domingo, 14 de septiembre de 2014

Crítica: Dead Snow 2: Red vs. Dead (2014)


Secuela dirigida por Tommy Wirkola, quien además es co-escritor junto a Stig Frode Henriksen y Vegar Hoel. Se estrenó en cines en Noruega a inicios de año y su salida en formato físico se dio el 25 de junio; aunque su llegada a los Estados Unidos está programada para el próximo 10 de octubre de manera limitada en cines.

Sinopsis:

Después de los sangrientos sucesos que terminaron con la vida de sus amigos y de su novia, Martin (Vegar Hoel) despierta en un hospital con la sorpresa de que le han implantado un brazo que no es suyo. Mientras tanto, el ejército nazi de zombies inicia su camino para terminar una misión que Hitler les asigno 70 años atrás; aunque el propio Martin y un peculiar escuadrón anti zombies están dispuestos a arruinarles sus planes.



Comentarios generales:

Contrario a muchos que la consideran como una de las mejores películas de zombies de los últimos años, a mí la primera entrega se me hizo bastante pobre en muchos aspectos y por ello veía con cierta duda una secuela. Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo mi interés creció con tantos anuncios de su producción; especialmente por el hecho de que se convirtió en la película nórdica de terror más cara de toda la historia. Esto hacía suponer algo grande y así fue.

Wirkola no cambia ni por un momento el toque cómico que caracterizó a la anterior, pero en Red vs. Dead se encarga de magnificarlo (y pulirlo) de tal manera que ahora la película se siente mucho más ligera y sin escenas forzadas en donde muestre una obsesión por darnos a conocer cuáles son sus influencias. Además lo hace brindándole un enfoque totalmente diferente, dejando de lado la atmósfera de soledad y la sensación de desesperanza para darle paso a un escenario con tintes más épicos por medio del personaje de Martin; quien evoluciona de un tipo completamente intrascendente a un anti héroe que lidera a un grupo de freaks de la manera más atípica y menos convencional de todas hacia lo que básicamente se trata del último episodio de la segunda guerra mundial.

Tiene un ritmo muy fluido y el gore está a la orden del día. Aunque sin duda lo más interesante fue saber un poco más sobre los zombies nazis y su verdadero propósito debido a que esto no solo nos lleva por un largo camino de muertes muy divertidas, sino que ayuda a que el grado excesivo de violencia tenga sentido porque en esencia convierte a la historia en una sátira; sin decir que le brinda una dinámica completamente distinta. En cierto modo diría que aplica la fórmula que utilizo Raimi en Evil Dead 2 para hacer esto mucho más grande utilizando solo pequeños aspectos de la entrega inicial.

Mi única queja es todo lo que tiene que ver con el grupo de policías. Realmente no tienen ningún peso en el desarrollo de la historia, nunca se involucran de manera directa con los zombies y el comandante es un personaje fastidioso.

El final es una batalla a gran escala que dejará a todos contentos. Acción sin parar y mucha sangre.

En las actuaciones Hoel está muy bien en su papel, su manejo del humor es muy digerible y lo sabe mezclar a la perfección con determinados momentos “serios”; mientras que el resto del elenco es un complemento sólido para su dinámica. La producción deja ver en todo momento el importante presupuesto con el que contaron: el trabajo de fotografía es bastante espectacular (magnificado por los paisajes islandeses), el maquillaje de los zombies está impecable, cuenta con un trabajo de sonido destacado y sobre todo con un despliegue de efectos especiales enorme muy bien logrados; que utiliza tanto CGI como elementos clásicos.

* Hay una escena post-créditos

Opinión final: Red vs. Dead es extremadamente divertida. Supera a su antecesora en todo y nos regala una expansión sólida dentro un universo que inicialmente no parecía tener mucho.

Ojometro:
*****

jueves, 11 de septiembre de 2014

Crítica: Torture Chamber (2014)


Película escrita y dirigida por Dante Tomaselli (Desecration, Satan's Playground), quien además también ejerce como productor. Se estrenó en enero de este año directamente en DVD y diversas plataformas digitales dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Jimmy Morgan (Carmen LoPorto) es un niño encerrado en una jaula cual animal salvaje por su religiosa madre, quien piensa que está poseído y trata de practicarle un exorcismo que termina mal. Varios años después Jimmy escapa del instituto mental donde estaba internado con deseos de venganza; aunque no está solo, ya que ha formado un ejército de niños que lo ayudarán a satisfacer su sed de sangre.



