viernes, 23 de diciembre de 2022

Crítica: Prey for the Devil (2022)

Película dirigida por Daniel Stamm (The Last Exorcism, 13 Sins), cuyo guión fue escrito por Robert Zappia. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México a finales de octubre, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 13 de diciembre.

Sinopsis:

Ann (Jacqueline Byers) es una monja que se encuentra estudiando en una escuela para exorcistas re-abierta por la Iglesia Católica. Aunque estando ahí se encontrará cara a cara con un demonio que tiene misteriosos vínculos con su pasado. 


Comentarios generales:

Para este punto las películas sobre exorcismos las suelo ver más por obligación que por convicción debido a que la mayoría de estas siguen una línea que difícilmente cambia y por lo consiguiente mis expectativas suelen ser bastante bajas en comparación a otros subgéneros. Sin embargo, la premisa de Prey for the Devil sonaba interesante porque tenía potencial para ofrecer algo diferente a lo acostumbrado y en cierta forma lo hace, pero no explota todo su potencial.

Ya que lo traído por Stamm es una historia que te vende la escuela de exorcistas como algo fundamental y de inicio ciertamente lo es al ofrecernos un primer acto en el que Ann se desenvuelve dentro de este peculiar entorno para obtener conocimiento, a pesar de que se encuentra rodeada de complejos arcaicos propios de la iglesia católica. Lo cual claramente le brinda cierta dosis de crítica que, al combinarla con la modernidad de la locación, hace que todo el concepto te atrape y durante 30/35 minutos sientas que estás viendo algo fresco.

Desafortunadamente dicha frescura empieza desaparecer una vez pasado este punto y las cosas poco a poco se van yendo hacia lo convencional, no como para arruinar la experiencia, pero si para entrar a lugares por demás conocidos que resultan muy predecibles tanto en el desarrollo como en la efectividad de los sustos para ir generando momentos de tensión. Aunque el principal fallo es el hecho de que el tema de la escuela se empieza a dejar de lado para darle más importancia a la problemática que envuelve a Ann, con la que se trata de añadir un mayor peso emocional por medio de sus traumas y así construir una relación mucho más compleja con el demonio que la acecha.

Algo que ciertamente no es novedoso y llega a fastidiar, pero al menos proporciona un poco de sorpresa para aquellos que no son tan atentos y en general prepara el camino de manera decente para un desenlace entretenido. Sobre todo porque no se van por la dinámica convencional de las escenas de exorcismos y tratan de hacer algo distinto que probablemente no resulta tan espectacular como se tenía pensado, más si logra que el cierre sea convincente.

En cuanto a las actuaciones la única que resalta es la propia Jacqueline Byers, quien hace lo que debe sin dejar nada particularmente memorable. Mientras que en producción nos encontramos con una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es muy buena, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Prey for the Devil está ok. Película simple de exorcismos para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

martes, 20 de diciembre de 2022

Crítica: Nanny (2022)

Ópera prima de la directora Nikyatu Jusu. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el 23 de noviembre, mientras que hizo lo propio a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video este pasado 16 de diciembre.

Sinopsis:

Aisha (Anna Diop) es una niñera inmigrante tratando de establecer su nueva vida cuidando a la hija de un matrimonio en Nueva York. Aunque durante el proceso se verá forzada a confrontar una verdad oculta que amenaza con derrumbar su precario “Sueño Americano”.


Comentarios generales:

Como lo he comentado anteriormente, el que Amazon Prime Video siga sacando películas de terror es algo que se debe de reconocer debido a que los servicios de streaming son en la actualidad uno de los principales medios para que las personas puedan adentrarse al género. Sin embargo, muchas veces da la sensación de que la gente encargada de decidir qué clase de propuestas quieren presentar no tienen el concepto tan claro sobre lo que los fans buscan con el cine de terror, tratándose de alejar lo más que se pueda de lo convencional sin los mejores resultados posibles y Nanny solo vuelve a dejar eso en evidencia.

