viernes, 29 de octubre de 2021

Crítica: Slumber Party Massacre (2021)

Película dirigida por Danishka Esterhazy (The Banana Splits Movie) y escrita por Suzanne Keilly. Se estrenó el pasado 16 de octubre dentro de los Estados Unidos por el canal Syfy, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o digital.

Sinopsis:

En 1993 Trish Devereaux fue la única sobreviviente de una masacre durante una pijamada en Holly Springs. Ahora, tres décadas después, su hija Dana (Hannah Gonera) y un grupo de amigas se ven forzadas a quedarse en el mismo lugar para que la historia vuelva a repetirse.  


Comentarios generales:

La franquicia de Massacre conformada por tres distintas series (The Slumber Party Massacre, Sorority House Massacre y Cheerleader Massacre) históricamente siempre ha sido un hit or miss incluso con los propios fans debido a que representan un periodo muy especifico del género de terror que muchos consideran caduco o que ya no encaja con los estándares sociales actuales. Así que cuando fue anunciada una nueva Slumber Party Massacre realmente el panorama no resultaba nada alentador y se esperaba lo peor; sin embargo, al final me he topado con una verdadera sorpresa.

Algo que pudiera resultar difícil de creer si tomamos en cuenta que durante el primer acto lo que nos presenta Esterhazy no difiere mucho de las entregas anteriores al seguir la estructura habitual con unos eventos que, si bien no resultan nada aburridos, tampoco es que destaquen por su originalidad. Teniendo estos como principal propósito el familiarizar con la franquicia a aquellos que no la conocen y establecer de manera simple tanto el ritmo que predominará como las personalidades de este grupo de chicas.

Realmente nada particularmente especial, pero una vez que se cruzan los treinta minutos de metraje llega un giro que ni el fan más perspicaz verá venir y que cambia de manera radical la dinámica de esta historia. Brindándole así un toque de frescura muy agradable dentro de un subgénero en el que eso es difícil y a la vez exponiendo ciertos temas de relevancia actual por medio de situaciones cuyo desarrollo resulta lo opuesto a lo que tradicionalmente se ve, mientras se mantiene intacta la esencia slasher por medio de muertes que proporcionan las dosis de impacto suficientes y además ayudan a aplacar un humor que no siempre resulta tan efectivo dentro del caos expuesto.

Dejándonos con todo lo anterior una parte final que pareciera muy simple, sin embargo, aquí se presenta otro giro que le brinda una capa más de novedad. Aunque este si no es tan complicado de descifrar y se va más a la segura, recurriendo a un buen nivel de violencia, sangre y acción constante para ofrecer un desenlace satisfactorio que, en apariencia, no deja nada abierto para una secuela o algo por el estilo.

Las actuaciones son lo que uno espera de esta clase de películas, aunque en general la dinámica entre las chicas está muy bien y muestran buena química en pantalla. Y en cuanto a la producción no se puede desligar por completo de ser una película de Syfy, pero cumple: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score es muy genérico, el trabajo de sonido tiene algunas inconsistencias, los efectos son simples y la labor de maquillaje aceptable.

Opinión final: Slumber Party Massacre me gustó. Entrega que le da un aire de frescura a la franquicia y que sin duda se establece como una de las mayores sorpresas del año.

Ojometro:
****

martes, 26 de octubre de 2021

Crítica: Black as Night (2021)

Película dirigida por Maritte Lee Go (Phobias) y escrita por Sherman Payne. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

Shawna (Asjha Cooper) es una adolescente con problemas de autoestima que encuentra confianza de la manera menos convencional al pasar su verano peleando contra vampiros que cazan a los desamparados en Nueva Orleans.


Comentarios generales:

Al final de cuentas si hubo tiempo para ver otra propuesta de Welcome to the Blumhouse y en esta ocasión me decanté por la de temática más convencional, ya con expectativas muy bajas considerando que las dos anteriores no fueron nada del otro mundo y por ende tenía una idea más clara sobre qué esperar. Además estaba el hecho de que como película de vampiros el margen de maniobra no era precisamente muy amplio considerando que se trata de un subgénero en donde ver algo fresco suele ser muy complicado, así que con Black as Night solo esperaba algo para pasar el rato y eso fue precisamente lo que me encontré.

