martes, 8 de septiembre de 2020

Crítica: The New Mutants (2020)


Película dirigida por Josh Boone, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Knate Lee. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 28 de agosto, mientras que en México hizo lo propio durante el fin de semana pasado. Recaudando hasta la fecha $20.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cinco jóvenes mutantes son mantenidos contra su voluntad en un hospital secreto con el objetivo de enseñarles a manejar sus nuevas habilidades. Aunque cuando extraños eventos empiezan a ocurrir, pronto todos ellos se darán cuenta que tendrán pelear contra sus pecados del pasado para poder salir con vida de ahí.



Comentarios generales:

La verdad es que The New Mutants era una película que ya estaba condenada al fracaso incluso antes de que terminara de editarse gracias a que Fox y Disney generaron demasiados contratiempos en la etapa de post producción que solo provocaron múltiples retrasos. Por si eso no fuera suficiente, también llegó el COVID-19 y con eso cualquier tipo de esperanza para que la película tuviera éxito financiero se esfumó, convirtiéndola así en objeto de muchas burlas y dejándola parada ante la peor situación posible que puede encontrarse cualquier película: la indiferencia del público.

Lo cual ciertamente es una pena debido a que lo que nos trae Boone termina siendo un producto más disfrutable de lo que se podría esperar considerando todos los problemas, ya que nos presenta una historia que combina el cine de superhéroes con el de terror de una manera ligera y balanceada. En la que además se puede notar una clara influencia de “A Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors”.

Poniéndonos frente a un grupo de adolescentes que sufren distintos traumas derivados de sus propios poderes para establecerlos así como individuos frágiles a pesar de sus dotes extraordinarios y en base a esto ir construyendo poco a poco una problemática que se sustente en dos clases de amenazas. La primera siendo una palpable que resulta muy obvia y la segunda siendo más compleja, cuyo objetivo es ayudar a ir integrando todos los elementos ligados al terror para generar una atmósfera más oscura y también proporcionar detalles importantes con respecto al pasado de cada uno de los personajes.

Obviamente con esto el inicio puede llegar a resultar un poco lento, aunque la verdad en ningún punto lo encontré como algo problemático; en especial porque una vez que se manifiestan los horrores dentro del hospital las cosas empiezan a fluir bajo un ritmo bastante ágil que se sostiene durante el resto del metraje. Además el nivel de intensidad se incrementa conforme se entra al segundo acto, nunca sin llegar a extremos, pero si lo suficiente como para hacer que las pesadillas logren tener impacto y por lo consiguiente la sensación de riesgo sea mayor.

Dejando el camino puesto para una parte final entretenida que sin duda es la que expone en mayor medida la espectacularidad que conlleva una película de superhéroes. Donde el despliegue de efectos se magnifica para brindar un cierre con bastante acción y un enfrentamiento final al cual podría calificar como peculiar.

Las actuaciones están bien, la dinámica del grupo es bastante sólida; sin embargo, hay alguien quien resalta por encima del resto: Anya Taylor-Joy (Illyana Rasputin). Ella es por mucho la que tiene el personaje más interesante y no lo desaprovecha, aunque es una lástima que no se vaya a poder explotar en futuras secuelas.

En términos de producción la película es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, cuenta con una dirección de arte bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es muy bueno, la labor de maquillaje resulta efectiva y los efectos son de gran calidad.

Opinión final: The New Mutants me gustó. La verdad por todos los problemas que la rodearon esperaba un desastre mayúsculo, pero terminé pasando un buen rato.

Ojometro:
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viernes, 4 de septiembre de 2020

Ju-On: Origins (Primera temporada)


El pasado 3 de julio Netflix estrenó una de sus series con mayor perfil en lo referente al género de terror para 2020, Ju-On: Origins. Un proyecto del que se tenía conocimiento desde hace al menos un año pero del que realmente se conocía poco sobre lo que iba a tratar, lo cual lo hacía sumamente atractivo para millones de fans debido a que significaba una bocanada de aire fresco para la icónica franquicia japonesa y le aseguraba nueva vida. Aunque los resultados finales no sé si vayan a ser del agrado de todo el mundo.

