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martes, 20 de febrero de 2018

Crítica: Psychopaths (2018)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Darling, Carnage Park). Se estrenó directamente en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de enero.

Sinopsis:

Después de que un peligroso asesino en serie es ejecutado por medio de la silla eléctrica en una prisión de Los Ángeles, un grupo de psicópatas desatan el caos durante una noche que la ciudad nunca olvidará.



Comentarios generales:

Se podría decir que actualmente Mickey Keating es uno de los directores consentidos en la escena independiente del cine de terror, algo que se ha ganado en gran medida por la habilidad que ha demostrado para filmar películas en periodos de tiempo bastante cortos. Básicamente cada año saca una nueva y, además, suele conseguir la participación de actores con cierto renombre dentro del género; sin duda una labor que merece reconocimiento considerando las limitaciones que toda producción de este tipo suele tener, pero que tristemente no se traduce en una filmografía particularmente destacada y con Psychopaths sigue dicha tendencia.

Lo cual se me hace una pena debido a que tenía el material para sacar mínimo algo entretenido, la historia se prestaba para ello, pero lamentablemente parece que Keating estaba más interesado en acabar la película lo antes posible para poder seguir con su ritmo de filmación que en regalarnos algo decente. Ya que esto en esencia es una antología que no tiene pies ni cabeza, donde en lugar enfocarse en el desarrollo de las tres historias que presenta solo se dedica a tratar de generar un estilo visual que apantalle y, como consecuencia, te haga olvidar la poca coherencia que estas tienen no solo individualmente, sino también en conjunto.

Tratando de acoplarlas por medio de la voz de un narrador que nunca se siente como algo orgánico al brindarte información que resulta irrelevante o añadir ciertas conexiones que quedan paradas como simples casualidades. Realmente todo es una presentación constante de escenas con muy poco diálogo y con un uso de la música por momentos desesperante que solo buscan generar impacto a toda costa sin ningún otro propósito; nunca existe la intención de explicar si hay una conexión con el asesino que supuestamente desató todo este caos con su muerte o mínimo si fue la influencia principal de este grupo de psicópatas para cometer sus crímenes. Vamos… ni siquiera se hace el más mínimo esfuerzo por tratar de hacerte creer que esto se realiza en Los Ángeles.

La parte final tampoco ayuda mucho al ser una simple extensión de todo lo previo con una serie de secuencias pretenciosas que dejan muchas cosas a la interpretación y siguen priorizando un estilo visual por encima de todo lo demás. Provocando con esto que el desenlace sea increíblemente hueco.

De las actuaciones no se puede comentar demasiado debido a que la mayoría de los actores tiene realmente poco con que trabajar, siendo Ashley Bell la única que cuenta con algo más de material que le permite realizar algunas escenas decentes. La producción también es pobre: el trabajo de fotografía deja mucho que desear, la dirección de arte es raquítica, la selección musical no está mal pero fastidia después de un rato, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos están ok y la labor de maquillaje no presenta demasiadas cosas.

Opinión final: Psychopaths es bastante mala. Un ejemplo perfecto de película completamente hecha al vapor que no merece su tiempo.

Ojometro:
**

martes, 12 de julio de 2016

Crítica: Carnage Park (2016)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Darling, POD). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de julio, aunque aún no hay información disponible sobre su llegada a otros mercados o su salida en formato físico.

Sinopsis:

Es 1978 y un robo a un banco que salió terriblemente mal deja a Vivian (Ashley Bell) como la rehén de un par de criminales que huyen de la escena. Sin embargo, las cosas van de mal en peor cuando en su camino rumbo a México entran al terreno desértico de un dañado ex francotirador, quien los involucrará en un mortal juego del gato y el ratón.



Comentarios generales:

Debo de confesar que soy muy fan de toda película que se desarrolle en terrenos áridos e involucre algún tipo de inadaptado o inadaptados cuyo mayor propósito es aterrorizar a todo ser vivo que entre a sus territorios. Por ello Carnage Park era uno de los trabajos que más esperaba en el año, ya que desde el tráiler se podían notar sus influencias (The Texas Chainsaw Massacre, The Hills Have Eyes, Wolf Creek) y parecía que se uniría a esa lista de referencias obligadas en un futuro, pero al final se quedó a medio camino gracias a su falta contenido.

Y es que la película inicia verdaderamente bien con un escape que va mezclando el presente con los sucesos ocurridos en un no tan distante pasado para darte una idea general muy rápida de lo que desencadeno este desastre para Vivian. Todo por medio de una presentación muy bien cuidada que refleja al cine serie b de los 70s, pero que nunca pretende ser el punto central de tu atención y que solo sirve para complementar un primer acto lleno de tensión; donde el director con muy pocos elementos logra generar una sensación de peligro latente a base de diálogos que, en cuestión de minutos, cambian a una brutalidad gráfica para generar impacto inmediato mientras se entra a una dinámica completamente distinta rumbo al segundo acto.

