viernes, 11 de diciembre de 2020

Crítica: Monstrous (2020)

Película dirigida por Bruce Wemple (Lake Artifact) y escrita por Anna Shields. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de agosto.

Sinopsis:

Sylvia (Anna Shields) se encuentra en busca de respuestas después de que una amiga suya desapareciera misteriosamente en Whitehall, NY. Un pueblo donde han ocurrido muchos supuestos avistamientos de Pie Grande y en el que pronto descubrirá que, en efecto, algo maligno vive en el bosque.


Comentarios generales:

Quienes llevan siguiendo el blog desde sus inicios sabrán que todo lo que involucre a Pie Grande no es precisamente algo que me entusiasme demasiado debido a que históricamente suele ser un personaje utilizado de las peores maneras posibles. Sin embargo, en el caso de Monstrous mi interés era un poco mayor de lo habitual gracias a ciertos comentarios que la alababan bastante precisamente por la forma en la que manejaban a esta criatura, algo que al inicio me costaba trabajo creer, pero que al final si era cierto.

Aunque si bien esto puede ser una bendición, también puede resultar en una maldición que la dejará parada como un fraude ante los ojos de muchas personas debido a que lo que nos presenta Wemple es una experiencia que utiliza a Pie Grande más como un medio para atraer atención y no tanto como un elemento relevante dentro de una historia que, salvo por la introducción, realmente maneja otro tema distinto para cargarse más hacia el thriller y sustentarse principalmente en las dudas de diferente índole que se le van generando al personaje de Sylvia durante su viaje.

Uno que definitivamente obligará al espectador a tener mucha paciencia debido a que se desarrolla de manera muy lenta y en general recae en las mismas situaciones una y otra vez, ya sean flashbacks o escenas de sexo cada cinco minutos. 

Provocando así que durante gran parte del visionado tengas una sensación de vacío muy marcada; en especial por la forma tan limitada en la que se integra a la criatura en todo esto. Pero también hay que mencionar que una vez que se empieza a develar el misterio principal las cosas mejoran de manera importante.

Lo cual brinda unos 30 minutos finales de muy buena calidad en los que los niveles de tensión se incrementan, así como la violencia en pantalla. Recayendo en un giro bien pensado que entrelaza de buena forma los dos temas fundamentales que se te han presentado y con ello se llega a un cierre sumamente intenso que reivindica un poco la limitada presencia de Pie Grande.

Las actuaciones están bien, nada como para lanzar fuegos artificiales pero si resultan lo suficientemente sólidas como para hacer que las cosas avancen de manera adecuada. En lo referente a producción nos encontramos ante algo discreto: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score está ok, el trabajo de sonido cumple, los efectos (prácticos en su mayoría) están bien hechos y la labor de maquillaje es de muy buen nivel. 

Opinión final: Monstrous está ok. Su última media hora la salva bastante, aunque definitivamente para muchos será como una estafa.

Ojometro:
***

 

martes, 8 de diciembre de 2020

Crítica: Freaky (2020)

Película dirigida por Christopher Landon (Happy Death Day), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a  Michael Kennedy. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México durante el mes de noviembre, recaudando $12.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Mientras que su estreno en VOD se dio el pasado 5 de diciembre.

Sinopsis:

Después de intercambiar cuerpos con un asesino serial, Millie (Kathryn Newton) descubre que solo tiene 24 horas antes de que el cambio se vuelva permanente.


Comentarios generales:

La carrera de Christopher Landon ha tomado un curso bastante interesante en los últimos años al encontrar su lugar dentro del género de terror con películas de corte más comercial que explotan fórmulas que hemos visto en otra clase de cine. Logrando con todas resultados aceptables que, aún así, te dejaban con la sensación de que podían ofrecer algo más y que solo era cuestión de tiempo para que consiguiera su primer gran éxito. El cual finalmente ha llegado con Freaky.