En cuanto a ratings, al tratarse de Netflix sabemos que no hay información al respecto y de momento el servicio no ha revelado si habrá o no una segunda temporada. Aunque considerando el poco ruido que generó la serie y, su aparente ausencia en la sección de lo más visto en varios países, el panorama no luce como el más alentador.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Desligarse de Kayako... por ahora


La verdad no sé si esto se pueda mantener si se llega a dar una segunda temporada debido a la popularidad que tiene Kayako, pero el hecho de que la serie optará por dejarla fuera para poder centrarse totalmente en la casa y los asesinatos ocurridos en su interior fue una decisión por demás valiente. Ya que esto ayudó a explorar cuestiones que poco se han tocado en las películas y, de paso, brindó la oportunidad de enfocarse en los aspectos más oscuros del ser humano.


Ririka como Kiyomi Kawai


El personaje de Kiyomi es por mucho el más completo dentro de la serie y mucha de su efectividad se debe al gran trabajo que realiza Ririka. Cuya travesía de adolescente problemática a fugitiva atrapada en una relación abusiva sin duda brinda algunos de los momentos más crudos, no tanto desde el lado visual, sino más bien desde el lado humano ya que dejan en manifiesto cómo ciertas decisiones pueden afectar nuestra vida para siempre.


Alto nivel de violencia



A diferencia de las películas que se sustentan en elementos clásicos para generar terror, aquí lo que tenemos es más un despliegue de violencia de alto impacto que funciona de manera impecable la mayoría del tiempo. Algo fundamental considerando ciertos temas que se tocan y que gracias a esto se les brinda una crudeza necesaria que logra que varios momentos se te queden grabados en la cabeza.


Episodio 4


Ningún otro episodio ejemplifica de mejor manera lo que es Ju-On: Origins como este.  Locura y brutalidad pura que dejan en manifiesto los peligros que enfrentan todos aquellos que se ven ligados de una u otra manera a la aterradora casa.

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LO NEGATIVO


Narrativa un tanto confusa


No me atrevería a decir que la historia es complicada de entender, pero definitivamente la manera en la que te la cuentan hace que se vuelva confusa. Ya que a partir del tercer episodio se empiezan a incluir saltos de tiempo y más subtramas que en un punto simplemente generan demasiadas preguntas que no logran responder, dejándote con la sensación de que la experiencia está incompleta.


Exceso de personajes


Como complemento de lo mencionado arriba, también se introducen demasiados personajes. De los cuales solo un par de los protagonistas cuentan con un tipo de resolución de su historia, mientras que el resto, salvo que su propósito sea morir, se quedan con situaciones inconclusas, participaciones esporádicas o terminan desapareciendo de manera abrupta sin ningún tipo de explicación.

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Opinión final: La primera temporada de Ju-On: Origins no me desagradó, aunque definitivamente hay mucho margen para mejorar.

Su elección de dejar fuera a Kayako fue acertada y conocer a profundidad la historia de la casa es muy interesante, pero querer incluir tanto material y personajes en solo seis episodios de 30 minutos hace que muchas cosas se queden en el aire. Además de que lo confusa que se vuelve la historia en ciertos lapsos hace que la experiencia no termine por ser tan convincente. 

viernes, 28 de agosto de 2020

Crítica: Guests (2019)


Producción rusa dirigida por Evgeniy Abyzov, cuyo guión fue escrito por Sergey Ageev y Olga Ageeva. Se estrenó en cines dentro de Rusia el año pasado y durante este 2020 ha llegado en DVD a distintos mercados.

Sinopsis:

Katya (Angelina Bit) conoce a un grupo de jóvenes que tienen un entretenimiento específico: organizar fiestas en las casas vacías de otras personas. Para su buena fortuna ella conoce una casa de verano que ha sido abandonada por su antiguo dueño desde hace mucho tiempo, aunque estando ahí se darán cuenta que no se encuentran solos y… tampoco son bienvenidos.



Comentarios generales:

No es que el cine de terror ruso sea nuevo, en realidad siempre ha estado ahí, más bien su historia es mucho más joven en comparación a la de otros países debido a que estaba prohibido durante la existencia de la Unión Soviética. Digamos que apenas anda entrando en una etapa de madurez y por ello es que en los últimos tres o cuatro años hemos visto más producciones de aquel país que se atreven a explorar otros temas que tienen más resonancia para nosotros y por lo regular no suelen ser tan comunes para ellos, tal como es el caso de Guests.

