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martes, 26 de septiembre de 2023

Crítica: Natty Knocks (2023)

Película dirigida por Dwight H. Little (Halloween 4: The Return of Michael Myers) y escrita por Benjamin Olson. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que a México llegó a las salas de cines el pasado 21 de septiembre.

Sinopsis:

En la víspera de Halloween, Britt Henderson (Charlotte Fountain-Jardim) y los niños a los que tiene que cuidar deben de tratar de sobrevivir la amenaza de un peligroso asesino que azota al pequeño pueblo donde viven.


Comentarios generales:

Si algo tiene México es que suele ser un mercado rentable para el cine de terror y no es raro que, películas que en otros países se estrenan solo en VOD, acá si lleguen a las salas de cine. Situación que se podría pensar que es genial, pero en realidad la mayoría de las veces solo se trata de una medida desesperada por parte de los estudios para sacar algo de dinero como sea y con ello llenan la cartelera de proyectos mediocres como Natty Knocks.

Un slasher cuya única razón para verla es la presencia de iconos del género como Robert Englund (Mr. Meredeth), Danielle Harris (Diane) y Bill Moseley (Abner Honeywell), ya que realmente lo traído por Little no se sostiene por ningún lado y se siente como una película de hace 30 o 40 años. Lo cual en gran parte se debe a que la historia pretende manejar fundamentos típicos del slasher y combinarlos con un elemento sobrenatural que en ningún punto logran integrarlo de manera adecuada, siendo factor fundamental para esto el hecho de que el asesino queda relegado a un segundo plano durante la primera mitad del filme para brindarle más atención a un elenco infantil desesperante con problemas familiares que no te podrían importar menos.

Provocando con esto que no se pueda profundizar demasiado sobre Abner Honeywell y por lo consiguiente existan muy pocas muertes durante un periodo considerable de tiempo. Situación que tratan de disimular un poco por medio de una investigación que en todo momento se siente demasiado apresurada al estar construida con puros sucesos circunstanciales que no ayudan en lo absoluto a generar el impacto necesario para que nuestro asesino se pueda manifestar como esa amenaza tan terrible que se supone que es.

Un problema que evidentemente hace que el camino rumbo a la parte final carezca de emociones y se apueste todo a que sean precisamente los minutos finales los que aporten todas las necesarias para salvar las cosas. Algo que no logran hacer, aunque por lo menos el desenlace si tiene un poco más de intensidad y trata de darle cierto sentido al aspecto sobrenatural (sin mucho éxito).

Con respecto a las actuaciones, sin duda quien deja una mayor impresión es Bill Moseley y Charlotte Fountain-Jardim no hace un mal trabajo para ser debutante. Sin embargo, todo lo que respecta al casting infantil/adolescente es insufrible y eso hace que la experiencia resulte aún más difícil de digerir.

Y en cuanto a producción tampoco tiene mucho para presumir: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no destaca, el score es genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje poco arriesgada.

Opinión final: Natty Knocks es mala. Un slasher pobre del que difícilmente se acordarán una semana después de haberlo visto.

Ojometro:
**

martes, 6 de febrero de 2018

Crítica: The Midnight Man (2018)


Película dirigida por Travis Zariwny (Intruder, Cabin Fever), cuyo guión fue escrito por Rob Kennedy. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de enero, pero todavía no hay información sobre si llegará a otros mercados o sobre si tendrá lanzamiento en formato físico.

Sinopsis:

Una chica adolescente y sus amigos encuentran un juego en el ático de la casa de su inestable abuela, el cual consiste en seguir una serie de extrañas reglas. Al inicio no parece tener ningún sentido, pero con el paso de los minutos se darán cuenta que han despertado a un ente maligno popularmente conocido como The Midnight Man. 



Comentarios generales:

Cuando cuentas con dos nombres del calibre de Robert Englund y Lin Shaye es un hecho que tendrás a todo el mundo mirando cuidadosamente tu producto sin importar si se trata de una producción grande o pequeña, ya que su trayectoria dentro del género los respalda como para pensar que podemos ver algo digno estando ellos en pantalla. Sin embargo, cuando hablamos de películas basadas en creepypastas todo eso no importa debido a que, si algo nos ha enseñado la historia reciente, es que estas adaptaciones suelen ser bastante malas y en el caso de The Midnight Man no podemos decir haya sido la excepción.

