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martes, 16 de enero de 2024

Crítica: The Rope Curse 3 (2023)

Película dirigida por Shin-Han Liao (The Rope Curse 1 y 2), cuyo guión fue co-escrito por Keng-Ming Chang y Tzu-Ming Ma. Se estrenó en cines dentro de Taiwán en agosto de 2023, mientras que su estreno a nivel mundial se dio en Netflix el pasado 18 de diciembre.

Sinopsis:                               

Un joven escéptico que aspira a ser estrella del parkour y a la vez es hijo de una familia de exorcistas, se ve atrapado en una serie de eventos aterradores dentro de un misterioso hotel.


Comentarios generales:

La verdad es que mi conocimiento sobre The Rope Curse se debe a que normalmente me aparece en las recomendaciones de Netflix, pero nunca me había llamado la atención. Sin embargo, ante la habitual falta de películas a inicios de año me pareció una buena oportunidad para ver las tres películas existentes y saber por qué sigue vigente en Taiwán, aunque sinceramente creo que The Rope Curse 3 puede ser el límite para muchos curiosos como yo.

Y es que lo que presenta Shin-Han Liao para esta tercera entrega ya se siente demasiado forzado y gracias a ello la historia carece del atractivo que las otras dos si llegan a tener, siendo su mayor apuesta la continuidad que le dan a ciertas cosas de la segunda entrega para que en realidad se sienta más como solo una parte de un evento mayor.

Lo malo es que lo que lleva a ese evento resulta demasiado rebuscado y desde muy temprano las situaciones presentadas no logran generar la tensión necesaria para poder vender la idea sobre que el espíritu que está detrás representa un peligro tan grande. Recurriendo a cierto tipo de comedia que no funciona de buena forma y a una serie de recursos que terminan sobreexplotando dentro del hotel con la esperanza de elevar la tensión a niveles aceptables para tratar que las muertes por lo menos tengan algún impacto significativo.

Todo esto con resultados muy pobres que solo provocan que el visionado se vuelva demasiado aburrido a pesar de que el ritmo como tal no es tan lento y así se vayan exprimiendo los minutos hasta que se llegue a una parte final que juega un poco más con los elementos sobrenaturales. Lo cual hace que el desenlace no sea tan gris debido a su extravagancia por medio de la “danza” de siete pasos y el grado emocional aceptable que eso trae consigo para el protagonista. 

Las actuaciones son mediocres en general, siguiendo los patrones exagerados de muchas otras en el cine de terror asiático pero sin lograr en ningún momento que alguno de los personajes te resulte de interés. Mientras que en producción se nota el presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es cumplidor, la dirección de arte no está mal, el score es genérico, el trabajo de sonido resulta efectivo y lo referente a efectos/maquillaje es sencillo.

* Cuenta con una escena post-créditos  

Opinión final: The Rope Curse es mediocre. Secuela absurda que aporta poco o nada a una franquicia poco atractiva.

Ojometro:
**

martes, 19 de julio de 2022

Crítica: Incantation (2022)

Película taiwanesa dirigida por Kevin Ko (Invitation Only), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Chang Che-wei. Se estrenó dentro de cines en Taiwán durante el mes de marzo, mientras que hizo lo propio a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 8 de julio.

Sinopsis:

Seis años atrás, Li Ronan (Hsuan-yen Tsai) fue maldecida después de romper un tabú religioso. Pero ahora en la actualidad deberá proteger a su pequeña hija de las consecuencias de sus actos.


Comentarios generales:

Cuando empiezo a escuchar cosas como “la más aterradora” o “una película que si da miedo” inmediatamente mi interés se incrementa, no tanto por el tema de si da miedo o no, sino más bien porque eso quiere decir que la película en cuestión tiene algo en particular por lo que está llamando la atención de gente que no suele ser fan del cine de terror. Y en el caso de Incantation resulta bastante obvio cuál es la novedad, a pesar de que realmente será una experiencia promedio para la gran mayoría de los fans del género.

