viernes, 1 de julio de 2022

Crítica: The Cellar (2022)

Película escrita y dirigida por Brendan Muldowney. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 21 de junio.

Sinopsis:

La hija de Keira Woods (Elisha Cuthbert) desaparece en el sótano de su nueva casa. Al inicio esto no parece tener una explicación lógica, pero con el pasar de los días irá encontrando extraños símbolos que revelarán que en su hogar habita algo que puede poner en riesgo a toda su familia.


Comentarios generales:

Durante los 2000s Elisha Cuthbert fue indudablemente una de las actrices que más pasiones despertaba entre el público y después de que debutara en algunas películas del género parecía destinada a volverse una nueva “scream queen”. Sin embargo, su carrera tomó otro rumbo y se alejó del terror hasta ahora con The Cellar; donde se le puede ver en un papel que contrasta demasiado con aquella imagen con la que muchos probablemente la recordaban.

Algo que en cierta forma termina siendo el principal atractivo de lo que nos presenta Muldowney debido a que nos encontramos ante una historia basada en un cortometraje que no tiene demasiada sustancia y además sigue al pie de la letra cada uno de los convencionalismos de películas de este tipo que la vuelve sumamente predecible. Lo cual al inicio no es un problema grave considerando que aquí juega como un factor importante la novedad y el ir conociendo a los personajes, así como la mansión en la que viven, pero una vez que se establece la desaparición de la hija la verdad resulta complicado poder mantenerse interesado.

Ya que de manera muy rápida resulta obvio que no existe mucho material para desarrollar esto y las cosas empiezan a sustentarse en lo mismo una y otra vez, tratando de estirar el misterio lo más que se pueda por medio de investigaciones vacías, símbolos y muchas llamadas por celular. Haciendo con esto que el ritmo sea pesado y las acciones se vuelvan aburridas ante lo poco efectivos que resultan los contados sustos que se utilizan para tratar de generar momentos potentes que expongan la peligrosidad de lo que habita en el sótano.

Esperando así hasta que llegue una parte final que está pensada para salvar todo y definitivamente es lo mejor del filme al tener un tono mucho más oscuro y ciertos guiños a “The Beyond” de Lucio Fulci, pero tampoco es suficiente como para solventar lo visto previamente. Sobre todo porque la amenaza casi ni se puede ver en pantalla y la problemática central se resuelve de una manera tan desangelada que termina quitándole cualquier clase de impacto al desenlace.

De las actuaciones hay que decir que Cuthbert está correcta en un papel poco exigente, mientras que el resto del elenco no destaca. En cuanto a producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es muy limitada.

Opinión final: The Cellar es decepcionante. Película aburrida que demuestra que no todos los cortometrajes pueden volverse largometrajes.

Ojometro:
**

lunes, 27 de junio de 2022

Crítica: The Black Phone (2022)

Película dirigida por Scott Derrickson (Sinister, The Exorcism of Emily Rose), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Robert Cargill. Se estrenó en cines a nivel mundial entre el 23 y 24 de agosto, recaudando hasta la fecha $35.8 millones de dólares en taquilla.

Sinopsis:

Después de ser secuestrado por un asesino de niños y encerrado en un sótano a prueba de ruido, un chico de 13 años empieza a recibir llamadas en un teléfono desconectado que pertenecen a las victimas previas de su captor.


Comentarios generales:

Más allá de que estuviera inspirada en una historia corta de Joe Hill, la verdad es que lo que más me emocionaba de The Black Phone era el hecho de que Scott Derrickson y Robert Cargill se volvían a juntar diez años después de habernos regalado la fantástica “Sinister”. Simplemente es una combinación que generaba buenas sensaciones como para convertir a la película en una de las más esperadas de 2022 y que para mi alegría no decepciona en lo absoluto.

Ya que lo presentado por Derrickson es una historia sobre el abrupto fin de la niñez provocado por la putridez de los adultos, que en está ocasión se encuentra representada por un asesino brutal. Lo cual saca a la vista rápidamente ciertas similitudes que comparte Joe Hill con su padre Stephen King y no es difícil que se te venga a la mente por momentos “It”; sin embargo, esto se encuentra lejos de ser un clon y poco a poco se va forjando una identidad que combina lo sobrenatural con un peligro al que todo el mundo está expuesto.