Comentarios generales:

Quienes hayan visto los trabajos anteriores de Tomaselli seguramente sabrán que no se trata de un director común, ya que su estilo se enfoca más en decir con imágenes lo que no puede decir con palabras para así retar la paciencia del espectador. Por ello su cuarto filme causo mucha expectativa a inicios de este año y considerando el tiempo que se tomó para hacerlo esperaba una evolución importante con respecto a su último filme, pero en lugar de eso me encontré con algo que simplemente no me convenció.

Con Torture Chamber tenemos una película que no sigue la clásica estructura de tres actos a la que estamos acostumbrados, sino que en su propósito por lograr que esto luzca más como una auténtica pesadilla Tomaselli va integrando escena tras escena sin la más mínima explicación o solo brindándote alguno que otro punto de unión para comprender más o menos la “historia” que quiere contar; dándole así mucho más importancia a la construcción de la atmósfera gótica, a la creación de imágenes tétricas y al uso de iconografía religiosa para tratar de incomodar al espectador por diversos frentes. Claramente su intención no es divertir, sino golpearte desde lo más profundo de tu cerebro al retar algunas creencias de lo que es el bien y el mal, utilizando la venganza de Jimmy como el principal conducto.

El problema es que todo lo hace bajo un ritmo sumamente pasivo, ya que a pesar de que solo dura una hora y media el filme se vuelve eterno. Muestra algunas escenas violentas de tortura muy bien hechas que logran mantenerte atento, pero la mayor parte del tiempo vemos cosas que se repiten una y otra vez sin que añadan gran profundidad: ver correr a niños quemados o ver como las victimas siempre terminan en el mismo lugar no es precisamente interesante. Además el uso de los flashbacks nunca resulta lo suficientemente convincente para justificar el odio de Jimmy hacia algunas de sus víctimas.

El final no les podrá importar menos debido a que en este punto la aburrición es tal que lo único que quieres es que ya termine. Se siente completamente anti climático.

En cuanto a las actuaciones debo de decir que LoPorto está muy bien, es uno de los niños más aterradores que he visto en pantalla últimamente; aunque el resto del elenco no está a su altura: Christie Sanford como la madre de Jimmy te termina por fastidiar y Vincent Pastore luce totalmente perdido cada que aparece en pantalla. La producción es discreta, pero aquí tiene algunos de sus puntos más fuertes como la fotografía y sobre todo el estupendo trabajo de sonido que le añade bastante a determinadas escenas. Igualmente el score es muy bueno.

Opinión final: Torture Chamber me aburrió. Maneja muchos conceptos interesantes, pero nunca pudo atraparme como tal vez lo haga con otras personas.

Ojometro:
**

martes, 9 de septiembre de 2014

Crítica: Find Me (2014)


Primer largometraje del director Andy Palmer, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Cameron Bender y Kathryn Lyn (ambos protagonistas del filme). Se estrenó vía VOD y diversas plataformas digitales dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de septiembre.

Sinopsis:

Emily (Lyn) y Tim (Bender) son una pareja de recién casados que se mudan a una pequeña casa ubicada en el pueblo donde ella pasó su infancia. Todo parece normal, pero al poco tiempo ambos empiezan a experimentar cosas extrañas que los hacen suponer sobre la presencia de un fantasma; del cual, con la ayuda de una amiga, empezarán a tratar de descifrar su identidad.



Comentarios generales:

Con el tiempo he aprendido a valorar las películas sobre casas con actividad paranormal filmadas en formato clásico debido a que para mí es la mejor manera de contar esta clase de historias a pesar del poco margen de innovación que representa. Por ello no es de extrañar que Find Me hiciera que recordara a trabajos que disfrute bastante en el último par de años, aunque en una escala mucho menor.

Lo que nos trae Palmer es básicamente una mezcla de The Pact con algo The Conjuring pero siempre bajo un concepto mucho mas intimo, el cual se apega a la regla de menos es más para ir desmenuzando poco a poco una historia cuya complejidad no es demasiada y de la cual es probable que puedan descifrar varias cosas desde el primer acto. Para ello implementa un ritmo bastante pausado, por momentos cansino; en donde se enfoca en la construcción de una atmósfera lo más aterradora posible mientras va soltando algunos sustos fáciles en el proceso que ayudan a sacarla de la pesadez. Esto complementado con la revelación temprana de los fenómenos a los personajes principales que vuelve la dinámica entre estos mucho más interesante durante el proceso de búsqueda de respuestas (contrario a otros trabajos, donde todo recae en un solo individuo la mayoría de las veces).

