jueves, 4 de febrero de 2021

Crítica: La Llorona (2020)

Co-producción guatemalteca/francesa dirigida por Jayro Bustamante, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Lisandro Sanchez. Se estrenó en cines dentro de Francia a inicios de 2020 y en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de agosto, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un anciano y paranoico dictador criminal de guerra, protegido por su fiel esposa, enfrenta la muerte mientras se ve asechado por los fantasmas de su pasado.


Comentarios generales:

Difícilmente puede pasar desapercibido cuando círculos que históricamente han rechazado al género empiezan a reconocer a una película de terror de tal manera que la pueden impulsar para obtener una nominación al oscar. Es algo poco común que ha llevado a que el interés por La Llorona se haya incrementado de golpe, generándole así unas expectativas muy elevadas para las cuales muy probablemente no estaba preparada pero que creo logra satisfacer de buena forma.

Aunque lo hace de una manera que tal vez para muchos fans no sea la más atractiva debido a que lo que pone Bustamante sobre la mesa es una historia que se centra en el drama y no tanto en el terror convencional, que como tal es limitado. Ya que el sustento en realidad no es la famosa leyenda, sino los hechos verídicos para así ir generando desde el primer acto algo crudo en lo que no existen consideraciones de ningún tipo ante la problemática que se trata y con ello dejar al personaje central (el dictador) parado como el verdadero monstruo mientras esperas pacientemente a que le llegue su merecido.

Situación que obliga a que las acciones se lleven a un espacio cerrado a partir del segundo acto para empezar a integrar de manera discreta los elementos paranormales y, sobre todo, para ver como cada uno de los miembros de la familia sufren los estragos que dicho encierro conlleva. 

Lo cual por grandes lapsos es muy interesante de ver, en especial por la manera en la que se implementa el sonido exterior lleno de protestas para crear una sensación de incomodidad constante en los personajes. Sin embargo, en un punto esta decisión de llevar las acciones a un solo lugar provoca que se entre en un círculo repetitivo en el que el ritmo decae y por lo consiguiente la experiencia se torne un tanto aburrida al no existir mucho avance o al menos escenas que exploten más la propia leyenda.

Un problema que con el paso de los minutos afortunadamente logran solventar y gracias a eso se puede ofrecer una parte final realmente buena. En donde el nivel de tensión se eleva muchísimo y por fin se le da más juego a las cuestiones paranormales para crear una atmósfera oscura que lleve a un desenlace que es un tanto predecible, pero no por eso menos efectivo.

En lo que respecta a las actuaciones todo el elenco está bien, siendo Margarita Kénefic (Carmen) la que más destaca por tener una responsabilidad mayor al manejar dos personajes. Sobre la producción tenemos buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: La Llorona me gustó. Una buena película que seguramente no será lo que muchos esperen considerando su enfoque más político/social, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****

viernes, 29 de enero de 2021

Crítica: Butchers (2021)

Película dirigida por Adrian Langley, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Daniel Weissenberger. Se estrenó directamente en VOD el pasado 12 de enero dentro de los Estados Unidos, aunque que todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una familia de sádicos carniceros se ha establecido en lo más profundo del país y, desde el intenso frio invernal hasta los calurosos días de verano, cualquiera que se cruce en su camino es carne muerta.


Comentarios generales:

El que una fórmula se repita una y otra vez no es algo que me moleste ya que al final de cuentas es de esa manera como muchos encuentran su ticket de entrada al género desde hace décadas. Sin embargo, resulta obvio que al hacer esto te expones a que tu película pueda ser vista como una simple copia sin demasiado valor y no logre sobresalir por encima del resto, cosa probablemente vaya a ocurrirle a Butchers.

Y es que pareciera que Langley y Weissenberger fueron incluyendo cada cosa que recordaban de “The Texas Chainsaw Massacre”, “Wrong Turn” o “The Hills Have Eyes” en una historia con la que jamás pretenden encontrar el hilo negro, pero que al abusar de los clichés la convierten en algo carente de sustancia la mayor parte de los noventa minutos que dura.

Lo cual resulta por demás evidente al menos durante un primer acto que se siente vacío gracias a que las acciones relevantes se encuentran muy distanciadas una de la otra y estas en general son una calca de otras cosas que ya hemos visto sin que exista algún tipo de esfuerzo por darle un toque especial que las vuelvan mínimo interesantes. Situación que nos hace tener que esperar a que pase la barrera de los 40 minutos para que esto empiece a caminar de manera fluida y, cuando eso ocurre, al menos se nota una leve mejoría.

No tanto porque el tema de la originalidad empiece a brotar (incluso diría que esta parte es todavía más predecible), sino porque las escenas de impacto son decentes y aportan la suficiente violencia como para establecer la peligrosidad de los hermanos de manera contundente a pesar de que sus motivaciones o background prácticamente ni se tocan.

Allanando así el camino para una parte final en la que la presencia de sangre se incrementa, pero lo más importante es que por fin se nota iniciativa por realizar algo con sello propio al presentar ciertas situaciones que se resuelven de manera distinta a la que supones. Aunque también hay que decir que varias de estas se sienten aceleradas y eso no permite que cuenten con la fuerza necesaria. 

En el tema de las actuaciones es donde encontramos uno de sus puntos fuertes, ya que tanto Simon Phillips (Owen Watson) como Michael Swatton (Oswald Watson) hacen una buena labor como los hermanos dañados; en especial el segundo, que cuenta además con una presencia bastante imponente.

Con respecto a la producción la verdad es que es vemos una factura cuidada a pesar de ser un proyecto pequeño: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sólida, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son muy sencillos y la labor de maquillaje es la adecuada.