Ya que para muchos fans lo presentado por Jusu no va calificar como terror, es más… probablemente ni siquiera califique como thriller a pesar de que es así como se le tiene que catalogar. Y mucho de esto se debe a que realmente nos encontramos ante una propuesta cuya historia es ambigua y se desarrolla de la manera menos emocionante posible, optando desde el primer acto por un enfoque mucho más intimo que posicione al personaje de Aisha como alguien segura de sí misma pero a la vez frágil por el estatus social en el que se encuentra dentro de un país en donde sigue sintiéndose como alguien de segunda categoría.

Eso le da cierta profundidad a las cosas y te hace sentir cierto grado de empatía hacia ella, lo malo es que conforme pasan los minutos uno se puede percatar que lo pensado para generar terror es tan ínfimo como básico que realmente en ningún punto se siente un cambio importante en el tono de la película. Sustentando todo lo extraño en sueños o visiones que evidentemente tratan de ir sembrando dudas con respecto a la estabilidad mental de nuestra protagonista y adentrarte un poco más a su cultura, pero en el proceso vuelven todo esto muy repetitivo al grado de que el ritmo se vuelve cansino por lo que resta del metraje.

Lo cual sin duda termina afectando a una parte final que por momentos resulta poco coherente y falla en su intento por generar situaciones lo suficientemente potentes como para justificar de mejor forma lo que hemos estado viendo. Aunque por lo menos el cierre si logra tener una dosis de sorpresa y peso emocional.

De las actuaciones se puede decir que Anna Diop está bien, ella es la que hace que la película resulte un poco más digerible. En producción no tiene mucho que destaque, pero tampoco nada que resulte contraproducente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son simples y la labor de maquillaje muy discreta.

Opinión final: Nanny me aburrió. Thriller del montón que incluso muchos cuestionarán si puede clasificarse dentro del género.

Ojometro:
**

viernes, 16 de diciembre de 2022

Crítica: Bring It On: Cheer or Die (2022)

Película dirigida por Karen Lam (Stalled, Evangeline). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de septiembre, mientras que también salió para TV por medio del canal Syfy el pasado 8 de octubre.

Sinopsis:

Cuando un equipo de porristas va a practicar su rutina durante la noche de Halloween en una escuela abandonada, un misterioso asesino empieza a encargarse de ellos uno por uno.


Comentarios generales:

De las franquicias que siguen con vida de aquella época no hay muchas que exhalen la esencia de la comedia juvenil de inicio de los 2000s como Bring It On, así que el que tomara un rumbo hacia el género de terror fue sin duda algo sorpresivo para todo mundo. Aunque al tratarse de una producción del canal Syfy, con todo su historial de locuras detrás, dicha excentricidad no hizo más que generarme mucha curiosidad porque tal vez podríamos estar ante una sorpresa como lo fue “Slumber Party Massacre” durante el año pasado, pero lamentablemente Cheer or Die está lejos de replicar dicho éxito. 

Esto porque es evidente que lo presentado por Lam solo trata de aprovecharse de la rentabilidad actual del género al traernos una historia que mantiene los elementos base de la franquicia pero le añade de manera forzada el tema slasher. Todo bajo un tono juvenil que por cuestiones obvias debe de estar presente y que en cierta forma es el primer gran fallo en esto, no tanto porque exista, sino porque es claro que se tenía mucho miedo de cruzar determinada línea en lo que al nivel de violencia se refiere para poder seguir buscando un público joven y ante la restricción natural existente todo lo que involucra al asesino es demasiado blando.

Lo cual hace que el primer acto resulte totalmente olvidable y sea hasta pasada la primera media hora de metraje cuando se puede considerar que la película de terror como tal da inicio, sobre todo porque a partir de la primera muerte se entra a una dinámica estándar propia del slasher bajo un ritmo bastante ágil. Brindando con eso los que son los minutos más entretenidos sin que se llegue a ofrecer nada espectacular y el uso de un humor que tiene algunos destellos positivos, pero también puede llegar a ser fastidioso porque desentona con ciertas situaciones que simplemente no lo ameritaban considerando la tensión que estas deberían de proporcionar.

