viernes, 14 de marzo de 2014

Crítica: House of Horrors (1946)


Clásico de los 40s dirigido por Jean Yarbrough y producida por Universal Studios, el cual además era la primera de una serie de películas enfocadas en el villano principal. Actualmente se puede encontrar en un DVD que salió a la venta en 2010, así como dentro de una colección que sacó a la venta TCM en 2009 llamada “Universal Cult Horror Collection”.

Sinopsis:

Marcel De Lange (Martin Kosleck) es un escultor cuya vida apesta y después de que un crítico de arte desaira su más grande obra decide suicidarse, pero justo antes de hacerlo ve el cuerpo de un hombre (Rondo Hatton) flotando en el agua y lo salva. Gracias a esto ambos se vuelven “amigos”, aunque al mismo tiempo De Lange encuentra una manera de deshacerse de todos sus críticos. 



Comentarios generales:

La década de los 40s no fue precisamente la más gloriosa para el cine de terror, ya que se trato más que nada de un periodo de transición en donde los estudios estaban viendo como seguir explotando la fórmula que les dio tan buenos resultados en los 30s y encontrar nuevas ideas, lo cual hizo que la mayoría de los trabajos fueran muy similares en muchos aspectos; y House of Horrors creo que ejemplifica muy bien esto.

Antes que nada hay que señalar que el titulo de la película no tiene nada que ver con la historia (algo común en la época), pero dado a que es un trabajo realmente menor nunca ha importado mucho porque Yarbrough tiene la suficiente habilidad como para que uno no se ponga a pensar en ese aspecto sino hasta una vez que termina. Algo que en gran parte se debe a lo corta que es: apenas logra rebasar la hora y eso permite implementar un ritmo muy dinámico a pesar de que en pantalla uno no vea pasar muchas cosas relevantes; dicho tiempo es más que suficiente para mostrar cinco muertes y desarrollar una trama detectivesca decente, aunque sin mucha ciencia o misterio.

Su punto más fuerte recae en la relación entre De Lange y The Creeper, la cual no solo es extraña, sino que además va originando un gran cambio en la personalidad del primero; quien pasa de ser un tipo noble y por el cual sientes lástima, a uno bastante detestable que se aprovecha de otro ser igualmente detestable, pero que por increíble que parezca empiezas a verlo como el menos culpable de todo. Y es que hay que decirlo, The Creeper es toda una incógnita: nunca te dan una pista de su pasado o de sus motivaciones para matar, pero aún así resulta lo suficientemente intrigante.  

El final debo de decir que lo encontré un tanto decepcionante. Tiene lógica, juega con todo el tema de las amistades y uno en algún punto supone que es precisamente eso lo que ocurrirá; sin embargo, esperaba algo más.

En actuaciones debo de decir que esta es probablemente la mejor interpretación de Kosleck, mientras que Hatton, bueno... es Hatton. En producción se nota que tuvo un presupuesto exageradamente corto debido a que la iluminación en muchos casos no es la mejor, el decorado de los sets es muy simple y la caracterización de Hatton para hacerlo ver mucho más grande e intimidante da mucha risa (en serio, apenas y se puede mover con lo que le pusieron bajo la ropa).

Opinión final: House of Horrors no tiene realmente nada de especial. Vale más que nada por ver Rondo Hatton como The Creeper.

Ojometro:
***

miércoles, 12 de marzo de 2014

Crítica: The Occupants (2014)


Debut dentro del género del director Tod Alcott, quien además comparte créditos con Holly Golden como uno de los guionistas. La película salió disponible en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que su estreno en formato físico se espera para mayo.

Sinopsis:

Wade (Michael Rady) y Lucy (Cristin Milioti) son una joven pareja que se acaba de mudar a una nueva casa con su bebé recién nacido. Su vida parece marchar a la perfección, esto hasta que ambos empiezan a experimentar cosas extrañas y a ver fantasmas que de alguna forma están ligados con el caótico pasado del lugar.



Comentarios generales:

Sinceramente prefiero ver una mala película y no una aburrida debido a que con la primera por lo menos te puedes reír o el tiempo pasa rápido, pero con la segunda el tiempo se hace eterno. Y bueno… en esta ocasión experimente lo último.

