martes, 13 de agosto de 2019

Crítica: Crawl (2019)


Película dirigida por Alexandre Aja (High Tension, The Hills Have Eyes), cuyo guión fue escrito por los hermanos Michael y Shawn Rasmussen. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de julio, mientras que en México hizo lo propio el fin de semana pasado. Recaudando hasta la fecha $58.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Haley (Kaya Scodelario) va en busca de su padre en medio de un huracán categoría cinco, pero pronto se encontrará atrapada debajo de una casa inundada y peleando por su vida contra unos cocodrilos que se han adueñado del lugar.



Comentarios generales:

Desde que salió “Lake Placid” hace 20 años atrás las películas de cocodrilos quedaron condenadas a utilizar la misma fórmula una y otra vez llegando a extremos cada vez más ridículos. Por eso cuando empezaron a salir noticias sobre Crawl la verdad no me interesó demasiado, parecía una más del montón; sin embargo, con el pasar de los meses fue resultando evidente que la película pretendía ser algo más debido a las personas involucradas en el proyecto y al final el resultado ha sido uno por demás agradable, ya que se trata de una de las sorpresas de 2019.

Y es que Alexandre Aja y los hermanos Rasmussen no solo tienen como propósito el ofrecernos una película que muestre a dichos animales como las bestias de la naturaleza que son por sí mismas (evidentemente con ciertas exageraciones), sino además construir una historia que contenga la mayor cantidad de elementos básicos para satisfacer a los fans del género. Algo que sin duda logran debido a que desde muy temprano se muestra un nivel de violencia bastante elevado que añade impacto de golpe y ayuda a establecer un escenario de total desventaja para la protagonista en el que se construyen algunos momentos de verdadero terror con los que se explota la oscuridad y las limitaciones de movilidad con las que cuenta por distintos factores.

Ante esto la tensión en todo momento es muy alta porque precisamente el riesgo de ataque siempre resulta posible y eso hace que el ritmo nunca se sienta pesado, incluso en las partes más tranquilas. Simplemente las acciones fluyen de manera natural mientras poco a poco se va incrementando la escala de la amenaza, abriendo así la puerta para añadir más muertes que mantengan la violencia y la sangre presentes; además de algunas secuencias bajo el agua que justifiquen el tema que liga a los personajes en peligro.

Ya para los últimos 20 minutos es cuando las cosas se decantan más por el lado de la acción, lo cual no está nada mal considerando que era un paso natural de las acciones ante el tema del huracán. Esto le brinda mayor dinámica al cierre y algunas de las secuencias más memorables no solo por el despliegue visual, sino también por la crudeza con la que se siguen mostrando los ataques de los cocodrilos para que hasta en el último instante la sensación de peligro no desaparezca.

En las actuaciones Kaya Scodelario lo hace muy bien con un papel demandante físicamente hablando y carga sin demasiados problemas con el peso de la película. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score está ok, el trabajo de sonido es impecable, la labor de maquillaje cumple y los efectos son de primer nivel.

Opinión final: Crawl me gustó bastante. Película divertida sin demasiadas pretensiones que se establece como la mejor de cocodrilos dentro del género.

Ojometro:
****  

viernes, 9 de agosto de 2019

Crítica: Gonjiam: Haunted Asylum (2018)


Película dirigida por Beom-sik Jeong (Gidam), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Sang-min Park. Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur durante el 2018, siendo un éxito en aquel país al recaudar $20 millones de dólares en taquilla; mientras que en otros mercados ha llegado en formato físico y VOD.

Sinopsis:

Todo el equipo de una serie de terror por internet viaja a Gonjiam, un hospital abandonado que es considerado el lugar más embrujado de Corea del Sur. Ahí pretenden transmitir en vivo y ver si los mitos son ciertos, pero pronto descubrirán que dentro de ese lugar las cosas son mucho más aterradoras de lo que se hubieran imaginado. 



Comentarios generales:

En los últimos años el cine de terror proveniente de Corea del Sur ha dado de que hablar y poco a poco su relevancia se ha hecho notar entre los fans en todas partes del mundo, así que cuando una película de aquel país empieza a hacer ruido es difícil que no se escuche sobre esta. Y en el caso de Gonjiam: Haunted Asylum vaya que hizo ruido y por ello es que aparece en el blog, ya que en un inicio la dejé pasar (en gran medida por la poca distribución que tuvo), pero ante el pedido de varios lectores me resultó imposible seguir ignorándola y al final me alegra haberlos escuchado.