Provocando así que para la parte final no se llegue de la mejor manera posible, aunque por lo menos el misterio sobre la identidad del asesino no es tan predecible y eso le brinda algunos puntos a su favor. Lo malo es que una vez que esta se revela las cosas empiezan a caer en lo ridículo con el conflicto final, donde se tiene que añadir a fuerza el tema de las rutinas y con ello cualquier tipo de impacto que pudiera llegar a tener el cierre se pierde por completo.

Las actuaciones son los que uno espera de una película juvenil con estereotipos como esta e incluso con esas características tan exageradas la mayoría del elenco no deja nada para recordar. Mientras que en producción se nota el presupuesto limitado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto para tratarse de un slasher.

Opinión final: Bring It On: Cheer or Die es decepcionante. Slasher del montón que se te olvidará en un par de horas.

Ojometro:
**

martes, 13 de diciembre de 2022

Crítica: Veneciafrenia (2022)

Película dirigida por Álex de la Iglesia (Las brujas de Zugarramurdi), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jorge Guerricaechevarría. Se estrenó en cines dentro de España el 22 abril, mientras que en México hizo lo propio por medio de HBO Max durante este mes de diciembre.

Sinopsis:

Un grupo de turistas españoles en Venecia se encontrarán peleando por sus vidas contra los habitantes locales, quienes están hartos de los extranjeros.


Comentarios generales:

Álex de la Iglesia es uno de esos directores con los cuales las opiniones suelen variar de manera radical dependiendo de la persona a la que le preguntes, así que cada película que saca genera una mezcla de sentimientos muy peculiar que suele ser difícil de ignorar. Sin embargo, en el caso de Veneciafrenia se dio un fenómeno interesante en el que casi todas las opiniones sobre esta coincidían en que estaba lejos de ser su mejor trabajo y después de verla no podría estar más de acuerdo con eso.

Ya que lo traído por el director vasco realmente se queda corto en todo lo que intenta y termina siendo una experiencia no aburrida en sí, sino más bien una bastante sosa que no te deja ningún tipo de sensaciones importantes. 

Esto por medio de una historia que tiene una estructura similar a la de un slasher al utilizar un grupo de amigos fastidiosos que te deben de caer mal, pero en realidad te resultan tan indiferentes al grado de que los únicos puntos de interés durante el primer acto son la parte visual (para destacar el vestuario) y las contadas muertes de turistas genéricos que exponen de manera concreta la peligrosidad tanto del asesino como del propio entorno en el que se desarrollan las acciones.

El problema con esto es que una vez que se entra en la parte importante el factor shock que debería de existir por el ambiente hostil ya no tiene ningún tipo de efecto y por lo consiguiente la situación apremiante del grupo sufre demasiado para generar tensión. Llevándonos así a una dinámica poco atractiva en la que lo que les ocurre a estos turistas pasa sin pena ni gloria debido a que no te importan en lo absoluto, mientras que el trasfondo detrás de los asesinatos tampoco resulta tan interesante porque se le da un tiempo muy limitado para poder establecerse de una manera más sólida.

Ante esto lo que nos queda para la parte final no es demasiado, aunque aquí por lo menos se logra generar un poquito más de dinamismo con el que se pueden construir algunas secuencias ciertamente más agiles que proporcionan la principal dosis de sangre. Lo cual es positivo, pero no suficiente como para ocultar que el desenlace carece de peso emocional o por lo menos de algo de espectacularidad que encaje con el caos que supuestamente se quiere reflejar en pantalla.

Las actuaciones no destacan en lo absoluto y eso es un problema considerando que al ser un cuasi slasher por lo menos se necesitaba que hubiera algún personaje con el cual sentir algo de empatía y eso simplemente no existe. Mientras que en producción no hay mucho que recriminar: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta. 

Opinión final: Veneciafrenia es decepcionante. Película que se queda a medias en todo lo que pretende y por eso resulta tan intrascendente.

Ojometro:
**