miércoles, 8 de junio de 2016

Crítica: Girl in Woods (2016)


Película escrita y dirigida por Jeremy Benson (Live Animals). Se estrenó el pasado 3 de junio en VOD y también se empezó a transmitir por el canal Chiller dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información disponible sobre cuándo saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Después de un trágico accidente, Grace (Juliet Reeves London) se queda sola dentro de un enorme bosque y sus intentos por salir se complican gracias a su problemático pasado, provocando que tenga que combatir sus propios demonios para tratar de sobrevivir.



Comentarios generales:

Las películas de terror que se centran en la supervivencia han presentado un notable estancamiento en los últimos diez años, sobre todo con la explosión del found footage. Generalmente tratan de lo mismo y el margen para experimentar no es precisamente el más grande; sin embargo, Girl in Woods es una excepción a la regla, un trabajo que no tiene miedo por tratar de ofrecer algo distinto… aunque al final el resultado no sea precisamente el mejor.

Y es que Benson no se toma demasiado tiempo para mostrar que nuestra protagonista tiene graves problemas e inmediatamente se propone a explotarlos por medio de un momento de impacto que sirve como detonante perfecto para que no solo inicie su lucha por sobrevivir, sino también su progresivo deterioro mental. Este último siendo un aspecto fundamental dentro de la historia, pero que durante el primer acto ciertamente no funciona del todo bien debido a que nos bombardean con extraños flashbacks/sueños de la infancia de Grace que, si bien brindan un toque oscuro, no cuentan con un propósito claro y chocan constantemente con unas acciones dentro del bosque que durante este punto se limitan a muchos gritos y a la toma de decisiones absurdas; convirtiéndolo así en uno bastante lento. 

Son pasados los 35/40 minutos cuando la película empieza a tomar un rumbo distinto, ya que es a partir de aquí cuando el espectador no solo tiene que lidiar constantemente con los flashbacks que poco a poco van desmenuzando el nivel de locura de Grace, sino que además es donde se nos empiezan a mostrar una serie de diferentes escenarios que te ponen a pensar si lo que ocurre es parte de la realidad o de la fantasía. Igualmente, es donde las personalidades múltiples se hacen presentes y eso añade mucho dinamismo a las cosas, además de que la historia empieza a tomar un rumbo mucho más tenebroso del esperado. Uno que se va dando de manera natural y cuyo progreso no se siente forzado en ningún momento, pero con el cual resulta complicado involucrarse de lleno gracias a diálogos estúpidos que convierten a Grace en un personaje un tanto caricaturesco e incluso fastidioso.  
La parte final no me convenció. Es sin duda la más sangrienta, pero presenta otro cambio radical que en esta ocasión si se siente metido con calzador para añadir ese toque de terror ausente y brindar algún tipo de desenlace que justifique el uso excesivo de los flashbacks.  

En la cuestión de las actuaciones todo recae en Juliet Reeves y si bien no lo hace mal, tampoco creo que muestre la suficiente fuerza para un personaje con múltiples personalidades. La producción es bastante buena: el trabajo de fotografía es estupendo, el score cumple, tiene un muy buen trabajo de sonido, los efectos son mínimos y la cuestión del maquillaje es bastante discreta salvo por un personaje en particular.

Opinión final: Girl in Woods está ok. Es una película extraña que generará opiniones divididas y por ello vale la pena checarla, sobre todo si la encuentran en TV.

Ojometro:
***

domingo, 5 de junio de 2016

Crítica: Don't Look in the Basement 2 (2016)


Secuela de la película de 1973 dirigida por Tony Brownrigg (Red Victoria), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Megan Emerick. Salió directamente en VOD, DVD y Blu-ray (así como en una edición de colección en VHS) dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de mayo.

Sinopsis:

En 1972 los pacientes y doctores del Sanatorio Stephens fueron brutalmente asesinados. Ahora, después de más de 40 años, el único sobreviviente regresará para encontrar que los fantasmas del pasado no han podido descansar en paz desde aquel entonces.



Comentarios generales:

Siempre me ha parecido extraño cuando se anuncia de manera repentina una secuela de alguna película de los 70s u 80s con poco cartel debido a que los riesgos son enormes si consideramos que muy probablemente muchos de los fans no vieron la original o, peor aún, ni siquiera sabían que existía. Por ello Don't Look in the Basement 2 era una apuesta arriesgada en muchos sentidos, pero gracias a que el hijo del creador original estuvo involucrado en el proyecto el resultado fue mejor del esperado.  

