viernes, 4 de octubre de 2019

Crítica: Ready or Not (2019)


Película dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Devil’s Due), cuyo guión fue escrito por Guy Busick y Ryan Murphy. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 27 de septiembre; recaudando hasta la fecha $48 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Grace (Samara Weaving) se acaba de casar con un miembro de una excéntrica y adinerada familia que la obliga a formar parte de un peculiar ritual durante su noche de bodas: participar en un aterrador juego en el que tiene mantenerse con vida hasta el amanecer.



Comentarios generales:

Con la compra de Fox por parte de Disney muchas producciones que se encontraban en desarrollo terminaron por quedarse en limbo gracias al enfoque familiar que caracteriza a la empresa del ratón y al parecer algunas eran películas de terror. Así que cuando se anunció que Ready or Not iba a ver la luz me dio gusto, pero también tenía cierto temor debido a que no se sabía si este nuevo proyecto de Radio Silence iba a sufrir algún tipo de censura o bajón de tono. Cosa afortunadamente no ocurrió.

Y es que, aunque estamos ante una comedia, lo cierto es que lo que nos ofrecen Bettinelli-Olpin y Gillett también depende de gran manera de la violencia para desarrollar una historia que esencialmente es una sátira sobre las clases adineradas. La cual establece desde un inicio al personaje de Grace como “inferior” y no se toma demasiado tiempo para ponernos frente a la situación de riesgo a la que se va a tener que enfrentar, trasladando las acciones dentro una mansión en donde se genera una atmósfera oscura que complementa a la perfección el juego que se lleva a cabo.

Uno que sin duda sigue una estructura bastante simple que bien podría haber resultado contraproducente, pero cuyo ritmo fluido ayuda a que la película en ningún punto se vuelva aburrida y su naturaleza un tanto improvisada logre generar no solo momentos de tensión, sino también varios bastante graciosos al combinarlos con algunas muertes. Ya que aquí no estamos ante la típica familia desalmada sin sentimientos que actúan como maquinas, más bien estamos ante un grupo de personajes que en su afán por querer lograr una meta a toda costa cometen muchos errores porque son demasiado incompetentes para eso y en realidad varios de ellos ni siquiera están convencidos de lo que hacen.

Brindándole así mucha más sustancia de la que uno pensaría a personajes de los cuales no esperarías tanto y, sobre todo, un balance adecuado a las acciones. Ya que es por medio de esto por lo que la dinámica de Grace contra la familia nunca siente tan cargada hacia un solo lado e incluso permite que se puedan construir situaciones en un escenario mucho más amplio que poco a poco vayan incrementando el nivel de intensidad rumbo a la parte final. 

La cual sin duda es la parte con más fuerza de todas debido a que la locura alcanza su clímax y porque aquí las muertes ya no se sustentan de manera tan marcada en el humor como al inicio. Sin embargo, esto no quiere decir que las cosas se vuelvan serias, más bien diría que se vuelven más exageradas para bien. Especialmente porque el cierre en general es hilarante precisamente por los excesos que se presentan en pantalla.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que cuenta con un elenco muy sólido, con nombres como Adam Brody, Henry Czerny, Andie MacDowell, Nicky Guadagni o Kristian Bruun que muestran un gran manejo para la comedia. Aunque sin duda la estrella es Samara Weaving al mostrar, una vez, mucha versatilidad con un papel que la obliga a combinar humor, locura e intensidad en todo momento y que saca adelante sin demasiadas complicaciones.

La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está impecable, el score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Ready or Not me gustó bastante. Película muy divertida que sin duda se posiciona dentro de las mejores del año. 

Ojometro:
*****

martes, 1 de octubre de 2019

Marianne: Primera temporada


Al pasado 13 de septiembre Netflix estrenó de manera bastante discreta la nueva serie de terror Marianne, una producción francesa de la que realmente se tenía poco conocimiento desde que fue anunciada hace un año atrás. Un proyecto que seguramente era considerado como secundario debido a que no lo integraron a su oferta de Halloween para el mes de octubre y básicamente no le hicieron nada de publicidad, pero que sin duda alguna se ha establecido como una de las grandes sorpresas de 2019.

En cuanto a ratings, al tratarse de Netflix sabemos que no hay información al respecto y de momento el servicio no ha informado si habrá o no una segunda temporada. Sin embargo, la serie ha hecho el suficiente ruido en diversos mercados como para pensar en una eventual renovación.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

----

LO POSITIVO


Victoire Du Bois como Emma Larsimon 


Definitivamente la serie no funcionaría tan bien de no ser por la actuación de Du Bois, quien le da vida a una protagonista que se sale del molde. Ya que Emma Larsimon no es un personaje particularmente agradable, no es esa heroína que aprende de sus errores y por lo regular sus acciones son más egoístas que otra cosa, haciendo con esto que sea difícil predecir la resolución del problema que ella misma originó.