Ya que lo traído por Kevin Ko es un found footage con una estructura no lineal que se sustenta en dos periodos de tiempo para que el espectador sienta una curiosidad inmediata por saber exactamente qué es lo que hizo Ronan para obtener dicha maldición y su razón para mostrar el video. Una decisión por demás acertada debido a que con esto las acciones de la primera media hora de metraje te atrapan sin que te pongas a cuestionar de manera tan profunda lo genéricas que resultan la mayoría de estas y porque así se logra establecer una dinámica interesante que hace del acercamiento madre/hija uno que te importe lo suficiente como para que quieras que a la niña no le ocurra nada.

Hasta ahí va todo bien, sin embargo, una vez que se entra al segundo acto se va cayendo de a poco en una experiencia aburrida por grandes lapsos. En gran parte porque se opta por ir alargando de manera innecesaria la revelación clave y eso termina resultando contraproducente teniendo dos líneas de tiempo debido a que la fluidez con las que se van intercalando no es la mejor y llega un punto en el que hay demasiadas distracciones que quitan el enfoque del problema central. Además de que se utilizan los mismos recursos varias veces para tratar de añadir sustos que no son tan efectivos como uno esperaría y, por lo consiguiente, no se logra alcanzar un nivel de intensidad elevado que ayude a mejorar el ritmo.

Aunque afortunadamente para la parte final dicha intensidad se logra generar un poco cuando por fin se revela el secreto que tanto ha tardado en llegar. Recuperando algo de agilidad en las acciones y provocando cierto nivel de satisfacción al saber cuál es el verdadero motivo de Ronan para andar mostrando los videos, dejando así que el desenlace tenga mayor sentido del que esperabas.

De las actuaciones realmente Hsuan-yen Tsai no lo hace mal, su sufrimiento en pantalla te atrapa y gracias a eso varias escenas logran salir adelante a pesar de lo predecibles que pueden llegar a resultar. En cuanto a producción también podemos ver buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la edición no es la mejor, el score tiene momentos interesantes, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje cumple.  

Opinión final: Incantation está ok. Found footage con un concepto ingenioso que nunca termina por explotar.

Ojometro:
*** 

viernes, 8 de julio de 2022

Crítica: The Sadness (2022)

Película taiwanesa escrita y dirigida por Rob Jabbaz. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de mayo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una joven pareja se trata de reunir en medio del caos después de que Taiwán se ve azotado por un virus que convierte a los habitantes en unos degenerados sedientos de sexo y sangre. 


Comentarios generales:

El género de terror suele ser uno en donde se puede intentar cualquier cosa dada las libertades que ofrece, pero pocos son los directores que suelen ir demasiado lejos en cuanto al nivel de violencia se refiere. Simplemente existen algunos límites y cuando una película se atreve a cruzarlos siempre va a generar mucho ruido a niveles mainstream ante la experiencia retadora que puede significar el visionado para aquellos que no estén acostumbrados a ver cosas de este tipo y sin duda The Sadness es uno de esos ejemplos.

Algo que además resulta sorpresivo si tomamos en cuenta que Jabbaz utiliza uno de los subgéneros más explotados para hacerlo, aunque en este caso no son zombies como tal, sino infectados con un comportamiento primitivo que están plenamente consientes de sus actos. Utilizando de excusa la pandemia sin que sea precisamente una crítica a su politización o los descuidos que causaron tantas muertes, sino más bien solo la usa como vía para mostrar un viaje lleno de violencia y sexo en el que casi todo se vale para lograr que el espectador no haga la vista a un lado.

Y afortunadamente lo logra sin tener que sacrificar la inteligencia de los personajes o al guión en sí, ya que de hecho hay una historia simple en todo esto que logra interesarte lo suficiente y en base a eso se van construyendo los momentos de brutalidad que poco a poco te venden la posibilidad de que tal vez nuestros protagonistas no sean capaces de salir ilesos de esta problemática. La cual se desarrolla bajo un ritmo bastante frenético y evidentemente explosivo ante el gorefest que se presenta en cada situación de peligro existente, con el cual el director se da rienda suelta en el tema de la violencia pero también deja ciertas cosas fuera de cámara que pudieran haber resultado demasiado perturbadoras y mejor opta porque solo se escuche lo que ocurre.