Y no es porque Brownrigg nos regale una película revolucionaria ni mucho menos, más bien lo que hace es mantener el legado de su padre al no inventarse nada y seguir la fórmula previamente establecida, donde lo importante durante la primera media hora es resaltar el aspecto mental mientras poco a poco se van revelando las conexiones con lo que ocurrió en el pasado. Algo que sin duda no es tan interesante, ya que, si bien la presencia de Sam añade misterio, lo cierto es que no es tan difícil descifrar por qué empiezan a ocurrir cosas extrañas dentro del sanatorio y eso vuelve un tanto repetitivas las acciones.

Es durante la segunda mitad cuando las cosas adquieren un mejor tinte; primero porque se logra generar una atmósfera setentera llamativa y, segundo, porque finalmente el aspecto paranormal toma forma. Todo bajo un ritmo agradable que, combinado con algunas dosis de comedia bien pensadas, termina proporcionando una dinámica variada en donde se dan cambios de intensidad constantes por medio de alguna muerte impactante o de alguna posesión bizarra. Aunque al hacer esto se sacrifica demasiado al personaje de Sam, quien pasa de ser el centro de atención a un simple espectador más sin el mayor peso en el desarrollo.  

La parte final es sólida. El nivel de intensidad aumenta de manera clara, al igual que la violencia, pero lo verdaderamente destacado es el grado de locura que se logra reflejar con la mayoría de los personajes dado a que ese es el punto central de la historia y ayuda a que el desenlace sea uno esperanzador, lo cual ya no es muy común en estas épocas.

Las actuaciones están ok, ninguna resulta en extremo exagerada considerando que el aspecto mental juega un papel fundamental dentro de la película y los toques cómicos están bien dosificados. La producción es decente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy genérica, el score está ok, los efectos prácticos están bien hechos y el trabajo de maquillaje realmente no presenta nada que sobresalga.

Opinión final: Don't Look in the Basement 2 está aceptable. No es ninguna maravilla, pero ofrece algunos buenos momentos que la vuelven un buen complemento para su predecesora.

Ojometro:
***

miércoles, 1 de junio de 2016

Crítica: The Devil's Woods (2016)


Producción irlandesa escrita y dirigida por Anthony White (Shortcuts to Hell: Volume 1). Se estrenó el pasado 10 de mayo tanto en DVD como en VOD dentro de los Estados Unidos y Canadá, pero no hay información sobre su llegada a otros mercados.

Sinopsis:

Un grupo de amigos trata de reparar sus tensas relaciones pasando un fin de semana acampando en un festival de música. Durante su trayecto deciden detenerse un rato en un pequeño pueblo en medio de la Irlanda rural; sin embargo, ese aparente pueblo idílico se encuentra lleno de oscuros secretos con los que pronto tendrán que lidiar.



Comentarios generales:

Es claro que no todo el mundo tiene los recursos necesarios para realizar trabajos de alto perfil, aunque en la mayoría de las ocasiones eso no es un problema para los fans. Lamentablemente esa limitante también suele ser la justificación perfecta para ofrecer a precios mayores películas que en realidad deberían de ser cortometrajes debido a su falta de contenido y The Devil's Woods, a pesar de los intentos por querer ocultarlo, es un ejemplo perfecto de esto.

Ya que lo que nos presenta White es una de las historias más huecas que recuerde haber visto en los últimos años, donde después de mostrarnos una violenta introducción prácticamente todo se vuelve relleno. En serio, el primer acto consiste en ver a cuatro jóvenes hablando sin parar mientras que por alguna razón un par de ellos tienen perturbadoras visiones y cuyo mayor momento de tensión lo proporciona una escena en un bar en la que un desconocido revela sus intenciones de que una de las chicas le practique sexo oral. Así de profunda es la trama y peor aún, aquí prácticamente se te revela (no de manera directa) quien es el responsable por los asesinatos que están por venir.

Para el segundo acto las cosas tampoco mejoran mucho que digamos. Las acciones se trasladan al bosque y el director hace pequeños intentos por añadir algo de misterio por medio de un desconocido que asecha a lo lejos, pero todo sigue siendo intrascendente. El ritmo es cansino, los protagonistas siguen envueltos en situaciones que no aportan nada y realmente la poca información brindada sobre los secretos del lugar se manejan como simples rumores o leyendas, dejando abierto a cualquier interpretación situaciones que en realidad no son tan complejas y que dejan al espectador esperando algo brutal que nunca llegará.