Un resultado que en gran medida se debe a las propias reglas que le dan vida al juego en el que se sustenta la creepypasta, ya que después de un prólogo que te vende una historia bastante sangrienta el director no sabe cómo mantener ese tono precisamente porque tiene que darle importancia a estas. Lo cual es un problema debido a que dichas reglas son demasiadas y eso provoca que el primer acto se sienta excesivamente largo al tener que destinar gran parte de este a establecerlas de manera lenta mientras te exponen al personaje senil de Anna (Shaye) con un comportamiento que raya en lo caricaturesco y a un par de adolescentes que llevan a cabo acciones genéricas para entender lo que hay detrás del juego.

Esto hace que el ritmo sea cansino desde temprano y que la aparición de The Midnight Man carezca de impacto, ya que aunque si existen esfuerzos por querer presentarlo como una amenaza importante por medio de escenas visualmente llamativas, a este nunca puedes tomarlo en serio gracias a que todo lo que hace son persecuciones por la casa sin gran chiste; además de que su voz es más cómica que otra cosa.

Igualmente, justo cuando hace acto de presencia se empiezan a integrar elementos de manera conveniente para darle algo más de sustancia a la historia, tales como el incluir un nuevo personaje de la nada que principalmente sirve como carne de cañón, un momento romántico o flashbacks cuyo principal objetivo es tratar de darle algo de sentido al comportamiento de la abuela. Esto último siendo más relevante de lo que parece porque cambia en cierta medida el propósito de dichas reglas.

Situación que abre la puerta a ciertas libertades para que The Midnight Man termine imponiendo sus propias condiciones con el afán de volver impredecible lo que va a ocurrir en el desenlace, a pesar de que realmente es muy sencillo saber qué es lo que hará para lograr su cometido por un guiño que te dan desde temprano.

Las actuaciones no son nada para presumir: Lin Shaye alcanza niveles caricaturescos del tipo que uno vería en Scooby Doo, Robert Englund solo aparece a lo mucho 5 minutos y los adolescentes no te inspiran absolutamente nada. La producción es donde queda mejor parada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es bastante buena, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, la mayoría de los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Midnight Man es decepcionante. Una película que tenía elementos para funcionar y que termina fallando de manera estrepitosa.

Ojometro:
**

lunes, 15 de agosto de 2016

Crítica: The Funhouse Massacre (2016)


Película dirigida por Andy Palmer (Find Me), cuyo guión fue escrito por Ben Begley. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de junio, aunque todavía están pendientes las fechas de su llegada a otros mercados.

Sinopsis:

Seis de los psicópatas más peligrosos del mundo se escapan de un manicomio y proceden a desatar el terror entre el público dentro de una casa de los horrores durante la noche de Halloween, la cual está inspirada precisamente en sus crímenes más sangrientos.



Comentarios generales:

Robert Englund es uno de los personajes más queridos y respetados dentro del género, así que cuando una película cuenta con su participación es prácticamente una obligación verla. Obvio con esto las expectativas crecen y en el caso de The Funhouse Massacre había mucha curiosidad considerando que la vendían como un homenaje a los trabajos de atracciones de los 80s (especialmente The Funhouse de Tobe Hooper), algo que sin duda cumple; aunque con un humor que podrá no ser muy atractivo para todo el mundo.

Y es que después de un inicio sangriento que establece lo peligrosos que son los psicópatas (con sorpresa incluida que seguro causará malestar) la película cae en una dinámica sustentada en un humor muy simple por medio de personajes estereotipados que, además de no aportar mucho, te mete la idea de que el aspecto cómico será lo dominante en una historia cuya esencia tendría que ser la violencia. Provocando así que el primer acto sea uno bastante lento, pero que poco a poco se va recuperando conforme las acciones se trasladan dentro de la atracción y se empieza a explicar de mejor manera lo que hay detrás de este macabro plan para generar un deseo genuino por querer ver la masacre que nos espera.

Una que es realmente efectiva y sin duda el alma de todo esto, ya que la manera en la que se desarrolla es algo muy entretenido de ver gracias al balance entre humor/gore que el director logra; uno que además se ve beneficiado por un ritmo caótico y un trabajo visual en extremo llamativo. En verdad todo lo que tiene que ver con la casa de los horrores está muy bien hecho y por lo mismo el espectador siente como si estuviera dentro de una de estas atracciones; en donde además se muestra un aspecto un tanto perturbador sobre como las personas bien podrían no diferenciar en ciertas circunstancias lo que es verdad y lo que es ficción.