Y es que Landon toma una premisa sumamente utilizada en el cine para traer una historia que bajo ninguna circunstancia añade algo nuevo a este concepto; sin embargo, en todo momento se siente fresca. En gran parte porque se mantiene intacta la esencia del slasher y en base a eso se construye todo lo demás, ya que desde el inicio se te establece que si, habrá humor adolescente, pero también existirá mucha sangre de por medio con muertes creativas y gracias a dicha claridad todo el primer acto fluye sin mayores contratiempos.

Dejando el camino puesto para que el segundo acto resulte sumamente divertido al mostrar los contrastes entre los dos protagonistas, así como los beneficios que les ofrecen sus nuevos cuerpos por medio de situaciones que añaden mucho dinamismo y además proporcionan el elemento sangriento que exige la trama. Aunque también por algunos momentos se cae en ciertos clichés y, sobre todo, se presentan algunas escenas que se sienten un tanto ajenas a la dinámica general que incluso terminan alentando un poco el ritmo.

Detalles que afortunadamente no resultan demasiado dañinos para preparar una parte final en la que el conflicto decisivo sigue proporcionando la violencia y las dosis de acción suficientes para que contenga la fuerza necesaria durante un desenlace que ciertamente es muy estándar con respecto a los slasher, pero que logra añadir cierta sorpresa. No tanto por su contenido, sino más bien con la manera en el que se encuentra estructurado para que Millie termine posicionada como un personaje muy completo cuyas experiencias si le dejaron aprendizaje.

En el tema de las actuaciones evidentemente es donde tenemos una de las mayores fortalezas del filme. Tanto Kathryn Newton como Vince Vaughn hacen un trabajo impecable al mostrar una gran capacidad de adaptación ante la dualidad de sus personajes, la cual ayuda a que ninguno de los dos se sienta forzado y por lo consiguiente la mayoría de las situaciones en las que son puestos funcionan sin importar la personalidad bajo la que se encuentren.

La producción también es de buen nivel: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Freaky me gustó. Sin duda una de las películas más divertidas del 2020.

Ojometro:
****

viernes, 4 de diciembre de 2020

Crítica: Let it Snow (2020)

Co-producción ucraniana/georgiana dirigida por Stanislav Kapralov, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Omri Rose. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de septiembre.

Sinopsis:

Separada de su prometido después de haberse adentrado a una montaña para esquiar restringida, Mia (Ivanna Sakhno) tendrá que pelear por sobrevivir no solo contra la naturaleza, sino también contra un asesino en motonieve deseoso por su sangre.


Comentarios generales:

Tal vez sea el hecho de que no es muy común ver producciones provenientes de las ex repúblicas soviéticas o simplemente el que ya estamos entrando en la época navideña, pero lo cierto es que Let it Snow me provocaba un interés peculiar para estas fechas. Parecía el modo perfecto de iniciar el último mes de este tumultuoso 2020 y, en apariencia, tenía todo a su favor como para ofrecer una experiencia agradable; sin embargo, el resultado final ha sido por demás decepcionante.

En gran medida gracias a que lo presentado por Kapralov en ningún momento logra establecer de manera contundente su verdadero propósito. Ya que desde el primer acto resulta evidente que este no será un slasher común como se aparentaba, sino más bien una experiencia sobre supervivencia con un ritmo cansino en la que el asesino en cuestión es básicamente un adorno y la verdadera sustancia, en teoría, llegará por medio de subtramas o ciertos flashbacks que se te van insertando de manera puntual para ir develando de mejor manera la historia..

Y digo que en teoría porque en realidad nada de esto se explota y mejor se deja que la dinámica cansina se sostenga mientras ves al personaje de Mia desplazarse entre la nieve y batallar contra la naturaleza, la cual resulta una amenaza mucho mayor que el propio asesino.

Algo que de entrada no parece tan grave porque asumes que tarde o temprano va a cambiar, pero conforme avanzan los minutos y te das cuenta que nada más las cosas no toman un rumbo distinto la experiencia se vuelve en exceso aburrida al llenarse de bonitas tomas para presumir el congelado paisaje y situaciones que no tienen demasiada lógica o relevancia para el desarrollo.