Lo “mejor” son los últimos 15 minutos, en gran parte porque es donde finalmente ocurre algo de emoción. Se trata básicamente de una larga persecución que logra generar un poco de tensión y cierto impacto, aunque realmente nunca terminan por explicar nada con respecto a los sacrificios o demás aspectos oscuros que supuestamente rodean el poblado.

Las actuaciones son bastante malas, muy acartonadas y perfectamente olvidables; aunque para ser justo debo de decir que los actores tampoco contaban con muchísimo material para poder trabajar. La producción es en extremo limitada: el trabajo de fotografía deja mucho que desear, la dirección de arte es ínfima, el score es decente, el trabajo de sonido no es tan limpio, los efectos que presenta son muy básicos y la cuestión del maquillaje se limita solo a unos cuantos segundos.

Opinión final: The Devil's Woods vale poco la pena. Sin duda alguna hubiera funcionado mucho mejor como cortometraje.

Ojometro:
**

domingo, 29 de mayo de 2016

Crítica: The Ones Below (2016)


Primer largometraje del director David Farr, quien además es el escritor del guión. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido el pasado mes de marzo e hizo lo propio este 27 de mayo en los Estados Unidos, donde también está disponible en VOD.

Sinopsis:

Una pareja que se encuentra esperando a su primer hijo descubre una increíble diferencia entre ellos y la nueva pareja de vecinos que recién se acaban de mudar al departamento de abajo, quienes también esperan a su primer hijo.



Comentarios generales:

Sinceramente no sabía que esperar de The Ones Below debido a que su premisa era muy vaga y podía ir hacia diferentes direcciones, algunas interesantes, pero otras no tanto. Por lo cual no llamaba mi atención a pesar de contar con un nombre que en años recientes se convirtió en un rostro conocido para muchos de nosotros y aunque al final no me pareció un desperdicio, ciertamente no es una película que vaya a quedar grabada en la memoria colectiva con el paso de los años.

Esto porque lo que nos regala Farr es un thriller poco arriesgado en el que uno como espectador nunca se ve expuesto a situaciones que lo tomen con la guardia baja gracias a lo increíblemente anunciado que resulta todo; aunque para ser sincero, el primer acto no está nada mal. En gran medida porque la historia en esta parte resulta interesante, con dos parejas que viven la misma situación de manera muy distinta y cuyas interacciones logran ofrecer unos momentos de tensión elevadísima sin tener que recurrir a elementos de impacto; algo que sin duda es de aplaudir, ya que cuando llega el acontecimiento que cambiará por completo la dinámica de las cosas uno tiene muchas preguntas con respecto a los nuevos vecinos únicamente por estos breves minutos y quieres ver como se resuelven.

Lo cual nunca se da, ya que lamentablemente lo que se logra construir en la primera media hora termina quedando en el olvido durante el segundo acto debido a que el director decide no profundizar con respecto a su pasado para dar paso a las dificultades de la pareja protagonista en su etapa como padres y el sucesivo deterioro mental del Kate. Todo bajo un ritmo bastante cansino que no solo vuelve complicado el involucrarte de lleno con lo que ocurre, sino que además provoca que los siniestros planes de los vecinos sean en extremo obvios y con ello la sensación de misterio desaparezca por completo.

Ante esto la parte final considero que se vuelve muy predecible. Por un momento si logran provocar cierta duda, sin embargo, es tan evidente lo que va a ocurrir por lo sucedido previamente que termina costando mucho trabajo el poder generar suspenso y, sobre todo, angustia por lo que le pudiera ocurrir al bebé.
 
Las actuaciones son el punto fuerte de la película, tanto Clémence Poésy (Kate) como David Morrissey (Jon) hacen una gran labor; la primera por la locura que refleja y el segundo porque mantiene una presencia impresionante cada que sale, logrando con muy poco una sensación de peligro constante. La producción es ciertamente discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score está ok, cuenta con un trabajo de sonido limpio y toda la cuestión de efectos/maquillaje es ínfima.

Opinión final: The Ones Below es un thriller decente. Tiene sus buenos momentos, pero nunca da ese paso para convertirse en un must-see.

Ojometro:
***