Aunque hay que decir que lo ofrecido por Lee Go tiene similitudes muy marcadas con otra película de vampiros (Vampires vs. the Bronx) que lo hace muchísimo mejor en prácticamente todos los sentidos y por ello en muchas ocasiones sientes que se queda corta en lo que quiere proponer, sobre todo tratándose de una historia con una alta dosis de crítica social. La cual es lo que le brinda su principal rasgo de identidad y por lo consiguiente desde el primer minuto se explota de manera considerable para establecer las problemáticas que existen dentro de esta comunidad en Nueva Orleans y cómo impactan a Shawna durante un periodo complicado como es la adolescencia.

Un aspecto que podría pensarse que opacará a todo lo demás, pero en realidad la situación con los vampiros también se expone de manera temprana y se combina de buena manera con el tema social para darle sentido a sus acciones, logrando así que el desarrollo resulte ágil durante los primeros 25/30 minutos.  Sin embargo, también es evidente que conforme los vampiros van tomando más relevancia se empiezan a tener problemas para darle sentido a muchas cosas sin que se sientan aceleradas; simplemente hay situaciones que se dan porque la historia convenientemente así lo necesita y no porque estas lleguen de manera natural como consecuencia de lo que ha estado ocurriendo.

Además de que también se puede decir que las escenas que requieren de más acción nunca terminan por resultar del todo convincentes y eso genera que casi todo el segundo acto sea blando al momento de preparar el camino para la parte final.

Una que nuevamente se ve invadida por la presencia de factores integrados muy a la fuerza, pero que al menos logra darle exposición a un villano interesante por medio de un encuentro final que logra proporcionar el drama suficiente como para que lo que ocurre no te resulte tan indiferente.

Sobre las actuaciones tenemos a una Asjha Cooper que está bastante correcta en su papel y un grupo de secundarios que la verdad no te generan demasiado interés a pesar de su tiempo en pantalla. Mientras que en lo que se refiere a producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Black as Night está aceptable. Otra película poco memorable de la antología para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer. 

Ojometro:
*** 

viernes, 22 de octubre de 2021

Crítica: There’s Someone Inside Your House (2021)

Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Patrick Brice (Creep), cuyo guión fue escrito por Henry Gayden. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Makani Young (Sydney Park) se va de Hawái para vivir con su abuela en un tranquilo pueblo de Nebraska para terminar la preparatoria. Sin embargo, conforme se va acercando la época de graduación ella y sus compañeros de clase empiezan a ser el objetivo de un asesino cuya meta es exponer sus más oscuros secretos.


Comentarios generales:

Una de las principales quejas que se tienen sobre las producciones que se estrenan de manera exclusiva en los servicios de streaming es que la mayoría se sienten como proyectos que no dejan absolutamente ninguna huella a largo plazo y la verdad hay mucha razón detrás de esa aseveración. Ya que ante la demanda de contenido constante estas plataformas tienen que llenar su catálogo como puedan y no suelen tener un control de calidad tan estricto, dejando como resultado películas que no son precisamente malas pero que no pasa nada si no las ves, tal como es el caso de There’s Someone Inside Your House.

Un slasher con el que Brice no se rompe la cabeza y lo maneja de una manera bastante segura utilizando cada truco bajo la manga conocido. Con un inicio que te marca de forma clara el tono y nivel de violencia con el que contará para así tratar de generarte interés por una historia no muy compleja que se encuentra llena de los estereotipos adolescentes habituales y que toca de manera un tanto superficial ciertos temas de relevancia actual para utilizarlos como el detonante de las muertes que se presentan en pantalla.

Lo cual ciertamente hace que durante los primeros 40 minutos la experiencia resulte agradable al contar con un ritmo ágil y escenas de asesinatos bien logradas que terminan generando un golpe emocional fuerte entre los personajes que hace suponer una segunda mitad más oscura. Sin embargo, eso solo se queda en un supuesto debido a que con el pasar de los minutos esas virtudes positivas se van perdiendo para darle paso a un drama juvenil aburrido en el que los esfuerzos por tratar de ocultar tanto la identidad del asesino como el secreto de Makani resultan muy pobres, dejando situaciones que solo le van quitando fuerza a algo que en teoría tendría que generar más temor entre los involucrados y el propio pueblo en sí.

Por ello es que la parte final no es lo intensa que debería y cuando finalmente se dan las revelaciones más importantes estas carecen de impacto. Llevando así a un cierre que incluso se siente algo acelerado, aunque si logra mantener la violencia y la sangre en un nivel adecuado que por lo menos hace que este no te resulte tan indiferente.