Lo que Alcott nos trae con The Occupants no es más que un simple ejercicio con una falta de identidad muy grande, ya que en si la película es vendida como una de casas embrujadas, pero en realidad es más que nada un thriller psicológico con algunos ligeros toques de misterio. De hecho, la casa no tiene una gran relevancia dentro de la propia historia; si, aparecen algunos fantasmas, pero en general estos son producto de otra cosa y si uno busca la clásica estructura de los trabajos de casas embrujadas simplemente no la va a encontrar. Es más, ni siquiera existe la creación de una atmósfera adecuada para ello.

En su lugar lo que vemos es un tedioso deterioro de la protagonista, quien aparece en cada toma de la película (en serio, no hay ninguna en donde esté presente) y en muchas situaciones repetitivas que ya hemos visto hasta el cansancio. De pronto se olvidan de lo poco interesante que plantean durante los primeros minutos como las conexiones en los sueños de la pareja o de la aparente denuncia hacia el abuso familiar para dar paso a una serie de eventos que les recordarán muchísimo a The Shinning; no solo por la vestimenta a la Jack Torrance de uno de los fantasmas, sino porque visualmente hay algunas escenas que se asemejan de cierto modo.

El final está ok y tiene un giro decente. No es tan difícil predecirlo, pero seguramente significará un buen reto para algunos fans.

Sobre las actuaciones debo de decir que Milioti hace un trabajo decente, pero claramente no había un director que supiera cómo manejarla de mejor forma para que no sobreactuara; en especial porque dadas sus facciones esto se nota más de lo normal. En producción es austera y no creo que nada llame poderosamente su atención: el poco trabajo de maquillaje es digno de una fiesta de Halloween, prácticamente no hay sangre y la dirección de arte no ayuda en nada para crear escenarios con una atmósfera adecuada.  

Opinión final: The Occupants es la película genérica por excelencia. Muy equis y realmente poco relevante como para que gasten su dinero en ella.

Ojometro:
**

domingo, 9 de marzo de 2014

Crítica: Sadako 2 3D (2013)


Séptima entrega de la franquicia de The Ring, aunque esta significa apenas la segunda en la serie de Sadako y está dirigida nuevamente por Tsutomu Hanabusa. Se estrenó en Japón y en varios de los mercados más importantes de Asia en el 2013, mientras que en Estados Unidos llego en formato físico durante febrero.

Sinopsis:

Fuko (Miori Takimoto) es una chica que se está haciendo cargo de su sobrina Nagi (Kokoro Hirasawa), cuya madre murió cuando dio a luz y su padre la evita. Todo esto ha provocado que sea una niña muy solitaria, a la que además muchas tragedias la rodean y poco a poco empieza a despertar la sospecha de su tía sobre que algo verdaderamente malo ocurre con ella.



Comentarios generales:

He llegado a un punto en donde esta franquicia ya no me importa mucho que digamos debido a la poca originalidad que usualmente se tiene para seguir exprimiendo su popularidad y creo que para muchos Sadako 2 3D será la gota que derrame el vaso.

Ya que lo que nos trae Hanabusa en esta ocasión es tal vez el intento más pobre en todos los aspectos, mostrando no solo una escases de ideas brutal, sino además reciclando fórmulas que se han utilizado hasta el cansancio y cuyos efectos aterradores básicamente ya son nulos. Uno sabe perfectamente que va a pasar en cada susto, lo cual genera un aburrimiento total y una muy difícil tarea al momento de querer generar algo de tensión en momentos específicos.

Igualmente, al tratarse de una secuela uno pensaría que ver la primera parte es vital pero realmente no lo considero necesario porque explican de manera más o menos clara lo que paso; sin embargo, a pesar de esta pequeña ayuda nunca logran generar una conexión interesante entre los eventos y se limitan más que nada a ofrecer escenas de muertes totalmente genéricas, así como recuerdos confusos u alucinaciones de la protagonista que al final tienen una relevancia mínima. Incluso la idea más innovadora con todos los aparatos tecnológicos tampoco la explotan de buena manera: hay una escena en el metro que te muestra el potencial, pero nunca se preocupan por llevarla al límite y prefieren dejarla poco a poco en el olvido conforme pasan los minutos.