Opinión final: Butchers me pareció decepcionante. Película que sufre por encontrar una identidad propia, pero que si son fans de esta clase de trabajos puede que la disfruten.

Ojometro:
**

martes, 26 de enero de 2021

Crítica: 12 Hour Shift (2020)

Película escrita y dirigida por Brea Grant. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante octubre del 2020, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 5 de enero.

Sinopsis:

Es 1999 y durante el turno de 12 horas en un hospital de Arkansas la enfermera drogadicta Mandy (Angela Bettis) verá cómo su productivo negocio en el mercado negro de tráfico de órganos puede llegar a su fin ante un error de su estúpida prima.


Comentarios generales:

Hacer comedia dentro del género de terror es de las cosas más complicadas debido a que casi siempre se corre el riesgo de que se sienta forzada debido a que no todo se presta para explotarla de la mejor manera. Un problema que además se suele magnificar cuando se habla de producciones independientes gracias a que en estas la mayoría de las veces no se cuenta con las personas más capaces para encontrar el balance adecuado que las comedias de terror necesitan y 12 Hour Shift lo pone de manifiesto.

Ya que lo que nos presenta Bea Grant es una historia llena de humor negro en la que chocan la aburrida monotonía de un hospital en Arkansas y el turbio negocio del tráfico de órganos de la manera más simplista posible. Donde el principal conducto para dicho humor es el personaje de Mandy por medio de acciones cuestionables que son lo suficientemente interesantes como para cargar con el peso de la película por algunos minutos, pero que rápidamente se empiezan a desgastar ante lo ajeno que siente todo con respecto al resto de los demás personajes (a excepción de la prima).

Simplemente lo que ves luce vacío y sin vida, generando con esto no solo un ritmo nada atractivo, sino que además provoca que la creadora opte por forzar la comedia en situaciones que no lo ameritan y por lo consiguiente existan muchos momentos que te dejan frio ante lo poco efectivos que resultan. Aunque para nuestra suerte con el pasar de los minutos va mostrando una mejor sensibilidad para identificar que funciona y que no, lo cual hace que algo que parecía condenado al fracaso vaya mejorando a paso lento justo en la mitad del segundo acto.

Una mejoría que en gran parte se da porque los personajes secundarios empiezan a involucrarse de mayor forma en las acciones y esto inmediatamente añade más sustancia al caos. Provocando así que para la parte final exista un mayor dinamismo y escenas con sangre que permiten que el desenlace al menos contenga cierto grado de emoción a pesar de que la meta siempre es regresar a la monotonía inicial.

Con respecto a las actuaciones definitivamente quien más destaca es Angela Bettis, ella es la única con la que sientes cierta naturalidad dentro de un conjunto de personajes que la mayoría del tiempo termina forzando cada situación. En cuanto a la producción realmente se nota el presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte simple, el score es genérico, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo relacionado con efectos/maquillaje es ínfimo.

Opinión final: 12 Hour Shift está pasable. Película de corte independiente muy marcado a la que la salva su parte final.

Ojometro:
***

viernes, 22 de enero de 2021

Crítica: Bloody Hell (2021)

Película dirigida por Alister Grierson y escrita por Robert Benjamin.  Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de enero, mientras que su salida en formato físico todavía no tiene fecha confirmada.

Sinopsis:

Rex (Ben O'Toole) es un hombre con un turbulento pasado que deja los Estados Unidos para escapar de su propio infierno personal… solo para llegar a un lugar mucho, pero mucho peor.


Comentarios generales:

Después de ver el trailer de Bloody Hell resultaba fácil asumir que se iba a tratar de un gorefest al ser una producción australiana, ya que todos conocemos esa predilección que tienen por utilizar litros y litros de sangre en aquel país. Era una apuesta segura de la cual no se podría culpar a los responsables considerando lo redituables que son esa clase de trabajos; sin embargo, el producto final resultó ser muy distinto y mucho más divertido de lo que esperaba.

Y es que lo que nos presenta Grierson es una historia en cierto modo ridícula que resulta impredecible la mayor parte del tiempo al mezclar ideas que abarcan desde romance hasta comedia negra e incluso canibalismo. Aunque durante el primer acto realmente las cosas no parecen tan fuera de lo común debido a que solo te sueltan ciertas pistas con respecto a los peligros externos y se centran más que nada en la extravagancia que representa el propio Rex, ya sea por lo que lo rodea o por su alter ego con el que interactúa. 

Logrando así establecer un ritmo ágil y un tono cómico que parece será el predominante por lo que resta del metraje pero, como gran parte de lo que ocurre, esto no resulta así. Ya que el segundo acto adopta un tono más oscuro mientras se vuelve el show de un solo personaje que se complementa con flashbacks o situaciones externas de corta duración para añadir contexto con respecto a los personajes secundarios bajo la consigna de dejar en claro que, pase lo que pase, en algún punto esto contará con espacios para violencia extrema y un romance poco convencional.

Una decisión que no encontré problemática, aunque si puede generar cierto fastidio debido a que provoca que el camino hacia la parte final sea más pausado de lo que esperas y por lo consiguiente no tan emocionante. Sin embargo, cuando llega el desenlace, el golpe de acción es contundente al ofrecer toda la explosividad y sangre que se te había estado prometiendo para dejarte con una sensación de satisfacción bastante importante.

En el tema de las actuaciones sin duda la de Ben O'Toole es muy destacada, ya que la habilidad que muestra para realizar las interacciones con su alter ego es una de las principales fortalezas del filme. Simplemente se sienten como algo muy natural y funcionan lo suficientemente bien como para que estas carguen con un porcentaje considerable de minutos sin demasiados problemas.

Sobre la producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bueno, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Bloody Hell me gustó. Película que mezcla distintas cosas para brindar una experiencia impredecible y divertida.

Ojometro:
****