Ya que lo que nos ofrece Beom-sik Jeong es un found footage que vale bastante la pena, no tanto porque sea uno que ponga muchas cosas nuevas sobre la mesa, sino por la manera tan efectiva en la que está filmado. Algo fundamental para brindarle dinamismo a una historia que de inicio no representa gran novedad pero si cuenta con un nivel de elaboración un poco más robusto a lo habitual, estableciendo los propósitos de los personajes y, sobre todo, la forma en la se presentarán las acciones por medio del uso de diversas cámaras que de manera inmediata logran que el ritmo sea uno agradable incluso en partes donde no ocurre demasiado.

Eso hace que los primeros 35 minutos no se sientan pesados y además te dan una buena idea sobre la distribución del hospital (algo relevante más adelante), aunque sin duda lo mejor llega una vez entrado el segundo acto.

Aquí es cuando la película logra sus mejores momentos debido a que el descontrol empieza a darse de a poco, sin demasiadas prisas y con el propósito de no solo ir construyendo momentos que proporcionen tensión efectiva, sino que también profundicen con respecto al tema de la obsesión por obtener reconocimiento en internet a toda costa. Logrando así una mezcla que por algunos minutos te hace dudar sobre si lo que ocurre ahí dentro es real o no.

Ante esto la parte final cuenta con mucha fuerza y dinámica; sin embargo, también resulta un tanto repetitiva. No al grado para arruinar el producto general, pero si como para no aprovechar del todo lo construido y explotar de lleno los elementos visuales que se van revelando. Optando mejor por un desenlace con muchos gritos que ya hemos visto demasiadas veces.

Las actuaciones no son nada del otro mundo o muy distintas a lo acostumbrado en esta clase de historias, pero son lo suficientemente efectivas como para lograr que los momentos de mayor peso funcionen. La producción es de gran factura para ser un found footage: el trabajo de fotografía es estupendo, el trabajo de sonido es muy limpio y los efectos, si bien no son espectaculares, son de buena calidad.

Opinión final: Gonjiam: Haunted Asylum me gustó. Un found footage agradable que no aporta nada nuevo, pero que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****

martes, 6 de agosto de 2019

Crítica: Clown Motel (2019)


Película escrita y dirigida por Joseph Kelly (Bloody Island). Se estrenó directamente en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de junio.

Sinopsis:

Cuando un grupo de cazadores de fantasmas y un grupo de chicas que se encuentran celebrando una despedida de soltera coinciden en un peculiar hotel abandonado en medio de la carretera, sus vidas correrán peligro cuando los fantasmas de los payasos que alguna vez vivieron en ese lugar empiezan a acecharlos.



Comentarios generales:

Después del apabullante éxito de “It” hace un par de años atrás los payasos volvieron a cobrar relevancia después de haber quedado relegados por mucho tiempo como una atracción secundaria dentro del cine de terror, así que no es ninguna novedad que cada vez veamos más películas sobre estos. Aunque en el caso de Clown Motel las circunstancias eran incluso mejores debido a que dicho hotel en verdad existe y es una atracción real que actualmente ha adquirido notoriedad, abriendo así la puerta para poder realizar algo único.

Situación que tristemente no se da porque Kelly nunca parece saber exactamente cómo explotar la locación y mucho menos su conexión con los payasos, improvisando así una historia que carece de sentido e incluso, salvo por la introducción, los deja bastante olvidados. Esto porque al menos durante los primeros 35/40 minutos no son ni de cerca el punto central; de hecho, brillan por su ausencia y mejor se opta por enfocarse en dos grupos distintos de personajes vacíos cuyas acciones rayan en lo absurdo y solo están pensadas para ir perdiendo tiempo mientras de manera muy vaga se va tratando de construir cierta mitología con respecto al lugar.

Para nuestra mala suerte las cosas tampoco mejoran demasiado una vez que los payasos hacen acto de presencia. Obvio el nivel de violencia se incrementa y con ello se entra en un camino mucho más cercano al slasher; sin embargo, así como ocurrió con las víctimas, también con los payasos vemos muchas acciones absurdas sin sentido que además se ven complementadas con ciertos diálogos lamentables que no ayudan en lo absoluto a desarrollar una justificación interesante para su sed de sangre. Dejando todo con un aire de indiferencia muy marcado que además no fluye de manera natural ante una edición que deja mucho que desear.

