martes, 7 de febrero de 2023

Crítica: There's Something Wrong with the Children (2023)

Película dirigida por Roxanne Benjamin (Southbound, XX), cuyo guión fue co-escrito por T. J. Cimfel y David White. Se estrenó en formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de enero y está programada para estrenarse en MGM+ el próximo 17 de marzo.

Sinopsis:

Una pareja realiza un viaje de fin de semana junto con unos viejos amigos y sus hijos, aunque tras desaparecer durante la noche en el bosque el comportamiento de los niños cambia de manera radical y cosas inquietantes empiezan a suceder.


Comentarios generales:

Blumhouse se ha vuelto un titán dentro del cine de terror y por ende tiene múltiples acuerdos para producir películas en distintos medios; sin embargo, el estigma de que no pone demasiado esfuerzo en las producciones que realiza para TV es uno que cada vez crece más y más. Así que There's Something Wrong with the Children significaba una nueva oportunidad para tratar de terminar con dichos cuestionamientos gracias a que el proyecto en si lucía muy prometedor, pero honestamente con este resultado final será muy difícil que los eviten.

Y es que lo traído por Roxanne Benjamin deja mucho que desear al traernos una historia que se vende como una de terror cuando en realidad lo que menos interesa durante un 90% del metraje es presentar cosas que… bueno… sean de terror. Esto porque lo que vemos se sustenta en un periodo de construcción demasiado largo sobre problemas ligados al matrimonio y cómo la paternidad invariablemente puede llegar a presentar complejidades dentro de este, además de que de manera muy pertinente también se inserta un tema de salud mental con uno de los personajes (Ben) que jugará un papel relevante más adelante.

Temas que sin duda no suelen ser tan comunes en películas como estas y que le añaden mayor sustancia, pero lo cierto es que conforme pasan los minutos se empieza a perder interés considerando que los van estirando de manera innecesaria bajo un ritmo cansino y opacan por completo lo que rodea al extraño comportamiento de los niños. Lo cual para el segundo acto se empieza a desarrollar de manera tímida bajo ideas diseñadas con el único propósito de explotar la salud mental de Ben y con ello buscar generar dudas sobre si lo que vemos es verdad o mentira, tratando así de ocultar la carencia de escenas complementarias que den cierta idea de lo que verdaderamente les ocurrió.

Un recurso que lamentablemente no funciona y obliga que en los últimos 20 minutos se trate de solucionar todo de manera inefectiva. Incrementando el nivel de violencia con muertes que no se ven en pantalla y acelerando las acciones de forma tan abrupta que el desenlace no te ofrece ningún tipo de respuesta concreta con respecto al misterio de los niños.

Las actuaciones diría que son lo más destacado de la película, sobre todo las de Alisha Wainwright (Margaret) y la pequeña Briella Guiza (Lucy) que por momentos puede ser muy aterradora con una simple expresión. Y en cuanto a producción tiene algunas cosas buenas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta nada llamativo, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son muy complejos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: There's Something Wrong with the Children es decepcionante. Película con poco para destacar que olvidarán en un par de semanas. 

Ojometro:
**

viernes, 3 de febrero de 2023

Crítica: Kids vs. Aliens (2023)

Película dirigida por Jason Eisener (V/H/S/2), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a John Davies. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una de las mejores fiestas de adolescentes de todos los tiempos se ve interrumpida cuando los aliens atacan, obligando a dos hermanos en guerra a unirse para poder sobrevivir la noche.


Comentarios generales:

Cuando vi por primera ocasión el trailer de Kids vs. Aliens no me llevé precisamente la mejor impresión debido a que no parecía un proyecto tan pulido, aunque una vez que supe que era un spin-off del corto “Slumber Party Alien Abduction” que se vio en "V/H/S/2" las sensaciones cambiaron de manera importante. En gran medida porque siempre me resulta curioso el poder ver cómo alguien expande su idea original tomando en cuenta que no es algo precisamente sencillo y aquí podemos notar eso.

