jueves, 25 de septiembre de 2025

Crítica: Ziam (2025)

Producción tailandesa dirigida por Kulp Kaljareuk, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Weerasu Worrapot y Nut Nualpang. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 9 de julio.

Sinopsis:

En un mundo que sucumbe ante la hambruna, un peleador de Muay Thai lucha contra hordas de violentos zombies mientras trata de rescatar a su amada dentro del hospital en el que trabaja.


Comentarios generales:

Cuando se trata de zombies dentro del cine de terror asiático casi siempre lo que se viene a la mente son las producciones coreanas debido a que en los últimos años han logrado crear su propio estilo con un éxito considerable. Algo que los demás países de dicho continente han notado y de a poco están tratando de replicarlo para sacarle provecho, aunque la mayoría de los intentos terminan fracasando de manera importante como ocurre con Ziam.

Y es que lo traído por Kaljareuk inicia como una historia cuya base parece tener cierto nivel de profundidad gracias a todo el tema de la hambruna, pero no tarda prácticamente nada en desecharlo para dar paso a algo mucho más convencional. Diseñando absolutamente todo bajo el propósito de exponer la habilidad atlética del protagonista por medio de una cantidad considerable de zombies en pantalla, lo cual en un inicio funciona dado a que el brote dentro del hospital y la violencia con la que estos se presentan es entretenida de ver; sin embargo, una vez que pasa la novedad las cosas empiezan a volverse poco interesantes.

Teniendo por ahí durante el segundo acto alguno que otro momento desgarrador que se queda en lo anecdótico ante el poco tiempo que existe para desarrollar situaciones que añadan sustancia a algo que va cayendo en lo repetitivo de manera cada vez más rápida. Aunque el hecho de que el ritmo sea tan acelerado evita que lo que ves en pantalla se vuelva pesado y eso termina beneficiando a una serie de escenas que en el análisis más profundo no aportan absolutamente nada, pero resultan competentes para los fines prácticos de perder tiempo rumbo a una parte final en la que la apuesta es lograr ofrecer la mayor espectacularidad posible.

Un objetivo que se cumple a medias dado a que, si bien son los mejores minutos de la película en cuanto a la acción presentada y el aspecto visual, la verdad se siente como si nada de lo que ocurre tuviera relevancia y en el afán por querer hacer lucir como alguien todopoderoso al protagonista se pierde cualquier intento por lograr que el cierre sea lo suficientemente emocional.

En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir, la mayoría son olvidables y realmente ninguna logra transmitir algún tipo de emoción dentro de una crisis de escala considerable. Mientras que en lo referente a la producción, es de una factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score no aporta demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Ziam es mediocre. Película de zombies del montón de la que se olvidarán en un par de días.

Ojometro:
**

viernes, 19 de septiembre de 2025

Crítica: Orang Ikan (2025)

Película escrita y dirigida por Mike Wiluan. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de julio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un soldado japonés y un prisionero británico quedan varados en una isla desierta donde son perseguidos por una peligrosa criatura. Ocasionando que dos enemigos mortales tengan que trabajar en conjunto para poder sobrevivir a lo desconocido.


Comentarios generales:

Un porcentaje muy alto de las películas de terror que nos cuentan historias bajo el contexto de la segunda guerra mundial se suelen enfocar primordialmente en los nazis, así que realmente no existe tanta variedad en este tipo de trabajos y muchos de estos suelen pasar desapercibidos para la gran mayoría de los fans. Por eso es que no es de extrañar que Organ Ikan (Monster Island en su titulo en inglés) no hiciera tanto ruido y quedara un tanto olvidada, siendo una lástima porque al menos se trata de algo curioso.

Y es que lo traído por Wiluan se basa en una criatura del folclore malayo e indonesio de la cual realmente se sabe poco en este lado del planeta y eso inmediatamente hace que la historia tenga una dosis de frescura, a pesar de que el concepto como tal no va más allá de una simple película de monstruos.