Para nuestra mala suerte la parte final decae un poco, no tanto por la ausencia de sangre o momentos de impacto, sino porque se siente muy acelerada. La mayoría de los psicópatas pasan a segundo término y el conflicto que a lo largo de toda la película se va construyendo termina de manera abrupta, sin demasiadas respuestas y con la clara encomienda de dejar preparado el camino para una posible secuela.

Las actuaciones están bien, no son ninguna maravilla y por lapsos el humor manejado vuelve a ciertos personajes detestables, pero en general cumplen con su propósito. La producción es de factura sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es lo mejor de la película, el score está ok, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos son en su mayoría prácticos bien hechos y la cuestión del maquillaje no desentona.

Opinión final: The Funhouse Massacre me entretuvo. Ciertamente no es para todos los gustos, pero si logran digerir su humor seguro pasarán un buen rato.

Ojometro:
***

domingo, 9 de noviembre de 2014

Ranking: A Nightmare on Elm Street

El día de hoy se cumplen treinta años del estreno de A Nightmare on Elm Street, una de las películas más importantes en la historia del cine de terror creada por la mente del siempre polémico Wes Craven. 

Sin duda alguna un pilar absoluto que ayudó a popularizar el género slasher durante la década de los 80s y que además dio vida a uno de los iconos más grandes del terror como lo es Freddy Krueger.

Para celebrar esto tenía pensado escribir solo sobre la película original, pero dado a que la saga de Elm Street es bastante grande mejor decidí hacer un ranking personal sobre esta y así no dejar nada de lado. Ya que como toda franquicia de terror ha tenido desde grandes trabajos hasta bodrios insufribles que, para bien o para mal, han dejado un legado que solo unas cuantas pueden igualar tanto en cantidad como en relevancia.

Al momento de realizar el ranking tome en cuenta las nueve películas que se consideran oficiales: las seis de la línea de tiempo 1984-1991, New Nightmare, el crossover de Freddy vs. Jason y el remake de 2010. Dejando fuera otros trabajos alternos como el documental Never Sleep Again: The Elm Street Legacy o la serie de TV Freddy's Nightmares.

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9 - A Nightmare on Elm Street 2: Freddy's Revenge (1985)



Director: Jack Sholder
Recaudación: $29.9 millones
Ojometro: *

Nunca he sido fan de Freddy's Revenge, tal vez porque aquí en México la pasaban hasta el cansancio por TV totalmente censurada o porque siempre he encontrado absurdo todo el tema homoerótico que la rodea, pero simplemente no hace “click” conmigo.

Craven nunca quiso hacer una secuela y básicamente cuando saltó del barco el proyecto ya estaba condenado, especialmente porque el guión de David Chaskin tira por la borda todo lo que la primera entrega construyó. Ya que la sola idea de que Freddy mate a sus víctimas en el mundo real y no dentro de sus sueños por medio de la posesión del cuerpo de Jesse siempre me ha parecido muy estúpida debido a que le quita todo el sentido a lo que lo hacía verdaderamente aterrador, a pesar de que aquí la parte cómica todavía sigue siendo mínima.

Además, salvo por la escena de la masacre en la alberca, no tiene muchas cosas memorables. 


8 - A Nightmare on Elm Street (2010)



Director: Samuel Bayer
Recaudación: $115.6 millones
Ojometro: *

Contrario a otros remakes, con el de A Nightmare on Elm Street nunca deje de pensar que iba a ser un verdadero desastre gracias a una sola cosa: la ausencia de Robert Englund. 

Y es que a diferencia de otros slashers conocidos en donde basta con conseguir a alguien con una presencia física importante para ocultarlos detrás de una máscara, aquí la personalidad de Freddy es pieza fundamental para que funcione y aunque pienso que Jackie Early Haley no lo hace mal, simplemente no logra hacer que esta versión resalte como debería.

Lo único que le reconozco es el esfuerzo por tratar de regresarle un tono mucho más oscuro a la franquicia, pero en su afán por lograrlo crearon un trabajo que todo el tiempo se siente forzado, sin alma; hecho más que nada para explotar la popularidad del personaje y que las nuevas generaciones lo conocieran mientras la caja registradora sonaba. Además es genérica como pocas, con mucha sangre pero sin nada de imaginación con las muertes y tiene una protagonista que odió estar ahí y se nota todo el tiempo.