Con un primer acto cuyo propósito es engancharte no tanto con el terror, sino por la presentación de Fiiney y Gwen con su dinámica fraternal que te atrapa por medio del contraste de personalidades que se complementan de manera perfecta y con la cual se introduce un elemento que hará de Gwen alguien importante con el pasar de los minutos. Esto mientras también se juega poco a poco con la presencia de este mal casi omnipotente tan solo  mencionándolo o, en determinados casos, solo con ver la camioneta en donde viaja para que cuando llegue el momento del secuestro el impacto sea grande.

Algo que sin duda logran debido a que con la aparición The Grabber el tono de la película cambia por completo, volviéndose uno mucho más oscuro gracias a que su mera presencia genera una sensación de peligro palpable sin que haga cosas tan extremas. Y esto se magnifica todavía más una vez que Finney empieza a recibir las llamadas porque la película entra en una dinámica mucho más pausada con la que se te van revelando detalles de la manera de operar del asesino (incluyendo ciertos flashbacks cuyo formato son un guiño a “Sinister”) y con ello siempre existe una inquietud constante sobre lo que pudiera llegar a hacer con él. 

Aunque también es en esta parte durante el segundo acto cuando el espectador pudiera llegar a experimentar cierta pesadez debido a que la cantidad de sustos para complementar dicho aspecto sobrenatural no es tan grande como se esperaría. Sin embargo, los pocos que hay son manejados de manera impecable y eso hace que el camino hacia la parte final resulte satisfactorio. 

Sobre todo porque le aportan buenas dosis de impacto a este proceso traumático que vive Fiiney, cuyos encuentros fantasmales terminan teniendo mayor sentido del que imaginarías al lograr que cada pequeño detalle cuente. Logrando así que la resolución resulte tensa y tenga un mayor peso emocional.

En cuanto a las actuaciones tenemos a dos niños en Mason Thames (Fiiney) y Madeleine McGraw (Gwen) que lo hacen realmente bien con su dinámica de hermanos, aunque quien se lleva la película es indudablemente Ethan Hawke como The Grabber. El tipo está impresionante de principio a fin, cada minuto que tiene en pantalla es perturbador y todo sin que se le vea en su totalidad el rostro o tenga diálogos tan extensos; simplemente con su presencia y gestos es suficiente para generar terror.

Y con respecto a la producción, nos encontramos con una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es excelente, la dirección de arte sencilla, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: The Black Phone me gustó bastante. Gran película que se posiciona como una de las mejores del año.

Ojometro:
*****

jueves, 23 de junio de 2022

Crítica: Escape the Field (2022)

Película dirigida por Emerson Moore, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Sean Wathen y Joshua Dobkin. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de mayo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Seis extraños despiertan atrapados en medio de un enorme maizal solo para descubrir que algo misterioso se encuentra cazándolos.


Comentarios generales:

Sinceramente creo que los maizales son uno de los escenarios más intrigantes que existen para desarrollar películas de terror, más que nada porque si has tenido la oportunidad de adentrarte en uno de estos sabes que son lugares en los que rápidamente te puedes desorientar y eso desencadena ciertos temores. Sin embargo, dada su simpleza tampoco es tan sencillo realizar trabajos que destaquen por su originalidad y con Escape the Field nos encontramos ante este escenario.

Ya que lo que nos trae Moorse es algo que te entretiene lo suficiente y a la vez todo el tiempo te tiene pensando que lo que está pasando en pantalla ya lo viste en otro lado debido que combina muchos elementos conocidos para tratar de lograr que la historia no resulte en exceso genérica. Lo cual durante el primer acto se logra de cierta manera al plantear varias dudas con respecto a lo que hay detrás de este acontecimiento y porque todo está diseñado para que no existan tantas pausas que te hagan cuestionar demasiado lo que ocurre o lo tremendamente fastidioso que es un personaje en especifico (Cameron).