La cual se ve aderezada con una dinámica entre un japonés y un británico que durante los primeros minutos son puestos en una situación interesante en la que tienen que dejar de lado su odio para poder mantenerse con vida y establecer así cierto mensaje sobre que la barrera del idioma no es un impedimento para poder empatizar con otros a quienes consideras muy distintos a ti. Algo que genera algunos momentos sólidos con respecto a hacer creíble su alianza, aunque mentiría si no dijera que todo lo que ocurre durante este primer acto se siente demasiado acelerado y eso no permite que la relación entre ambos individuos pueda fortalecerse lo suficiente como para que te importe de gran manera lo que pudiera llegar a ocurrirles más adelante.

Un aspecto que sin duda hubiera sido muy problemático, pero afortunadamente la aparición de Orang Ikan resulta tan llamativa como para evitarlo gracias a que su presencia en pantalla cambia por completo el ritmo y expone un nivel brutalidad mayor al esperado para establecerlo como una criatura en extremo peligrosa. Logrando con esto que la sensación de riesgo para los protagonistas siempre esté presente durante un segundo acto en el que se cae dentro de cierta pasividad al separarlos por un lapso considerable de tiempo y con ello limitar mucho la profundización sobre la amenaza, salvo por ciertos detalles básicos que te dan una idea del porqué su presencia en la isla.

Con todo lo anterior llegamos a una parte final que en términos generales es efectiva dado a que realmente no intenta inventar nada y se propone ofrecer un enfrentamiento decisivo lo suficientemente entretenido que justifique lo que viste. Proporcionando una violencia decente y dejando la puerta abierta para futuras secuelas.

Las actuaciones cumplen con Dean Fujioka (Saito) y Callum Woodhouse (Bronson) haciendo lo necesario para que su acelerada amistad cumpla su objetivo primordial en cuanto al trabajo en equipo contra la criatura. Mientras que en producción la factura es sólida: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Orang Ikan está ok. Película que no tiene ningún otro propósito más que el de hacerte pasar un buen rato.

Ojometro:
***

martes, 16 de septiembre de 2025

Crítica: Un cuento de pescadores: La maldición de la Miringua (2025)

Producción mexicana dirigida por Edgar Nieto, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Alfredo Mendoza. Se estrenó en cines dentro de México durante el mes de abril, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 29 de agosto.

Sinopsis:

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, la naturaleza prosperaba alrededor del lago hasta que el mal llegó. Ahora el hombre cegado por sus oscuros deseos trajo miedo, odio y muerte, pero los pescadores lo llaman La Miringua, quien te hunde en el lago por tus pecados.


Comentarios generales:

La cantidad de leyendas que existen a lo largo de todo México es enorme y honestamente pueden ser una opción muy interesante para que el cine de terror se pueda nutrir. El problema es que hacer cine de género dentro de la industria cinematográfica mexicana no es algo tan bien visto y son pocos los que se atreven a tomar el riesgo, casi siempre sin el apoyo económico para materializar de la mejor manera lo que se quiere contar y eso es lo que pasa con Un cuento de pescadores: La maldición de la Miringua.

Ya que lo traído por Edgar Nieto es un proyecto mucho más ambicioso de lo que le permite su presupuesto al presentarnos múltiples historias que, a pesar de que se llevan a cabo dentro de la misma isla, se sienten muy ajenas unas de otras. Lo cual no sería algo negativo si se tratara de una antología, pero al no ser ese el caso la realidad es que todo el tiempo existe la sensación de que ninguna de las cuatro historias se puede desarrollar de la manera correcta al tener muy poco tiempo para establecer lo elemental de cada una de estas; especialmente cuando se trata de brindar cierto contexto sobre la propia leyenda de la Miringua y su involucramiento con cada individuo.

Ocasionando con esto que la primera media hora se sienta muy acelerada y por lo mismo la construcción del suspenso detrás de cada una de las situaciones no sea la más efectiva ante la limitada presencia del ser maligno en pantalla. Apostando fuertemente a que a partir del segundo acto la experiencia se vuelva una más atmosférica mientras las acciones obtienen un ritmo cansino conforme las problemáticas de los protagonistas se van haciendo predecibles, llevando a escenas que se sienten sin un propósito claro y que tampoco logran generar un sensación de peligro tan marcada como para que la parte final llegue a ser intensa.