Simplemente hay películas que nunca debieron de existir y esta es una de esas. 


7 - A Nightmare on Elm Street 5: The Dream Child (1989)



Director: Stephen Hopkins
Recaudación: $22.1 millones
Ojometro: *

Este es un caso curioso porque de todas las entregas esta probablemente sea la que trate temas mucho más delicados para la década de los 80s, pero a la vez deja claro que Nightmare on Elm Street no era precisamente el mejor lugar para exponerlos cuando la franquicia ya se encontraba más del lado cómico que del terror.

The Dream Child es una mezcla de muchas cosas que provocan que la historia en si sea un desastre total, donde no solo parece muy absurdo el tema de alimentar a un bebe por medio de almas, sino que la profundización sobre la historia de Krueger luce sumamente forzada. Además de que cuenta con el nada agradable reconocimiento de ser la película con el menor número de muertes (3) y con la que tal vez sea la actuación más pobre de Englund.

También es la clara evidencia de que el público se estaba empezando a cansar un poco, no solo de la franquicia, sino del cine de terror en general. Ya que esta es la segunda peor entrega en cuanto a recaudación en taquilla se refiere. 


6 - Freddy's Dead: The Final Nightmare (1991)



Director: Rachel Talalay
Recaudación: $34.8 millones
Ojometro: **

Si se pregunta por la peor película de la franquicia es probable que un gran número de fans mencionen esta, algo comprensible considerando que es por mucho la más cómica de todas y donde ponen a Krueger más como un bufón que otra cosa. Aún así, personalmente nunca me ha desagradado como las tres anteriores; de hecho, creo que es ese lado bufonesco lo que brinda los mejores momentos.

The Final Nightmare fue otra de las tantas entregas que tuvieron que lidiar con cambios en el guión de último minuto, lo cual genera varios huecos creativos al momento de unir todas las piezas: la historia de la hija se siente forzada, Jon Doe termina siendo irrelevante y todo el mundo parece aceptar la existencia de Freddy sin problemas, incluso sin saber de él. Aunque junto con todo eso tenemos momentos sumamente locos, muertes entretenidas, cameos y muchas frases para la posteridad.

Además se puede decir que este es el cierre definitivo de la historia original (la entrega que le siguió manejó un concepto completamente distinto) y eso generó un interés importante en su momento al tener una recaudación de 34.8 millones de dólares en taquilla, convirtiéndola así en la quinta más exitosa en ese rubro. 


5 - Freddy vs. Jason (2003)



Director: Ronny Yu
Recaudación: $114.9 millones
Ojometro: ***

¿Placer culpable? Puede ser. De hecho, este crossover me ha gustado más y más con el paso del tiempo con respecto a la primera vez que lo vi; en gran medida porque se me hace muy entretenida.

Evidentemente no tiene la mejor historia, ni tampoco podemos olvidar tan fácil el hecho de que Kelly Rowland recibe más tiempo en pantalla que Katharine Isabelle, pero para todos los que sufrimos la espera de diez largos años para ver esta película poco importa eso. Aquí lo que cuenta es ver a Freddy y a Jason destrozándose mutuamente, algo que se logra de manera estupenda debido a que cada escena en donde interactúan este par de iconos es oro puro. Ni que decir de su épica pelea final.

Es entretenimiento barato y, tal vez, un tipo de crossover que nunca más volveremos ver.


4 - A Nightmare on Elm Street 4: The Dream Master (1988)



Director: Renny Harlin
Recaudación: $49.3 millones
Ojometro: ***

Usualmente detestada por muchos por ser el claro punto en donde la franquicia tomo un enfoque más cómico, pero a mí siempre me ha gustado y considero que es la última buena entrega ligada con la historia original.

The Dream Master significa básicamente el comienzo de la segunda vida de Nightmare on Elm Street, ya que no solo termina por eliminar los vestigios que quedaron pendientes en Dream Warriors, sino que además es el cambio de estafeta en cuanto a la heroína se refiere: aquí es donde Alice toma el lugar que dejo pendiente Nancy y, en cierta forma, creo que resulta una mucho mejor contraparte para Freddy.

Tiene buenas muertes (de las entregas con mayor número junto con la 2 y 3), la forma de poner en peligro a los nuevos personajes está bien pensada y sobre todo cuenta con una gran actuación por parte de Robert Englund. Quien básicamente acepta cualquier cosa que le pidan hacer para imprimirle todo su sello personal.