El principal problema que tiene es el hecho de que a pesar de tanto énfasis a los detalles, la verdad por varios lapsos sientes que no ha pasado demasiado; por no decir nada. Cuenta con varios puntos muertos y el nivel de intensidad en momentos clave no es lo suficientemente alto como para poder considerar tan amenazante al espíritu que hay en la casa (que lo es) y además los orígenes de este son demasiado vagos como para generarte gran expectativa conforme se va acercando el desenlace.

El final no está mal, pero si sentí que le falto más fuerza. En especial porque el “conflicto” principal es limitado a no más de cinco minutos.

Las actuaciones son aceptables, todo se centra en tres actores que logran una buena química en los momentos en los que están juntos en pantalla; aunque en algunas escenas donde se necesitaba más fuerza se quedan cortos. La producción es verdaderamente discreta, realmente nada resalta; por ahí tiene algunos problemas con la iluminación, pero más allá de eso cumple en lo que presenta dentro de sus limitaciones.

Opinión final: Find Me es un trabajo aceptable. Es más para aquellos que gustan de experiencias pequeñas cuyo grado de originalidad no es mucho.

Ojometro:
***

sábado, 6 de septiembre de 2014

Crítica: Bunnyman Massacre (2014)


Secuela nuevamente escrita y dirigida por Carl Lindbergh. Se estrenó en TV el pasado de mes de abril dentro de los Estados Unidos por medio del canal Chiller, pero su salida oficial en formato físico se dio apenas a mediados de agosto (también en Europa).

Sinopsis:

La aventura de Joe (David Scott) y Bunnyman continúa en su pueblo fantasma, donde este último sigue con su sed de sangre; matando a todo ser vivo que se le cruce en su camino. El problema es que esto empieza a ser un riesgo por la cantidad de cuerpos que se acumulan y porque la desaparición de un par de oficiales atrae la atención del sheriff local.



Comentarios generales:

La primera Bunnyman es un trabajo difícil de digerir debido a sus desesperantes fallas y porque ciertamente no es un producto atractivo en general, pero el hecho de tener a un asesino tan peculiar daba pie a la creación de una franquicia indie. Por ello esta secuela no me sorprendió en lo absoluto, era algo lógico que se diera; aunque si esperaba ver algo con un poco más de calidad considerando las bases previamente establecidas.

Con Massacre lo que hace Lindbergh es repetir casi todos los errores de su primera entrega, pero ahora bajo una historia casi inexistente que principalmente se sustenta en Bunnyman matando a diestra y siniestra todo lo que se le cruce en su camino; una situación que no está mal en determinados casos como la impactante escena inicial del autobús escolar debido a que esto ayuda a establecer el nivel de violencia que se manejará, pero al no existir un hilo conector lo suficientemente sólido terminan sintiéndose como situaciones aisladas.

En serio, la continuidad de la película es bastante triste. Nunca sientes fluidez en los sucesos e incluso por momentos parece que estamos viendo una serie de cortos colocados de manera aleatoria para que dé alguno u otro modo todo tenga sentido. Ni siquiera el pequeño giro que le añaden funciona.

Otro punto negativo es que en esta ocasión Bunnyman por grandes lapsos termina siendo un mero espectador para darle más tiempo en pantalla a Joe, lo cual es increíblemente perjudicial para la película porque no solo se trata de un personaje genérico y sin gracia, sino que además las escenas con este involucran mucho dialogo que la vuelven muy pesada; algo que en un slasher es imperdonable. Aunque por otra parte hay que decir que las muertes (o la mayoría de estas) son bastante satisfactorias, sobre todo una que involucra a un barril sumamente original a la que de momento no recuerdo haberla visto en ningún otro trabajo. Esto dejará satisfechos a quienes solo buscan ver sangre o un entretenimiento barato.

El final es un tanto deprimente. Nunca hay un reto verdadero para los asesinos y ciertamente uno puede adivinar con bastante tiempo de anticipación lo que ocurrirá con estos.

En actuaciones no se puede decir mucho cuando el más destacado es alguien con una botarga de conejo. La producción mejora de forma considerable con respecto a la primera; en especial los efectos y el maquillaje están mejor logrados para brindarle una sensación de impacto mucho mayor a las muertes sin llegar a ser precisamente muy gráficas.

* En Europa el nombre oficial es The Bunnyman Resurrection

Opinión final: Bunnyman Massacre es una ligera mejora con respecto a su predecesora, pero salvo el look del asesino y algunas muertes, realmente poco recordarán a las dos horas de haberla visto.

Ojometro:
**