Uno en el que el juego del gato y el ratón se desarrolla (al menos en su primera etapa) de manera muy fluida y con un ritmo casi perfecto mientras la protagonista se va a adaptando a las circunstancias dentro de este escenario totalmente adverso que le brinda muy pocas herramientas para poder sobrevivir. Sin embargo, esto con el paso de los minutos se va perdiendo cuando la historia se torna repetitiva y las decisiones de Vivian empiezan a resultar un tanto incoherentes; especialmente después de un aparente giro que básicamente acaba con la premisa y ocasiona que las acciones regresen a un punto muerto al que tratan de darle interés por medio de un cameo, pero que no es suficiente para arreglar el daño.

La parte final es bastante decepcionante. Aquí se entra en un punto en el que es muy evidente que el director ya no sabía cómo rellenar los minutos que faltaban y básicamente se limita a regalarnos una persecución en la oscuridad que involucra muchos gritos fastidiosos, donde además nunca queda claro qué ocurre con el estado mental de nuestra protagonista y los motivos detrás de las acciones del francotirador; teniendo como resultado una la resolución totalmente hueca. 

Las actuaciones están ok: Bell hace un trabajo aceptable mientras no la ponen a gritar por cualquier cosa y Pat Healy como el francotirador se encuentra bastante limitado en diálogos, pero en cuanto a presencia cumple con su papel. La producción está bien: el trabajo de fotografía es bueno hasta antes del último acto, la dirección de arte es lo común para estas historias, el score no tiene mucho peso, tiene un buen trabajo de sonido, los efectos son sólidos y el trabajo de maquillaje realmente solo se pone a prueba por unos minutos donde cumple con creces durante la escena más gráfica de todas.

Opinión final: Carnage Park está aceptable, aunque pudo ser mucho mejor. Recomendable más que nada para ver bajo renta.

Ojometro:
***

viernes, 21 de junio de 2013

Crítica: The Last Exorcism: Part II (2013)


Secuela de la película del 2010, la cual ahora está dirigida por Ed Gass-Donnelly y escrita tanto por él como por Damien Chazelle. Se estrenó en los Estados Unidos el pasado mes de marzo y en México en mayo; aunque su salida en formato físico se dio hace un par de días atrás.

Sinopsis:

Después de los sucesos ocurridos en la primera película, Nell Sweetzer (Ashley Bell) trata de rehacer su vida en una casa para chicas con problemas ubicada en Nueva Orleans. Por varios meses todo parece ir acorde al plan y poco a poco se adapta a su nuevo entorno, aunque ella no sabe que la fuerza demoníaca que alguna vez se apodero de su cuerpo quiere recuperarla a toda costa. 



Comentarios generales:

Esta debe de ser una de las secuelas más innecesarias de la historia del cine de terror y miren que eso es decir mucho.

Donelly nos trae un trabajo aburrido y totalmente intrascendente en donde sientes que la vida se te va porque se hace eterna; con una primera hora dedicada a ver como Nell se pasea por todos lados rodeada de cosas y eventos extraños, utilizando sustos fáciles cada dos minutos que pierden su efecto de manera muy rápida y un desarrollo que realmente no justifica por qué diablos decidieron tratar de expandir esta historia.

Probablemente lo mejor llega al final, más concretamente los últimos 20 minutos; ahí las cosas toman un poco más de fuerza. Sin embargo, me pareció sumamente decepcionante que no se atrevieran a enseñar al demonio y que todas las muertes se dieran fuera de cámara debido a que uno supone que tanta aburrición al menos te pagará con algo en el final, pero eso nunca ocurre.

Lo mejor de la película sin duda es la actuación de Ashley Bell, quien resulta bastante convincente y sigue demostrando que sus dotes de contorsionista no han cambiado. En producción sorprendentemente tiene poco; obviamente el cambio de formato es lo más evidente con respecto a la entrega anterior, pero de ahí en fuera es prácticamente lo mismo dado a que casi no hay sangre y los efectos se limitan a un tipo volando por una ventana y fuego hecho por computadora.

Opinión final: The Last Exorcism: Part II resultó ser bastante decepcionante y una nula expansión para algo que evidentemente querían convertir en una franquicia. Solamente la recomendaría por Bell, pero creo existen otras cosas mucho más interesantes que pueden ver en lugar de esto.

Ojometro:
**