viernes, 18 de marzo de 2022

Crítica: The Exorcism of God (2022)

Película dirigida por Alejandro Hidalgo (The House at the End of Time), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Santiago Fernández Calvete. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 10 de febrero y en Estados Unidos hizo lo propio en VOD, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 19 de abril.

Sinopsis:

Un sacerdote estadounidense trabajando en México es poseído durante un exorcismo y termina cometiendo un acto terrible que 18 años después  empezará a atormentarlo y desatará la batalla más importante de su vida.


Comentarios generales:

Con el pasar de los años las películas sobre exorcismos se han vuelto un poco complicadas de ver debido a que es bastante difícil encontrar ideas frescas, realmente casi todas siguen un mismo patrón y eso ha hecho que exista un desgaste mucho mayor en comparación a otros subgéneros que si pueden tomarse más libertades como lo son el slasher o los zombies. Así que realmente con The Exorcism of God no esperaba gran cosa, solo encontrarme más de lo mismo; sin embargo, al final resultó ser uno de los trabajos de exorcismos que más cosas nuevas ha tratado de hacer en años recientes.

Obviamente con esto no quiero decir que lo traído por Hidalgo sea una maravilla debido a que también muestra falencias, pero desde el inicio te deja claro que entre tanta familiaridad encontrarás ciertas cosas que brindan frescura a una historia que contiene una marcada crítica hacia los escándalos de la iglesia con respecto al abuso y a la corrupción que la rodea, así como temas un poco más habituales ligados con la redención que recaen en su protagonista para que él sea quien cargue con todo el peso de estas problemáticas.

Situación que hace que el primer acto sea un poco difícil de digerir ante tanta culpa, ritmo lento y jump scares no tan efectivos; aunque una vez que las acciones toman un poco más de forma se empieza a construir una experiencia oscura que no se limita solo a una posesión. Lo cual sin duda es lo que ayuda a que la segunda mitad de la película sea más dinámica y que la amenaza se sienta una de mayor escala, combinándolo con elementos religiosos que no solo sirven como medios para combatir el mal, sino que también fungen en determinados momentos como parte del peligro existente .

Dejando así una parte final en la que el nivel de violencia se incrementa para proporcionar mayor impacto rumbo a un enfrentamiento decisivo que para mi sorpresa se encuentra bastante bien construido y presenta algo que realmente no recuerdo que haya visto anteriormente. Todo para ofrecer un cierre que en definitiva no te esperas.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, no son malas realmente, pero tampoco nadie hace un trabajo que destaque demasiado. Y en cuanto a producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sólida, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es limpio, los efectos cumplen y la labor de maquillaje está bien a pesar de que en ciertas cosas añade un toque cómico no intencional que desentona.

Opinión final: The Exorcism of God está aceptable. Película para perder el tiempo que al menos trata de ofrecer algo nuevo a su subgénero.

Ojometro:
*** 

martes, 15 de marzo de 2022

Crítica: Hellbender (2022)

Película dirigida por John Adams, Zelda Adams y Toby Poser, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión (entre otras cosas). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Izzy (Zelda Adams) vive junto a su madre (Toby Poser) de manera apartada en el bosque y tiene prohibido acercarse a otras personas por una enfermedad. Aunque cuando logra hacer una nueva amiga despertará extrañas sensaciones que le revelarán un oscuro pasado familiar.  


Comentarios generales:

La familia Adams se ha hecho de cierto renombre en la escena independiente gracias a que son ellos los que se encargan de prácticamente todos los aspectos de sus películas, convirtiéndolas así en auténticos proyectos familiares que suelen tener un sello único. Y en el caso de Hellbender se puede decir que se encontraban ante su reto más importante con la película más grande que han hecho hasta la fecha en cuanto a producción se refiere y con la que afortunadamente no decepcionan.