El giro que le dan al final es lo único que vale la pena, aunque no la salva. Llega muy tarde y no sé si tenga la suficiente dosis de acción como para poder satisfacer a los espectadores que para este punto seguramente ya se estarán cayendo de sueño.

En actuaciones realmente no tiene nada del otro mundo, aunque por momentos la niñita si puede llegar a ser un tanto aterradora. Mientras que en producción creo que es donde tiene sus mejores cosas: la fotografía es buena y la ambientación en general es sólida, pero los efectos dejan mucho que desear básicamente porque no ofrecen nada nuevo y demuestran lo poco que han avanzado desde la primera entrega.

Opinión final: Sadako 2 3D es más de lo mismo. No es pésima, pero creo que solo los verdaderos fans de toda esta franquicia la disfrutarán.

Ojometro:
**

viernes, 7 de marzo de 2014

Crítica: Grand Piano (2014)


Producción española dirigida por Eugenio Mira y escrita por Damien Chazelle. Apenas se estrenará este 7 de marzo de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos, pero desde mediados de febrero está disponible en VOD y diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Tom Selznick (Elijah Wood) es un aclamado pianista que está dispuesto a hacer su regreso a los escenarios después haber sufrido un ataque de pánico cinco años atrás. Los nervios no lo dejan en paz, pero para su mala suerte eso no será lo peor de la velada cuando se dé cuenta que un desconocido lo tiene en la mira y si toca tan solo una nota mal este acabará con su vida en pleno concierto.



Comentarios generales:

En tiempos donde la palabra “realista” suele dominar dentro de los motivos por los cuales muchas personas consideran buena o mala una película, la verdad resulta gratificante ver de vez en cuando una historia imposible que solo puede existir en el cine y justificar, aunque sea un poco, su existencia dentro de una época en donde la creatividad es escasa.

Lo que Mira y Chazelle nos traen con Grand Piano es un thriller a la vieja escuela en todo el sentido de la palabra, contándonos algo que en la vida real resultaría imposible que se diera, pero con una fluidez que prácticamente no permite al espectador pensar mucho en esas cuestiones para mejor concentrarse en cada pequeño detalle u dialogo que pudiera resultar determinante en el desarrollo de las cosas. No por nada muchos la están catalogando como un trabajo con cierto aire de Hitchcock (guardando las reservas, claro), ya que aquí la tensión se va generando no por el uso de ruidos, impacto visual o trucos fáciles, sino por medio de los propios acontecimientos en pantalla entre los personajes. Un sello inequívoco del suspenso de antaño.

En cuanto al ritmo es estupenda. Dura apenas una hora con veinte minutos, pero no es que necesitara de más tiempo para contar lo que quería contar; todo está muy bien estructurado, nunca se siente apresurada y le da el espacio suficiente a cada situación para que funcione. Aunque dentro de sus desventajas pudiera estar el hecho de que realmente no tiene mucha violencia o sangre, aspectos que pudieran extrañar aquellos a los que no les resulte muy atractivo ver a un tipo durante más de una hora sentado tocando el piano.

El final es adecuado y emocionante; sin embargo, debo de decir que si hay un ligero resbalón en la cuestión del tiempo puede que sea aquí. Personalmente no tuve muchos problemas considerando que la dinámica entre el protagonista y el antagonista se da durante todo el concierto, pero su encuentro final pudo ser un poco más memorable con unos cinco minutos más.

En las actuaciones nuevamente Elijah Wood sorprende; tal vez no llegue a los niveles que alcanzo con Maniac, pero su interpretación es bastante convincente a pesar de que se ve limitado en lo que puede hacer. En producción también tiene una nota muy alta: el trabajo de fotografía es muy sutil y la dirección de arte totalmente adecuada; aunque es indudable que el sonido y, sobre todo, el score se llevan los reflectores ya que ambos aspectos engrandecen algunas cosas que bien pudieran resultar irrelevantes.

Opinión final: Grand Piano es en verdad recomendable. Es una película que abarca diferentes tipos de público, pero creo que los fans del género quedaran complacidos.

Ojometro:
*****