Mostrando entradas con la etiqueta The Spierig Brothers. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta The Spierig Brothers. Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de marzo de 2018

Crítica: Winchester (2018)


Película dirigida por The Spierig Brothers (Daybreakers, Jigsaw), quienes además comparten créditos junto a Tom Vaughan como co-escritores del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 2 febrero, mientras que en México hizo lo propio durante el fin de semana.

Sinopsis:

En las afueras de San Francisco la multimillonaria Sarah Winchester (Helen Mirren) ha construido una enorme mansión que se encuentra en remodelación constante las 24 horas del día durante los siete días de la semana. Para el mundo exterior es una clara señal de una mujer con problemas mentales, pero para ella es la única manera de poder reparar el daño que las armas fabricadas por su compañía han ocasionado.



Comentarios generales:

Creo que a todo mundo le sorprendió que una actriz del calibre de Helen Mirren se involucrara en una película de terror, ya que no suele ser común que nombres de ese tamaño volteen a ver un género que dentro de la propia industria es considerado de segunda categoría. Esto provocó que rápidamente Winchester se convirtiera en uno de los trabajos más esperados del año, no solo por su presencia, sino porque había los elementos para poder tener algo grande que hiciera bastante ruido; aunque desgraciadamente eso no ocurrió.

Principalmente porque lo que nos traen los hermanos Spierig es una película que resulta difícil de digerir, no tanto porque cuente con una historia compleja (que no lo es), sino porque es de esas que tardan en desarrollarse. Una situación que por lo regular no me molesta pero en este caso si termina siendo perjudicial debido a que, al contar con una premisa básica de casas poseídas, el avance del primer acto se vuelve demasiado tedioso de manera muy rápida ante la falta de novedad y porque quieren sustentar todo en la excentricidad que representa la propia mansión o su dueña. Siendo esto un aspecto que al inicio resulta interesante; sin embargo, no tiene que pasar mucho tiempo para que uno se dé cuenta que con esa excentricidad solo se pretende esconder la repetitividad de las acciones.

En general se puede decir que la primera mitad es MUY aburrida, pero afortunadamente una vez que pasa el proceso de aprendizaje con respecto a la mansión la mejora es significativa. En gran medida porque el ritmo se vuelve más ágil y ya no se siente tan pesado lo que estás viendo, aunque el verdadero cambio se da gracias a que empiezan a darle más relevancia a las motivaciones de Sarah Winchester para construir un lugar tan exótico, lo cual deja como resultado una mayor sustancia con respecto a lo que ocurre ahí dentro y justifica de gran manera tanto lo de las renovaciones como la presencia de los espíritus.

Una presencia que abre la puerta a momentos de mayor suspenso y a la generación de una atmósfera más oscura. Sin duda algo positivo, más no completamente satisfactorio debido a que siempre te quedas con la sensación de que pudieron haber hecho más con esto porque cada habitación representa una historia para explotar y al final solo se centran en un par, mientras que el resto lo dejan a la imaginación.

Los últimos 20/25 minutos me agradaron, son bastante entretenidos. El tema supernatural toma el mando por completo y se las arreglan para ofrecer un cierre potente que, además, logra explotar de mejor manera toda la estructura a diferencia de los actos previos.

En el tema de las actuaciones Mirren cumple como se esperaba, su papel no exige demasiado pero ella le saca todo el jugo posible; mientras que Jason Clarke (Dr. Eric Price) resulta un buen contrapeso para ella. La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía es impecable, la dirección de arte estupenda, el score es muy bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son sólidos y la labor maquillaje resulta mínima.

Opinión final: Winchester me dejó decepcionado. Ciertamente no es mala, pero termina quedándose corta en muchos aspectos considerando el talento involucrado.

Ojometro:
***

jueves, 16 de noviembre de 2017

Crítica: Jigsaw (2017)


Película dirigida por The Spierig Brothers (Undead, Daybreakers), cuyo guión fue co-escrito por Pete Goldfinger y Josh Stolberg. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de octubre, mientras que en México hizo lo propio el 10 de noviembre. Recaudando hasta la fecha $79.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Varios cadáveres han empezado a aparecer en la ciudad, cada uno de ellos presentando rasgos de tortura inimaginable. La sorpresa es demasiada y conforme avanza la investigación esta solo aumenta cuando la evidencia apunta a un solo sospechoso: John Kramer, el asesino serial mejor conocido como Jigsaw y que lleva muerto diez años.



Comentarios generales:

Durante la década pasada pocas cosas me emocionaron tanto como la primera Saw, aunque nunca me imaginé que esa pequeña película sería el inicio de una de las franquicias más prolíficas que ha tenido el género de terror; una con altibajos muy marcados y con la cual fui perdiendo el interés con el paso de la entregas, pero de la que siempre respeté el hecho de que quisieran darle un cierre definitivo cuando fue evidente su declive. Así que cuando se anunció que había planes por revivirla no me emocioné demasiado, ya que a pesar de haber pasado 7 años seguía sin creer que pudieran revitalizar la fórmula y lo que hace Jigsaw es simplemente confirmar dicho pensamiento.

Esto porque lo que nos regalan los hermanos Spierig realmente no rompe en lo absoluto el esquema tradicional y en general se trata de una amalgama de todo lo que funcionó en las entregas anteriores para así ir construyendo una historia que, al menos de inicio, sustenta su complejidad en el simple hecho de tratar de darle sentido a la aparente resurrección de Jigsaw. Un aspecto que durante el primer acto creo que resulta efectivo porque ese aire de familiaridad que estás viendo ayuda a solidificar la teoría de que, tal vez, John Kramer si haya sobrevivido y así tener un choque de ideas que logren generar una duda razonable entre si se trata de un simple imitador o del icónico asesino.

Lo malo empieza cuando esa familiaridad no es suficiente para sostener toda la película, ya que de pronto resulta muy evidente que esto se trata de una versión modernizada de Saw V y poco a poco el interés se va perdiendo; no solo porque lo que gira en torno a la investigación no es tan atractivo, sino que además el elemento de impacto tan característico de la franquicia por momentos se siente ajeno. Obvio si cuenta con muertes, pero estas se dan entre lapsos muy prolongados de tiempo y eso provoca que el ritmo no sea tan ágil; además de que la falta de creatividad que ya se empezaba a evidenciar desde hace siete años atrás sigue notándose debido a que ninguna de las presentadas logra generar un nivel de tensión o incomodidad tan elevado y por lo consiguiente son incapaces de quedarse en la mente del espectador a largo plazo, resultando así un tanto desechables.

La parte final si es muy Saw. No pretendo decir mucho para no arruinárselas pero hacen un trabajo adecuado al unir las piezas y así brindar un desenlace que le dé sentido a todo lo que acabas de ver (incluido el momento más llamativo visualmente hablando); dejando abierta la posibilidad de más secuelas porque añaden algo que si cambia de manera importante lo que ya sabíamos.

Las actuaciones son el estándar de la franquicia, nada especial; aunque ver a Tobin Bell de regreso siempre es agradable. La producción si sigue manteniendo buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte bien cuidada como siempre, el score no presenta mucha novedad, el trabajo de sonido es bueno, los efectos mantienen su calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Jigsaw está pasable. Es más de lo mismo, aunque probablemente los fans de la franquicia si queden más satisfechos.  

Ojometro:
***