Secuela de la película del 2010,
la cual ahora está dirigida por Ed Gass-Donnelly y escrita
tanto por él como por Damien Chazelle. Se estrenó en los Estados Unidos el
pasado mes de marzo y en México en mayo; aunque su salida en formato físico se
dio hace un par de días atrás.
Sinopsis:
Después de los sucesos ocurridos
en la primera película, Nell Sweetzer (Ashley Bell) trata de rehacer su vida en
una casa para chicas con problemas ubicada en Nueva Orleans. Por varios meses
todo parece ir acorde al plan y poco a poco se adapta a su nuevo entorno,
aunque ella no sabe que la fuerza demoníaca que alguna vez se apodero de su
cuerpo quiere recuperarla a toda costa.
Comentarios generales:
Esta debe de ser una de las secuelas
más innecesarias de la historia del cine de terror y miren que eso es decir
mucho.
Donelly nos trae un trabajo aburrido y totalmente intrascendente en donde sientes que la vida se te va porque se hace eterna; con una primera hora dedicada a ver como Nell se pasea por todos lados rodeada de cosas y eventos extraños, utilizando sustos fáciles cada dos minutos que pierden su efecto de manera muy rápida y un desarrollo que realmente no justifica por qué diablos decidieron tratar de expandir esta historia.
Probablemente lo mejor llega al final, más concretamente los últimos 20 minutos; ahí las cosas toman un poco más de fuerza. Sin embargo, me pareció sumamente decepcionante que no se atrevieran a enseñar al demonio y que todas las muertes se dieran fuera de cámara debido a que uno supone que tanta aburrición al menos te pagará con algo en el final, pero eso nunca ocurre.
Donelly nos trae un trabajo aburrido y totalmente intrascendente en donde sientes que la vida se te va porque se hace eterna; con una primera hora dedicada a ver como Nell se pasea por todos lados rodeada de cosas y eventos extraños, utilizando sustos fáciles cada dos minutos que pierden su efecto de manera muy rápida y un desarrollo que realmente no justifica por qué diablos decidieron tratar de expandir esta historia.
Probablemente lo mejor llega al final, más concretamente los últimos 20 minutos; ahí las cosas toman un poco más de fuerza. Sin embargo, me pareció sumamente decepcionante que no se atrevieran a enseñar al demonio y que todas las muertes se dieran fuera de cámara debido a que uno supone que tanta aburrición al menos te pagará con algo en el final, pero eso nunca ocurre.
Lo mejor de la película sin duda
es la actuación de Ashley Bell, quien resulta bastante convincente y sigue
demostrando que sus dotes de contorsionista no han cambiado. En producción sorprendentemente
tiene poco; obviamente el cambio de formato es lo más evidente con respecto a
la entrega anterior, pero de ahí en fuera es prácticamente lo mismo dado a que
casi no hay sangre y los efectos se limitan a un tipo volando por una ventana y
fuego hecho por computadora.
Opinión final: The Last Exorcism:
Part II resultó ser bastante decepcionante y una nula expansión para algo que evidentemente
querían convertir en una franquicia. Solamente la recomendaría por Bell, pero
creo existen otras cosas mucho más interesantes que pueden ver en lugar de esto.
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