viernes, 24 de mayo de 2024

Crítica: Blackout (2024)

Película escrita y dirigida por Larry Fessenden (Beneath). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de diciembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Charley (Alex Hurt) es un pintor convencido de que es un hombre lobo y está generando caos en un pequeño pueblo dentro de los Estados Unidos cuando hay luna llena.


Comentarios generales:

Como lo he mencionado en varias ocasiones, realizar películas sobre hombres lobo debe de ser una de las cosas más complicadas dentro del género de terror en la actualidad debido a que existe el sentimiento de que ya se ha contado todo lo que se podía contar y tratar de reinventar dicho subgénero es imposible. Por ello es que con cada trabajo de este tipo siempre tengo expectativas moderadas sin dejar de lado la esperanza de encontrarme con algo fresco, pero con Blackout me he llevado una decepción.

Ya que lo presentado por Fessenden es un drama que trata de explotar los conflictos internos de nuestro protagonista por medio de una historia que muy de vez en cuando se acuerda de añadir elementos de terror. Ofreciéndonos desde el primer acto un ritmo lento para poder exponer con la mayor claridad posible la inestable situación que se vive en el pueblo y cómo Charley es de cierta forma el centro de todo esto, no solo por el potencial riesgo que representa, sino porque es la única persona capaz de analizar la situación más allá del racismo y la politiquería que desata el temor por la criatura.

Algo que ciertamente no se escucha tan mal; sin embargo, la forma en la que se expone todo es aburrido, tratando de implementar un humor negro que no funciona y con una presencia fugaz del hombre lobo en un intento por mantener el “misterio” intacto el mayor tiempo posible. Convirtiendo así la experiencia en una frustrante porque nunca se nota un avance significativo y tampoco se tiene la capacidad para construir situaciones que proporcionen un impacto suficiente con el que se pueda generar una sensación de riesgo palpable dentro del pueblo, ya que la mayoría de las muertes se dan fuera de cámara.

Gracias a todo lo anterior se llega a la parte final sin mucha fuerza y aunque se pueden percibir algunos intentos por tratar de conseguirla, lo cierto es que las acciones siguen siendo blandas. Dejándonos así un desenlace en el que por lo menos se muestra al hombre lobo en plenitud, pero sin grandes ideas para que resulte amenazante y haga del cierre uno que valga la pena.

Sobre las actuaciones hay que decir que Alex Hurt hace una labor correcta y la breve aparición de Barbara Crampton (Kate) es bienvenida. Mientras que en cuanto a producción se nota el bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte no destaca, el score es genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje es más digna de serie de TV.

Opinión final: Blackout es decepcionante. Película aburrida en la que el hombre lobo es lo que menos importa.

Ojometro:
**