martes, 5 de abril de 2016

Crítica: Cherry Tree (2016)


Producción irlandesa dirigida David Keating (Wake Wood) y escrita por Brendan McCarthy. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado mes de enero dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en DVD se dio justo este 5 de abril.

Sinopsis:

El mundo de Faith (Naomi Battrick) se pone de cabeza cuando se entera que su querido padre está muriendo por el cáncer que padece. Devastada, pronto encuentra consuelo en su entrenadora de hockey sobre pasto; quien revela ser la líder de un aquelarre de brujas y le ofrece la oportunidad de poder salvar a su padre a cambio de un bebé.



Comentarios generales:

El género de terror tiene una regla no escrita sobre la duración de sus películas, las cuales parecen estar obligadas a durar estrictamente 90 minutos. Obvio no es el caso con todas, pero un gran porcentaje suele apegarse a este tiempo por diversos motivos, lo cual no está mal; sin embargo, muchas veces el no querer alargarse demasiado termina siendo un arma de doble filo y con Cherry Tree tenemos uno de los ejemplos más claros de la actualidad.

Esto porque Keating y McCarthy nos presentan una historia que en todo momento se siente contada con el acelerador a fondo, donde el primer acto quiere establecer relaciones y dilemas de manera tan rápida que al final de cuentas ninguno de estos termina por interesarte demasiado gracias al pobre desarrollo con el que cuentan. Realmente nunca tienes el tiempo suficiente para sentir pena por la situación de Faith y el director es incapaz de generar una sensación de misterio sólida por medio del aquelarre al establecer la conexión entre ambas partes de manera seca, dejando todo el peso del primer acto en un breve conflicto interno de la protagonista que no dura ni cinco minutos y a una escena de muerte/resurrección visualmente atractiva.

Ya para el segundo acto las cosas toman un poco más de forma y el aspecto satánico queda más claro, pero aun así el mismo problema persiste con tal de darle más dinamismo a la película. Se dan saltos de tiempo exagerados que vuelven un poco complicado el descifrar cuantos días o semanas han pasado entre los sucesos y tampoco existe ningún aspecto dramático con el personaje de Faith que te haga creer su arrepentimiento por la decisión que tomó; aunque lo peor es que su conflicto con el aquelarre tampoco lleva a ningún lado. Su repentino cariño por el bebé se siente forzado y todo lo que desata su huida para salvarlo nunca logra generar un nivel de tensión lo suficientemente alto.

La parte final es lo más rescatable y en gran medida se debe a lo visual. No solo presenta una dosis de sangre mayor y se logra crear un entorno satánico interesante, sino que además el trabajo de maquillaje hace una labor muy buena para crear unas criaturas que le añaden un poco más de fantasía a una historia sobre brujas que había carecido de eso.

Las actuaciones son muy planas, a Battrick no le compras ningún tipo de reacción y Anna Walton no hace muchas cosas distintas a lo acostumbrado en otros trabajos. La producción es aceptable: el trabajo de fotografía deja algo que desear, la dirección de arte es decente, el score tiene buenas cosas, los efectos prácticos están bien hechos y el trabajo de maquillaje, como lo mencione anteriormente, es fundamental para que el último acto genere algo de interés.

Opinión final: Cherry Tree resultó muy decepcionante. Tiene algunas cosas interesantes, pero en general es un trabajo que no vale mucho la pena.

Ojometro:
**