Y es que lo presentado por Jason Eisener no me atrevería a decir que es malo, pero el tono adolescente que en un cortometraje se puede digerir sin demasiados contratiempos aquí resulta fastidioso y eso hace que la historia como tal pierda mucho. En especial durante un primer acto con situaciones genéricas que, entre el comportamiento over the top de los personajes y un humor un tanto bobo, jamás terminan por generarte gran interés y además estas resultan tan dominantes en el desarrollo que el tema de los aliens queda relegado en un segundo plano con cosas que daba igual si estaban presentes o no en pantalla.

Afortunadamente una vez llegados los 35 minutos de metraje se da un cambio para bien debido a que finalmente se explota a los aliens sin temor alguno y, contrario a lo que se pudiera llegar a pensar, el nivel de violencia incrementa de manera considerable. No tanto como para decir que se trata de un gorefest, pero si para poder hacer olvidar un poco el tono previo por medio de una problemática que no se encuentra exenta de cosas absurdas y claramente por momentos no tiene mucho sentido; sin embargo, es lo suficientemente caótica como para ayudar a imprimir un ritmo ágil que haga entretenido lo que estás viendo.

Dejándote así ante una parte final que no quita el pie del acelerador e incluso muestra un poco más de desarrollo con los personajes para tratar que el desenlace cuente con un mayor peso emocional, aunque dentro todo lo que ocurre jamás se te brinda algún tipo de explicación con respecto a la presencia de los aliens y en general el cierre (pensado para una evidente secuela) te deja con una marcada sensación de vacío.

En cuanto a las actuaciones tenemos unas bastante caricaturescas que necesitan de un gusto muy especifico para agradarte por completo. Mientras que en producción nos encontramos una que ronda con el cine serie B: el trabajo de fotografía tiene sus detalles, la dirección de arte no está mal, el score no resalta, el trabajo de sonido es bueno, los efectos prácticos cumplen su objetivo y la labor de maquillaje no es precisamente la mejor. 

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Kids vs. Aliens está pasable. Película con un tono muy adolescente que no será del agrado de todos, pero sirve para pasar el rato.

Ojometro:
***

martes, 31 de enero de 2023

Crítica: Winnie the Pooh: Blood and Honey (2023)

Película escrita y dirigida por Rhys Frake-Waterfield (The Killing Tree). Se estrenó en cines dentro de México el pasado 26 de enero, mientras que hará lo propio dentro de los Estados Unidos y otros mercados a mediados del mes de febrero.

Sinopsis:

Después de vivir muchas aventuras juntos, Christopher Robin (Nikolai Leon) decide abandonar a Winnie the Pooh, Piglet y al resto de sus amigos para ir a la universidad. Aunque esto hará que las otrora amigables criaturas entren en una espiral de locura donde su único objetivo es matar a todo los humanos que se les crucen en su camino.


Comentarios generales:

Nadie se hubiera imaginado que algún día Disney iba a perder los derechos exclusivos de una de sus franquicias más exitosas y mucho menos que justo cuando eso sucediera iba a existir una persona que aprovecharía dicha situación para realizar una película de terror. Sin duda una serie de sucesos extraordinarios que no se sabe cuándo se podrían volver a repetir y que hicieron de Winnie the Pooh: Blood and Honey un evento en sí, ya que realmente no recuerdo algún otro proyecto que haya generado tanta curiosidad a pesar de ser tan absurdo como este.

Uno con el cual claramente Frake-Waterfield sabe lo que debe de ofrecer para mantener dicha expectativa, pero no parece tener todavía el bagaje suficiente como para redondear de mejor manera su idea. Y es que el concepto del abandono de Christopher Robin realmente es interesante, sin embargo, se lo gasta de manera muy rápida por medio de una introducción que al menos resulta efectiva en su propósito de establecer un tono oscuro, así como en lograr que Pooh y Piglet puedan ser vistos como una amenaza creíble desde temprano para hacer olvidar su imagen tierna que todos tenemos en la cabeza.

Desafortunadamente una vez mostrado esto lo que nos encontramos es una historia que olvida por completo dicho concepto para convertirse en un slasher más, lo cual en si no es malo, pero la ejecución resulta demasiado pobre al momento de querer conectar la problemática que involucra a las nuevas víctimas. Generando así que el ritmo se sienta poco fluido y realmente convierta todo el segundo acto en una serie de escenas editadas de manera un tanto extraña que van de un lado a otro sin demasiado sentido y cuyo principal atractivo es mostrar un incremento progresivo en el nivel de violencia que haga olvidar todos los problemas de estructura.