Llevándonos así a la parte final con contados contratiempos; sin embargo, aquí es donde flaquea un poco. No tanto porque el gore se vea disminuido, sino porque se nos presenta una situación con un doctor que se siente fuera de lugar y termina quitándole intensidad a un desenlace que se va más hacía el lado desgarrador de las consecuencias del virus en cualquier persona y no tanto en el shock visual. 

Sobre las actuaciones hay que decir que es de esas películas que funcionan más por su conjunto que por una individualidad y en general el elenco lo hace bastante bien. Mientras que en producción se nota una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido es bastante bueno y todo lo referente a efectos/maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Sadness me gustó. Una de las películas más violentas y brutales que han salido en años recientes.

Ojometro:
****

viernes, 11 de septiembre de 2020

Crítica: The Bridge Curse (2020)


Producción taiwanesa dirigida por el debutante Lester Hsi, cuyo guión fue co-escrito por Keng-Ming Chang y Po-Hsiang Hao. Se estrenó en cines en Taiwán a inicios de año, mientras que su llagada a Netflix dentro de múltiples mercados se dio el pasado 27 de agosto.

Sinopsis:

Unos estudiantes universitarios planean realizar una prueba de iniciación para sus compañeros y para ello han escogido el lugar perfecto: un puente dentro del campus que se rumora está embrujado por el fantasma de una mujer vengativa.



Comentarios generales:

El J-Horror evidentemente es un producto japonés que alcanzó su gloria hace dos décadas atrás, pero eso no significa que su influencia haya desaparecido debido a que sigue estando muy presente en la actualidad. Sobre todo en producciones de otros países asiáticos que claramente siguen teniéndolo como su máxima referencia y utilizan su fórmula al pie de la letra para tratar de replicar el éxito de antaño, tal como es el caso de The Bridge Curse.

El problema de todo esto es que dicho tipo de cine ya fue explotado hasta el cansancio y en pleno 2020 lograr replicar la gloria del pasado resulta por demás complicado, algo que sin duda se puede notar claramente con lo que nos trae Lester Hsi. Quien nos regala una película estándar sobre fantasmas en la que el principal atractivo es el manera en la que se nos presentan las acciones, combinando el found footage con filmación tradicional bajo el propósito de contar una historia dentro de la historia y con ello tratar de agregar cierta originalidad.

Lo cual no se escucha mal, pero en la práctica rápidamente se vuelve aburrido gracias a la poca imaginación que existe para ir entrelazando ambas historias y, sobre todo, al ritmo tan pasivo que se implementa durante casi una hora para desarrollar los sucesos más relevantes. Ya que por alguna extraña razón el director opta por tener escenas de muertes muy largas, las extiende sin razón y por lo consiguiente lo que debería de ser algo intenso para proporcionar una sensación de peligro constante se queda más que nada en pedazos aislados de poco impacto que solo están ahí a conveniencia de lo que necesite el fantasma para hacerlo peligroso.

Originando con esto una experiencia genérica que más o menos logra limpiar un poco su imagen con unos minutos finales que resultan entretenidos precisamente porque por fin se deja que exista cierto dinamismo en las acciones. Aunque con esto también llega la confusión gracias a los giros que se incluyen y cierta predictibilidad dado a que uno de estos se puede descifrar con bastante antelación solo con poner atención a un detalle en particular, afectando por completo el cierre debido a que dicho factor sorpresa es fundamental para lograr que resulte efectivo.

Las actuaciones son realmente malas, con muchos gritos sí, pero sin nada de personalidad que te haga sentir algo de empatía por los personajes. La producción es estándar: el trabajo de fotografía es competente, la dirección de arte es sencilla, el score es algo repetitivo, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con escenas a la mitad y al final de los créditos. 

Opinión final: The Bridge Curse es bastante mediocre. Típica película de terror asiático que se perderá entre otras tantas en cuestión de semanas.

Ojometro:
**