Simplemente todo es hueco y la tensión que debería de existir por la persecución brilla por su ausencia gracias a que esta solo se da por breves lapsos. Ocasionando así que la parte final te resulte poco interesante, a pesar de que es lo mejor de la película al manejar un tono un tanto depresivo que al menos provoca que el cierre no sea tan convencional y te deje con un elemento visual bastante potente.  

En el tema de las actuaciones no hay mucho que destacar, solo se puede decir que Ivanna Sakhno cumple con lo básico para un personaje que no daba para mucho más. En la producción es donde encontramos sus pocas fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, el score cumple, el trabajo de sonido es inconsistente, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es simple.

* Cuenta con un par de escenas durante los créditos

Opinión final: Let it Snow es sumamente mediocre. Película con muy poco para destacar que se les olvidará en cuestión de minutos.

Ojometro:
** 

martes, 1 de diciembre de 2020

Crítica: Come Play (2020)

Película escrita y dirigida por Jacob Chase, la cual está basada en el cortometraje “Larry” de 2017 que él mismo dirigió. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de octubre y en VOD el pasado 20 de noviembre, mientras que su salida en formato físico todavía no tiene fecha definida.

Sinopsis:

Oliver (Azhy Robertson) es un niño con autismo que utiliza su celular para comunicarse. Esa parece la solución más simple para su problema de habla; sin embargo, cuando una extraña criatura de nombre Larry utiliza ese dispositivo como vía para llevárselo de este mundo, sus padres harán todo lo posible para salvarlo.


Comentarios generales:

2020 ha representado un reto mayúsculo para la industria del cine a todos los niveles y no parece que el panorama vaya a cambiar mucho por lo menos durante los siguientes ocho meses, así que cuando una película se estrena en cines sabes que literalmente está siendo dejada a la deriva para ver si logra recuperar algo del dinero invertido. Es parte de la “nueva normalidad” en la que nos encontramos y Come Play fue una de las primeras películas de terror a las que les tocó experimentar este escenario, lo cual tal vez haya sido lo mejor.

Esto porque lo que nos trae Chase no es precisamente un trabajo que vaya a emocionar a las masas y mucho menos al fan más hardcore debido a que recae en un concepto bastante visto durante los últimos años sin que presente algo que la haga sobresalir de gran forma. 

Esperando a que sean los detalles tecnológicos y el tema del autismo los que puedan hacer de esta historia lo más intrigante posible, aunque para que eso se dé primero tienen que transcurrir varios minutos en los que pasa mucho pero a la vez no pasa nada con un monstruo que desde la primera escena sabes de su existencia y aún así no se logra generar demasiado suspenso con este. Dejando gran parte de esa responsabilidad al personaje de Oliver, quien ante su condición poco a poco va logrando que la sensación de riesgo se vaya incrementando por medio de situaciones puntuales que exponen el peligro no solo para él, sino también para todos aquellos que lo rodean.

Un detalle que no parece tan significativo gracias a las limitantes que representa como personaje, pero que ayuda en demasía a que una experiencia que había resultado un tanto aburrida aumente de ritmo e intensidad casi de golpe para que así el segundo acto sea dinámico y presente algunos momentos muy bien logrados con los que se explote de mejor manera el vinculo de Larry con la tecnología y con ello se justifique su omnipresencia de forma convincente.

Situación que lleva a que la parte final tenga mucho dinamismo debido a que el hecho de que esté por todos lados genera algunas escenas con cierta carga de acción y, sobre todo, que la sensación de peligro para toda la familia sea muy marcada. Logrando así que finalmente se establezca una conexión bastante sólida entre Oliver y su madre para que el desenlace resulte mucho más potente.

Las actuaciones son adecuadas, siendo Azhy Robertson y Gillian Jacobs (Sarah) como su madre los que más resaltan por la química que logran; especialmente durante los minutos finales. En cuanto a la producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es impecable y los efectos en general están bien hechos, aunque Larry puede parecer muy genérico.

Opinión final: Come Play está ok. Película muy básica para ver un día que no tengan muchas cosas que hacer.

Ojometro:
***