Ante eso obviamente el ritmo es ágil y el sentimiento claustrofóbico de la locación logra su cometido, pero conforme van pasando los minutos esto no es suficiente para mantener el interés elevado. Sobre todo porque entrando a la segunda mitad de la película se empiezan a caer en situaciones familiares que vuelven predecible lo que va a ocurrir y además se presenta un evidente choque de ideas que complica el poder tomar en serio a la amenaza gracias a que no encaja en lo absoluto con la dinámica de acertijos en la que se sustenta todo lo demás.  

Llevándonos así a una parte final incluso mucho más predecible, aunque al menos esta tiene una buena construcción y alcanza un nivel de intensidad adecuado como para que te preocupe lo que le pueda pasar a los sobrevivientes. Lo malo es que al tener en mente una potencial secuela Moore y compañía no muestran demasiado interes por brindarte grandes respuestas, dejándote así con la sensación de que lo visto realmente no tuvo importancia.

En cuanto a las actuaciones no hay demasiado que decir, la mayoría de los personajes son muy básicos y no exigen demasiado a los actores. Mientras que en producción cumple: el trabajo de fotografía es sólido, el score genérico, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Escape the Field está pasable. Película para perder el tiempo y olvidarla en un par de semanas.

Ojometro:
***

sábado, 18 de junio de 2022

Crítica: Monstrous (2022)

Película dirigida por Chris Sivertson (All Cheerleaders Die) y escrita por Carol Chrest. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de mayo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Laura (Christina Ricci) es una mujer traumatizada que junto a su hijo se encuentra huyendo de su abusivo ex esposo. Aunque estando en su nuevo y aislado hogar se encontrarán con un monstruo mucho más aterrador.


Comentarios generales:

Ya lo he mencionado anteriormente, pero nunca está de más el volver a señalar que cuando la lista de productores (incluyendo productores ejecutivos y co-productores) es igual de larga que la del reparto casi siempre es señal de que algo no anda bien. Simplemente no es sano para una película que haya tantos involucrados con pensamientos distintos en la manera de realizarla porque indiscutiblemente existirán conflictos que terminarán afectándola y con Monstrous tenemos otro de los tantos ejemplos de esto.

Y es que con el increíble número de 51 productores (no es broma) lo que nos presenta Sivertson en ningún momento logra establecer una identidad y eso termina afectando a una historia que se quiere sostener en base a temas como el abuso o la estigmatización de la mujer soltera en los años 50, pero que resulta tan blanda en su construcción que realmente no deja demasiadas cosas para destacar en ese sentido. Sobre todo porque siempre se la pasa jugando con la idea de que los miedos de Laura sobre su ex esposo pueden ser reales o solo producto de su imaginación, provocando con esto que realmente cualquier intento de profundización al respecto siempre esté al filo de revelar demasiado de forma tempranera y con ello se arruine algo fundamental que ocurre más adelante.

Todo esto bajo un ritmo que no es precisamente pesado y que ayuda a que el tema del monstruo se pueda manejar inicialmente con cierta dinámica que permita crear algunos momentos interesantes desde el lado del terror; sin embargo, esto se aprovecha muy poco. Más que nada porque se decide darle mayor importancia a la relación madre-hijo hasta un punto que te resulta fastidiosa y termina orillando a todo el elemento supernatural a situaciones muy vagas que no aportan intensidad o, para empeorar las cosas, vuelven demasiado obvio lo que va a suceder en la parte final.

La cual nos ofrece un giro que no te termina sorprendiendo como debería y por lo consiguiente carece de impacto. Dejándolo como un simple recurso fallido dentro de un desenlace que además vuelve irrelevante todo el tema del ex esposo y no tiene grandes consecuencias para nadie.

En cuanto a las actuaciones tenemos a Christina Ricci siendo lo mejor de la película con un personaje que bien podría haber caído en algo mucho más ridiculizado, pero que logra mantener en un punto medio para cada situación. Mientras que en producción se nota un buen cuidado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de está bien, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y los efectos en general son muy básicos.

Opinión final: Monstrous es decepcionante. Película demasiado plana que quiere solventar todo con un giro poco efectivo.

Ojometro:
**