viernes, 16 de noviembre de 2018

Crítica: Overlord (2018)


Película dirigida por Julius Avery, cuyo guión fue co-escrito por Billy Ray y Mark L. Smith. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México (así como en otros mercados) el pasado 9 de noviembre, recaudando hasta la fecha $23.6 de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un pequeño grupo de soldados estadounidenses se encuentran frente ante un terror inimaginable dentro de las líneas enemigas en la víspera del Día D.



Comentarios generales:

Una de las cosas que hicieron de Overlord una película tan interesante fue el hecho de que no se sabía absolutamente nada de esta, lo cual generó por meses un sinfín de rumores muy locos. Esto obviamente llevó a que muchos especularan sobre que era una entrega más de Cloverfield, idea que a mi no me emocionaba demasiado y es por eso que cuando por fin salió el trailer me alegre bastante al ver que se trataba de algo diferente debido a que, en definitiva, no hubiera encajado en lo absoluto con dicho universo.

Y es que antes que nada se tiene que dejar en claro que lo que nos trae Avery es una película de guerra hecha y derecha, probablemente no con tanta precisión histórica, pero de guerra al final de cuentas y por lo consiguiente se maneja como tal durante gran parte de la primera hora. Iniciando con una gran secuencia en donde se puede decir que el terror radica en lo que experimenta este grupo de soldados dentro del campo de batalla y es en base a esto con lo que se construye el primer acto. Uno que tiene sus momentos interesantes sin duda; sin embargo, conforme pasan los minutos el ritmo desciende y empiezas a cuestionar sobre si en verdad se trata de una película de terror.  

Es a partir de la segunda hora cuando las cosas se inclinan más hacia los estándares del género al revelar los experimentos e ir incrementando poco a poco el nivel de violencia, así como empezar a mostrar elementos que proporcionan un mayor impacto visual. Aunque lo más importante es que el ritmo vuelve a ser dinámico y ya nunca disminuye, situación que ayuda mucho considerando que lo bélico sigue siendo parte fundamental en el desarrollo.

La parte final es bastante entretenida. Aquí todo el tema “zombie” recibe mayor exposición y no defrauda, ya que se encuentra muy bien complementado con escenas de acción bien hechas que vuelven frenéticos los últimos minutos e incluso ayudan a que el desenlace se sienta como uno de mucho mayor escala por lo que supuestamente representó para el futuro de la humanidad.

Las actuaciones están bien, la mayoría de los personajes siguen estereotipos ya vistos en películas de guerra pero Jovan Adepo (Boyce) como el protagonista y Pilou Asbaek (Wafner) como el villano dejan una grata impresión. La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es impecable.  

Opinión final: Overlord está divertida. Una película para pasar el rato y disfrutar de buenas escenas de acción.

Ojometro:
***