Es hasta los minutos finales cuando la película más o menos logra encontrar un ritmo decente y empieza a estructurar una dinámica que rompa con la monotonía previa añadiendo alguna que otra muerte llamativa. Aunque pronto vuelve a caer en los errores previos y gracias a eso resulta imposible el poder redondear la idea central, además que el cierre tan anticlimático con el que cuenta no ayuda en lo absoluto.

Las actuaciones son pobres, no a nivel amateur pero si con una falta de personalidad y naturaleza muy marcadas que hacen prácticamente imposible poder sentir empatía por la situación que viven las víctimas. Mientras que con los payasos las cosas no son muy distintas, aunque al menos en algunos casos muestran algo más de personalidad.

La producción es muy pequeña: el trabajo de fotografía está ok, el score no resalta, el trabajo de sonido tiene muchos altibajos, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena post-créditos.

Opinión final: Clown Motel es realmente mala. Un proyecto cuasi amateur que nunca sabe cómo aprovechar el potencial de su peculiar locación.

Ojometro:
*

viernes, 2 de agosto de 2019

Crítica: The Intruder (2019)


Película dirigida por Deon Taylor (7eventy 5ive), cuyo guión fue escrito por David Loughery. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, recaudando $35 millones de dólares en taquilla. Mientras que su salida en formato físico y VOD se dio el pasado 30 de julio.

Sinopsis:

Una joven pareja compra una hermosa casa como el primer paso para iniciar una familia, pero pronto tendrán que lidiar con el hecho de que la persona que se las vendió no parece tener intenciones de abandonar su propiedad.



Comentarios generales:

Uno de los lujos con los que cuenta el género de terror es que este les permite a los actores interpretar personajes que normalmente no considerarían en otra clase de producciones y a lo largo de los años varios estudios han aprovechado ese aspecto para volver atractivas películas que por lo regular no lo serían, tal como es el caso de The Intruder. Un thriller que hubiera pasado desapercibido si no fuera por el morbo de ver a Dennis Quaid como nunca antes.

Ya que lo que nos trae Taylor es una película bastante simple, bien producida, pero sin ningún tipo de diferenciador importante dentro de su historia como para que te resulte atractiva y es por eso que gran parte de su encanto radica en dicha actuación. Aunque durante el primer acto esto no resulta algo tan importante porque la verdad es uno bastante aburrido, donde se establece que el comportamiento de Charlie (Quaid) no es normal por medio de situaciones que carecen de intensidad y solo se quedan como simples sucesos pintorescos con los cuales no se genera ningún tipo de tensión que refleje el peligro que representa.

Aspecto que se va solucionando conforme se entra al segundo acto al presentar un mayor conflicto entre los personajes sin entrar completamente al territorio del terror, prefiriendo desarrollar todo el suspenso de manera mucho más calmada. Sustentando gran parte de las acciones no tanto en saber si Charlie le hará algo o no a la pareja (lo cual asumes como inevitable), sino en tratar de mantener el misterio con respecto a este el mayor tiempo que se pueda. Ya que más allá de tenerlo en pantalla de manera constante, uno no sabe sus motivaciones reales o la razón por la cual está tan dañado y gracias a eso se mantiene una duda razonable que ayuda a llevar esto de manera efectiva a la parte final.

Una que sin duda es lo mejor de toda la película, con unos últimos 25 minutos realmente divertidos. Aquí es cuando todo se descontrola y se responden varias preguntas importantes, además de que el incremento en la violencia (sin ser extrema) y ritmo es notorio para ofrecer un cierre con mucha fuerza.

Con respecto a las actuaciones, tanto Meagan Good (Annie) como Michael Ealy (Scott) están correctos; aunque es indudable que quien se lleva la mayor atención es Quaid. Su sobreactuación de tipo obsesionado la verdad por momentos resulta un tanto caricaturesca, pero en general logra sobrellevar su personaje de buena forma y esos 25 minutos finales hacen que valga la pena verlo de esa manera.

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score me agradó, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: The Intruder es aceptable. Un thriller básico para pasar el rato y ver a su protagonista en una faceta distinta.

Ojometro:
***