Ya que lo que nos presentan los Adams es una historia coming-of-age sobre brujas con la que no se busca precisamente espectacularidad por medio de los elementos supernaturales siempre ligados a un concepto como lo es la brujería, sino más bien ofrecer un enfoque mucho más centrado en la naturaleza y la soledad. Lo cual logran de manera bastante acertada por medio de una relación madre/hija que desde el primer acto establece una conexión muy fuerte que claramente tiene sus problemáticas ante la curiosidad adolescente de Izzy por saber qué es lo que existe fuera del bosque y por la paranoia de su madre por ocultarle la verdad, pero que jamás resulta algo tan extremo como para que alguna de las dos te parezca odiosa.

Situación que logran mantener por un periodo de tiempo prolongado y en gran parte porque encuentran el balance ideal entre el drama y lo supernatural, exponiendo las habilidades de las protagonistas de manera original gracias a los medios que les proporciona la propia naturaleza sin que estos se vuelvan el foco de atención. Dándoles así una identidad interesante pero al mismo tiempo dejando en claro los peligros que existen detrás y con los que poco a poco se va develando un panorama mucho más tétrico que contrasta con la atmósfera tan pacífica predominante.

Algo que sin duda ayuda a que la parte final resulte potente en todos los sentidos, aunque por algunos momentos también se puede sentir acelerada. Un problema que afortunadamente tampoco arruina la experiencia y no evita que se explote toda esa oscuridad que se había estado conteniendo para brindar un cierre perturbador que, a su peculiar estilo, deja claro que la relación entre Izzy y su madre sigue siendo fuerte a pesar de los secretos.

En el tema de las actuaciones vemos una gran química entre Zelda Adams y Toby Poser, quienes al final de cuentas logan traspasar su relación de madre e hija de la vida real a la pantalla sin demasiados problemas para poder cargar con el peso de una historia en la que todos los demás personajes solo aportan más que nada presencia o alguno que otro diálogo.

Sobre la producción, es de destacar lo hecho por cinco personas: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, cuenta con un score agradable y el trabajo de sonido es efectivo.  Solo los efectos en determinadas situaciones no son de la mejor calidad.

Opinión final: Hellbender me gustó. Película pequeña que trata de hacer algo distinto con respecto a las brujas.

Ojometro:
****

miércoles, 9 de marzo de 2022

Crítica: Student Body (2022)

Película escrita y dirigida por Lee Ann Kurr, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en VOD y formato físico el pasado 8 de febrero dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Un angustioso incidente obliga a que las amigas de la infancia, Jane (Montse Hernandez) y Merritt (Cheyenne Haynes), tengan que tomar medidas contra su profesor de matemáticas en la escuela secundaria. Ocasionando que su relación se vea fragmentada y haya mortales consecuencias para sus amigos.


Comentarios generales:

Siempre he manifestado que prefiero ver una película mala que una aburrida y probablemente no hay otro tipo de trabajos con los que dicho pensamiento aplique de manera más profunda que con los slasher. Y es que al tratarse de un subgénero relativamente “simple” con una estructura y reglas bien definidas no suele ser uno con el que me aburra tan fácilmente, casi siempre les encuentro algo que me entretenga por más malo que sea; sin embargo, Student Body es de esos extraños casos en los que eso simplemente nunca ocurrió.

Y es que lo traído por Lee Ann Kurr es un slasher a medias debido a que se trata de una historia en la que se nota que la integración del asesino se dio de manera forzada y no tanto porque fuera un elemento fundamental para el desarrollo de esta. Ya que realmente lo que vemos durante casi una hora trata más sobre amistades tóxicas, amores no correspondidos y maestros abusivos para exponernos ante demasiado drama y comportamientos absurdos adolescentes mientras que de forma vaga e inefectiva se tratan de establecer sospechosos potenciales para añadir cierto nivel de duda a algo que simplemente no lo tiene.