Una historia de mansión embrujada con la que Abyzov y compañía no toman demasiados riesgos al recurrir a elementos que hagan de la experiencia una mucho más cargada hacía la explotación de la atmósfera y no tanto al desarrollo de los personajes o la complejidad sobre los demonios que hay detrás. Lo cual hace que la primera media hora de película sea bastante aburrida, no solo porque el ritmo es lento, sino porque además las acciones presentadas no contienen nada realmente interesante o llamativo tomando en cuenta que el tema de las fiestas, en teoría, tendría que traer consigo ciertos riesgos.

En general lo que ocurre se siente vacío y no es sino hasta la aparición de determinado personaje que las cosas obtienen mayor sustancia para añadir contexto a lo que rodea la casa y, a la vez, cierta problemática que le dé sentido a la presencia de los demonios. Logrando con esto que la dinámica mejore ligeramente con muertes y situaciones cargadas con un poco más de acción que ayudan a generar una sensación de riesgo que había sido inexistente hasta este punto, aunque sin alcanzar niveles tan altos como para hacer de la amenaza una extremadamente peligrosa.

Algo que termina siendo un tanto contraproducente para la parte final, ya que aquí los demonios gozan de suficiente tiempo en pantalla y en realidad nunca terminan por posicionarlos como algo tan relevante. Ocasionando con esto que el desenlace carezca de fuerza y por lo consiguiente resulte bastante blando e incluso te deje indiferente.

Las actuaciones están lejos de ser malas o terribles, pero tampoco cuentan con el grado de emoción o intensidad que esta clase de tramas exigen para resultar más allá del promedio. La producción es donde tiene sus mejores atributos: el trabajo de fotografía es sólido en un 80% del metraje (hay algunas escenas demasiado oscuras), la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un score cumplidor, el trabajo de sonido no tiene fallos y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: Guests es decepcionante. Película aburrida más que nada, la cual se les olvidará en un par de horas.

Ojometro:
**

martes, 25 de agosto de 2020

Crítica: 7 Deadly Sins (2019)


Película dirigida por Glenn Plummer y escrita por Tony Mercedes. Se estrenó en formato físico y digital a finales del año pasado.

Sinopsis:

Un grupo de adolescentes busca tener la mejor fiesta de spring break antes de ir a la universidad. Sin embargo, cuando esta termina de manera precipitada deciden iniciar un antiguo juego sin completarlo y sufriendo las graves consecuencias por tal error.



Comentarios generales:

Cuando una película se llama de cierta forma (7 Deadly Sins) y todo su material promocional existente tiene otro nombre (Charlie Charlie) sabes inmediatamente que algo no está bien porque es una clara señal de que se encuentran articulándola para poder sacar dinero en otros mercados. Suele ser una táctica recurrente con proyectos independientes y por eso no me sorprende ni me molesta, aunque la verdad ya tenía mucho tiempo de no encontrarme con algo tan terrible como esto.

Y es que desde la creación del blog han sido contadas las películas a las que simplemente no les he encontrado absolutamente nada que valga la pena, es difícil que por lo menos no exista algo que no me haga reír de lo malo que es, pero lo que nos trae Plummer ni eso logra. Ya que básicamente nos presenta una “historia” que se podría describir como un intento de comedia con tintes de softporn en los que, además, integra ciertas problemáticas raciales que no tienen ningún tipo de relevancia.

Simplemente se trata de ver a uno de los conjuntos de personajes más desagradables que recuerde haciendo cualquier tontería durante gran parte del metraje y con los cuales se quiere aparentar que se toman riesgos con respecto al contenido sexual, pero nunca se atreven a cruzar la línea. Dejándote así ante un panorama totalmente desfavorable debido a que nadie de los que aparece en pantalla te importa en lo más mínimo; en realidad solo quieres verlos morir lo más rápido que se pueda y para que eso se dé tiene que pasar todavía bastante tiempo.

Ahí es donde entra la excusa del juego, que eleva un poco la intensidad de las acciones sin que influya demasiado en el resultado final. Alargando lo inevitable de manera innecesaria y aburrida con muertes carentes de imaginación, así como un absurdo intento por generar cierta empatía hacía el que es el peor personaje de todos en la parte final.

Las actuaciones son terribles, la edición es espantosa y el nivel de producción es de proyecto escolar. Aunque al menos se nota un poco de esfuerzo con los efectos prácticos.

Opinión final: No pierdan el tiempo, evítenla a toda costa.

Ojometro:
*