Dejándonos así ante un desenlace en el que existe cierto nivel de impacto, pero la realidad es que la manera de concluir cada historia no resulta tan satisfactoria. Sobre todo porque una vez más se presentan escenas en las que se percibe demasiada premura para cerrar aspectos que solo fueron tratados de manera superficial y gracias a eso la conclusión resulta un tanto irrelevante a pesar de toda la tragedia que la rodea.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que tenemos algunas que cumplen y otras que dejan bastante que desear; especialmente cuando se trata de manifestar un poco más de emociones frente a la cámara.

Mientras que en producción tiene cosas positivas, a pesar del presupuesto limitado: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son discretos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Un cuento de pescadores: La maldición de la Miringua es decepcionante. Película con una idea interesante que jamás logran exponerla de manera convincente.

Ojometro:
**

viernes, 12 de septiembre de 2025

Crítica: Die’ced: Reloaded (2025)

Película escrita y dirigida por Jeremy Rudd. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de agosto, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 14 de octubre.

Sinopsis:

Cuando el notorio asesino serial Benny escapa del manicomio durante la noche de Halloween, su alboroto en traje de espantapájaros convertirá a la Seattle de los años 80s en una pesadilla llena de sangre mientras tiene a una joven en la mira.   


Comentarios generales:

Es claro que el “fenómeno Terrifier” se encuentra en su apogeo y en estos momentos existen muchos intentos por tratar de sacar a ese nuevo personaje que pueda colgarse del éxito que dicha franquicia ha logrado construir. El problema es que parece que pocos entienden las razones por las que los fans han recibido de tal forma a Art the Clown y fallan en su intento por replicarlo, tal como ocurre con Die’ced: Reloaded.

Ya que lo traído por Jeremy Rudd es de esos casos en el que aciertan de cierto modo desde el lado de la violencia expuesta, pero falla en todo lo demás. En gran parte porque se trata de una historia cuyo soporte es un cortometraje de 2023 (dirigido por el propio Rudd) y por lo consiguiente la idea central no está pensada para desarrollarse de manera tan extensa, lo cual resulta por demás evidente durante la primera mitad dado a que, tras una introducción sangrienta, realmente no pasan muchas cosas de gran interés que logren expandir de manera significativa lo que existe detrás de este asesino.  

Una situación que tratan de corregir para la segunda mitad de la película al presentar de manera más constante escenas de muertes que añaden impacto a nivel visual; sin embargo, el hecho de que dichas escenas no tengan una construcción más elaborada y ocurran con personajes irrelevantes hace que la mayoría quede en el olvido rápidamente por lo poco que aportan. Generando con esto que la experiencia se vuelva aburrida y por grandes lapsos hasta incoherente debido a que la desconexión en detalles que uno supondría son fundamentales para la trama es difícil de ignorar, sobre todo cuando se supone que hay algo más en la obsesión de Benny por la chica a la que persigue.

Dejándonos así ante una parte final que apuesta fuertemente por la violencia para tapar todos los huecos y en cierto modo eso sirve para que sean los minutos más entretenidos. Aunque la manera en la que tratan de resolver las dudas generadas previamente es demasiado pobre y acelerada, haciendo que el rumbo que toman para tener una (casi segura) secuela se sienta demasiado forzado.

Las actuaciones en general son bastante malas y ni siquiera el propio Jason Brooks (Benny) logra generar algo interesante con un asesino que con su imagen podía dar para algo más. Mientras en producción se nota el presupuesto limitado, pero tiene ciertas cosas rescatables: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es poco atractiva, el score no destaca, el trabajo de sonido no está mal, los efectos prácticos tienen un tinte serie b que funciona y la labor de maquillaje es sólida. 

Opinión final: Die’ced: Reloaded es muy mala. Un slasher cuya idea no es terrible, pero está pesimamente ejecutada.

Ojometro:
*