Algo que en cierta medida logran debido a que la parte final es sin duda la más entretenida precisamente por la cantidad de muertes llamativas que hay, brindándole así mucha fuerza al desenlace a pesar de que todo lo que ocurre sigue siendo muy random y dejando parado a Pooh como una verdadera bestia a la que probablemente no será la última vez que veamos causar terror.

Las actuaciones no son buenas, todas se sienten sumamente forzadas incluso para los estándares de un slasher como este. Y en cuanto a producción podemos encontrar algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no está mal, el score es bastante flojo, el trabajo de sonido no es el mejor, los efectos resultan efectivos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Winnie the Pooh: Blood and Honey es mediocre. Película absurda y sangrienta que verás de todas formas por la curiosidad natural que provoca.

Ojometro:
**

viernes, 27 de enero de 2023

Crítica: Mal de ojo (2022)

Producción mexicana dirigida por Isaac Ezban (Los Parecidos), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Junior Rosario y Edgar San Juan. Se estrenó en cines dentro de México en septiembre del año pasado, mientras que hizo lo propio en formato digital durante este mes de enero.

Sinopsis:

Nala (Paola Miguel) es una adolescente de la ciudad que viaja a la casa de su desconocida abuela (Ofelia Medina) en el campo para tratar de encontrar una cura a la misteriosa enfermedad de su pequeña hermana. Aunque pronto descubrirá que su abuela no es exactamente lo que aparenta.


Comentarios generales:

Honestamente no recuerdo por qué dejé pasar Mal de ojo durante el año pasado, sobre todo porque era una película que llamaba la atención por su propuesta que trataba de alejarse un poco de las eternas costumbres del cine de terror mexicano. Lo cual es algo que siempre se agradece debido a que realmente son pocos lo que se atreven a hacerlo y, más allá de que el resultado no es tan espectacular, la verdad es que se trata de un trabajo que no tiene desperdicio.

Ya que lo presentado por Ezban juega con el folclore y lo fantástico que de manera inherente traen consigo las historias sobre brujas para lograr una combinación que genere una sensación de modernidad a pesar de que las acciones se desarrollan en un lugar que contrasta con eso. Dejándonos ante una problemática familiar que de inicio no es precisamente la más emocionante considerando que lo que vemos durante el primer acto es algo bastante estándar en lo que respecta a la presentación de los personajes y en la manera en la que se comporta la propia abuela, pero gracias a pequeñas pistas proporcionadas por medio de un cuento se puede entender de manera sencilla lo que ocurre y lo que está por venir.

Construyendo así poco a poco un peligro ante el cual resulta evidente que las niñas no tienen muchas posibilidades de éxito y que conforme pasan los minutos va haciendo que la atmósfera se convierta en una mucho más oscura al ir integrando elementos sobrenaturales/satánicos que proporcionan visuales interesantes. Esto bajo un ritmo agradable que hace que todo fluya de manera efectiva, incluso durante algunos momentos en los que se excede con el recurso de los sueños para añadir jump scares que bien podrían haber cortado dicha fluidez, pero que resultan bien contenidos para que el desarrollo no sufra en demasía rumbo a una parte final en la que recae mucho de la posible efectividad de la película.

Una que afortunadamente es bastante buena no solo por el hecho de que logra elevar ligeramente el nivel de intensidad, sino porque también todas las piezas encajan de manera orgánica y con ello se logra que el desenlace resulte tanto sorpresivo como contundente. Además de que opta por no irse hacia el camino feliz y gracias a ello resulta mucho más convincente.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Ofelia Medina es quien se lleva la película, tanto por su caracterización como por el hecho de que es capaz de sostener las acciones por medio de una presencia imponente que en todo momento genera incomodidad. Mientras que en producción encontramos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Mal de ojo está entretenida. Película de brujas para pasar el rato que se sale un tanto de lo habitual con el cine de terror mexicano.

Ojometro:
***