De las actuaciones no hay mucho que destacar, Sydney Young no lo hace mal y por ahí te encuentras con alguna que otra interpretación sólida. Y en cuanto a producción nos topamos con algo cuidado: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte sólida, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: There’s Someone Inside Your House está aceptable. Slasher para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

lunes, 18 de octubre de 2021

Crítica: Halloween Kills (2021)

Secuela directa de la película de 2018 dirigida por David Gordon Green, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Scott Teems y Danny McBride. Se estrenó en cines tanto en México como los Estados Unidos el fin de semana pasado, recaudando $55.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de sobrevivir al incendio planeado por Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), Michel Myers sigue con su sed de sangre en la noche Halloween. Aterrando nuevamente a toda la comunidad de Haddonfield, quienes están dispuestos a pelear para acabar con el mal que los ha marcado durante los últimos 40 años.


Comentarios generales:

Después del más que exitoso regreso de la franquicia en 2018 era casi un hecho que Halloween Kills tendría que cargar con un peso enorme para hacerle seguimiento a lo logrado por David Gordon Green y compañía, convirtiéndola probablemente en la película con mayores expectativas dentro del género en 2021. Las cuales además eran sumamente variadas debido a que cuando se trata de Halloween cada quien tiene un gusto diferente debido a que así como hay quienes prefieren el enfoque más simple de hace tres años, también hay quienes solo quieren ver muertes al por mayor y eso vuelve complicado satisfacer a todo mundo.

Por eso resulta interesante ver que para esta secuela el enfoque utilizado por Gordon Green sea uno totalmente distinto a lo que hizo anteriormente, ya que ahora se enfoca precisamente en el caos alrededor de Michael Myers para apelar a la audiencia que quiere ver un slasher más estándar y utilizar dicha simpleza como la vía para darle mayor peso en la historia a la manera en la que comunidad de Haddonfield lidia con su trágico pasado y su aterrador presente.

Algo que se puede notar desde un primer acto que añade nuevo contenido con respecto a los sucesos que ocurrieron en 1978 y que unen de manera muy orgánica con los actuales para ir re-introduciendo a personajes que regresan, mientras que a su vez se le da rienda suelta a nuestro inexpresivo asesino. Quien realmente en esta ocasión se vuelve el centro de atención por medio de masacres que resultan espectaculares gracias al lujo de violencia con el que cuentan y que lo establecen como un ser omnipotente que puede desestabilizar a todo un pueblo solo por su nombre y lo que este representa.

Lo cual hace que poco a poco se vaya acumulando tensión hasta que en determinado punto explote y eso provoque inmediatamente que las acciones impulsadas por el miedo de los pobladores se vuelvan todavía más frenéticas, incrementando el ritmo de manera importante para que sea precisamente esa sensación de caos el principal sustento de una segunda mitad de la película que no brinda respiro alguno. Aunque al darle más prioridad a este aspecto también se termina sacrificando un poco el desarrollo de la historia de Laurie, Karen y Allyson, quienes por momentos incluso se sienten como personajes secundarios cuando, en teoría, ellas tendrían que ser las encargadas de acabar con todo esto.

Situación que resulta complicado dejar pasar de largo y que lleva a un lapso de instabilidad en las acciones, sobre todo por algunos comportamientos de la gente del pueblo que pueden llegar a ser un tanto ridículas o con poco sentido; sin embargo, durante la parte final se destaca un aspecto importante ligado a Michael Myers que justifica el hecho de que Laurie no esté cerca para hacerle frente (ligado con lo que vimos en la de 2018) y por lo consiguiente tenemos un desenlace distinto al que probablemente muchos esperaban. Donde nuevamente el nivel de violencia está a tope para proporcionar impacto visual y que deja un cierre interesante para lo que será la próxima entrega.

En el tema de las actuaciones no tenemos a alguien que destaque de manera individual, ya que ahora el elenco se expandió significativamente y todo se trata de darle relevancia a los actos de la comunidad como tal. Aunque Jamie Lee Curtis, Judy Greer y Anthony Michael Hall (Tommy Doyle) tienen buenos momentos.

Y con respecto a la producción, la factura es impecable: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es fabuloso nuevamente, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de primer nivel y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Halloween Kills se me hizo bastante divertida. Secuela más violenta y caótica que expande el mito de Michel Myers como nunca antes.

Ojometro: 
****