Y es que desde que ocurre un determinado suceso es más que evidente quién será el asesino, lo cual elimina el único elemento que pudiera generar algo de expectativa dentro de esta experiencia que además no cuenta con el ritmo más atractivo. Aunque en este aspecto en específico por lo menos si se puede decir que mejoran conforme pasan los minutos, ya que una vez iniciada la matanza se agilizan las acciones para tratar de lograr que la sensación de riesgo este muy presente rumbo a la parte final.

Lo malo es que esto no se puede explotar en su totalidad gracias a que las muertes no son precisamente memorables (algunas incluso se dan fuera de cámara), eliminando así cualquier intento por generar impacto y ocasionando que se caiga en una dinámica repetitiva. Siendo lo único rescatable la manera en la que manejan el enfrentamiento final; en donde se puede notar una evolución de la protagonista para dejar un cierre con cierto nivel de potencia.

Las actuaciones en su mayoría son muy forzadas y nunca notas una química en el grupo, aunque la presencia de Christian Camargo (Mr. Aunspach) proporciona algo de solidez en ciertas situaciones. En cuanto a producción tenemos algo muy discreto: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte simple, el score no resalta, el trabajo de sonido cumple, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje no es la gran cosa.

Opinión final: Student Body es decepcionante. Slasher aburrido y sin chispa que resulta perfectamente olvidable.

Ojometro:
**

viernes, 4 de marzo de 2022

Crítica: Ditched (2022)

Película escrita y dirigida por Christopher Donaldson, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 22 de febrero.

Sinopsis:

Después de que un traslado de rutina termina en un choque dentro de lo profundo del bosque, la joven paramédica Melina (Marika Sila) se encontrará rodeada por asesinos que no tienen intención de dejar huir a ninguno de los sobrevivientes.


Comentarios generales:

La verdad es que no sabía que esperar de Ditched, su premisa lucía interesante pero el hecho de que su creador no tuviera experiencia tras la cámara y además fuera alguien que en su momento estuvo ligado a nuestro amigo Uwe Boll no eran señales muy alentadoras. Ante eso realmente esperaba lo peor; sin embargo, al final el resultado no fue tan malo.

Y no es porque lo traído por Donaldson sea una maravilla, más bien es porque desde un inicio logra establecer una situación de peligro llamativa que le añade una buena dosis de intriga a la historia y por ende hace que sientas un interés genuino por ver cómo se resolverá tal problemática. Esto incluso teniendo un primer acto que no es precisamente el más atractivo al presentar de manera un tanto acelerada a muchos personajes y diálogos bastante pobres que no encajan con la situación de apremio que está ocurriendo.

Aunque una vez que se dejan atrás esos minutos las cosas van mejorando, en gran parte porque el ritmo se estabiliza y poco a poco se le empieza a dar una identidad visual interesante a las cosas por medio del trabajo de fotografía. Además de que el nivel de violencia va a escalando y con ella también se van revelando detalles importantes detrás de la matanza para ir añadiendo contexto, lo cual hace que el tono sea vuelva uno mucho más oscuro gracias a que el trasfondo de las acciones de los asesinos logra que se plantee la duda sobre lo que está bien y lo que está mal, otorgándole de paso mayor profundidad a unos personajes que parecían muy planos.

Una situación que ayuda a que la parte final cuente con un nivel de tensión decente a pesar de que el desarrollo se vuelve un tanto lento al sustentarlo fuertemente en un extenso dialogo. Algo que le quita emoción a un desenlace que al menos mantiene cierto impacto visual y definitivamente brinda un cierre que no se va por el camino predecible.

De las actuaciones solo destaca Marika Sila, quien no lo hace mal y tiene la capacidad de cargar con una historia que por momentos no deja mucho espacio para la progresión de su personaje. En cuanto a producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está ok, el score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Ditched está pasable. Película con altibajos que sirve para perder el tiempo cuando no tengan muchas cosas que hacer.

Ojometro:
***