Además, sin duda alguna fue el punto más alto en la popularidad de Krueger debido a que tiene el honor de ser la película de terror más taquillera de la década de los 80s (que no es cosa menor) y es la tercera dentro de toda la franquicia. 


3 - Wes Craven's New Nightmare (1994)



Director: Wes Craven
Recaudación: $19.7 millones
Ojometro: ****

A mi juicio una de las películas más subvaloradas del género, la cual terminó sufriendo los estragos que provocaron tanto The Dream Child como The Final Chapter. Y como muestra está el dato de que se trata de la película con menos recaudación de todas (aunque en críticas es de las mejor valoradas).

Un factor común que tienen los tres primeros puestos del ranking es que Wes Craven estuvo involucrado directamente con la elaboración del guión y con New Nightmare demuestra que solo él parece saber realmente como manejar a Freddy. Aunque en este caso lo que la hace tan especial es la nueva dirección que le brinda a todo el universo de Elm Street, cambiando completamente la temática para tratar de que ahora sean los propios filmes los que superen a la realidad y no los sueños; agregándole un trasfondo mucho más oscuro que limita la presencia de Krueger, pero le devuelve ese aire amenazador de la primera entrega.

Además reúne a parte del elenco original, lo que es poco común.


2 - A Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors (1987)



Director: Chuck Russell
Recaudación: $44.7 millones
Ojometro: *****

Después del desastre que significó Freddy's Revenge, New Line Cinema se tomó su tiempo para sacar una tercera entrega y para ello trajeron de vuelta a Craven (quien pretendía que esta fuera el cierre definitivo). Una decisión más que acertada, ya que si bien hubo discrepancias sobre el rumbo de la historia y una re-edición del guión, al final Dream Warriors resultó ser la perfecta mezcla de terror/comedia en toda la franquicia.

Utilizando el tema de los suicidios se vuelve a conectar todo con la original y aunque evidentemente Freddy aquí ya empieza a ser un asesino mucho más cómico, este todavía mantiene cierto aire amenazante que ayuda en demasía a darle un toque muy particular a las muertes dentro de esta entrega. Además de que por primera vez se profundiza sobre sus orígenes. 

Devolvió las bases del terror mediante los sueños, le dio a los fans el enfrentamiento final entre Nancy y Krueger, tiene unos efectos especiales muy destacados e incluso integra elementos que todavía fueron utilizados en los años posteriores como el Hypnocil, Westin Hills o el concepto de desarrollar habilidades especiales dentro de los sueños.

Mi único problema (además de The Wizard Master) es que, a pesar de que en la línea de tiempo ya han pasado siete años, la verdad es muy difícil creerte la idea de que Nancy sea doctora cuando se sigue viendo igual de joven que la mayoría de los pacientes asesinados. 


1 - A Nightmare on Elm Street (1984)



Director: Wes Craven
Recaudación: $25.5 millones
Ojometro: *****

¿Qué más se puede decir de esta película? Ya que con A Nightmare on Elm Street uno no solo está hablando sobre la mejor entrega de la franquicia, sino también sobre una de las películas de terror más importantes, originales e influyentes de toda la historia.

Es la muestra más clara de que Wes Craven era una de las mentes más creativas de aquella época al presentarnos un concepto que jugaba todo el tiempo con la perspectiva del espectador de manera brillante; en donde la violencia gráfica era importante, pero cuyo principal sustento se daba en la idea de lo indefenso que estaba el ser humano tanto en sus sueños como en la vida real gracias a los estragos que ocasionaba el no poder dormir. 

Además, contrario al rumbo que con el paso del tiempo tomó la franquicia, aquí el terror es lo que predomina: la primera escena en donde sale Freddy me sigue pareciendo aterradora y aunque el personaje si tiene ciertas dosis de humor, este es una amenaza extremadamente potente cada vez que aparece en pantalla.

Cuenta con varias escenas memorables (incluidas dos de las muertes más espectaculares en el historial de Krueger), los efectos especiales siguen siendo muy sólidos incluso después de treinta años, catapultó a Robert Englund como un icono del género de terror y tiene el plus de ser el filme en donde debutó una mega estrella como Johnny Depp. Incluso en taquilla fue todo un éxito en su momento.

Es toda una historia de éxito y una película de la que se seguirá hablando durante décadas.