloquearlo con puntos que se dan en el propio juego o subiendo de nivel, algo que de inicio puede resultar poco atractivo, pero que con el paso de las horas encuentras justificado gracias a que es lo que te incita a regresar una y otra vez para ver qué más cosas puedes ir obteniendo. Además de que el sistema de puntos te deja con una sensación de justicia importante porque no se aprovechan de ti.


Gráficos / Aspecto técnico y visual


Gráficamente el juego cumple sin ser nada espectacular, especialmente todo lo que tiene que ver con Jason se encuentra bien cuidado y sus cinemáticas al momento de matar se ven muy bien. Igualmente, la dirección de arte es algo de destacar porque tiene un lujo de detalle elevado en cada mapa para recrear escenarios conocidos que automáticamente hacen que uno se pierda en estos mundos para tratar de reconocer cada rincón.

Dicho esto, lo cierto es que está lejos de ser un videojuego pulido. Si tiene bastantes bugs, la cámara por varios momentos es un dolor de cabeza, el control no es tan fluido como uno quisiera (aunque con el paso del tiempo te acostumbras) y los diálogos de los campistas pueden llegar a volverse repetitivos de manera muy rápida. 


Soundtrack



La música es estupenda, algo que no debería de sorprender considerando que se obtuvo la colaboración del compositor de la primera película, Harry Manfredini. 

Esto ayuda muchísimo al mezclar composiciones ya conocidas con algunas nuevas para que uno se pueda involucrar de lleno con la experiencia y sienta que de verdad se encuentra dentro de una escena de las propias películas. 

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Opinión final: La verdad es que me he pasado ratos muy buenos con Friday the 13th: The Game, es un juego que catalogaría como decente. Su enfoque multijugador no es para todos y claramente su objetivo principal son los fans de la franquicia, pero la cantidad de fanservice que ofrece es increíble y te invita a seguir jugándolo durante bastante tiempo.

Ahora solo queda esperar que la campaña para un solo jugador llegue en un futuro no tan lejano porque todavía hay muchas cosas que se pueden explotar.