Mrs. Daugeron


Mrs. Daugeron es personaje tremendo que cuenta con una presencia monumental en pantalla y con una sonrisa que genera escalofríos como pocas cosas que recuerde, siendo ella la razón principal al inicio de la serie para que quieras seguir viéndola. Al grado de que cuando deja de aparecer su ausencia si pesa bastante por lo menos durante un par de episodios.


Historia detrás de Marianne


Al ser una bruja la historia detrás de Marianne pintaba para ser muy simple, pero lo bien detallada y construida que está es de aplaudir.

La verdad no tengo mucho conocimiento sobre si el demonio con el que está ligada (Beleth) es creación para la serie o no; sin embargo, todo lo que rodea su relación es por demás interesante y le añade mucha sustancia a un personaje que pudo resultar mucho más plano. 


"You Left Her" 


A mi juicio este es el mejor episodio de la temporada. 

Para este punto ya no se tiene a Mrs. Daugeron con su sonrisa macabra y muchos misterios siguen sin ser resueltos, pero aquí se te dan a conocer detalles vitales que le dan trasfondo a las acciones de Emma y con ello los eventos previos empiezan a tener mucho más sentido al formar parte de algo más elaborado de lo que pensabas.


Simpleza para generar terror


Si bien la serie cuenta con sus momentos de impacto y definitivamente no le teme subirle al tono cuando debe, sin duda una de sus principales fortalezas es que utiliza elementos simples para generar la mayoría de las escenas de terror con las que cuenta.

Ya sea con una sonrisa macabra, unos ojos resaltando en la oscuridad, sombras o manos saliendo de un closet, la efectividad siempre es muy elevada y muchos de los momentos más memorables los involucran de alguna u otra forma. 


Episodios imperdibles:

(1) Your Dreams
(2) Tradition
(3) Not an Easy Person
(4) Beautiful Moment
(5) You Left Her
(7) Too Young to Handle
(8) Tuesday


----

LO NEGATIVO


Arnaud 


En general los personajes están bien balanceados y con un propósito claro, pero el de Arnaud sobra. Típico personaje para añadir humor en determinados momentos y aligerar la tensión; cuya problemática es la menos elaborada de todas e incluso tanto su muerte como la de su hermano terminan sin tener gran peso y solo se sienten como eventos pasajeros.


Final anticlimático


Este punto sin duda es subjetivo, pero a mí me dejó un sabor agridulce el final. 

No tanto porque no tenga buenos momentos (que los tiene), sino porque el encuentro entre Emma y Marianne se siente como algo muy normal, como un evento más y no como ese enfrentamiento épico que tendrá graves consecuencias para los involucrados.

----
----
----
----

Opinión final: Marianne es probablemente la propuesta más oscura por parte de Netflix hasta la fecha y su primera temporada ha sido toda una sorpresa. Una serie que no tiene miedo a la crudeza, pero que su efectividad recae en la simpleza y en un extraordinario desarrollo tanto de su villana como de su protagonista para hacer que una historia sobre una bruja tenga varios momentos inquietantes.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Crítica: Satanic Panic (2019)


Primer largometraje de la directora Chelsea Stardust, cuyo guión fue escrito por Grady Hendrix. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de septiembre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 2 de octubre.

Sinopsis:

Sam (Hayley Griffith) es una repartidora de pizzas que se encuentra en la peor situación económica posible y peleará porque le den sus propinas. Así que durante su última entrega del día en una mansión no piensa irse sin una, aunque pronto se encontrará peleando por su vida ante un culto satánico que anda en búsqueda de una virgen para sacrificarla.  



Comentarios generales:

Una de las mejores noticias de los últimos años fue el regreso de Fangoria y con ello muchas de las cosas en las que históricamente ha estado involucrada, tal como es el caso de la producción y distribución de películas. Al final de cuentas se trata de un medio que lleva décadas promocionando al género de terror y siempre he tenido un gusto especial por los trabajos que apoyan directamente, así que cuando supe de Satanic Panic inmediatamente la puse en mi lista de imperdibles y la verdad es que no me ha decepcionado.

Y no es tanto porque sea una comedia revolucionaria ni nada por el estilo, sino porque lo que nos trae Stardust es una película divertida con la que puedes desconectar tu cerebro durante 90 minutos viendo como claramente es una directora que conoce bien el género. Presentándonos a una protagonista un tanto ingenua con la que sientes empatía casi de inmediato y sus vivencias para conseguir las propinas son el medio ideal para ir estableciendo rápidamente el tono que prevalecerá en esta historia que avanza a un ritmo veloz y en la que en cuestión de 20 minutos uno ya sabe cuál será el sustento de todas las acciones que vendrán más adelante.

Las cuales combinan humor y sangre de manera eficiente, generando así una dinámica entretenida en la que las muertes llegan rápido e incluso se muestran conflictos dentro del mismo culto que brindan material para que el desarrollo no resulte tan plano. Esto porque toda la segunda mitad se centra en capturar a Sam y gracias a dichos conflictos es como se construyen escenas con las que se tiene el propósito de incrementar el gore en pantalla, pero también brindarle un poco más de sustancia a nuestra protagonista por medio de una alianza que juega con el mensaje de los estatus sociales de manera un tanto superficial.

Es en la parte final donde flaquea, principalmente porque quieren añadir más cosas de las que se pueden manejar con cierta coherencia. Ocasionando que el evento que te han vendido durante casi hora y media como un suceso monumental quede parado como una mera anécdota mientras presentan una conclusión sacada de la manga que te deja con la sensación de que realmente todo lo ocurrido previamente no tuvo mucha importancia.

En las actuaciones podemos ver a algunas caras conocidas, aunque quienes se llevan los reflectores son Hayley Griffith (Sam), Ruby Modine (Judy) y especialmente Rebecca Romijn (Danica) como la villana principal. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje es aceptable.

Opinión final: Satanic Panic está entretenida. Película sin grandes pretensiones para pasar el rato y reírse.

Ojometro:
***

martes, 24 de septiembre de 2019

Crítica: Midsommar (2019)


Película escrita y dirigida por Ari Aster (Hereditary). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que en México hizo lo propio apenas el pasado 20 de septiembre. Recaudando hasta la fecha $36 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un grupo de amigos son invitados a pasar el verano en un festival dentro de una remota villa en Suecia. Al inicio parece que todo será un viaje llenó de placeres en la tierra de la luz eterna, pero pronto las cosas tomarán tintes siniestros cuando los pobladores empiecen a realizar actividades impactantes difíciles de creer.



Comentarios generales:

El año pasado Ari Aster irrumpió dentro del género de terror de manera explosiva con una película que algunos amaron y otros odiaron, pero que a nadie le fue indiferente. Ante esto obviamente su siguiente trabajo sería uno muy esperado gracias a que quedó bastante claro que su manera de hacer cine no es algo convencional y además muchos queríamos saber si lo de “Hereditary” no fue solo un golpe de suerte, pero después de ver Midsommar cualquier duda de mi parte ha sido eliminada.

Obvio con esto no quiero decir que a quienes no les gustó su trabajo previo ahora lo vayan a amar, para nada; de hecho, creo que difícilmente eso va a cambiar debido a que el director en está ocasión incluso reta mucho más al espectador con una historia que, irónicamente, es hasta cierto punto más convencional. Esto porque aquí en verdad se toma su tiempo para desarrollar lo que quiere contar, empezando por un extenso prólogo que se encarga de añadir sustancia a los personajes principales y expone de manera concisa el drama en el que se van a sustentar gran parte de sus acciones dentro de la villa.

Una villa que se podría decir que es un personaje por sí misma, ya que una vez que se trasladan las acciones a Suecia esta se vuelve una experiencia bastante surrealista ante tanta vida y colores que la rodean, contrastando así con lo que normalmente se esperaría considerando que se elimina un elemento fundamental dentro del género como lo es la oscuridad. Lo cual parece exótico, pero conforme van pasando los minutos esa belleza empieza a resultar inquietante ante el comportamiento de los habitantes, proporcionando así misterio y acumulando poco a poco unos niveles de tensión enormes que en cualquier momento pueden explotar.

Y créanme, cuando lo hacen es de la manera más brutal posible. No se guardan nada, todo es muy explícito e incluso grotesco, desatando así una oleada de rarezas dentro de una dinámica en la que se van revelando las excentricidades de esta comunidad por medio de situaciones cargadas de humor negro en las que no solo el timing es impecable, sino también la manera en la que se encuentran diseñadas para generar shock en el espectador sin que se pierda ese hipnotismo logrado por el aspecto visual que las envuelve.

Así las cosas avanzan de manera fluida y sin demasiados puntos muertos que puedan resultar problemáticos con el tiempo de duración, dejando el camino preparado para una parte final un tanto predecible, pero que ejemplifica la locura y la destrucción mental/emocional a la perfección. Donde el impacto es profundo ante la perturbadora naturaleza que existe detrás de los eventos y, sobre todo, se le da un cierre con muchísima fuerza a la problemática establecida desde el inicio.

Con respecto a las actuaciones quien se lleva las palmas es Florence Pugh (Dani) gracias a un personaje que es antipático por naturaleza, pero cuya destrucción progresiva es tremenda de ver y poco a poco va generándote cierta empatía. Mención aparte merecen todos los miembros de la villa, quienes desde el primer instante corren el riesgo de resultar caricaturescos; sin embargo, estos logran mantener un equilibrio adecuado y logran que su comportamiento, si bien por momentos te genere alguna risa, casi siempre te resulte perturbador o incomodo.

La producción es de grandísima factura: el trabajo de fotografía es magistral, la dirección de arte tiene un gran lujo de detalle, el score es bueno, el trabajo de sonido impecable, los efectos prácticos son estupendos y la labor de maquillaje cumple con lo necesario.

Opinión final: Midsommar es una gran película, de lo mejor de 2019. Un viaje brutal de emociones que sin duda no es para todo el mundo y generará mucha polémica.

Ojometro:
*****